El reparto de los fondos en la provincia se mete en la discusión electoral
Por Sebastián Dumont.-
El año electoral ha comenzado y la mirada estará puesta en la provincia de Buenos Aires. Hasta aquí ninguna novedad que no sea sabida. Pero en las últimas horas, la ex presidente de la Nación Cristina Fernández de Kirchner arremetió con una catarata de tuits donde ponía el foco en el territorio bonaerense y el reparto de las obras públicas correspondiente al Fondo de Infraestructura que se votó junto con el presupuesto del año 2017 y que proviene del monto autorizado a Vidal para endeudarse durante este período. En el gobierno de Cambiemos destacan que los tiempos han cambiado y ahora la discrecionalidad que reinó durante el kirchnerismo se ha terminado.
Por estas horas, los intendentes de la provincia de Buenos Aires desfilan por la casa de gobierno en la calle 6 de La Plata o bien por la delegación en la avenida Callao de la ciudad de Buenos Aires para presentar el plan de obras de infraestructura que buscan realizar en sus comunas. Por allí pasan oficialistas y opositores sin distinción. Y éste es uno de los rasgos que destacan en el gobierno de Vidal.
Para el reparto de este dinero se utiliza lo que se conoce como el Código Único de Distribución, que está conformado por diversas variables dinámicas de cada uno de los municipios. Entre ellas, se miden la población, la cantidad de hospitales municipales y consultas atendidas, los jardines municipales, la cantidad de territorio asfaltado y algunas cuestiones más. Muy parecido al índice de la coparticipación. Por esa razón es que puede cambiante.
En algunos casos, hay municipios que disminuyeron sus servicios y por ende, reciben menos que antes. De allí que surgió la polémica con La Matanza o Malvinas Argentinas que vieron reducido su índice. Sólo para mencionar ese ejemplo.
Ahora, con el año electoral en marcha, los intendentes saben de la importancia de las obras para sus municipios. Y en las cercanías de Vidal destacan la diferencia con los tiempos K donde existía el látigo y la chequera. A los amigos se les daban obras y a los enemigos hasta no se le giraba la coparticipación en tiempo y forma.
Por eso, ahora hay un punto donde los intendentes K pueden tomar como parte de sus críticas. En este esquema, a la hora de evaluar el reparto se toma también en cuenta una compensación. Por ejemplo, una comuna que fue sumamente beneficiada de manera discrecional durante la década cristinista frente a otra que no lo fue por formar parte de otro espacio político, ahora eso será tenido en cuenta para intentar equilibrar casos donde municipios vecinos han recibido o dejado de recibir de manera muy notoria. Es más, quizá comunas que antes eran opositoras a los K y con los cambios de gobierno lo son también ahora se verán beneficiadas.
El cambio de lógica en la política de Cambiemos también generó críticas internas de los propios, que ven cómo adversarios políticos ahora reciben lo mismo o más que ellos. A sabiendas de que electoralmente estarán en la vereda de enfrente. La búsqueda de un nuevo paradigma que debiera ser lo habitual y lógico, en la cultura heredada del kirchnerismo, se terminó convirtiendo en un hecho excepcional. Como tantos otros.
Si los intendentes tienen que depender de la Provincia para hacer alguna obra, no se explica para qué los Municipios necesitan un intendente y un Concejo Deliberante con sus concejales y asesores
Si echaran unos cuantos cientos de ñoquis podrían hacer obras como pavimentar calles o hacer tendidos de caños de agua potable sin necesidad de la provincia.
Este es un asunto que supera mi capacidad de análisis, porque no manejo los guarismos de la intrincada red económica Provincial-Municipal, pero como habitante del Gran Buenos Aires desde hace casi seis décadas, habiéndo vivido los pocos ALTI y los muchos BAJOS (altibajos), tengo conciencia de que La Gobernadora María Eugenia Vidal ejerce su función con eficacia no acostumbrada en gobiernos «democráticos».
Lo que he dicho recién descolocará a gente aparentemente peronista, que se deja guiar por instinto más que por frío razonamiento, que de romper esa situación vera un poco más alla del hoy y hasta puede llegar, también.., a vislumbrar algo distinto que no resta…, ¡¡que suma!!…, y en lo cual la Gobernadora pone mucho empeño.
No puedo más que dejarles la pelota picando, porque para «batidores», está los cagatintas que de eso viven.
Guille
La gobernador a Vidal, creo que más que eficacia, le pone VOLUNTAD DE GOBIERNO, de una provincia por la que pasaron, Dualde, Solá, Scioli, y cuanto cuadro político seudodemocrático que los presedieron creyeron gobernar.
A la Provincia de Buenos Aires, desde Alfonsín en adelante, no lo gobernó el gobierno de turno, lo gobernó LA BONAERENSEL.
Y, seguirá haciéndolo mientras que no se corte las tres cabezas que no se ven pero siguien INTEGRAS y con más capacidad tecnológica para ESCUCHAR Y PREVENIR, cualquier escape de informaciòn.
MARIA EUGENIA VIDAL, no necesita pegarse a la inercia Nacional. Con DETERMINACION y apoyo de sus ministros y secretarios puede llevar adelante, CON ESA VOLUNTAD, el gran CAMBIO, no esperado, a partir de Noviembre.
Exacto, LACHO.., a eso me refiero. Y hace rato que se desprendió de la inercia nacional, cagándose en el círculo áulico con el que tienen acogotado al pusilámine. Y si bien de vez en cuando podemos verla con figuras que pueden parecernos insólitas, entiendo que es parte de la muy difícil coordinación de los factores que permitan aproximar valores de real importancia, cosa que desde estas mismas líneas se le han sugerido…, y toda información, ¡filtrada!.., llega.
Parte de ese trabajo ya lo tiene en funcionamiento, y debe actuar con el debido cuidado, porque no es cuestión de ponerse a tocar la trompeta en una Iglesia. Por estos Lares pasa el «segundo de abordo» que mencioné en alguno de los últimos artículos.
Guille