Por José M. García Rozado.-

«La pobreza de un suizo o un canadiense es «su» pobreza; la pobreza de un argentino en cambio es «la» pobreza, siendo que es el Estado el que se la impone de facto. Argentina no tiene 12 millones de pobres y Suiza ninguno porque en Argentina hay 12 millones más de haraganes que en Suiza, Argentina tiene 12 millones de pobres porque las normas del Estado ahogan casi todas las posibilidades que tiene el hombre para producir riqueza en el mercado. No es suya la pobreza del pobre argentino, no la merece, es el Estado el que se la impone cortándole -ya sea por torpeza intelectual o mera corrupción- todas las vías honradas que lo harían salir de la pobreza.» Las encuestas coinciden en que Cristina Fernández lidera la intención de voto. El reflejo del oficialismo es bajarle el precio a las mediciones. Pero esa reacción escondería apenas la preocupación en la Casa Rosada acusan recibo del impacto de lo que interpretan es el «voto castigo» por el frenazo económico.

Que la economía no iba a ganar votos para octubre es algo que se sabía ya desde meses atrás. Pero ahora asoma otro escenario: el de un segmento social que se siente defraudado, que empieza a marcar su pesimismo. Y no son ni los más pobres ni los más ricos, sino sectores medios bajos. En el Gobierno igual creen que el cuadro no afectará el resultado electoral. Empecemos analizando un cuadro elaborado por la consultora Kantar WorldPanel, que circula entre ministros del gabinete nacional. Allí se grafica la caída del consumo, por nivel de ingresos. El año pasado, el sector más rico no ajustaba, los medios reducían sus compras, y los más pobres eran quienes más sufrían las restricciones. Estos últimos, el 17% de la población, todos por debajo del nivel de pobreza, venían ajustando sus compras un 8%. Ajustando sobre carencias, achicando cuando el ingreso ya antes no les alcanzaba para los consumos básicos. Pero en este año, hubo un giro.

Vamos a la segunda columna del cuadro, la roja, a las caídas del consumo en el cuatrimestre enero-mayo 2017. Ahora la clase media alta / alta ajusta tanto como la bajo superior, aquella que está justo por encima de la pobreza un 4%. Y quienes menos están reduciendo sus compras son los más pobres 1%. Dos datos de Isonomía, una encuestadora muy escuchada en el Gobierno, coinciden con ese punto. Veamos. Una primera pregunta de su encuesta fue cuán seguro está de mantener su empleo en los próximos 12 meses. El 45% de la gente dice que está seguro. Pero al desagregar por nivel de ingresos, entre quienes menos ganan el 44% está confiado y entre los más ricos, el 53%; pero en la clase media, es un 40%, menos que en los dos extremos. ¿Otro ejemplo? Cuando la pregunta es si cree que la plata le alcanzará para cubrir los gastos de su casa, el 39% dice que sí. Pero esa cifra es 37% entre los más pobres, 32% en la clase media y 52% en los más ricos. “Ese segmento medio, medio bajo, es hoy el más crítico entre los que apoyaron a Macri -señala Mariel Fornoni, de Management & Fit-. Son sectores que creían que podían comprar un celular, un televisor o incluso viajar al exterior. En muchos casos llegaron a hacerlo. Pero ahora no pueden. El tema se marca más aún entre los jóvenes, que son la mitad de los desocupados. Es esa clase media baja, con aspiración a ser clase media, que hoy se siente defraudada”.

“El sector de la base de la pirámide es el que recibe el incremento de la ayuda social, la suba de la AUH, la mayor cantidad de planes sociales. Es también donde impacta positivamente la recuperación de la construcción, que genera empleos de baja especialización -señala Juan Manuel Primbas, de Kantar-. En cambio el bajo superior es el nivel de los trabajadores con sueldo, en blanco o en negro, los que sienten más el impacto de despidos, por la baja de la industria en el GBA. Ahí no hay recuperación, todo lo contrario”. Hay otro cuadro que circula mucho en estas horas por los despachos oficiales. Es de la consultora W, especializada en consumo. Destaca qué sectores tuvieron recuperación de ventas y cuáles no en el primer semestre del año. Entre los primeros están motos (+50,6%), inmuebles (+45,5%), autos (+33,5%), turismo al exterior (+13,2%), electrodomésticos en grandes cadenas (+13%), despachos de cemento (+8,9%), carne (+4,2%). Entre los que siguen cayendo están alimentos y bebidos, más cosméticos y productos de limpieza (-3%), indumentaria (-3,7%) y electrodomésticos en los locales más chicos (-4%).

