Por Jorge Augusto Cardoso.-

Cercanas a las elecciones, las distintas fuerzas políticas se empeñan en dirimir supremacías. Todas quieren triunfar. Todos quieren ocupar cargos electivos para, según afirman, solucionar los problemas de los argentinos.

No alcanzarán las buenas intenciones, los edulcorados programas, si en ellos no se incluye la reducción drástica del costo de la política generando instrumentos legales que lo legitimen y lo permitan. Es imperativo disminuir las estructuras de los ejecutivos y los cargos electivos en todas las legislaturas: municipales, provinciales y nacionales, así como los abultados sueldos de éstos que ellos mismos deciden sin control alguno de la ciudadanía ni teniendo parámetros con otras funciones del estado; un concejal gana varias veces más que un docente. Si no se reduce el costo de la política en todos los niveles, aun cuando haya períodos beneficiosos gracias al campo y los recursos naturales, la crisis será recurrente.

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