Por Carlos Fara.-

Estamos a 3 semanas de los cierres de campaña de la primera vuelta presidencial y seguimos en el reino de la incertidumbre. Lo único seguro parece ser quién va a salir primero, pero luego no sabemos si habrá triunfo de Scioli en primera vuelta, si Massa efectivamente puede estar a tiro de desplazar a Macri, o si Cambiemos achica diferencias con el FpV.

El 26 de agosto dijimos en esta columna: “…en las próximas semanas difícilmente tengamos grandes novedades en materia de tendencia electoral. Los ciudadanos se desenchufaron luego de votar el 9 de agosto, los candidatos necesitan tiempo para diagnosticar, reflexionar y tomar decisiones estratégicas, y luego hay que implementar dichas decisiones, que llevan tiempo en dar sus frutos”.

En los pasados 52 días tanto Scioli como Macri tuvieron crisis. Massa siguió su camino consolidando su alianza, sus votos y su estrategia de propuestas.

Las causas de un escenario básicamente frizado son bien conocidas: 1) un gran empate comunicacional respecto a la representación del cambio moderado, 2) ausencia de relatos alternativos al del gobierno (mucha de la discusión es sobre cuánto se mantiene o se corrige lo que hizo Cristina), y 3) la falta de propuestas atractivas que sorprendieran al electorado del medio.

La nueva tanda de spots habla algo de la estrategia que han diseñado para la recta final. Al respecto cabe decir que ninguna gran novedad aportan:

  • Scioli vuelve a trabajar sobre el discurso de la Victoria, pero sin propuestas concretas, sino sobre todo una sumatoria de intenciones de buena fe, absolutamente genéricas (i.e. “ahora vamos por el pleno empleo y que sea en blanco. Eso es el desarrollo”). Se comprende la dirección, pero carece absolutamente de impacto. Lo mismo sucede con la apelación a “en vos está la V de la victoria”. En un marco condicionado por lo que haga y diga la presidenta, a esta etapa le falta punch.
  • Macri trata de pasar a una etapa propositiva, marcando que quiere más viviendas, pobreza 0, ingreso universal, etc. De vuelta: la línea no está mal, pero ya está dicho (por él y por los demás). No produce sorpresa estratégica. La foto con Hugo Moyano a esta altura no aporta mucho sobre cómo será su relación con el peronismo y el interrogante de la gobernabilidad.
  • Massa arranca de vuelta con su kit para combatir la inseguridad, despertando polémica sobre la incorporación de las FF.AA. a la lucha contra el narcotráfico. No es nuevo, porque ya lo había planteado. Las propuestas son su clave para consolidar a un electorado que no se identifica con la polarización, y para el cual los problemas de Macri lo desincentivan. Se saca fotos acompañado de De la Sota y Lavagna para equilibrar su excesiva juventud y la falta de aplomo que lo hizo tambalear hasta que inscribió definitivamente su candidatura.

Si en 3 semanas no hay mucho más que esto, la pelea se definirá por puntos (en términos de boxeo). El jurado puede decir que por décimas el campeón es Scioli, o que vamos a un round más. No hay que esperar un nocaut de ningún lado.

Si llueve mucho, si se dispara el dólar, si CFK dice algo inconveniente, si aparecen nuevas denuncias de contrataciones en la CABA, si… El escenario parece depender solo de imponderables, ya no de las estrategias. (7 Miradas, editada por Luis Pico Estrada)

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