Por Antonio Rossi.-

Para algunos constituye un nuevo round de la pelea que quedó planteada entre el ex secretario de Recursos Hidrocarburíferos, José Luis Sureda, y el ministro de Energía, Juan José Aranguren.

En cambio, para otros que conocen de cerca la desconfiada relación que mantiene el timonel del grupo petrolero con la Casa Rosada, se trata de un solapado cuestionamiento del clan familiar de los Bulgheroni a la política energética que lleva adelante la administración de Mauricio Macri.

A sólo un mes y medio de haber renunciado a su cargo con fuertes críticas al accionar de Aranguren; el ex secretario del área energética y ex vicepresidente de Panamerican Energy (PAE), José Luis Sureda volvió a atacar la gestión macrista haciendo foco en el reciente y polémico acuerdo que firmaron las autoridades nacionales con China para la construcción de dos centrales nucleares que implicarían para el país un nuevo endeudamiento por 12.500 millones de dólares.

Por medio de una carta de lectores del diario “La Nación”, Sureda advirtió que “la decisión del Gobierno de construir dos centrales nucleares es desacertada por varias razones: los tiempos de construcción son muy largos -el promedio mundial está en seis años-, el costo por unidad de potencia instalada más que duplica el de un ciclo combinado a gas, y operativamente son rígidas”.

Según el ex funcionario, “la energía nuclear está en retirada en el mundo. En los EEUU, el pico de generación nuclear se alcanzó en 2000, para luego declinar en forma constante. Este tipo de energía creció en países pobres en recursos energéticos naturales, como Japón y Francia y en los EEUU para acotar la dependencia del petróleo. Pero, con el desarrollo del shale esa preocupación quedó olvidada”.

“Tampoco parece tener sentido desde el punto de vista del cambio climático. La Argentina contribuye con menos del 1% a la emisión de gases de efecto invernadero y tiene una matriz energética limpia comparada con la de los países que tienen la mayor contribución a las emisiones”, destacó el ex ejecutivo de PAE que integró durante 15 meses el equipo de Aranguren.

Agregó que “la Argentina intenta atraer inversiones para desarrollar su formidable dotación de hidrocarburos no convencionales, especialmente gas natural. Y frente a ello el desarrollo de la energía nuclear es un competidor por el mercado interno de gas en un país sin almacenamiento subterráneo, ni grandes mercados externos económicamente accesibles a este recurso”.

Sureda cerró su embestida con el Gobierno resaltando que “así la política energética resulta inconsistente y pone en duda el abastecimiento sustentable de energía para todos los argentinos a precios aceptables”.

Detrás del crítico análisis de Sureda, varios empresarios y especialistas del sector vieron la mano de Alejandro Bulgheroni, el timonel del grupo Bridas que lleva las riendas de las petroleras Axion y PAE.

Tras haber evidenciado una buena sintonía en los primeros meses del actual Gobierno cuando colocó cuatro de sus principales ejecutivos en altos cargos del área energética, el grupo Bulgheroni comenzó a tener una relación más distante con el macrismo a partir del segundo semestre de 2016.

Desde la Casa Rosada le cuestionan al grupo haber ralentizado las inversiones y no apoyar con firmeza el rumbo económico que lleva adelante el Gobierno.

Por su parte, desde las oficinas de la petrolera apuntan que la política de Aranguren está descuidando la producción hidrocarburífera convencional procedente de los yacimientos en actividad en favor del desarrollo de “no convencionales” que requieren multimillonarias inversiones y varios años de trabajos para convertirse en realidad.

Share