Por César Augusto Lerena.-
El Pre-Acuerdo con el Reino Unido promovido por la Canciller Malcorra tiene la misma matriz que el de “Madrid” de 1989/90 firmado por Cavallo. Éste se fundó en levantar las sanciones comerciales de Europa, y el presente, aspira a mejorar las deterioradas relaciones de Argentina con el mundo de los negocios. En ambos casos parece primar “el fin justifica los medios” e ignoran, no sólo los aspectos legales claramente marcados en las Resoluciones 31/49; 2065/65; 41/11; 3171/73; 3175/73 y 3336/74 de las Naciones Unidas; la Constitución Nacional y de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur; la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y las leyes nacionales 17.319, 23.775; 26.659 y 26.915; sino, que desprecian los derechos soberanos argentinos sobre sus espacios territoriales, los derechos sobre sus recursos naturales, los efectos económicos sobre los trabajadores argentinos que viven de la explotación pesquera y, muy especialmente, los esfuerzos de los combatientes de Malvinas, sus muertos y heridos.
Las urgencias económicas, los avances y el mejoramiento de la relación entre los países no pueden hacerse violando leyes y sentimientos incorporados al ser nacional.
La cuestión, no pasa por reiterar la cesión de soberanía o de los recursos naturales del atlántico argentino; tampoco, desalentar aspectos relativos a las comunicaciones, transporte, educación o sanidad; sino desandar el citado Acuerdo de Madrid y su “fórmula del paraguas” y dialogar sobre fórmulas creativas que están disponibles, sin que debamos caer nuevamente en la enajenación de nuestro territorio marítimo e insular.
17/09/2016 a las 5:31 PM
La misma política, con distintos actores. Se cambhi`´o de collar pero el perro es el mismo desde los 90. Agua y Ajo.
17/09/2016 a las 7:13 PM
democracia »made in OTAN»…ya lo dijo la Thatcher: »tienen democracia gracias a mí»
17/09/2016 a las 7:47 PM
VER MAS INFORMACION, NOTICIAS, DETALLES, CONVOCATORIA A LA REUNION NACIONAL ABIERTA A TODO EL MUNDO, ESBOZOS DE LAS DENUNCIAS PENALES A COORDINAR SE PRESENTEN PARA DECLARAR NULIDADES, INCONSTITUCIONALIDADES, Y DEMAS TEMAS… REMITIENDOSE A MI MURO DEL FACEBOOK:
» ENGAÑO BRUTAL, PARA JUSTIFICAR EL ROBO DELIBERADO Y LA TRAICION: UNA INGENIERA, QUE JAMAS EJERCIO…CITANDO A UN ECONOMISTA ITALIANO, PARA JUSTIFICAR SU ESCARNIO DIPLOMATICO.
SUSANA MALCORRA DEBIO APLICAR, EN VEZ DEL «PRINCIPIO DE PARETO» , LAS NORMAS DE LA CONSTITUCION NACIONAL QUE VIOLO.
QUE PARETO LE AGRADEZCA SU GENTILEZA, LOS ARGENTINOS LA DENUNCIAREMOS PENALMENTE POR VIOLAR DELIBERADAMENTE, CON PREMEDITACION Y ALEVOSIA, LA CONSTITUCION NACIONAL, POR BUSCAR UN BENEFICIO PERSONAL Y PARTICULAR.http://www.clarin.com/politica/Malcorra-principio-Pareto-conflicto-Malvinas_0_1651635010.html
17/09/2016 a las 11:34 PM
¿Bueno Vilfredo Pareto el senador vitalicio fascista? Y cuando hablo de Fascista, digo Benito Mussolini, no los que los estúpidos entienden por fascistas.
