Por Elena Valero Narváez.-
En Argentina como en casi todos los países donde mal o bien funciona una economía de mercado existe la creencia de que vivimos en una sociedad egoísta, en la acepción negativa del término.
Como en las sociedades capitalistas la creación de riqueza es mucho mayor y se crea mucho más rápidamente que en el pasado, existe la percepción, errónea, de que existe poca solidaridad hacia los que son menos favorecidos en el reparto de la renta.
Es un error, lo demuestra la enorme cantidad de donaciones y ayudas que brotan de la sociedad civil así como los innumerables emprendimientos privados orientados a ese fin. La solidaridad es posible justamente por la enorme riqueza acumulada derivada de la eficiencia del sistema capitalista, y al también enorme progreso ético resultante de la práctica de la libertad, unida a la responsabilidad, en las sociedades abiertas.
En Argentina, durante los doce años de populismo social-fascista kirchnerista, disminuyeron ostensiblemente las posibilidades de intercambiar bienes, servicios, e ideas, provocando la alarmante situación económica que el presidente Macri intenta superar con considerables dificultades.
El tema de la pobreza preocupa, sobre todo, porque aunque haya buena voluntad, las medidas que se deberían tomar afectan, como siempre, a los que tienen menos recursos, y poco se puede hacer si no se cuenta, por lo menos, con algo de consenso.
Se ha decidido, no solo continuar con las medidas de asistencia social originadas durante el gobierno anterior, sino aumentarlas, un poco por necesidad, ya que la inflación que ha disminuido poco, se fagocita rápidamente los salarios y, además, por el intento de fortalecer al gobierno en las elecciones del año próximo, antes de producir cambios que produzcan descontento.
Los que siempre hemos criticado las políticas populistas, creemos que el Estado no debiera redistribuir la renta originada en los intercambios y acciones voluntarias de las personas.
El Gobierno macrista no ha innovado en la conducta del gobierno kirchnerista. Sigue distribuyendo el resultante de la renta, con el fin de reducir la pobreza, en vez de velar por los derechos individuales garantizando reglas de juego claras para que cada persona juegue el partido de la vida, como puede y quiere.
La asistencia social, con el objeto de elevar el nivel de vida de los pobres ante situaciones de crisis, debe ser transparente, y solo la indispensable sin otorgarla, indiscriminadamente, para no incentivar la corrupción y conductas perniciosas en quienes la reciben.
La ética del trabajo se pierde cuando la asistencia persiste por mucho tiempo y predispone a seguir viviendo del Estado. Hemos comprobado, por las consecuencias de los planes solidarios del gobierno anterior, en que los millonarios programas de asistencia social, por lo general, terminan enriqueciendo solo a quienes los administran.
El presidente Macri aún cuenta con la confianza de buen parte de la sociedad, por ello más que en aumentar el gasto en asistencialismo para reducir la pobreza, debiera apurar las reformas estructurales, los tratados de libre comercio, la privatización de las empresas estatales, desregulaciones y preocuparse por la salud financiera de la Nación.
Hay sectores poderosos que se opondrían a estos cambios pero, el presidente Macri aún puede hacer una alianza con la sociedad civil democrática, con un buen plan de gobierno, explicando las medidas y los resultados que se esperan obtener.
El gobierno tiene que tomar una decisión fundamental. O se anima a ir a fondo, hacia una economía abierta y competitiva delimitando el ámbito y ejercicio de los poderes estatales o continúa con el estatismo tradicional basado en la planificación central y en el asistencialismo a contramano con la política exterior que lleva hasta ahora, abierta, nuevamente, al mundo.
Si se quiere reducir la pobreza hay que bajar la carga impositiva sobre los ahorros de la gente. Si no bajan más los índices de inflación reduciendo el gasto público habrá poca gente dispuesta a ahorrar, por lo tanto no aumentarán como debieran las inversiones. La inflación aumenta la desigualad con las redistribuciones arbitrarias de la riqueza que provoca. Las variaciones imprevistas de los precios redistribuyen la riqueza entre los deudores y los acreedores.
Como dijo Lenin, la mejor manera de destruir el sistema capitalista es corromper la moneda por medio de un proceso continuo de inflación. Los gobiernos pueden confiscar en secreto y sin ser observados una importante parte de la riqueza de sus ciudadanos.
Para que aumente la inversión y el crecimiento económico se necesita, además del ahorro de los residentes en el país, de la inversión extranjera directa, la cual es otra vía para morigerar la pobreza. Para ello se debe convencer que se respetará la propiedad privada y que habrá estabilidad política, reglas claras y perdurables, sobre todo garantizar el funcionamiento del sistema judicial que vele por el cumplimiento de los contratos. Deben dar tranquilidad en que no se van a confiscar el capital de las empresas como ha ocurrido antes en nuestro país.
Buena noticia fue el envío del Gobierno al Congreso: un proyecto para limitar los juicios por accidente laborales cuestionando de esta manera la “industria del juicio”. Contrariamente a lo que vulgarmente se cree, aunque puede haber algún empresario que explote a los trabajadores, la mayoría crean riqueza y trabajo donde no lo hay cuando están dadas las condiciones para invertir y competir.
26/10/2016 a las 11:52 AM
DE ACUERDO, EL ASISTENCIALISMO PERPETUO ANULA LA INICIATIVA INDIVIDUAL DEL SUJETO. Y EL RESULTADO ES EL AUMENTO DE LA POBREZA, ES LO QUE SE HA VISTO HASTA AHORA
EL ASISTENCIALISMO HA LLEGADO HA TANTO QUE CADA CIUDADANO DEBE CONTRIBUIR CON UNO O DOS SALARIOS ANUALES PARA MANTENER SUBSIDIOS
IMPUESTOS EN LOS SERVICIOS IDEM
26/10/2016 a las 1:31 PM
» En Argentina, durante los doce años de populismo social-fascista kirchnerista, disminuyeron ostensiblemente las posibilidades de intercambiar bienes, servicios, e ideas, provocando la alarmante situación económica que el presidente Macri intenta superar con considerables dificultades.»
