Por Guillermo Cherashny.-

Una semana después que los comunicadores del gobierno dijeran que no les interesan ni los diarios, ni la radio ni la televisión, sino que solamente apuntaban a las redes sociales, especialmente Facebook, más que Twitter, cambiaron de idea después del tarifazo y salieron a buscar reportajes en los principales canales de televisión, donde se mostró muy afable. Pero en una nota que le dio en «La Nación» a Joaquín Morales Solá, se salió del libreto y criticó al periodismo, que busca notoriedad; a los empresarios, que no entienden el cambio; a los sindicalistas, que tienen mala imagen, y a su nuevo enemigo, que es Marcelo Tinelli.

Es evidente que el presente económico del gobierno no es bueno, por el aumento del déficit fiscal, la suba de la inflación y la recesión, que cada día está peor y, como todos los presidentes cuando no encuentran el camino, le echa la culpa a otros. Y en este caso dio a entender que todos ellos le ponen piedras en el camino y que son los responsables de impedirle solucionar la crisis energética, liberándose de toda responsabilidad por el gigantesco tarifazo al cual se opusieron muchos jueces, otros que también recibieron palos. Y de todos los mencionados hizo foco especialmente en Marcelo Tinelli por la imitación que le hace en su programa, donde le toma el pelo a su obsesión por la dilapidación de energía diciendo que 30.000 simpatizantes de Cambiemos lo atacan en Twitter y lo debe soportar como él soporta que le tomen el pelo ante tres millones de televidentes. Por lo cual, en el día de ayer volvieron los ataques de los simpatizantes de Cambiemos, proponiendo que la gente no vea el programa de Tinelli.

Así las cosas, por ahora tenemos un gobierno que habla del pasado y del futuro porque no puede hablar de este mal presente.

Share