Por José Luis Espert.-
Macri tiene que hacer honor al nombre de su espacio. Tiene que aplicar «Cambiemos». Sino, en el mejor de los casos, le dejará un «tierno» bodoque de desequilibrio fiscal y endeudamiento al gobierno que viene. En el peor, le caerá a él.
El déficit fiscal de Nación (incluido el pago de intereses de la deuda para tener todo el gasto público y sin los ingresos por rentas del BCRA y del Anses que son financiamiento del déficit y no ingresos fiscales) en septiembre fue de $ 58.600 millones, un 50% más alto que el de septiembre de 2015, con ingresos creciendo al 31% y el gasto público al 41% con respecto a septiembre del año pasado. Lo saliente de lo que se ve de la tendencia es que los ingresos crecen desde principios de año al 27/28% anual y el gasto, que lo hacía a la misma velocidad en los primeros meses del año, (producto del no pago del gasto que sí se estaba ejecutando), ya lo hace a más del 40% anual.
El déficit fiscal acumulado de nueve meses fue de $ 356.000 millones, un 50% más que en el acumulado de los primeros nueve meses de 2015 y sólo $ 12.000 millones inferior al déficit de todo 2015 de $ 368.000 M. O sea, en sólo nueve meses casi que el Gobierno acumuló el mismo déficit de todo el año pasado.
De seguir la tendencia de un crecimiento del 50% anual en el último trimestre del año, el déficit fiscal de Nación de 2016 superaría los $ 550.000 millones. Si usamos el PBI en pesos corrientes que el Gobierno puso para 2016 en el Presupuesto de 2017 de $ 7.900.000 millones, el déficit fiscal de 2016 de Nación llegaría a 7% del PBI. Sumándole los $ 105.000 millones de déficit de las Provincias que el Presupuesto 2017 puso para 2016 (1.3% del PBI), el déficit del consolidado (Nación más Provincias) del sector público de 2016 llegaría a los $ 655.000 millones o 8.3% del PBI, 1.3% del PBI mayor que el de 2015 y el más grande de los 56 años que han transcurrido desde 1961, cuando comienzan a publicarse series consistentes de las cuentas públicas, si es que corregimos (como corresponde) los intereses de la deuda de los 70 y los 80 por los intereses reales.
En esos 56 años desde 1961, hubo 52 años de déficit fiscal (93% del tiempo) y solo 4 años con superávit fiscal que fueron los 4 años de la Presidencia de Néstor Kirchner 2003-2007 que gozó de la baja de gasto público en intereses de la deuda por el default de 2001 que se extendió hasta marzo de 2005 y de la recaudación por retenciones a las exportaciones agropecuarias y del impuesto al cheque que, si bien se crearon en 2002 y 2001 respectivamente, nada podía recaudarse en el medio de la peor crisis de la historia argentina. Junto con la recuperación de la economía de 2003 y el miedo por el «que se vayan todos», comenzó la mejora de las cuentas fiscales que, no casualmente, comenzaron a deteriorarse desde 2005 cuando Néstor Kirchner tuvo que refrendar en las elecciones legislativas los pocos votos obtenidos en las elecciones presidenciales de la primera mitad de 2003.
No sería descabellado pensar que en 2017 Macri vuelva a romper el récord histórico de déficit fiscal desde 1961.
Es más, en el presupuesto de 2017, el déficit fiscal del consolidado de Nación más Provincias baja 0.5% del PBI desde 8.3% del PBI en 2016 a 7.8% del PBI (con un PBI a precios corrientes en el Presupuesto 2017 de $ 9.700.000 millones) pero con un supuesto poco realista (y más siendo 2017 un año de elecciones clave para Cambiemos) de crecimiento del gasto público de 26% anual, cuando en 2016 que no es año electoral, lo está haciendo a casi 35% anual en los primeros nueve meses con datos cerrados (igual al promedio anual de los últimos 25 años), pero en el margen, o sea en septiembre, ya lo hace a más del 40%.
O sea, no sería descabellado pensar que en 2017 Macri vuelva a romper el récord histórico de déficit fiscal desde 1961. Así que, en materia fiscal, si es que en sus dos primeros años de gobierno Macri anota consecutivos récords históricos anuales de déficit fiscal, poco ha cambiado respecto de la historia comentada antes.
