El pasado viernes 11 de diciembre, a los 83 años de edad, dio su paso a la eternidad uno de los más grandes representantes de la pintura argentina, el artista plástico Juan Campodónico. Su obra constituye una de las más grandes expresiones de un movimiento artístico que en Argentina tuvo grandísimos exponentes como es el surrealismo. Juan Campodónico nació en Buenos Aires el 1 de septiembre de 1937, egresado de las Escuelas Nacionales de Arte “M. Belgrano” y “P. Pueyrredón”. Expuso por vez primera en la Galería Alcorta en 1959. Expuso en muestras de surrealismo en Argentina junto con Chab, Cruz, Nojechowicz, Roux y Tapia, entre muchos otros. En 1969 fue invitado al premio “Pio Collivadino” y en 1978 sus dibujos fueron incluidos en la Bienal de San Pablo. Surrealista místico, su obra fue expuesta en numerosas galerías nacionales e internacionales, entre ellas las Galerías Rubbers, Centoira, Van Riel, French Gallery y Brickell Gallery (EE.UU). Se destacan sus exposiciones en el Museo Nacional de Bellas Artes, Centro Cultural Borges, Instituto Di Tella, y su participación en la Bienal de San Pablo. Su obra fue reseñada por prestigiosos críticos del país y del exterior tales como Raúl González Tuñon, Fermín Fevre, César Magrini, Rafael Squirru y Aldo Pellegrini entre otros, y se encuentra asimismo comentada y estudiada en muchos libros importantes. Hace pocos años fue publicado un magnífico libro con su obra titulado “Juan Campodónico – Pinturas y dibujos”por la Editorial Instituto Lucchelli Bonadeo, que recorre una vasta galería de su obra, profundas reflexiones escritas por él dedicadas al Arte y a su elevada visión espiritual, así como muchas reseñas de los más grandes críticos de Arte. En uno de los prólogos de este libro el crítico de arte Raúl Santana nos dice: “Recorrer hoy las imágenes de Campodónico es constatar que, lejos de aquellos artistas contemporáneos que se despliegan horizontalmente, abriendo lo que podríamos llamar nuevas puertas de la realidad, su tarea continúa siendo el concentrado y vertical ahondamiento de las mismas problemáticas de sus comienzos, tal como puede verse en las escenas de primeros trabajos, resultados de sus singulares interpretaciones de sueños y pesadillas, en las que inquietantes imágenes nos invitan a recorrer un supra o sub-mundo creado con increíble oficio, cargado de grotescos y arabescos, que configuran una unidad en la fantasía del artista. En definitiva, se trata de un mundo de jeroglíficos, en el que las figuras sometidas a constantes anamorfismos -a veces fantasmales, otras angelicales- nos interpelan desde el silencio de sus ámbitos, en el que siempre se están realizando lo que parecieran extraños juegos o ritos y ceremonias de alguna fe ignota. En uno de sus catálogos, el artista ha escrito un credo del que cito una línea: “Una pintura debería ser la voz de ese silencio. Huella y expresión de lo insondable y por lo tanto revelación””. La inagotable riqueza de su poética visual, el fascinante mundo onírico de su obra, el extraordinario virtuosismo técnico de su pintura y de sus dibujos, así como la hondura y elevación espiritual que irradia en todo su trabajo -capaz de encarnar lo sagrado- hacen de Juan Campodónico uno de los más grandes artistas plásticos que dio nuestro país, cuya obra es admirada en el mundo. Como expresión del contenido de su obra, aquí una reseña de uno de los más importantes críticos de Arte de Argentina, César Magrini: “Pintura lúcida y luminosa, sabia, como si viniera del fondo mismo de la memoria y se anticipase igualmente al futuro, la de Juan Campodónico es, a la vez, profundamente personal, hasta lírica, en un método de indagación que el creador materializa en sus cuadros, como una catarsis o como un exorcismo. Imposible recorrerla, incluso, sin sentir un breve escalofrío. Lo cual está indicando, finalmente, la más convincente dimensión de su grandeza”.

Las elevadas cumbres que visitó con su Arte, fueron el magnífico escenario que preludió ese Cielo eterno que ha recibido como Hogar y morada eterna a este artista y ser humano excepcional…

Seleccionamos algunas de sus obras:

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