El economista José Luis Espert habló con Carlos Tórtora, director del Informador Público. Juntos profundizaron sobre la realidad y el futuro económico del país luego del ballotage. Además, analizaron de qué manera puede repercutir en las elecciones generales la economía.

CAT: A partir del resultado de la primera vuelta, ¿hubo un cambio en la perspectiva económica?

JLE: Bueno, en el mercado financiero de bonos y acciones hubo un cambio para mejor desde las elecciones, descontando en la segunda vuelta del 22 de noviembre la posibilidad de que Macri gane.

CAT: Hay una expectativa positiva.

JLE: Yo creo que la mejora de los mercados responde que hay chances de que Argentina tenga gente más normal gobernando y no una secta de falsos fanáticos, más allá de lo buenos o malos que pueden ser los nuevos en el management del país.

CAT: ¿En este contexto, el fallo de Griesa de ampliar los derechos de los «me too» hay que interpretarlo como una jugada política o aisladamente?

JLE: No, no tiene nada que ver. La justicia norteamericana ha ponderado un carril que no tiene nada que ver con nuestra política, simplemente que el famoso 7% que quedó afuera de los canjes de deuda que inicialmente eran 7.000 millones de dólares, pueden llegar a ser 20.000 millones de dólares si sigue habiendo fallos en contra de la Argentina y a favor de los “me too”.

CAT: Entonces podrían acumularse otros fallos ampliatorios próximamente?

JLE: Hasta alrededor de 15.000/20.000 millones de dólares, que son más o menos el monto de los 7.000.000 que aceptó Griesa ajustados por los punitorios, sí. Es por eso que Argentina puede seguir teniendo fallos similares a los que tuvo.

CAT: Hay dos posturas. Una es que Macri podría negociar afuera sin tener delegadas la Ley de Pago Soberano y la Ley de Cerrojo. La otra dice que, si hace eso, la negociación no podría tener buen fin. ¿Cómo se debe interpretar esto? ¿Es necesario modificar las leyes para acordar?

JLE: Tenemos una ley que impide negociar con los holdouts. Lo que debería hacerse es enviarse al Congreso un proyecto de ley que cambie la ley que tenemos. Eso es lo que yo creo que debería hacerse. Pero no sé qué puede ocurrir. No puedo especular con qué van a hacer ni Scioli ni Macri.

CAT: ¿Qué ocurrirá con el tipo de cambio?

JLE: Por lo que dicen que van a hacer, la política de Macri es muy diferente a la política de Scioli. Scioli tiene un plan gradualista de ir eliminando el cepo de a poco. En cambio, la de Macri es una política más de shock, eliminar el cepo apenas asuma.

CAT: ¿Cuáles serían las consecuencias de una y otra y su efectividad?

JLE: En el corto plazo, eliminar el cepo va a llevar a una devaluación importante y a un salto inflacionario más grande que en una situación de ir devaluando de a poco. Pero en el pasado, con desequilibrios como los que el país tiene hoy, el gradualismo siempre terminó mal. Los desequilibrios son el peor déficit fiscal en medio siglo, un atraso cambiario que es peor que en la época de la convertibilidad. Las tarifas de los servicios públicos están tan atrasadas que las empresas distribuidoras se están fundiendo. El gradualismo puede dar un alivio inicial pero empeorar en el mediano plazo. A su vez, el shock sin credibilidad puede terminar en crisis en el corto plazo.

CAT: Pero esto también tiene que ver con cuánto dura el romance de la sociedad y el candidato ganador. Porque me da la impresión de que cada vez dura menos. Cada vez es más rápido el desgaste de los gobiernos…

JLE: Me parece que hay un desgaste en la sociedad con respecto a los ajustes, crisis y recuperaciones fuertes que no se sostienen. Luego, vivir períodos de deterioro y volver nuevamente a tener otra crisis. Es un triángulo vicioso.

CAT: Eso está presente en la memoria de la gente…

JLE: Está muy desgastado todo. Esto provoca un desgaste en la sociedad y termina quitándoles credibilidad a los gobiernos.

CAT: ¿Creés que ganando Macri el peronismo moderado se va a adaptar a una política económica de cambio?

JLE: Creo que Macri, si gana, va a necesitar al peronismo muy cerca, apoyándolo, porque el peronismo es muy desestabilizador cuando hay alguien que gobierna por fuera del peronismo. Les pasó a Alfonsín y a De La Rúa. Le conviene tener al peronismo de aliado, por la situación económica que va a tener que enfrentar. Le va a quedar mucho gobernador peronista y un senado en contra.

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