En ese cuadro, pareciera que el mundo se divide en dos. Lo que mejora son productos que parecieran más atados a las clases medias y medias altas (los funcionarios dicen que la baja del consumo de ese segmento, marcada en el primer cuadro, es porque las clases superiores están ahora comprando vehículos o viajando). Pero siguen atrás productos básicos, ligados al consumo imprescindible. Es en esa misma línea que se puede sumar otra encuesta, ésta también de Kantar. Puestos a definir qué palabra define más su situación, el 29% de la gente elige “esperanza”. Es un número alto, pero el año pasado era 34%. En segundo lugar está “preocupación”, con 24%. Pero “desilusión” creció del 3% al 6% y “crisis” del 9 al 11,5%. ¿Es demasiado un estudio más? ¿No? Entonces uno de Scentia, con datos a junio. El total de ventas en súper y chinos cae ese mes 4,3%. Pero alimentos tiene un retroceso del 6%, cuando sube 0,4% bebidas con alcohol.

¿Qué dicen en la Casa Rosada? Pese a todas esas cifras, no creen que el consumo termine siendo determinante de cara a las elecciones. “Mes a mes la misma inercia del crecimiento de la economía se va a ir acelerando y se va a sentir más”, dicen en los despachos más cercanos al Presidente. Pero aclaran que no habrá anuncios para intentar torcer el rumbo: “No vamos a hacer nada distinto de lo que hemos estado haciendo”. Siendo el GBA el distrito donde los indicadores son más negativos para Cambiemos, donde se sigue destruyendo empleo industrial, dicen que la respuesta vendrá de la mano de la construcción, tanto pública como privada. Confían en un crecimiento del 3% para el año (Nicolás Dujovne dice 4%). Y reconocen que el dólar pone algo de presión sobre los precios, pero con 22% de inflación y bajando “estamos cómodos”. Dato curioso: Mauricio Macri dice a sus interlocutores en estos días que la inflación de este año cerrará en 21%. Para ellos, la clave está en el salario real, que crece, dicen, al 3 o 4% anual. “Para octubre, todo eso se irá acumulando -insisten-. Es poco, pero irá sumando”. “No estamos confiando que la economía sea una razón importante en las elecciones, pero sí que se vaya el miedo a una crisis. Eso es lo que podemos aportar, que las amenazas de Cristina de que se viene el Armaggedon sean cada vez menos creíbles”. ¡Confían en lograr contener a los defraudados! ¿Podrán?

“Qué pasaría si mañana ningún empleado público va a trabajar?; y si no van durante un año?; y si no van nunca más?… En efecto: no pasa nada malo. Ahora, qué pasa si el dinero destinado a pagar los sueldos de cuatro millones de empleados públicos no es sustraído a sus dueños? Qué pasa? Pues que los dueños podrán conservar en forma de ahorro tal capital no expoliado por el fisco, para poder reinvertirlo luego, creando riqueza y fuentes de trabajo en el siguiente ciclo, eliminando en menos de dos años todo el desempleo producido por el despido masivo de los inútiles, más el desempleo producido por la falta de inversión al ser sustraído los ahorros de los que producen. Pero Mayo, y la policía?, y las escuelas, y la justicia? Vayamos por partes, qué pasaría si los que tuvieran que defender un barrio del continuo acecho de los delincuentes fueran los vecinos mismos, en lugar de ser la policía?, los vecinos armados y organizados para evitar que quinceañeros continuamente roben a la población en las calles y las casas, vos crees que van a ser menos eficaces que la policía?… En efecto Alfredo, en menos de un año se acaba con la delincuencia. Y las escuelas? Qué pasa si los maestros en vez de parar dos meses promedio por año, paran todo el año, o paran cinco años seguidos, o paran todos los años hasta la consumación de los siglos?… pues pasa que la educación de los niños y jóvenes no será muy distinta a la que tienen actualmente, donde sólo 2 de 10 jóvenes de 18 años comprenden un texto y donde sólo 1 es capaz de hacer una regla de tres simple…” explica el pensador de derecha liberal brasileño Arroio Texeira.