El cambio que ha introducido el macrismo en lo fiscal, respecto del gobierno de los Kirchner, es que ha mutado la forma de financiamiento de déficits fiscales de similar magnitud. De emisión de dinero y uso de reservas del BCRA (con su consiguiente vaciamiento) a la emisión de deuda pública. O sea, recurrir al crédito. Compulsivo por parte de los Kirchner y voluntario (hasta ahora) por parte del gobierno de Cambiemos. Cierra ¿no?
Recordar, en este sentido, los dos slogans macristas: en Argentina no había que hacer ningún ajuste macro (léase, que no hay que bajar el déficit fiscal) y de que no hay nada más reactivante que bajar la inflación, todo lo cual nos lleva a maximizar la colocación de deuda externa para reactivar la economía pero como ésta atrasa a un tipo de cambio al que no le sobra mucho, se la matiza con colocaciones de deuda interna (de hecho, la Nación en lo que va del año ha colocado para financiar su programa financiero de 2016 U$S 6.000 millones de deuda externa y más de U$S 13.000 M de deuda interna denominada en pesos).
Lo que Cambiemos no negocia, como toda la clase política, es que el gasto público no se baja y que el financiamiento del déficit resultante va cambiando de acuerdo a qué instrumento de financiamiento quedó bastardeado con la crisis o situación complicada previa.
Lo que Cambiemos no negocia, como toda la clase política, es que el gasto público no se baja.
Si los déficits fiscales previos al Rodrigazo de julio de 1975 se financiaban con emisión monetaria y reservas del BCRA, ¿qué haría Martínez de Hoz desde diciembre de 1978 con La Tablita? Colocar deuda pública, en particular externa, dado que el reciclaje de los petrodólares permitían financiamiento barato, ergo sin chances de crowding out (desplazamiento) de la actividad económica privada. La Tablita termina en crisis en enero de 1981 y luego de un interregno con Lorenzo Sigaut de ministro de Economía, la deuda pública entra en default (ni hablar a partir de la Guerra de Malvinas en 1982) que se extiende hasta el ingreso al Plan Brady en 1993. ¿Cómo financió los déficits fiscales Raúl Alfonsín (1983-1989) estando el país en default? De nuevo, como previo al Rodrigazo, con emisión monetaria y reservas del BCRA hasta que vino la hiperinflación.
Ya estamos con Menem presidente. Ingresamos al Brady. ¿Cómo financió Menem los déficits fiscales luego de una hiperinflación y de la confiscación de los depósitos con el Plan Bonex que impedían emitir dinero para financiar los déficits fiscales y con mercados de capitales abiertos por la economía de mercado que llevaba a cargo Menem? Como con Martínez de Hoz, con emisión de deuda pública, en particular deuda externa. Pero en 2001 Argentina defaulteó la deuda pública. ¿Cómo financiaron Néstor y Cristina sus déficits fiscales estando el país en default? Con emisión monetaria y reservas del BCRA. Una vez que la inflación llegó a fines de 2015 a niveles récord históricos, ¿qué creen que hizo Macri cuando llegó al gobierno? Comenzar a emitir deuda pública.
Como vemos, desde la primera gran crisis del último medio siglo como fue el Rodrigazo a mediados de 1975, los distintos gobiernos han venido alternando el financiamiento de los déficits fiscales entre emisión monetaria y reservas versus deuda pública y manteniendo casi el 100% del tiempo al fisco en situación deficitaria. El kirchnerismo agravó este cuadro fiscal tan delicado al subir el gasto público 15% del PBI desde 25% a 40% en sus 12 años de gobierno, transformando a la Argentina en una verdadera «trampera impositiva» (que será mortal ahora con el blanqueo y con amenazas varias en distintas Provincias de subas de las alícuotas de impuestos locales).
Las crisis que hemos sufrido en los últimos 40 años (Rodrigazo, Martínez de Hoz, la hiperinflación y el 2001-2002) fueron crisis de financiamiento del fisco que han derrumbado nuestra tasa de crecimiento de largo plazo (2.5/3% promedio anual) y han hecho que desde mediados de los 80 la pobreza esté, en promedio anual, en 30% con picos de casi 50% en la hiperinflación y casi 60% luego de la crisis de 2001-2002.
