Por Luis Alejandro Rizzi.-

El ministro de Transporte Guillermo Dietrich una vez más declaró que Aerolíneas Argentinas no será privatizada y que en Argentina no habrá cielos abiertos. Isela Costantini habló una vez mas de “línea de bandera”.

Parece que el Ministro no está debidamente asesorado porque más de una vez hemos dicho que el art. 9 de la ley 26412 no permite la privatización de Aerolíneas Argentinas. Si esa fuera la intención previamente el Congreso deberá modificar ese artículo, derogándolo o fijando las condiciones de una eventual privatización. Punto aparte.

Pareciera que el Ministro tuviera una cuestión personal con los llamados “cielos abiertos”, ya que cada vez que es requerido rechaza esa posibilidad como posible política aérea de la Argentina.

Sin embargo, salvo en cuanto se mantiene la reserva del cabotaje, la Argentina virtualmente ha dado un giro de 180 grados con relación a la política aérea “K”. En los hechos y gracias a Dios podríamos afirmar que en la Argentina hoy se practica una política de cielos abiertos, a pesar del Ministro.

Es posible que para el Ministro se trate en realidad de una política de “cielos entreabiertos” que alguna vez deberá definir.

La llegada del grupo Avianca a la Argentina desde luego es bienvenida, porque no sólo facilitará la conectividad en el cabotaje de ciudades importantes del interior que hoy dependen únicamente del transporte automotor, sino que al participar como línea “feeder” también facilitará la conexión internacional de esas ciudades.

También podemos tener otra visión y es que con la presencia del Grupo Latam por un lado y el Grupo Avianca-Taca por el otro, parecería que Aerolíneas Argentinas se irá reduciendo paulatinamente al cabotaje troncal y a lo sumo regional.

Es obvio, se diga lo que se diga que en esta parte del mundo la competencia será entre aquellos dos grupos que de hecho y derecho operan en lo que llamo “cielo único regional”.

Por último y con relación al grupo Avianca no nos parece prudente, aunque lo justifique su capacidad profesional, que se mantenga como CEO de la empresa al actual CEO de Macair, ya que su vinculación con la familia Macri daría lugar a más de un comentario que podría opacar la transparencia de un negocio legitimo. Podría hablarse del “caballo del comisario”. La Argentina vive una época en que la transparencia debe ser totalmente transparente…

Una vez más Isela Costantini y algún funcionario le dieron a Aerolíneas Argentinas el trato de “línea de bandera”.

Ese concepto ya no existe en el lenguaje aeronáutico, dado que la sociedad que es su soporte legal, es una sociedad anónima privada regulada solo por el derecho privado.

Estimo que Isela Costantini hizo pie en el artículo 15 de la cavernaria ley 19030 que dice que “…para la realización de los servicios internacionales se tendrá como instrumento elegido a Aerolíneas Argentinas, que queda así designada como la empresa ejecutora de la política aerocomercial de transporte aéreo del estado, a cuyos efectos el Poder ejecutivo Nacional propendrá a que su equipamiento responda eficientemente a las necesidades del servicio”.

Esa norma, como los tres artículos siguientes, ha quedado en desuso por la mera práctica diaria que hace que la Argentina tenga una excelente conectividad internacional garantizada por líneas aéreas que operan en nuestro país y que no son líneas de bandera de ningún otro país, aunque alguna de ellas cuente con certificación local como Latam, y próximamente el grupo Avianca.

Por último, con una inflación aún no dominada, pero que en el año próximo en el mejor de los casos estará alrededor del 20% / 25%, y un tipo de cambio que tampoco parecería estar en un valor razonable, Aerolíneas Argentinas está comercializando destinos internacionales en doce cuotas que se pagan en pesos. Por lo menos para destinos internacionales el pago financiado debería serlo en dólares, o en pesos a la Tasa de Cambio del día del vencimiento de cada cuota.

Es evidente que con esta campaña agresiva se busca compensar lo que no aportará el estado, con lo que volvemos al viejo cuento de financiar pasivos con ventas futuras… (Portal de América)

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