“Y qué pasa si, sabiendo que no hay más escuelas, los vecinos se organizan en educar a sus hijos, contratando con sus recursos maestros particulares que son pagos sólo a cambio de eficiencia, y enseñándoles a los niños a que se autoeduquen a través de la monumental fuente de enseñanza que es Internet?… pues pasa que en menos de dos años los jóvenes argentinos serían por lejos los mejor educados del mundo. No necesito decirte que con la salud el caso es exactamente el mismo, basta comparar los índices de salud de Estados Unidos, donde los enfermos son los que pagan los tratamientos y remedios, con los índices de salud de acá, donde la salud pública la pagan los sanos a la fuerza, siendo la forma más segura de muerte es caer con algún problema grave de salud a un hospital… si vas a la casa de tu vecino tenés la chance de que te salve con un remedio casero aprendido de Youtube, pero si caés a un hospital sos boleta en 9 de cada 10 casos, porque lo más probable es que por temor a matarte, no hagan nada y mueras porque no hicieron lo que debieran hacer para salvarte; la otra posibilidad es que por temor a que mueras, metan mano y te maten cuando si no hacían nada te salvabas… Holleben Licht dice que si se prohíben todos los hospitales públicos dentro del territorio nacional, el promedio de vida de la población sube unos 15 años.”

“Y con la justicia? Qué pasa si los litigios entre empresas o entre individuos los deciden las mismas empresas e individuos en base a la solución más justa y económica y no en base a lo que haga millonarios a los miembros del PJ y a los abogados que fomentan peleas con el único objeto de enriquecerse a costa de los que producen?… Pasa que en menos de dos años todo el dinero que las empresas y los individuos destinan a pagar tasas jurídicas y abogados, va a seguir en las arcas de sus dueños, acumulando ahorro primero, y reinvención del mismo en capital de trabajo y renta luego. Pasa entonces que, al no tener la producción el pesado lastre que implica (en algunos rubros es casi del 35%) el pago de jueces, auxiliares de justicia y abogados, van a permanecer tales recursos en poder de sus dueños, acumulando ahorro primero y reinvención de capital después. Pero eso no puede ser Mayo, si no hay nadie arriba de los que se pelean, los conflictos no tendrían fin. Eso te hacen creer Alfredo, los individuos y las empresas no se suicidan, el Estado los mata que es muy distinto; por otra parte ahora tampoco tienen fin los conflictos, y no sólo no tienen fin sino que -sin tener fin- son costosísimos además. Te doy un sólo ejemplo de lo que sucedería, que es además lo que sucede.”

“Nunca te pusiste a pensar porqué sólo menos del 2% de los accidentes automovilísticos, o siniestros para usar la jerga legal, terminan en juicios, mientras que todos los demás se arreglan antes? No tenía el dato, pero por qué? Porque todos los autos están asegurados, y entonces las peleas no son entre un pobre diablo que no tiene forma de defenderse ante la omnipotencia del Estado cuando un oportunista quiere sacarle sus recursos apelando a la ley, las peleas son entre dos colosos, dos empresas de seguros cuyos dueños no son kamikases. Cuando son dos empresarios los que pelean por cualquier acuerdo, la solución es siempre la más eficiente y justa entre las partes que tienen el conflicto, «La Patronal» y «La Caja Seguros» no van a gastarse un millón de dólares en pago de tasas de justicia y abogados si tal fortuna sideral se la pueden ahorrar, por eso todos arreglan y no llegan a juicio, es decir, por eso todos los conflictos entre empresas eficientes se dirimen a espaldas del Estado, porque ambas partes saben que si se mete el Estado a las dos les va a resultar carísimo y difícilmente la disputa quede por completo dirimida. Perfecto, pero eso es porque las dos empresas saben que está el Estado arriba, si no la más fuerte no le querría pagar nunca a la más débil, aunque la más débil tenga la razón. Ése es otro mito también. Los estafadores no son la norma en el mercado, porque por definición un mercado es un espacio donde todos hacen lo que quieren, y las personas no pueden hacer todo lo que quieren si la mitad de los que intervienen en el mercado son estafadores. El mercado mismo elimina a los estafadores porque los estafadores van en contra de los intereses del mercado, estafan a uno, a dos, a tres, y ya no pueden estafar más porque el mercado los conoce, el mercado entonces eliminó al estafador sin que el estafador pudiera arruinar al mercado donde estafaba; la mafia italiana sabe muy bien de lo que estoy hablando. Sabías que la mafia si te pide dinero, si eliges prestárselo, te lo devuelve en grado de certeza con los intereses que conveniste? Sí.”