Macri nos propone volver alegremente a la deuda pública y lo más increíble, que lo único que se diga desde su gobierno es que el déficit fiscal (que causa endeudamiento) irá bajando con el crecimiento de la economía, desconociendo que en el último medio siglo cuando la economía creció en promedio 2.5%/3% anual, más del 90% del tiempo el fisco tuvo déficit fiscal.
Es más, si tenemos en cuenta que la deuda pública está hoy en 50% del PBI (sólo 5% del PBI menos que en diciembre de 2001) y que el déficit fiscal está en 8% del PBI, la deuda pública puede crecer hasta 70% del PBI hacia el final del gobierno de Macri en 2019, nivel cerca de los récords de los 70. El superávit primario necesario, bajo supuestos razonables de crecimiento de la economía y tasa de interés internacional, para que la deuda no siga creciendo más allá de 70% del PBI sería de 3% del PBI, cuando hoy el déficit primario (o sea, el déficit fiscal sin los intereses de la deuda como gasto público) es de más de 5% del PBI. Un ajuste de «nada más» que 8% del PBI, parecido al déficit fiscal global de hoy. Una enormidad.
Si el gobierno de Cambiemos piensa que a ellos, lo que les salió mal a Martínez de Hoz y Menem, o sea financiar déficits fiscales con deuda pública, sí les va a salir bien, más allá de un pecado grande de soberbia, se estarían equivocando feo, muy feo. En Argentina está demostrado que lo que está mal es tener déficit fiscal. No importa si el gasto es en obra pública o jubilaciones o si el financiamiento es emisión de pesos del BCRA o pagarés del Tesoro. Y no importa quién gobierna, si militares, radicales o peronistas en su infinidad de variantes.
Urge una corrección de las cuentas públicas por el lado del gasto público (la presión impositiva es expropiatoria) y si esto implica despidos, que así sea. No hay argumentos para que los privados hayan despedido 60.000 trabajadores en los primeros seis meses del año mientras que el sector público daba empleo a 60.000 más, tal como hace pocos días informó el Ministerio de Trabajo.
Macri tiene que Cambiar.
27/10/2016 a las 10:08 AM
Excelente articulo. Macri debiera tener en cuenta y asumir lo que sabiamente dijo Einsten: «Locura es hacer lo mismo una vez tras otra y esperar resultados diferentes.»
Yo agregaria, mas que locura, es ESTUPIDEZ.
27/10/2016 a las 10:09 AM
Eisntein
27/10/2016 a las 11:14 AM
El artículo es una muy buena síntesis de lo ocurrido en medio siglo de Argentina económica, pero no mira en absoluto al país social o a sus recursos naturales. La enorme brecha entre pobres, ricos y estratos medios, nos coloca en una pésima situación y podrá haber déficit fiscal cero, pero la violencia, la criminalidad, el terrorismo y el abuso, harán su agosto y no alcanzarán jamás las fuerzas de seguridad ni la mejor tecnología para neutralizarlos, además que estos dos últimos ítems, junto con el asistencialismo pacificador, están generando una parte no menor del déficit fiscal.
En una situación parecida se colocan los recursos naturales. En su afán productivo, recaudatorio o de reactivación -habría que considerar la corrupción endémica- los gobiernos han puesto en muy alto riesgo el patrimonio natural, ya sea por la extracción de nutrientes de la pampa húmeda, como su agotamiento en las economías de riego áridas, aparejado con la contaminación edáfica y los residuos peligrosos de la minería, gestan un enorme pasivo ambiental -que el artículo no incluye como déficit- para las presentes y futuras generaciones.
El arte de gobernar es el arte de los equilibrios y Cambiemos o cómo se llame el siguiente, deberán circular por los «justos medios» en la filosofía de Confucio, avanzar sobre consensos, dejando un poco de lado la democracia representativa (delegativa) para crecer en la participativa. Que en definitiva es mejorar la calidad federal y descentralizadora de la socio-economía. No será fácil y oscuras fuerzas se opondrán, como siempre.
