Por José M. García Rozado.-

El Comité especializado en derechos del mar de la ONU aceptó un reclamo de 2009, iniciado realmente en 1995. Se ganan 1,7 millón de kilómetros cuadrados. “La ratificación del límite exterior de la Plataforma Continental Argentina por parte de la ONU es el hecho más trascendente en los últimos 50 años para la soberanía nacional argentina. Un valioso reconocimiento de las Naciones Unidas en nuestros derechos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y la Antártida Argentina, que agrega un antecedente importantísimo a los reclamos territoriales y marítimos de nuestro país respecto a sus derechos territoriales en el Atlántico Sudoccidental y Océano Antártico. Un paso trascendente y un verdadero modelo, de cómo la Argentina debe proceder en sus políticas de estado y una demostración de la capacidad profesional de los embajadores y técnicos que integraron la Comisión del Límite Exterior de la Plataforma Continental (COPLA) de la Cancillería, que pese a las dificultades instrumentales y económicas, realizó una tarea científica y jurídica encomiable en favor de los intereses superiores de la nación.” Expresa el Dr. César Augusto Lerena.

¿Quién agrandó el tamaño de la Argentina? ¿Mauricio Macri, que mandó a festejarlo desde hoy lunes, Cristina de Kirchner, que se fue, pero querrá anotarlo en el inventario de la herencia que dejó en diciembre? ¿O quizás Carlos Menem que fue quien inició los estudios para la presentación ante las UN? Daría para la chanza, si no fuera de lo más serio que ha pasado en muchos años en la Argentina: en un ejercicio digno de la imaginación de Borges, el gobierno anunció hoy que la Argentina… es más grande que antes. La canciller Susana Malcorra ha citado a una rueda de prensa para contar que hace dos semanas la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de la ONU aprobó, por unanimidad y sin objeciones, la propuesta criolla de medición de la nueva frontera marítima del país, que redundará en un ensanchamiento de los límites internacionales. Según ese voto, la plataforma es más grande -y en consecuencia el mapa- y además el mar es más profundo.

La propuesta la presentó el país en 2009 y fue estudiado desde 2012 por una comisión de expertos que analizó los dictámenes de geólogos, hidrólogos y diplomáticos argentina sobre algo que parecía vago: cuánto mide la plataforma submarina, sede de inmensos recursos para su explotación. La posición argentina, a su vez, se elaboró por iniciativa de un grupo de expertos en 1995 y se trató entre 1997 y 2009 en una comisión que integran delegados de la Cancillería, Economía y Defensa que recopilaron la tarea de decenas de expertos en cuestiones terrestres, marinas, submarinas. Ese trabajo se acumuló en decenas de documentos, mapas y demás testimonios que la Argentina llevó a la ONU para su análisis en 2009. El 11 de marzo pasado, la comisión aprobó las recomendaciones argentinas sin ningún reproche. Queda en suspenso, claro, la zona de disputa en las Malvinas y la Antártida, usurpadas por Gran Bretaña. Cuando la Argentina presentó las recomendaciones sobre la medición de los límites, Londres rechazó el estudio con el argumento de que no reconocen la soberanía argentina sobre esas zonas. La Argentina retrucó, y la comisión de límites, como ha hecho en otros casos conflictivos, dejó en suspenso el análisis de esa área hasta que, alguna vez, se resuelva el entuerto.

En un hecho histórico que hace a las cuestiones de soberanía nacional, la 40° Comisión de Límites de la Plataforma que depende de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR), acaba de aprobar por unanimidad un pedido argentino de extensión sobre el límite exterior de la plataforma continental, que incluyen las Malvinas, las islas del Atlántico Sur y Antártida. En la Cancillería explicaron que por esta decisión el país ganará 1.700.000 kilómetros cuadrados (35% más que la superficie actual) de plataforma continental comprendidos en la nueva demarcación que se presentó, en 2009, es decir entre las 200 millas marinas y el límite exterior. Sólo ese porcentaje representa el 48% del territorio nacional y se sumará a los 4.800.000 kilómetros cuadrados entre la línea de base y las 200 millas marinas. “Estamos reafirmando nuestros derechos de soberanía sobre los recursos de nuestra plataforma continental: minerales, hidrocarburos y especies sedentarias”, señaló la canciller Susana Malcorra horas antes de la presentación de este nuevo límite exterior que hará hoy lunes en el Palacio San Martín, el vicecanciller Carlos Foradori, que preside Comisión Nacional de Límite de la Plataforma Continental Argentina (COPLA). Estarán junto a él la Armada, la Prefectura y legisladores nacionales.

