Por Guillermo Cherashny.-

Se volvieron a reunir los integrantes del Comité de Seguridad de las Naciones Unidas, es decir, los cinco miembros, cinco con poder de veto, que son permanentes, y los diez restantes, que se rotan anualmente. Nuevamente el ex premier portugués Antonio Guterres, que fue presidente de la Internacional Socialista, sigue al frente con once votos a favor pero tiene tres en contra y si se sumara alguno de los permanentes por el poder de veto quedaría afuera. Segundo quedó el canciller eslovaco Lajcak y en tercer lugar, la búlgara Irina Bokova; cuarto, el serbio Vuk Jeremic y recién en quinto lugar Susana Malcorra, con siete votos a favor pero con siete en contra que prácticamente la dejan fuera de carrera en momentos en que está de gira por África, precisamente buscando votos en Angola.

En verdad el presidente apoyó de entrada esa candidatura, aunque fuera pesimista sobre el éxito de esa patriada, pero le servía a su gobierno para ser conocido en el mundo por buenas razones y no como el gobierno anterior, que estaba totalmente aislado del mundo, por lo cual hasta ahora Macri respaldó las ambiciones personales de su canciller, aunque fuera en deterioro del funcionamiento del Palacio San Martín, que está prácticamente paralizado. Aunque el vicecanciller, el embajador Carlos Foradori, junto a la UCR, tiene el manejo administrativo de la Cancillería y no lo quiere perder. Además, el presidente es poco afecto a los cambios de gabinete y la versión del alejamiento de Susana Malcorra como embajadora a España después de su fracaso en las Naciones Unidas no parece ser una alternativa por ahora.

Sólo en caso de que el presidente decida que es imprescindible un solo ministro de economía, Alfonso Prat Gay pasaría a la Cancillería y Lopetegui y Quintana, los vicecoorodinadores, pasarían a segundo plano, dependiendo de Economía y Finanzas. Pero hoy por hoy Macri no quiere cambios hasta marzo del año que viene, cuando comience la campaña electoral.

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