Por Guillermo Cherashny.-
A pocos días de la entrega del poder, el presidente Macri se comenzó a despedir con una cadena nacional, la única en su mandato, ya que en público criticó duramente a la ex presidente por usarla del 2007 al 2015 y seguirá con el 7D la marcha del sábado que organizó conjuntamente con su electorado en las redes y finalmente con unos cortos en las redes sociales el domingo 8, conocida como “Momentos”.
Pero el jueves recibió una muy mala noticia de la UCA. En efecto, esa universidad que mide la pobreza, publicó que aumentó al 40,8%, el récord argentino desde que se mide ese índice. Como el presidente dijo al comenzar su gobierno que había que juzgarlo por cómo bajaba la pobreza, al subirla en más del 10% se podrá decir con sus mismas palabras como un completo fracaso en la gestión.
El jueves le trajo otras dos pésimas noticias, ya que dos empresas importantísimas, como Celulosa, que entró en default porque no pudo pagar un bono, y Vicentín, la empresa agroindustrial más importante del país, que se presentó en convocatoria de acreedores, y lo más curioso es que esa empresa era la principal aportante a la Fundación Pensar, el think tank del PRO. Además, tres diputados de Juntos por el Cambio formaron un bloque aparte y es posible que las fugas del espacio aumenten si insiste es en ser el líder de la oposición cuando es cuestionado por la Unión Cívica Radical y Emilio Monzó.
Así las cosas, termina la peor presidencia argentina desde la vuelta de la democracia en 1983 dejando al país como una tierra arrasada por la recesión de dos años seguidos y una inflación que supera el 50%.
08/12/2019 a las 10:10 AM
Opino que justamente el caso de Vicentín no es de los que éste gobierno “dejó caer”, por el contrario parece haber tenido bastante ayuda, por lo que es muy sospechoso el timing del asunto.
Según el BCRA, la deuda de Vicentín con el Banco Nación es de 18.371.911.000 $, lo que hace a TC oficial (63) unos 291.617.635 USD, CASI TRESCIENTOS MILLONES DE DÓLARES.
Entonces, me pregunto, ¿cómo el BNA llega a tener un deudor por esa cifra?, ¿qué garantías presentó?, ¿son ejecutables?, ¿quién internamente en el BNA avaló esa situación?.
Cuando uno ve que Vicentín aportó más de 16 millones de pesos para la campaña del PRO (Paso +octubre), entonces tiene alguna pista de lo que puede haber “aceitado” el negocio.
¿Por qué tan oportuno el aviso de la necesidad de reestructurar los pagos? Si además de al BNA le debe a los productores los granos acopiados (o inclusive ya comercializados), el problema puede ser que cuando el gobierno entrante aumente las retenciones y exija la liquidación, la empresa quedaría como deudora ante AFIP, puesto que la plata no la tiene. ¿Es más accesible “reestructurar” con privados que con la AFIP del nuevo gobierno?
¿Dónde fue a dar la plata que falta? Misterio a resolver.
¿Luego de tener que imputar forzosamente la deuda de Vicentín como un pasivo, cómo queda el BNA que ya venía muy mal? Pregunta a responder por el que llegue, porque González Fraga va a responder algo solo si se lo pregunta la Justicia.