“La demarcación del límite exterior de la plataforma continental, constituye un verdadero ejemplo de política de Estado en donde se ha trabajado con profesionalismo durante casi 20 años con el propósito de reafirmar nuestra presencia, preservar nuestros recursos y reafirmar nuestros derechos soberanos en una zona política, económica y estratégicamente tan importante como el Atlántico Sur”, agregó la ministro. Con este reconocimiento también las Naciones Unidas aceptan que hay una disputa sobre las islas del Atlántico Sur, otra victoria diplomática. Sin embargo, no habrá cambios en el sentido de que “Argentina no ejercerá estos derechos sobre territorios y espacios marítimos que el Reino Unido administra unilateralmente desde 1833”. Pero Foradori señaló: “Esto no es una disputa de soberanía sino que fue una creación de soberanía nacional ganada en silencio y en paz trabajando todos los argentinos en equipo a lo largo de los años y de varios gobiernos y con un objetivo común. Fue la generación de una política por diseño y no por accidente”.

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La plataforma abarca el lecho y el subsuelo de las áreas submarinas hasta más allá del mar territorial de todo la prolongación natural del territorio. Hasta que el pasado 11 de marzo la Comisión de límites aprobó la presentación argentina, la plataforma llegaba hasta los 200 metros de profundidad independientemente de las 200 millas de la llamada zona de exclusión marítima. Basta para entenderlo como ejemplo la colocación de una plataforma petrolera no podía ir más abajo de esos 200 metros. Y tampoco se correspondían los derechos sobre recursos. Ahora, ya no hay límites de profundidad y además se extendió el límite de la base desde la costa hasta las 350 millas. La Comisión del Límite Exterior de la Plataforma Continental es un órgano científico integrado por 21 expertos internacionales creado por la CONVEMAR. “La comisión ha reconocido el caso como un leading case pues fue el primero en el que se utilizaron todos los elementos permitidos por las normas vigentes de la forma favorable para el país”. Argentina había hecho su presentación en 2009 bajo el gobierno de Cristina Kirchner. Sin embargo, es un trabajo que se abrió en 1995 y que atravesó todos los gobiernos, desde entonces.

La Argentina celebra, a este respecto, dos cosas: 1) que la ONU admite otra vez que hay una disputa de soberanía en las islas irredentas. 2) no ordenó la formación de una subcomisión para analizar la queja británica, sino que resolvió la mera suspensión del debate. Estos dos gestos alimentan los antecedentes en favor de la Argentina en la pelea por las islas. Para los expertos que siguen este tema desde hace años esta votación en la ONU sobre el límite del mar territorial “es una victoria diplomática argentina que puede considerarse tan importante como la resolución 2065, aprobada en diciembre de 1965 y que reconoció que la disputa en las Malvinas es una cuestión colonial y de autodeterminación a resolver entre la Argentina y Gran Bretaña”. La comisión que aprobó esta extensión del mapa de la Argentina es una extensión de la Convención de Naciones Unidas sobre Derecho del Mar, y está integrada por una veintena de peritos internacionales en materia de límites de todo el mundo. La Comisión local (COPLA, Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental) la integran tres ramas del Ejecutivo: 1) La cancillería a través del vicecanciller, que es hoy Carlos Foradori, un experto en medición de límites que negoció antes acuerdos de pesca con Gran Bretaña y, más importante, la nueva frontera con Chile en los Hielos Continentales. 2) Defensa aporta al director del Servicio de Hidrografía Naval, el contraalmirante Andrés Di Vincenzo que viene del gobierno anterior. 3) También viene de la administración anterior el subsecretario de Presupuesto Raúl Rigo, que estaba en Economía pero que ahora depende de Rogelio Frigerio en Interior.