“Y por qué?, si el mafioso te puede mandar a matar y no pagarte nada? Por? Porque si la mafia te estafa sabe perfectamente que se queda sin el negocio del préstamo o de cualquier otro negocio que realice. Es el negocio lo que lleva a los hombres mantener la palabra, no que haya un juez por encima de ellos que los vaya a castigar si no cumplen con lo pactado. Para lo único que sirve el juez es para enriquecerse a costa de los contribuyentes que están obligados a pagarle sus servicios. Por otra parte, continuamente se están dirimiendo disputas entre empresas sin que intervenga el Estado, y esto no se hace porque le tengan miedo al Estado, sino porque saben que si el Estado se mete todo sale tan caro que se terminan arruinando todos los negocios. Es la mutua conveniencia lo que hace que los hombres se comporten honradamente, no es el miedo a ir presos. El miedo a ir presos -basta con ver el desastre que es la situación actual- no sirve que para acabar con la inseguridad, ni mucho menos con las estafas. Y la obra pública?, quién va a hacer las rutas, las represas hidroeléctricas, los puertos, las redes cloacales? Decime una cosa Alfredo, tales cosas las hace el Estado o las hace una empresa privada contratada por el Estado? Una empresa privada. Y entonces para qué cuernos está el Estado metido en el medio?”, explica Arroio Texeira.

“Para qué? Para cobrarte diez veces más caro por hacer un represa hidroeléctrica obsoleta que si el Estado no existiera ningún privado pagaría con su dinero jamás… vos realmente crees que si no existiera el Estado, no habría una autopista La Plata-Buenos Aires?… no sólo que existiría esa autopista, sino que existirían diez veces más caminos de los que existen ahora, siendo que los privados tendrían el dinero para pagarlos, dinero que hoy no tienen porque el Estado les cobra impuestos para construir caminos que no construye. Por lo demás, ya está archidemostrado que la obra pública se financia con mucha mayor eficacia sin que el Estado intervenga… En Dubai las autopistas se financian con la publicidad al costado del camino, el contribuyente no pone un peso… te parecen mejores nuestras autopistas?… Viste algún video de Dubai? Pero entonces para qué sirve el Estado Mayo? Ése es el quid de la cuestión… No sirve para nada? No exactamente. Para lo único que sirve el Estado es para que los que no producen vivan a costa de los que producen. El Estado no es más que una agencia desempleo encubierta financiada a la fuerza por los hombres que con inteligencia, honradez, creatividad, esfuerzo y coraje, crean riqueza en el mercado satisfaciendo las necesidades del consumidor”, termina diciendo Texeira.”

