Por Alexis Di Capo.-

La actual crisis por la media sanción de la ley ómnibus es el resultado de la sumatoria de una serie de errores del gobierno.

Uno de los primeros fue, al igual que ocurrió con el DNU 70/23, la extensión del proyecto y la multiplicidad de los temas que abarca. Si en lugar de una ley ómnibus se hubieran presentado distintos proyectos de ley por materia, es probable que la mayor parte ya sería ley.

En segundo lugar, el gobierno exhibe una marcada carencia de operadores políticos y los que tiene parecen estar demasiado limitados en sus márgenes de acción. El caso más obvio es el del Ministro del Interior, Guillermo Francos, que debe negociar con los gobernadores habiendo perdido a manos de Luis Caputo el control de los ATN.

En tercer lugar, la intervención de Javier Milei en las negociaciones se tradujo en una serie de marchas y contramarchas que debilitaron la negociación y aumentaron las desconfianzas de los bloques dialoguistas.

Cuarto, la agresividad del gobierno en la negociación terminó fortaleciendo a los sectores más duros, que fueron ganando terreno en los últimos días.

¿Y ahora qué?

La reacción que provocó el derrumbe del castillo de naipes del acuerdo fue la decisión de la Comisión Federal de la Convención de la UCR de pedirles a sus diputados que dictaminaran en forma independiente, rechazando votar el proyecto. La rebelión contra Rodrigo de Loredo y su padrino Martín Lousteau fue gestada por Federico Storani, Gastón Manes y Juan Manuel Casella junto con Facundo Manes que, dejando abierta una puertita para negociar, le pidió a Martín Menem que hiciera extender las extraordinarias hasta el 29 y el gobierno finalmente lo hizo hasta el 15.

El levantamiento contra la ley ómnibus de seguidores de Pichetto y de parte de la bancada de la Coalición Cívica terminó por voltear el acuerdo.

Ahora Milei debe optar entre aceptar la derrota y renegociar con menos pretensiones o patear el tablero y denunciar que la casta le impide gobernar, en cuyo caso se deberá conformar con gobernar por decreto en aquellos temas donde no sean necesarias leyes.

Pero la crisis del acuerdo se proyecta en otros campos, porque, por ejemplo hoy, como están las cosas, en Diputados hay mayoría para votar el rechazo del mega DNU que, de acuerdo a lo que ordena la ley 26122, debería ser tratado por ambas cámaras con carácter urgente.

Share