27/10/2016 a las 11:15 AM
CLARISIMO SU DESCRIPCION SR J L ESPERT, PERO PARA LOS POLITICOS QUE GOBIERNAN, GOBERNARON Y GOBERNARAN, UNA COSA ES LO QUE HAY QUE HACER, Y OTRA LO QUE HACEN EN MATERIA DE ECONOMIA Y OTRAS YERBAS. O SEA QUE ESTE PAIS ASI COMO VIENE DESDE HACE MUCHAS DECADAS, FUE,ES Y SERÁ INVIABLE Y UNA PERDIDA DE TIEMPO, PORQUE TODA LA DESCRIPCION QUE HACE USTED DESDE LOS DIFERENTES GOBIERNOS CITADOS, PERSONALMENTE LAS VIVÍ, NO ME LA CONTARON, ESPERO QUE EN ALGUN MOMENTO ALGUIEN CON DOS NEURONAS EN FUNCIONAMIENTO, Y VALENTÍA SE DEJE DE GASTAR MAS DE LO QUE RECIBE Ó ENTRA. SALUDOS SR JL ESPERT.
27/10/2016 a las 2:09 PM
Espert, porque mejor no te vas de economista de Trump ??…o mejor porque no te vas a la c@@@@@ de tu madre con tus hermanos Caballo y M de Hoz ??
eliminá el déficit despidiendo a 2 millones de empleados nacionales, provinciales y municipales, eliminá todos los planes sociales y pagos a jubilados, después construí un muro gigante que separe el country del 0.1% de los elegidos del 99.9% de marginados del sistema y economía estable sin déficit !! payaso fundamentalista jaja
27/10/2016 a las 4:13 PM
Mohamed, nombrame dos (2) paises que haciendo lo que vos decís que no hay que hacer, las cosas bien y seguir como estamos, sea hoy referente en el mundo para tomar de ejemplo y salir adelante con tecnología, desarrollo, por ende empleos genuinos, bah, lo que anhelamos todos que se puede dar en nuestro país. Te nombro los que están en condiciones paupérrimas de nivel de vida y de desarrollo: Nueva Zelanda. Singapur, Suecia, Escocia, Holanda, Finlandia (cuna de NOKIA y LINUX), bueno ahora nombra dos que estan a la cabeza de las naciones.
27/10/2016 a las 5:03 PM
Acepto que el Doctor Espert es un gran economista, y una persona valiente – porque se anima a hablar y escribir lo que casi nadie se anima a hacer – y es coherente en sus ideas a lo largo del tiempo.
Pero seamos honestos, ambas cualidades las podemos encontrar también en los dirigentes del Frente de Izquierda y de los Trabajadores. Es decir que ambas cualidades no implican necesariamente que sea completamente cierto el diagnóstico y el remedio simultáneamente.
El Doctor Espert tiene razón en el diagnóstico pero no en la solución. No es posible políticamente hacer lo que él dice y hacerlo de manera drástica. Pero hay muchos lugares adonde reducir el déficit fiscal.
Por ejemplo reduciendo el déficit cuasifiscal del Banco Central. Es decir que si cerramos el grifo de renovar mensualmente las Lebacs a una tasa del 32% anual haciendo un canje voluntario con los bancos por letras a largo plazo con una tasa de no más del 10%, podríamos tener un ahorro de al menos 150.000 millones al año.
Otro lugar que deberíamos atacar este déficit es en el de reducir los subsidios a los empresarios del petróleo, gas, electricidad y electrónica. Esto implicaría otros 70.000 millones de pesos por año de ahorro. Ni hablar si se ponen medidores de cuánto extraen las petroleras en boca de pozo. Lo mismo con las mineras. Se sabe que evaden indiscriminadamente.
Otro aspecto crucial sería eliminar la pesificación obligatoria para los ingresos por exportaciones, lo que evitaría que luego hay que retirar ese dinero emitiendo las Lebacs.
El otro punto crucial es ir recomprando la deuda a tasa del 8% a 10% y emitiendo nueva deuda al 4%, usando para esto los dólares que ingresen directamente al Banco Central sin haberse pesificado.
El otro punto es el contrabando por los puertos. Lo mismo con los subsidios a las empresas de energía que se otorgaron en los últimos años sin que hayan invertido en las redes.
En cuanto a los empleados públicos hay que congelar vacantes y brindar retiros voluntarios. Es un proceso que lleva tiempo, pero el ajuste debe venir por el lado de los Dueños de la Argentina en primer lugar.
