Por Carlos Tórtora.-

La secuencia de actos y ceremonias que componen el traspaso del gobierno llegó justo a tiempo para acallar los ecos de las declaraciones de Cristina Kirchner sugiriendo que Alberto Fernández debe prestar declaración indagatoria en el juicio de la obra pública de la provincia de Santa Cruz. Con reflejos, Alberto salió del paso como pudo: felicitó a Cristina por su defensa y sólo le devolvió el golpe muy suavemente diciendo que ella había cometido con Lázaro Báez un “error ético”.

Sutilezas aparte, quedó muy claro que la ex presidente no renunció a marcar la agenda política y que la crisis judicial está entre sus preferencias. Ella sabe que, sin una gran presión política, las diez causas que se le siguen con sus respectivos procesamientos no se desmontarán así nomás. El cristinismo tiene otro frente de batalla para arremeter contra los jueces que acosan a su jefa -Claudio Bonadío en el primer lugar- y es el Consejo de la Magistratura.

Por regla, los trece lugares del organismo son ocupados por tres jueces, dos abogados, tres senadores, tres diputados, un representante del Poder Ejecutivo y uno de las universidades nacionales.

Los tres jueces que actualmente integran el cuerpo, Alberto Lugones, Ricardo Recondo y Juan Manuel Culotta, seguirán en sus sillas, ya que sus mandatos vencen recién en tres años.

Quienes representan a los abogados, Juan Pablo Más Vélez y Marina Sánchez Herrero, también continuarán integrando el Consejo el año próximo.

Los otros cuatro integrantes que continuarán en sus respectivas sillas son el representante de las instituciones universitarias, Diego Molea, el senador peronista Mario Pais y el diputado de Juntos por el Cambio Pablo Tonelli y su par de Consenso Federal Graciela Camaño.

Frente a estas nueve continuidades, hay cuatro integrantes que dejarán el cuerpo en diciembre.

La senadora radical Inés Brizuela y Doria asumirá como intendenta de La Rioja, luego de imponerse con el 34,5% de los votos, y será reemplazada por Laura Rodríguez Machado, del PRO.

Ada Iturrez de Cappellini no renovó su banca en Santiago del Estero y deberá abandonar el cuerpo, tras haber asumido en noviembre de 2018.

El diputado nacional Eduardo “Wado” de Pedro será reemplazado por su suplente, Vanesa Siley, ya que se prevé que ocupe el cargo de ministro del Interior. Por último, Facundo Bargalló Benegas, quien sustituyó a Juan Bautista Mahiques como representante del Poder Ejecutivo, deberá ceder su silla a una figura del nuevo Gobierno, que sería Gerónimo Ustarroz, primo y asesor de De Pedro.

De esta manera, el Consejo de la Magistratura quedará integrado por una mayoría peronista.

Sin embargo, dado que para postular una terna de jueces o avanzar en un juicio político es necesario contar con nueve de trece votos, el futuro oficialismo necesitará negociar con los miembros opositores para avanzar en ese tipo de dictámenes. Así las cosas, la operatoria de CFK no se presenta muy fácil en este ámbito.

Una maquina difícil de parar

Este cuadro general explicaría los nervios de Cristina por la continuidad de los procesos en marcha. Más aún por cuanto el Tribunal Oral Federal N° 5 estaría a punto de ponerle fecha para el 2020 al juicio de Hotesur. Mientras tanto, van pasando cosas. El 7 de noviembre pasado, el juez federal Rodolfo Canicoba Corral firmó el sobreseimiento de Zannini «haciendo expresa mención» de que la formación de esa causa en nada había afectado el «buen nombre y honor» del ex funcionario. El fiscal del caso, Gerardo Pollicita, no apeló y el sobreseimiento quedó firme.

Con ese fallo, dictado diez días después de las elecciones presidenciales, Zannini planea su regreso al Poder Ejecutivo libre de causas abiertas en su contra por corrupción, aunque sigue procesado en el caso por el memorándum con Irán. En esa causa, por la que estuvo preso tres meses, se lo acusa del supuesto encubrimiento de los iraníes sospechados de haber organizado el atentado a la AMIA. El caso, que se inició por la denuncia del fiscal fallecido Alberto Nisman, fue elevado a un tribunal oral hace un año y ocho meses, pero todavía no se sabe cuándo va a empezar el juicio.

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