Volviendo luego de este exabrupto neoliberal brasileño a nuestra realidad vemos que como Alcadio Oña señala: “El levantamiento del cepo, la liberación del mercado cambiario y el arreglo con los fondos buitre sacaron de escena la llamada restricción externa entendida, entre otras cosas, como imposibilidad de acceder al financiamiento internacional y escasez de divisas. Con las reservas del Banco Central por el piso y una crisis a las puertas, ese fue el primer, gran obstáculo que el macrismo se propuso remover. Y lo removió, evidentemente. Pero el fantasma de la restricción externa está lejos de haber desaparecido por completo, dicen especialistas e informes de especialistas. Como no podría ser de otra manera, cuando en el medio hay además hay una economía muy dependiente del exterior o, si se prefiere, necesitada de divisas que no genera. Está claro, para empezar, que el recurso de tapar déficit fiscal y gasto público con deuda no puede ser para siempre. Las cuentas del Tesoro Nacional informan que durante el primer semestre se han pagado 111.261 millones de pesos en intereses, 70% más que en el mismo período del año pasado. Y que el déficit financiero, que los incluye y resulta la verdadera dimensión del desequilibrio, sumó 255.547 millones y va camino de terminar próximo al 6% del PBI. Pero meterle mucha mano al financiamiento externo no sólo entraña el riesgo de chocar, sino que, encima, trae un problema adicional: la conocida presión a la baja del tipo de cambio de los dólares que ingresan.”

Y continua su análisis Oña: “Aunque el efecto final se hubiese parecido, mejor le habría venido a la economía la famosa lluvia de inversiones productivas; por ahora, otra promesa en tiempo de espera. Los intereses de la deuda son una de las mayores vías de escape de divisas al exterior. Otra surge del déficit del balance comercial, que en los cinco primeros meses del año canta un rojo de US$ 1.863 millones. La cara opuesta del cuadro muestra importaciones que suben 12,4%. Un saldo comercial positivo y exportaciones creciendo bastante más que el magro 1,6% de estos cinco meses serían, justamente, dos fuentes de divisas que permitirían amortiguar el impacto de los pagos de la deuda. Pero flaquean o deben aguardar políticas que recompongan el panorama. Algo más del mismo menú. En trepada, la cuenta completa donde se cruzan los dólares que entran y los dólares que se van arrojaría, este año, un resultado negativo de US$ 17.000 millones, según estimaciones privadas. Un informe que circula en despachos oficiales y es profusamente difundido hacia afuera resalta el aumento de las exportaciones industriales. Puede ser un dato destacable, solo que omite uno central: entre enero y mayo, el intercambio fabril puro anotó un rojo de US$ 19.400 millones.”

“Y nada cambiará hoy, cuando se conozcan las cifras del primer semestre. Sencillamente, porque el funcionamiento de la industria, sobre todo de la industria, ha sido y es muy dependiente de bienes e insumos del exterior.

Existen al fin cadenas productivas desintegradas, con eslabones que deben ser cubiertos apelando a importaciones de los tipos más diversos: desde maquinarias y piezas para esas maquinarias, hasta partes y accesorios. En un par de dimensiones al menos, el atraso cambiario también forma parte del rompecabezas externo. Una de ellas es que resiente la competitividad de la producción nacional, sobre todo aquellas menos competitivas, y a la vez alimenta importaciones. Otra, que estimula expectativas sobre correcciones futuras. Finalmente, la subordinación a los soja-dólares o el hecho de que un tercio de las ventas al exterior provenga de allí y vaya muy atado a los vaivenes del precio internacional. Nada hay demasiado peligroso de momento. Hay sí unos cuantos cabos sueltos, que aun cuando hayan sido extremados durante el reino kirchnerista del corto plazo y del gastemos todo después se verá, hoy cargan sobre la mochila del Gobierno.”

Y termina de explicar: “Ni hace falta decir, ya, que gran parte de su margen de maniobra dependerá de cómo le vaya ahora, en agosto, y al final en octubre. Pero algo deberá hacer, inevitablemente; mejor si lo hace articulando acuerdos amplios, tal cual parece decidido o sin alternativas. Ajustes habrá, comenzando por las cuentas fiscales o si se prefiere por achicar más pronto que tarde la factura de la deuda externa. Así ya no sean para tapar el déficit o lo sean de un modo decreciente, en una economía que atrasa y urge inversiones divisas siempre harán falta. Con un problema extra nada despreciable por cierto: que el mundo y los avatares del mundo, el costo del crédito internacional y las políticas proteccionistas serán variables ciegas, por mucho empeño que el Gobierno ponga en abrirse al mundo. Falta decir que primero, entre lo que va primero, figura la necesidad de rearmar la demanda interna. En palabras de un ex ministro: “Podrá considerarse requisitos indispensables bajar costos de producción, garantizar reglas estables o lo que uno quiera, pero la demanda es, finalmente, lo que traccionará inversiones, empleo y mejores niveles de vida”. Todo lleva a un plan global, que opere sobre varios frentes simultáneos, en vez de uno pieza por pieza. Con el mayor consenso posible y capaz de definir un horizonte aceptable. Puede sonar a mucho y ser mucho, pero en algún momento habría que intentarlo.”