Hay que hacer campaña por la pauta oficial para que la gente pida la factura de compra, y así evitar la gigantesca evasión fiscal que tenemos. Lo mismo con el trabajo en negro y terminar con las sumas «no remunerativas» en el salario de tantos docentes, policías y médicos.
Yo creo que el gobierno de Cambiemos está trabajando en la dirección correcta, ya que, pese a un pésimo comienzo – reconocieron el dólar futuro – ahora están recortando subsidios a muchas empresas, cierran el Fútbol para Todos, y están trabajando mucho en el problema del contrabando. Están sincerando las tarifas manteniendo una amplia cobertura de la tarifa social. Hay un combate decidido a la evasión (blanqueo).
Han terminado con parte de las retenciones al agro (que afectaba al pequeño productor y no a los grandes operadores) y han terminado con el cepo cambiario. La reducción de la inflación se verá en breve, pero deben quebrar el piso del 15% anual, y la pobreza estructural del 20% y es ahí adonde estará el desafío a mediano plazo. Solo se solucionará con inversiones y esfuerzo sostenido en Educación.
Lo que le falta en lo estratégico es la transformación del Banco Central de una gigantesca casa de cambios, a uno que funcione con libertad de la elección de moneda, eliminando el control de cambios implícito que heredó desde el infausto golpe de estado institucional del 2001-2002.
Saludos Cordiales
27/10/2016 a las 5:07 PM
¡¡ EXCELENTE COMENTARIO !! Con medidas muy concretas, viables y claras
27/10/2016 a las 5:33 PM
Hola Javier, tanto tiempo.
Debo reconocer que el gobierno de Cambiemos no es lo mismo que el Kirchnerismo, a pesar de los ominosos antecedentes que lo precedieron (Hospital Borda, connivencia con el juego y la obra pública etc).
Hay un esfuerzo ostensible en la lucha contra el narcotráfico también. El desempeño de Patricia Bullrich es mejor a lo esperado. Las pruebas de evaluación en Educación son algo auspicioso. Nadie se queja de la coparticipación, que se distribuye sin ideologías políticas. Se normalizó el Indec.
Sin embargo, le falta un paso más decidido en lo económico, que es hacer una carta de entendimiento con el Fondo Monetario Internacional. Eso estaba implícito en mi comentario del canje de deuda del 8% a una deuda del 4%. Solo el FMI nos puede realmente ayudar en ese punto.
Ellos ya dijeron que tienen una línea generosa de crédito para Argentina, implícitamente reconociendo el terrible error que cometieron en el 2001. Ellos no pedirán un plan económico distinto al que ya se está aplicando, ya que se normalizó el Indec, se liberó el comercio, se terminó con el cepo, se arregló con los acreedores, se están normalizando las tarifas de los servicios públicos y hay control de las obras públicas.
No entiendo para qué sirve ser parte del club, pagar una cuota anual (U$S 40 millones al año) y después no usar las instalaciones del club.
Sería bueno que el gobierno se anime a romper con ese corset ideológico que nos impuso el populismo. Creo que nos merecemos un debate en el país de cómo podemos aprovechar los servicios del FMI, y así canjear deuda cara por otra más barata y sustentable en el tiempo.
Saludos Cordiales.
27/10/2016 a las 5:44 PM
Estimado Pedro Daniel Corrado
Como usted bien dijo el gobierno tiene que arar con los bueyes que tiene. No es facil negociar en el Congreso (donde no tiene ni tendrá mayoría). Tendrá que ir paulatinamente convenciendo de los pasos que pretende sin darle aire a los planteos «populistas» que pueden llegar a bloquear todo
27/10/2016 a las 7:01 PM
Sin dudas, yo creo que es imprescindible darle a Cambiemos un contundente apoyo en las legislativas del año que viene, ya que de lo contrario se correrá el riesgo de que le pase lo mismo que a De la Rúa en las legislativas del 2001 (el voto Clemente), lo que alentó al PJ a iniciar los movimientos que culminaron con su derrocamiento.
Para captar el apoyo de muchos que votaron a Cambiemos y hoy están furiosos, se hace imprescindible lanzar un Plan de Viviendas Populares, siguiendo el esquema que propone Ricardo Inti Alpert, del fideicomiso al Costo. El propio Banco Central podría directamente, o a través del Banco Hipotecario financiarlo.