Este elenco lo integran funcionarios que han estado en varias gestiones, algo oportuno en temas como éste. Coordina el grupo la funcionaria con la trayectoria más larga en la COPLA, la abogada Frida Armas Pfirter (es prima del actual embajador en el Vaticano Rogelio Pfirter), que está en la grilla desde 1997, año de la sanción de la ley impulsada desde 1995 que dispuso estos estudios que ahora dan fruto. Con esta faena, Frida Armas entra en el «Hall of Fame» de la diplomacia criolla que integran otra damas de hierro como Virginia Gamba (hoy a cargo de la comisión del Consejo de Seguridad que investiga responsabilidades por crímenes de guerra con armas químicas en Siria), Malcorra -que se pasó el fin de semana estudiando los documentos del anuncio de mañana-, Elsa Kelly y Susana Ruiz Cerutti. Tiene turno para ingresar en ese lote VIP Elisa Carrió, que debuta este año como presidente de la comisión de Relaciones Exteriores de la cámara de Diputados. A la hora de los créditos pueden reclamarlos todos los que han trabajado en estos veinte años, bajo las administraciones de Menem, De la Rúa, Duhalde, los Kirchner y Macri.

La Argentina hizo la presentación de la propuesta de límites, elaborada desde 1997 sobre una ley iniciada en 1995, en abril de 2009 con un container de documentos que contenía casi 30 tomos, además de bases digitales, que justificaron la existencia, ahora reconocida, de que el mar territorial equivale a un 48% del territorio terrestre de la Argentina. En el voto afirmativo de la comisión de la ONU se destaca que la Argentina ha sido el primer país que usó todos los recursos de la convención del Mar en beneficio de sus intereses y que demostró, como un «leading case», la nueva frontera sobre una interpretación geológica y geofísica de los datos recopilados. Según la propuesta argentina, dice el resumen ejecutivo del voto, la «demarcación nueva es de 1.782.500 km2, medida entre las 200 millas marinas y el límite exterior. Con eso en algunos sectores la plataforma continental llega hasta las 369 millas marinas (683 km2), en otros hasta las 350 millas marinas y en aquellos sectores dónde el margen continental no se extiende tanto sobrepasa de todas maneras las 200 millas marinas. En un 50% de la super­ficie de la plataforma continental argentina más allá de las 200 millas marinas hay una profundidad superior a los 5.500 metros, llegando hasta un máximo de 6.400 metros. Lejos quedaron los 200 metros de profundidad de la plataforma continental de los años 50».

Esto es importante porque el país puede fundamentar el reclamo de derechos soberanos, exclusivos y excluyentes sobre los recursos minerales, hidrocarburos y pesqueros que están en la mira de terceros. La administración Macri tiene el precedente de haber hundido hace dos semanas un pesquero chino -algo sobre lo cual Pekín no ha abierto la boca-. Ahora tiene más argumentos para reprimir la depredación pesquera en el mar argentino. En el voto del 11 de marzo, la comisión de la ONU recomienda a Buenos Aires que dibuje el límite según sus propios estudios, que han recibido aval internacional, salvo en el corchete que se abre en el Atlántico Sur. Ese voto supone que «es el Estado quien determina el límite exterior de su plataforma continental que, si se toma como base las recomendaciones de la CLPC, será considerado de­finitivo y obligatorio frente a la comunidad internacional».

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ÉSTA ES LA DOCUMENTACIÓN QUE PRESENTÓ LA ARGENTINA EN LA ONU EN 2009 PARA JUSTIFICAR EL ENSANCHAMIENTO DE SU PLATAFORMA MARÍTIMA, QUE RESULTÓ MÁS GRANDE Y MÁS PROFUNDA

La Argentina fue uno de los primeros países que reclamaron la propiedad de los recursos naturales del subsuelo y de la plataforma continental subyacente, después de que el presidente de los EEUU Harry Truman hiciera la declaración de 1945 que lleva su nombre y según la cual reclamó «los recursos naturales del subsuelo y del lecho de la plataforma continental subyacente al alta mar pero contigua a las costas de los Estados Unidos, como pertenecientes a los Estados Unidos y sujetos a su jurisdicción y control.» Un año después, la Argentina reclamó lo mismo e incluyó ese reclamo en todas las convenciones internacionales firmadas hasta ahora. ¡Seguramente la Argentina ya era tan grande; faltaba quien la midiera!

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