Por Carlos Tórtora.-

Mauricio Macri apareció ayer para restablecer su escenario político favorito: la polarización con Cristina Kirchner, que debe haber festejado el éxito de la movilización del 25 de mayo en la 9 de Julio, organizada por su aparato político. El presidente insinuó así una línea de discurso que vendría a decir: “si sale mal el ajuste, vuelve CFK”. O sea, repotenciar los rencores de la clase media contra la ex presidente. Mientras tanto, Gildo Insfrán, como presidente del Congreso del PJ, y José Luis Gioja, que busca recuperar la presidencia ante el interventor judicial Luis Barrionuevo, se animan a reunir a los congresales, porque el aparato del PJ bonaerense garantizaría la presencia de los congresales de este distrito. La jugada apunta a debilitar a Barrionuevo, que ya está torpeado por el dictamen del Fiscal Electoral Jorge Di Lello, que pide que la Cámara Nacional Electoral revoque la designación de aquél. Pero también Gustavo Menéndez, Insfrán y Gioja quieren dejar en claro que Juan Manuel Urtubey no cuenta con el sólido apoyo del peronismo del interior que dice tener para una carrera presidencial. La dupla Urtubey-Pichetto se prepararía para entrar en la carrera presidencial después del Mundial.

Y la convocatoria al Congreso del PJ iría en sintonía con el lanzamiento mediático de Felipe Solá como candidato apoyado por CFK. En el entorno de esta última nadie toma esta maniobra con seriedad y más bien se habla de que Solá sería un entretenimiento para ganar tiempo, porque Cristina no le cedería la candidatura a nadie y mucho menos cuando los números le dan bien.

No falta nadie

Pero la creciente inflación de presidenciables del peronismo no para allí: José Manuel de la Sota habría enviado como intermediaria a Claudia Rucci para que comentara entre la dirigencia del PJ que está preparándose para instalar su candidatura a presidente.

Con este florecimiento de aspirantes a la sucesión de Macri, todos los sectores miran a Hugo Moyano, que hasta ahora se muestra cerca de Cristina y de otro probable precandidato a presidente, Alberto Rodríguez Saá. El líder de los camioneros jugaría una carta fuerte con la convocatoria a un paro general que se demora porque la facción cegetista que responde a Moyano quiere asegurarse el máximo de adhesión que se conseguiría a partir de que Macri vete la ley que corregiría el tarifazo, lo que puede ocurrir antes de dos semanas. Así las cosas, el deterioro de la imagen presidencial, junto con el nuevo ajuste y los problemas que enfrenta María Eugenia Vidal casi garantizan la multiplicación de los presidenciables peronistas.

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