El Estado no pone dinero, solo emite los avales hacia los bancos. Con esto despegaría el plan de construcción de 1 millón de viviendas, fabricadas industrialmente, a bajo costo y ensambladas rápidamente en los terrenos que la propia gente compre.
El otro punto sería lanzar un masivo plan ferroviario, reemplazando el déficit de Aerolíneas, por una masiva inyección en ese sector como crédito fiscal, que conecte los pueblos desconectados. Un buen plan ferroviario necesitaría de no menos de 1 millón de personas empleadas para la extensión que tiene nuestro país. que debería ser lanzado para que lo financie el sector privado.
El Plan Belgrano Norte necesita despegar ya mismo, pero convocando al capital privado masivamente. Por eso es imprescindible bajar de inmediato la tasa de interés para fondear estos proyectos del 8% al 3%-4% anual.
Por último la descentralización del Mercado Central hacia todos los barrios, ayudará a mejorar el salario real sin incrementarlo nominalmente alimentando la inflación. Ya están trabajando en esto, pero hay que imprimirle mas velocidad.
Lo notable que hay euforia en el exterior con Argentina, y aquí nadie parece darse cuenta. Sin dudas esperan a las legislativas de Octubre próximo para iniciar el proceso de inversión prometido, y por eso es también esencial que Cambiemos reciba un importante respaldo en ese momento.
Saludos Cordiales
28/10/2016 a las 11:04 AM
Estimado señor
La unica euforia que hay para con al Argentina es de capitales golondrina.
No veo en todo su desarrollo una sola mencion al despegue de una industria de base, con pymes o como sea; Ud debe saber bien que esa es la unica forma de crecer con fundamentos solidos, aun hoy en el mundo de la informacion: Irlanda sigue siendo un pais pastoril a pesar de haberse apalancado en la industria del software, y asi seguira; Australia es otro claro ejemplo de lo que NO hay que hacer si se quiere tener un destino de cierta grandeza. Sabe porque? porque cuando las papas queman, les van a pedir encuadre estrategico (incluyendo inteligencia) a los hermanos mayores del Commonwelath del que forman parte; nosotros nunca vamos a contar con ciertos recursos. Asi ellos estan contentos con ser un pais productor primario, con mercados asegurados por su pertenencia, un destino muy conformista y chiquito, pero eso si, salieron del deficit!! cuando aca lo toman como modelo. Son los que ven el pacto Roca Runciman de 1935 como la cumbre de la estabilidad y la prosperidad economica de la Argentina: pues asi nos fue. Ademas, Australia tiene dos veces mas territorio y la mitad de la poblacion nuestra; obviamente, si no se roba mucho, los recursos se reparten mejor.
Ud pareceria que no vive en Argentina, o que estudio en otro pais y nunca salio de los libros; ciertamente tampoco nunca se sento a negociar un aumento o un bono con «los muchachos» del sindicato.
Por favor señor, siga expresandose pero lo invito a que reflexione, la politica es el arte de lo posible, pero la estrategia es un arte mas dificil de aprehender aun, y si se quiere, esta por encima de la politica.
Este gobierno, por cierto, tiene muy poca o nula sensibilidad artistica.
28/10/2016 a las 11:40 AM
Estimado Profesional
Lo uno no quita lo otro. Lo importante es el aporte de ideas concretas.
Cade advertir, sin embargo que las «industrias de base» ya no son las mismas del pasado. La produccion de acero en el mundo, por ejemplo, ha sobrepasado el consumo, con un pais como China que produce la mitad de todo el acero mundial. La industria petrolera tiene sus problemas ante el agotamiento paulatino de sus reservas y en la Argentina la situacion es mucho mas grave porque no existen grandes reservas posibles. El cuento de Vaca Muerta no es sostenible.
La petroquimica está asociada a la industria petrolera.
Las nuevas «grandes industrias» son la electronica y la robótica de los cuales estamos sumamente alejados y atrasados. Se necesitan muchos año y recursos para ponerse a una distancia mediana pero es imposible darles alcance.
De todas formas no hay por que desechar ninguna. Y todo puede integrarse en un Plan que hoy no existe
27/10/2016 a las 7:26 PM
LA CICLÓPEA TAREA
Por CATON 27/10/2016
Lo bueno si breve, doblemente bueno, el Dr. Esper realiza una apretada síntesis de la historia económica argentina de los últimos cincuenta años (¡medio siglo!, para muchos significa una vida perdida, ¿dónde se computa esa deuda?)