Las encuestas van rumbo a la unanimidad. Cristina Fernández está cosechando la mayor intención de voto en la mayoría de los sondeos de cara a las elecciones legislativas del 13/08. La ex presidente acumula cifras que oscilan entre el piso y el techo histórico del kirchnerismo en comicios de medio término. Ni más ni menos. Pero los oficialistas de Cambiemos no alcanzan a superarla y quedan en el segundo o tercer puesto. Eso si las elecciones fueran hoy. Pero a menos de 20 días de las elecciones primarias no hay ningún indicativo de que las perspectivas mejoren para la Casa Rosada, a menos que el verdadero arsenal comunicacional de campaña se vean en los días previos a los comicios. El último estudio que se conoció es el de la consultora “Aresco” y muestra que la exPresidente, bajo el sello Unidad Ciudadana, encabeza la intención de voto con el 32,1% de las preferencias para el Senado, seguida por la opción oficialista que representa Estaban Bullrich (la fórmula incluye a Graciela Ocaña, que -en rigor- lidera la nómina de Diputados), con el 30,1%. El tándem Sergio Massa-Margarita Stolbizer cosecha el 20,8%. El resto de las opciones se ubican por debajo del 7%. Otra encuesta de la misma fecha realizada por “Isonomía” muestra un re4sultado similar donde CFK mide 29,9%, Massa/Stolbizer un 27% y Bullrich un 22% siendo cuarto Randazzo con un 7,9% y luego otras opciones por debajo del 5%.

Números más, números menos, este es el escenario que muestran las encuestas en general. El reflejo del oficialismo fue salir a poner en tela juicio el resultado de los sondeos. De Gladys González hasta Marcos Peña. Sorprende, ya que el jefe de Gabinete, de la mano de Jaime Durán Barba, ha puesto a las encuestas en un lugar de privilegio a la hora de armar una estrategia de campaña. Pero esa reacción escondería apenas la preocupación en la Casa Rosada, donde -según las versiones- acusan recibo del impacto de lo que interpretan es el «voto castigo» producto del frenazo económico del año pasado con una recuperación que no logra percibirse allí donde más se necesita el acompañamiento. No estaría alcanzando el discurso «contra las mafias» que en el principal distrito electoral utilizan para conmover a un electorado que le es esquivo. También temen que eso se contagió en los distritos que consideran «propios», como Mar del Plata, La Plata y Bahía Blanca donde por defectos de sus alcaldes este contagio se agiganta y allí CFK y Massa son amplia mayoría siendo alguno de ellos muy favorable a Massa/Stolbizer. Apuntó Ezequiel Rudman este martes en Ámbito Financiero que a ese temor respondieron las visitas de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal a distritos oficialistas como Tres de Febrero y San Isidro.

Los analistas coinciden en que el Gobierno le dedicó demasiado tiempo a hablar de la corrupción del gobierno K y no perfiló un discurso para esos sectores en donde la insatisfacción de necesidades básicas supera cualquier preocupación sobre la ética pública. Al mismo tiempo, señalan, el macrismo subestimó el impacto de la situación económica en el voto. Algunas fuentes aseguran que en el Gobierno ya asimilan una eventual derrota en las PASO, pero que ¡confían? en dar vuelta el resultado en la general de octubre, donde podría configurarse una suerte de revival del balotaje de 2015, donde el hartazgo del kirchnerismo jugó a favor de Cambiemos, y donde analistas serios ven que ese hartazgo hoy podría estar jugando contra el oficialismo de Cambiemos. Es una apuesta fuerte que no evitaría, de todas formas, un fuerte golpe político para el Gobierno en agosto, con el que deberá convivir los 2 meses siguientes, si es que se confirma el escenario que vaticinan las encuestas.

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