Por Carlos Tórtora.-

Intensos preparativos se registran en la Cámara de Diputados, donde kirchneristas, radicales y seguidores de Miguel Ángel Pichetto suman una mayoría para votar la reposición del FONID (Fondo Nacional de Incentivo Docente), dando así marcha atrás con la política del Poder Ejecutivo.

En el cerrado entorno de Javier Milei crece la preocupación, porque la mayoría opositora para el FONID sería tan sólo un ensayo de lo que puede ocurrir con frecuencia ni bien comiencen las sesiones ordinarias, es decir, el armado de mayorías opositoras para doblegar al gobierno aprobando proyectos de ley. Un Congreso volcado en contra de la Casa Rosada sería entonces una perspectiva concreta a la cual no se le estaría oponiendo ninguna operación oficial para contenerla. Guillermo Francos sería uno de los más preocupados por este horizonte, ya que, si se consolida el conflicto con los gobernadores, esto se traduciría en un Congreso manejable.

También el Senado

La pérdida del control sobre el Congreso no afectaría sólo a Diputados, cámara conmocionada a partir del fracaso de la media sanción de la ley ómnibus. En el Senado, aunque en silencio, el bloque de Unión por la Patria se prepara para imponer una sesión especial para tratar el DNU 70/23, que contiene las principales reformas desregulatorias instrumentadas por Milei. Si el Senado vota el rechazo al DNU, esto sería un revulsivo en Diputados, donde podría armarse otra mayoría opositora para obligar a Martín Menem a sesionar tratando el DNU. Este último ayer designó finalmente los 8 miembros de la Comisión Bicameral que debió tratar el DNU, pero, como sus plazos están vencidos, el tema se debatirá directamente en la Cámara. El rechazo de éste en Diputados significaría su derogación y un golpe político difícil de asimilar para los libertarios.

Sólo retomando los hilos del diálogo podría desactivarse la rebelión en ciernes en el Congreso. Pero negociar significaría para Milei ceder ante la casta, una opción inaceptable para la estrategia del todo o nada impuesta por Santiago Caputo. Hoy por hoy, Milei prefiere enfrentar la rebelión del Congreso antes que negociar con la casta. El anuncio de que hablará por cadena nacional para denunciar una serie de negocios institucionales de la casta indica que está dispuesto a cruzar una línea que no tiene fácil retorno.

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