Por Carlos Tórtora.-

Con una cuota razonable de oportunismo, Javier Milei empezó a tomar bastante distancia de su ministro estrella Luis Caputo.

El presidente ya no lo trata de héroe, como ocurría pocas semanas atrás. Y el fiasco de la conferencia de prensa de Caputo esta semana causó mucha preocupación en Olivos. Es que el ministro no habló del dólar, ni del cepo cambiario, ni de las medidas de emergencia a tomar. Tampoco se refirió a las negociaciones con el FMI.

Mientras tanto, Milei tiene ya como principal interlocutor económico al flamante Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, un obvio crítico de Caputo. Los mercados están desaprobando la gestión económica del gobierno, tema que se supone es la principal bandera de Milei.

A todo esto, el Pacto de Mayo, diseñado como un instrumento para la expansión política del oficialismo, pasa a ser entonces un pálido acto que muchos gobernadores preferirían no firmar pero que deben hacerlo para evitar represalias económicas.

El gobierno se enfrenta así a un segundo semestre en el cual su hegemonía en el Congreso se comprometería, sobre todo por las complicaciones para sumar mayoría a partir de la toma de distancia del PRO.

A todo esto hay que sumarle que la tensión con Brasil va en aumento y puede haber retiro de embajadores.

Síntomas

En el mundo peronista se movieron al menos dos piezas. La CGT salió de su parálisis para convocar el miércoles próximo a una reunión de su mesa chica, donde se trataría la inminente ofensiva sindical contra la restitución del impuesto a las ganancias, que vendría acompañada por una movilización a tribunales.

En el plano político apareció la versión de que Sergio Massa apuntaría a encabezar el año que viene la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires como paso previo a la instalación de su candidatura presidencial para el 2027. Para algunos intérpretes de los pasos del exministro de economía, éste estaría convencido de que la gestión de Milei no durará cuatro años y que habrá un adelantamiento de las próximas presidenciales.

A esta altura del partido, la competencia nacional en el peronismo se va concentrando en Axel Kicillof y Massa, con una Cristina Kirchner que hace equilibrio entre ambos.

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