Por Sebastián Dumont.-

María Eugenia Vidal negocia en persona con Sergio Massa para tener, antes de fin de año, la aprobación del presupuesto que contempla un muy fuerte endeudamiento. Entre otras cosas. Los cruces de mensajes son permanentes y antes de la Navidad se vieron cara a cara el martes a la noche. El ex candidato a presidente no delega las charlas y eso quizá provoca algún malestar entre los intendentes que lo siguen. Todos quieren saber que les tocará en el futuro para poder tener gobernabilidad en un año sin elecciones pero con dificultades económicas. El otro tema es que de las charlas entre Massa y Vidal surgirán los nombres del Frente Renovador que ocuparán cargos en organismos de la provincia.

«Massa aseguró su caja para seguir haciendo política y prepararse para el 2017» suelen decir en las mesas informadas de la provincia de Buenos Aires. Se refieren al acuerdo en la cámara de diputados donde el bloque del massismo le garantiza a Cambiemos gobernabilidad. Pero en el caso del presupuesto no alcanza ya se requieren los dos tercios. Vidal debe convencer a diputados del Frente para la Victoria.

Así y todo, el rol de Massa es clave. La presidencia está en manos de Jorge Sarghini y puso a uno de sus hombres de mayor confianza a manejar los asuntos administrativos. Se trata de Eduardo Cerñul, quien junto a Kelo Melaraña son de estrecha confianza del tigrense.

Igual, Massa pretende obtener de Vidal aún más poder. Es muy probable que intendentes que perdieron en sus distritos desembarquen en organismos provinciales. Hasta aquí el nombre que más suena es el de Mario Meoni, ex alcalde de Junín en el directorio del Banco Provincia. También iría a algún cargo Luis Acuña, quien fuera hasta diciembre intendente de Hurlingham. Además, el presidente del bloque de senadores Jorge Donofrio trata de ampliar el número del mismo en base a esas negociaciones. También charla seguido con Federico Salvai el intendente de San Miguel Joaquin De La Torre, quizá el jefe comunal con mejor relación en Cambiemos sin ser parte de ese espacio.

Hay un detalle que es importante. La aprobación del presupuesto tiene dos miradas en el juego de intereses. Por un lado, el de los legisladores y referentes nacionales. Y el otro de los intendentes que suelen tener diputados y senadores que le responden. Ese contraste no puede dejar de ser tenido en cuenta para explicar las tensiones de la negociación.

Hace tiempo que el Frente Renovador dejó de ser la «revolución de los coroneles» para sustentar su presencia nacional en el acuerdo con De La Sota y Lavagna. Ello ayuda a explicar que Massa negocie en persona con Vidal y no le preste la misma atención que antes a los deseos de los jefes comunales.

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