26/10/2016 a las 1:32 PM
En Argentina, durante los doce años de populismo social-fascista kirchnerista, disminuyeron ostensiblemente las posibilidades de intercambiar bienes, servicios, e ideas, provocando la alarmante situación económica que el presidente Macri intenta superar con considerables dificultades.
Exelente analisis y mejor descripcion de la raiz del problema de nuestro Pais.
26/10/2016 a las 4:18 PM
GRACIAS SRA VALERO NARVAEZ !!!
«…….Para que aumente la inversión y el crecimiento económico se necesita, además del ahorro de los residentes en el país, de la inversión extranjera directa, la cual es otra vía para morigerar la pobreza.
Para ello se debe convencer que se respetará la propiedad privada y que habrá estabilidad política, reglas claras y perdurables, sobre todo garantizar el funcionamiento del sistema judicial que vele por el cumplimiento de los contratos. Deben dar tranquilidad en que no se van a confiscar el capital de las empresas como ha ocurrido antes en nuestro país…»
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26/10/2016 a las 8:41 PM
DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA
Por CATON 26/10/2016
Bien el diagnóstico, y la resolución teórica de los problemas también están bien; cualquier estudiante de economía avanzado conoce todas las herramientas que se deberían aplicar, pero el problema fundamental es el estado calamitoso en que se encuentra el país, en el que se han destrozado todos los parámetros de convivencia que debe imperar en una sociedad organizada. El proyecto de país fue bien diseñado, en los papeles, por los próceres que dejaron la vida en pos de ese objetivo; pero lamentablemente desde hace algo más de setenta años se han esmerado todos los ciudadanos, por comisión u omisión, en demoler todo vestigio de racionalidad en el manejo de la cosa pública, haciendo primar solamente sus intereses personales, y allá a las cansadas algún interés sectorial o partidario.
Hoy tenemos un Presidente que debe sobrevivir en medio de una ciénaga de corrupción; con un aparato burocrático sobre dimensionado y clientelístico, que se mueve hábilmente entre el relato y las mentiras descaradas con que se sostuvo en el poder anterior grupo vandálico que gobernó el país.
Hay cosas verdaderamente increíbles, que no se pueden entender por ejemplo que los “maestros se opongan a una evaluación, tan necesaria para saber en qué situación de aprendizaje se encuentra la población estudiantil, hoy, justamente cuando deberíamos ingresar a la sociedad del conocimiento; en medio de una vorágine de desarrollo tecnológico, no se puede ver cómo festejan como si hubieran convertido un gol en un potrero a los “representantes del pueblo” por haber trabado un proyecto de ley, cuyo objetivo es justamente tratar de sumar a los harapos del estado con las sufridas faltriqueras del sector privado para intentar sacar adelante a la economía del país. Qué se puede hacer con el poder judicial heredado; que se hace con los jueces, fiscales y la jauría de abogados que abrevan en la doctrina saffaronista; donde ponemos a los integrantes de las distintas cámaras, que de honorables tiene poco, salvo algunas pocas honrosas excepciones, con una troupe de intendentes y concejales acostumbrados a enriquecerse, sin sentir absolutamente ninguna pena por los pobres a los que hunden cada vez más, pero que ellos dicen defender; y pensar que algunos de ellos tiene décadas gobernando municipios que siguen sin agua ni pavimentos; de cloacas ni hablar, porque son obras que se entierran y no se ven.
Los procesos económicos son todos cíclicos y se desarrollan a través del tiempo, no hay soluciones mágicas y mucho menos inmediatas; de los procesos culturales ni hablar del tiempo que demandan.
Como se inserta a un chico que “haciendo” una o dos carteras por día y vendiendo cinco o seis dosis de paco ganan dos o tres mil pesos semanales, sin horarios ni responsabilidades, qué trabajo se le puede ofrecer sin educación sin formación y sin ninguna gana de cambiar su estilo de vida.
No le hagamos el juego a los “políticos que solo saben embarrar la cancha, porque solo actúan en defensa propia, o acaso queda alguna duda de que, casi, todos son cómplices y responsables del desastre en que convirtieron al país.
Colaboremos en lo posible, sin ansiedades; sabiendo que el horizonte está muy lejos, pero que no podemos desfallecer, por el bien de la Patria.-
27/10/2016 a las 1:26 AM
¿CRECIMIENTO??..===….CERO !!!……
LA FAMOSA “GRIETA” EXISTE HOY MÁS QUE NUNCA……ANTES ERA ASISTENCIALISMO PREBENDARIO, HOY, ES TRANSFERENCIA DESDE LOS MÁS POBRES Y LA CLASE MEDIA HACIA LOS MUY RICOS Y PODEROSOS QUE VIVEN DEL “ESTADO” DE TURNO……MÁS MIERDA QUE GENERA MUCHA MÁS MIERDA, FARSA, AJUSTE, FRUSTRACIÓN Y POBREZA……(CERO DE PROGRESO E INVERSIÓN)……
CON ESTE “MODELO” DEL TARTA Y SUS “CEOS”, NOS TERMINAMOS DE RECIBIR DE PAUPÉRRIMOS CONGOLEÑOS……¿HABRA QUE APRENDER A HABLAR EN DIALECTO “BANTÚ”??……OH, MY GOD !!!……