18/09/2016 a las 6:24 PM
El descubrimiento de Pareto que las leyes de potencia tienen aplicación a la distribución del ingreso le interesó en el asunto del cambio político. Hasta esa fecha Pareto mantenía cordiales relaciones personales con algunos socialistas individuales, pero siempre pensó que sus ideas económicas eran severamente erróneas. Más tarde comenzó a sospechar de sus motivos humanitarios, y denunció a los líderes socialistas como una «aristocracia de los bandidos» que amenazaban saquear el país y criticó al gobierno de Giovanni Giolitti por no adoptar una postura más dura contra las huelgas de los trabajadores. La creciente agitación entre los trabajadores en Italia lo llevó al campo anti-socialista y anti-democrático.7 Sin embargo, su actitud hacia el fascismo en sus últimos años es motivo de controversia.8 A pesar de que dio la bienvenida al fascismo, y fue honrado por el nuevo régimen (Mussolini le nombró senador vitalicio), se ha dicho que, como pensador político, Pareto continuó siendo un libertario radical hasta el final, expresando serias reservas sobre el fascismo, y manifestando oposición a sus políticas básicas.9
La sociología política de Pareto sostiene que mucho de la acción social es ilógica y que mucho de la acción personal está diseñada para dar las acciones no racionales una espuria logicidad. Somos conducidos, enseñó, por ciertos «residuos» (de instintos) y «derivaciones» de estos residuos. Los más importante de estos tienen que ver con el conservadurismo y la toma de riesgos, y la historia humana es la historia de la dominación alternativa de estos sentimientos en la élite gobernante, que llega al poder con la fuerte tendencia al conservadurismo de los “leones”, pero poco a poco cambia a la filosofía de los «zorros» o especuladores. Esto produce una catástrofe, con un subsecuente retorno al conservadurismo. Este ciclo puede ser interrumpido por el uso de la fuerza, dice Pareto, pero la élite se vuelve débil y humanitaria y se rehúsa a usar violencia.10
Así pues, para Pareto hay dos tipos de clases gobernantes (la élite constituida por los mejores elementos de la sociedad): los «zorros» y los «leones». Los «zorros» son calculadores, pensadores y materialistas, mientras que los «leones» son conservadores, idealistas y burocráticos. Esa élite no es hereditaria y, por lo tanto, habrá una circulación de élites (ver Meritocracia).
Lo ideal, de acuerdo a Pareto, sería que la élite funcional (los mejores) y la élite del poder coincidieran. Pero esto no es necesariamente así, pues hay quien gobiernan sin ser élite (por influencias, familias, etc.). Si esto se generaliza, la élite en el poder se cierra frente a la nueva élite que surge de la masa, transformándose en una aristocracia. Esto lleva a la decadencia y el colapso, que necesitan y conducen a su sustitución, lo que puede suceder gradualmente o a través de una revolución: «La historia es un cementerio de aristocracias».
Una élite funcional, o buena, es aquella donde hay un buen equilibrio entre zorros y leones. Cuando hay muchos zorros en la élite, los leones se rebelan, y viceversa. La élite debe ser de calidad y circulante.
Pareto influyó sobre ciertos aspectos del fascismo italiano, especialmente al nivel de la propaganda política. Los fascistas intentaron apropiarse de Pareto, y Pareto en cierta manera les correspondió. Sin embargo, en la práctica del «fascismo maduro», los principales escritores y teóricos fascistas no encontraron gran mérito en su obras «políticas», y condenaron definitivamente sus teorías económicas. Así, por ejemplo, Franz Borkenau argumenta que: «En los primeros años de su gobierno Mussolini ejecutó literalmente las prescripciones políticas de Pareto, destruyendo el liberalismo pero al mismo tiempo reemplazando en general el manejo estatal de las empresas privadas, disminuyendo los impuestos sobre la propiedad, favoreciendo el desarrollo industrial, imponiendo un educación (basada en la aceptación ciega de) dogmas…»,11 pero Frid y Lanciotti observan que: «La imagen de Pareto como referente del fascismo fue explotada por parte de los partidarios del Duce y de los nacionalistas, con la explícita intención de legitimar científicamente el fenómeno político. Esta apropiación de la figura de Pareto entanto teórico y protagonista del fascismo fue fugaz, no llegando a superar la barrera de la década de 1930. La instrumentación de la figura de Pareto por parte del fascismo estuvo asociada a los avatares de las primeras etapas del régimen (1923- 1927), años en los cuales Pareto era recuperado tanto en calidad de “precursor” del nuevo estado o bien como guía intelectual de la renovación política fascista. Tal como bien señala en su tesis Ph. Kitzberger, la nueva edición de la Enciclopedia Italiana editada por Treccani en 1931, encomendada por Mussolini a G. Gentile como el instrumento más importante de la “política cultural del fascismo”, no hace referencia alguna al aporte de Pareto ni en el apartado dedicado a la historia del fascismo ni en la explicitación doctrinaria del mismo. Sí en cambio entraban en dentro de la categoría de “precursores”, las figuras de Sorel y de Peguy. El nombre de Pareto sí en cambio fue asociado por los autores de la Enciclopedia con la historia de las ideas económicas: el eminente economista, habría corregido a tiempo su liberalismo inicial y el dogmatismo de la “economía pura”, para reorientar su trabajo teórico al análisis sociológico.»
https://es.wikipedia.org/wiki/Vilfredo_Pareto