Por Alexis Di Capo.-

Ante el desguace de la ley ómnibus por un Congreso fuera de control del oficialismo, Javier Milei reaccionó de acuerdo a su psicología: anunció nuevas medidas de ajuste y concentró el poder en sus dos mayores exponentes de la línea dura: Nicolás Posse y Luis Caputo. No hay margen entonces para ninguna negociación que implique reacomodar la estrategia del gobierno.

El presidente opta por una metodología propia del kirchnerismo en sus mejores días. Esto es, profundizar la apuesta del todo o nada. Mientras tanto, los indicadores de la agenda política se van perfilando. La caída de la imagen positiva del gobierno dibuja una tendencia preocupante y los movimientos sociales, con Juan Grabois a la cabeza, se lanzan a un plan de lucha que incluye la exigencia de comida a los supermercados. En el Congreso, está pendiente la convocatoria a la sesión pedida por el bloque de Unión por la Patria para tratar el mega DNU. Si la oposición consiguiera el quórum para rechazar el decreto, faltaría el rechazo en Diputados para provocar su derogación. La perspectiva de este desastre para el oficialismo ya no es impensable como hace unos días. Sin el DNU, el plan económico del gobierno quedaría invertebrado.

Este escenario se suma a la posibilidad de una conmoción social con un gobierno que practica el autismo político.

La oposición sorprendida

Es así que la posibilidad de una crisis a corto plazo está a la orden del día. A la oposición la realidad la toma por sorpresa. Ni los pronósticos más arriesgados indicaban que en sólo 45 días el oficialismo iba a fracasar en Diputados y que la situación sería de completa incertidumbre. La realidad avanzó más rápido que la capacidad de la oposición de darse una estrategia. El único objetivo obvio del kirchnerismo es voltear la ley ómnibus y el DNU, lo cual implica liquidar la presidencia de Milei.

En cuanto a la oposición dialoguista, su construcción de un acuerdo negociado fracasó a medias. Nadie entre los dialoguistas sabe a qué atenerse con un gobierno que grita que no negociará nada y acusa de corruptos a los diputados.

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