Nunca, sin lugar a duda alguna, esta historia figurará como ejemplo y modelo de una economía racional; pero seguramente sí como lo que NO se debe hacer. Es indudable que cuando se juntan algunos argentinos bien nacidos, hay consenso y se encuentra un hilo conductor que tiende a alcanzar loables objetivos: a esta altura cuasi fundacionales.
Pero lamentablemente antes hay que eliminar el virus del populismo que fuera inoculado a la sociedad, siendo algunos de sus hitos más terribles: la dicotomía “libros no; alpargatas sí” o como cuando se prohibió que los alumnos de las escuelas participaran de la labor de siembra de la huerta escolar, porque estaban para estudiar no para trabajar, ¿alguien se acuerda de eso? Y es así como se tiró por la borda el precepto bíblico “te ganarás el Pan con el sudor de tu frente” así como se olvido o tergiversó aquello de “que se debe producir como mínimo lo que se consume”.
Hay una enorme cantidad de gentes que transitan el último tramo de su vida activa, que son conscientes de que no verán el cambio que nos hace falta, para transformarnos en un país próspero y desarrollado; (dónde habrá quedado aquello de una “Nación Libre y Soberana”), pero siguen luchando para dejar algún legado del cual no avergonzarse ante sus hijos.
Nada será cambiado de la noche a la mañana, nada estará libre de dolor y sacrifico; todo será lento y dificultoso; sobre todo limpiar la cabezas de malos ejemplos y peores pensamientos llenos de facilismo; la vida no es como escribir en la Pc , que nos va corrigiendo en el acto y sin esfuerzos todas las burradas que cometemos: La vida es otra cosa, es vivirla, disfrutarla, pero también sufrirla, y a veces de esto tenemos mucho más. Se disfruta del nacimiento de un hijo, pero acaso no se sufre también, en simultáneo, pensando en lo que le deparará su destino.
Todo tiene solución, pero eso no es gratuito; debemos pensar menos en nosotros mismos, y más en los que nos siguen, es decir más a largo plazo, porque ningún goce, o placer, inmediato deja de transformarse en desilusión, cuando no en dolor, en el mediano o largo plazo.
El Presidente actual es lo que tenemos, es lo que se eligió, aún cuando muchos sabían que no era el súmmum, pero si era lo necesario, debemos soportarlo y ayudarlo si queremos empezar a transitar un camino sembrado aunque más no sea de esperanzas
27/10/2016 a las 7:55 PM
El gobierno actual esta haciendo lo posible en lo imposible, con todos los extorsionadores presionando, los que llevaron a la Argentina a este brutal escenario, que son gobernadores gremialistas, y la dirigencia política sin formación, sin educación que se premia la falta de productividad y la transgresión, estamos viendo en noticias, la malversación de dinero público.
como hacemos para eliminar los 18 millones de planes, los innecesarios empleados públicos.
de que otra forma se puede refinanciar tremendo deficet.
27/10/2016 a las 8:02 PM
Respondiendo a CORRADO EL BANCO HIPOTECARIO ESTA PRIVATIZADO,ES DE UN PARTICULAR QUE NO CREO QUE LE INTERESE FINANCIAR VIVIENDAS SIN LUCRO.
27/10/2016 a las 8:17 PM
La financiacion se puede hacer con el Banco Nacion cuya cartera hipotecaria es mas grande que el Banco Hipotecario
De todas formas el Banco Hipotecario es 75% del Estado Nacional y 25% de los privados. Fue un negociado de la epoca de Menem
27/10/2016 a las 11:35 PM
Todos y c/u de los ultimos comentarios tomando lo que dice el Sr Esper como algo teórico e imposible de cumplir, demuestran la mediocridad, la falta de inteligencia, agallas y real espíritu de crecimiento y cambio de muchos argentinos.
Muchos de ellos incluso dirigentes permanentemente responsables de nuestra marginación.
Es cierto que no les conviene que nada cambie y tratan de minimizar con simples elucubraciones, el claro diagnostico para la solución de los problemas increscendo.
