Por Carlos Tórtora.-

A medida que se acerca octubre, en los despachos de los juzgados electorales aumenta la inquietud por las características particulares de las próximas elecciones nacionales. La preocupación estaría subiendo de tono a partir del cierre de listas del sábado pasado para la elección legislativa porteña. Entre alianzas y partidos solos, se anotaron 19 listas para diputados locales. Para la elección en octubre de senadores y diputados de Capital, como ya no existe la instancia eliminatoria de las PASO, podrían presentarse más de 25 listas, ya que en la Ciudad hay reconocidos 54 partidos de distrito. Cabe imaginarse la complejidad de una Boleta Única de Papel con 25 opciones.

Pero donde la Boleta Única podría terminar siendo más que complicada es en Buenos Aires. Allí hay unos 80 partidos de distrito. Por lo tanto, en una primera estimación, podría haber alrededor de 35 listas.

El Decreto 1049/2024 reglamenta la conformación de la Boleta Única de Papel. En su Anexo, el artículo, 2 inciso c, establece que si hubiere más de 20 listas, la boleta tendrá una extensión máxima de 66,62 centímetros. Nada dice sobre el cuerpo de letra a utilizarse, pero es obvio que si hubiera por ejemplo 35 listas, la única forma de incluirlas sería reducir el cuerpo de letra cada vez más. Esto llevaría a que sea dificultoso leer los listados para elegir a quiénes votar. A su vez, esto implicaría demoras en el proceso de votación, anulación de boletas, aglomeración de votantes, etc.

Con incertidumbre

Pero existe la posibilidad de que el panorama se complique más todavía. Este jueves la Cámara de Diputados bonaerense intentará por cuarta vez sancionar la eliminación de las PASO. Si no lo consigue y si el kirchnerismo termina imponiendo que haya elecciones concurrentes, el próximo 26 de octubre se votaría en Buenos Aires simultáneamente para cargos nacionales y provinciales pero con dos sistemas diferentes: boleta única de papel y boleta partidaria. Esto provocaría todo tipo de demoras, confusiones y una complejidad del comicio muy difícil de controlar. Hay que pensar entonces en cierres de mesas después del horario de votación y en un recuento de votos sumamente lento. Todo un infierno para el Juzgado Electoral de La Plata, que conduce Alejo Ramos Padilla.

Conocedor del problema, Axel Kicillof viene advirtiendo periódicamente que la eliminación de las PASO nacionales impulsada por Javier Milei conduce a un desastre electoral.

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