Por Mario Cadenas Madariaga.-

Se conocen con el nombre de los precios transables los que son objeto de las transacciones internacionales es decir los precios de la exportación y la importación de un país, y los no transables los precios del mercado interno.

Cuando los precios de las exportaciones son origen de fuertes discriminaciones, a través de tipos diferenciales de cambio e impuestos a las exportaciones, crecen mas los precios no transables que los precios transables, que es lo que ha pasado durante el gobierno de CFK, y este efecto no desaparece instantáneamente después del cambio de política.

Hay un período en que los precios no transables -o mejor dicho, que los sectores que los perciben- luchan por mantener su posición relativa. Esto es lo que ha pasado con el precio minorista de la carne, del pan y derivados del trigo, de los aceites y otros productos, que han sido objeto de tantas críticas, pero están destinados a fracasar y con ellos los sectores que pretenden sostenerlos.

La balanza se va a inclinar indefectiblemente por los precios no transables y con ello se van a favorecer los precios al productor de leche, de carne, de trigo, de girasol y otros productos.

Asimismo se van a reducir los precios minoristas del pan, de la leche, de la carne, de los aceites, y otros productos en beneficio del consumidor.

El período que sigue a la derogación del cepo cambiario y de los impuestos a las exportaciones es de transición pero termina pronto.

Lo descrito aquí es de manual de la ciencia y arte de la buena economía, lamentablemente no muy difundida en nuestro país. Y la responsabilidad es de CFK por haber creado una economía subvencionada contra las leyes de la lógica económica.

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