Simplemente son cómplices de la permanente destrucción social.
Tenemos lo que tenemos no por casualidad, sino por la ineptitud de mayorías volátiles y hasta tan perversas como sus elegidos.
28/10/2016 a las 8:45 AM
Estimado AGE
Las politica es el arte de lo posible. No se puede hacer lo que se quiere. Para muchos cambios se requieren leyes y eso implica la aprobacion por parte del Congreso. Nadie tiene la suma del poder publico como para imponer cambios drásticos sin importar las consecuencias.
Una de las leyes insoslayables es el Presupuesto. Un importante recorte en el gasto publico no sería aprobado lo cual obliga a gobernar con el presupuesto anterior (que tampoco incluye el recorte al gasto sino todo lo contrario.
La frase «si esto implica despidos, que así sea» demuestra un irrealismo total y que Espert nunca dirigió ni siquiera una empresa. La explosión sindical y social sobreviniente pondría fin a cualquier gobierno.
La unica forma de bajar el gasto publico es generando mayor actividad y mayor empleo que permita disminuir los planes sociales y el empleo publico.
Donde se equivoca el gobierno actual es en reclamar inversiones sin especificar las actividades en las cuales podrían invertir. Cuando convocó a invertir en energia eolica tuvo un exito notable.
29/10/2016 a las 11:52 PM
Sr Ferrero se utilizan claramente los acuerdos en la política y por ende en el congreso para seguir esquilmando a los argentinos. como muestra el fallido blanqueo. Eso si, para eso y aumentarse su dieta los legisladores, acuerdan sin perder tiempo.
Un gobierno de primera les veta los aumentos, es más no los propone, ni sigue inflacionando la economía con cualquier excusa.
No se ve intención de querer dar el vuelco que necesita nuestra paupérrima sociedad; es más se profundizan medidas ya fallidas.
El endeudamiento para seguir subvencionando gente sin que aporte o devuelva algo nos condena nuevamente.El país así es inviable. Ni siquiera servirá la excusa, del arte de lo posible.
Tratar de justificar lo que sucede, es lo peor que le puede pasar a cualquier ciudadano de bien. O de lo contrario se beneficia, de alguna manera, con la mediocridad general.
27/10/2016 a las 11:58 PM
RECORD, Y SI !!!……RECORD DE CAGADAS UNAS TRAS OTRAS……
28/10/2016 a las 2:51 AM
Hacer un ajuste en serio.
Corregir el «despelote» que encontró este gobierno.
Es imposible hacerlo en Democracia.
Y ninguno o muy pocos quieren otra forma de gobierno.Por suerte.
Los cambios que se hagan -con la gente adentro- serán graduales.
O no serán.
28/10/2016 a las 10:38 AM
DESDE EL PAPEL , TODO BIEN PERO HAY QUE MANEJAR LOS HECHOS Y LA REALIDAD , NO QUISIERA ESTAR EN LOS ZAPATOS DEL SR. PRESIDENTE, LOS EXTORSIONADORES DE SIEMPRE LOS INTENDENTES DELA DROGA ETC.ETC.LOS BARRAS LAS VILLAS EL ESTADO CON 2.500.000 EMPLEADOS,18.000.000 DE PLANES A PERPETUIDAD.
TODO ESTO HACE QUE NUESTROS ESFUERZOS PRIVANDONOS DE LO ESENCIAL SEA CONVIERTA EN AGUA.
28/10/2016 a las 12:05 PM
El Ec. Sr. Espert, hace un diagnóstico histórico macro de las causas básicas de la enfermedad económica de nuestro país para que el lector entienda hacia donde debe apuntar el tratamiento de dicha enfermedad. En un país donde siempre se ataca la fiebre y se omite diagnosticar la enfermedad ya es un mérito hablar del asunto.
En ningún momento, mencionó las secuelas de esta enfermedad, es decir las consecuencias también históricas a niveles macro y micro de la economía pero también a nivel político en cuanto a soberanía y calidad de las instituciones republicanas. Las secuelas de esta enfermedad son difíciles de cuantificar por los estragos que produjo a través de tantos años. En este sentido el caso argentino es paradigmatico, no creo que haya otro país en el mundo que habiendo alcanzado en su historia, estar entre las primeras economías del mundo allá por el 1900, y hoy sea un país fallido.