Por Italo Pallotti.-

En nuestro país muchos factores fueron haciendo que la República marcara una sucesión de hechos contrarios a su naturaleza. La herencia de luchas internas, que por décadas fueron minando su resistencia a sostenerla, hicieron que a cada cambio de gobierno le sucedieron otros que no supieron, no pudieron o no quisieron establecer un método de firmeza con la fortaleza necesaria para sostenerlos. En el medio las luchas ideológicas, sin un plan de contingencia y/o alternativa, se fue deshilvanando la posibilidad de afianzar un Estado capaz de sobrevivir a esos enfrentamientos estériles e inocuos que sólo sirvieron a grupos o partidos, más que al conjunto de la sociedad. Ya olvidados del tiempo, nada para festejar! Cabe peguntarse, porqué sucedió lo antedicho. ¿La respuesta? Buscar en la C.N. esta sabiamente marca que la forma de Gobierno es la Representativa, Republicana y Federal. Consecuencia, el sistema adoptado: La Democracia. Los esfuerzos de la civilidad por sostenerla, mediante el voto popular, sucumbió a la realidad del manejo político. Algo siempre nos llevó a que todo fuera de mal en peor. Una sucesión de episodios han ido socavando la solvencia del sistema democrático que debe imperar en el país. Y como remate fueron apareciendo figuras, no por conocidas menos nefastas, qué con su apariencia de “salvadores de la Patria” dejaron un reguero de víctimas de todo tipo en la amplia geografía nacional. El populismo incipiente, los supuestos liberales, conservadores, populismos afianzados y progresistas disfrazados de impolutos se fueron sucediendo en una caravana de inútiles, mediocres y corruptos; capaces de demoler cualquier sistema. Y lo más perverso, con la anuencia de una civilidad que con su voto avaló sistemáticamente a una clase política cada vez más degradada. Esa clase privilegiada por el sufragio popular qué, al momento de asumir funciones, lo hace con el consabido versículo de “Dios y la Patria me lo demanden”. Nunca se lo demanda, porque el corsé de protección, vía inmunidad e impunidad, así se lo permite.

Dicho eso, cabe preguntarle a la mayoría de los dirigentes ¿la gloria que deberían buscar en el desempeño de sus cargos, para cuándo? Políticas erráticas, corruptibles por doquier, impunidades y mal desempeño de funciones han conformado, y sobre todo en los últimos 20 años un cóctel (salvo un mínimo paréntesis que debe ser analizado -crudamente y sin tapujos- en otro momento), siniestro, olvidable, doloroso, llamado kirchnerismo por el que transitó la Nación. Nadie asume las culpas; todo lo contrario, siempre un chivo expiatorio para cargárselas. Una indignante impunidad los protege. Nadie se hace cargo de nada. Pequeños holocaustos nos dejan. ¡Nada por festejar! Hay un pueblo que recibe una herencia dislocada y salida de control. Hubo sobre todo en ese tiempo un personaje (Cristina) que bajo el disfraz auto expresado de “Arquitecta egipcia”, junto a sus laderos circunstanciales, nos deja un edificio con base de barro, paredes de lodo chirle y techo de material político podrido. Todo para un “final de obra” que ojalá la historia se anime a caratularlo como lo más pésimo construido como poder en la República. Al analizar el interior de ese “edificio” encontraremos casi la nada misma. O sí: desgobierno, corrupción, narcotráfico a niveles impredecibles, arcas públicas diezmadas, ideologismos berretas, persecución a la Justicia, DDHH bizcos, espionaje burdo, berreta; gasto público escandaloso, propaganda política insufrible, demolición de la clase media, pobreza extrema, indigencia repulsiva, inflación descalabrada (casi record mundial, rozando la híper), piqueterismo sostenido con fines políticos, sindicalismo cómplice, educación decadente, criminalidad exasperante, enriquecimientos de funcionarios a niveles exorbitantes, jubilaciones de privilegios vergonzantes, ruptura del cuerpo social, propaganda política obscena, alineamiento con países contrarios a la libertad y DDHH. Causas judiciales y torpezas que nos han avergonzado ante propios y extraños (Nisman, y su “misteriosa” muerte, Bolsos de López, la Rosadita, Plan Cunita, Tragedia de Once, Cuadernos, Los Sauces, y Hotesur, Lázaro Báez y su ruta del dinero K,  Cristóbal López,  Sueños Compartidos, Caso Ciccone, Milani, Moreno y sus prepos, Echegaray, De Vido, Milagro Sala, Fiesta de Olivos, Viajes casi de reyezuelos, Insaurralde y Chocolate, Radios y canales adictos, reservorio de fanáticos, ministros despreciables, Memorándum con Irán, Dólar Futuro, ). En fin, casi da náuseas seguir. Sólo esperar que lo nuevo barra semejante distorsión de la normalidad. El túnel de salida está cerrado; abramos una mirilla hacia el futuro; aunque no será fácil!. Aceptémoslo. El trío nos deja!. Aleluya!. Nuevos intérpretes vendrán para armar una orquesta que ojalá armonice el sentir popular de una partitura llamada “Esperanza”. Y un réquiem para un pueblo sometido a la infamia, la hipocresía y el cinismo de quienes venían “para mejorarles la vida”. Vaya cruel paradoja.

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