Por Hernán Andrés Kruse.-

El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) y el Observatorio del Derecho Social de la CTA autónoma, dieron a conocer en los últimos días sendos informes que dan cuenta del grado de conflictividad laboral y social que aquejó a 2016. El CEPA registró en el último trimestre 237 conflictos mensuales, es decir casi ocho conflictos por día. En el sector público los conflictos laborales representaron el 55 por ciento mientras que en el sector privado representaron el 45 por ciento. En comparación con el primer trimestre de 2016 se registra una disminución de la cantidad de conflictos (7 por ciento). Según el Observatorio del Derecho Social, la reducción se debe a que los conflictos poseen hoy un mayor grado de centralización e intensidad: “se prolongan por más tiempo y reúnen a más organizaciones y trabajadores”. Tales los casos de las alianzas de estatales, docentes, judiciales y trabajadores de la salud, en la planificación de la lucha contra el ajuste. Otro ejemplo lo brindan los trabajadores de la economía informal, que han duplicado su participación sobre el total de conflictos relevados.

Las razones que han intensificado en los últimos tiempos la conflictividad fueron la merma salarial, los despidos y las suspensiones (en ese orden de prelación). Según el CEPA, los reclamos por reapertura de paritarias, el retraso en los pagos, el incumplimiento de los acuerdos y la reducción salarial “representaron entre octubre y diciembre de 2016 el 47,9 por ciento del total”. Luego se ubicaron los despidos y las suspensiones, con 23,9 casos cada cien. Más adelante, señala que “la cuestión de readecuación salarial alcanzó, para el último trimestre del año, casi el 60 por ciento de los casos de conflicto, mientras que en el ámbito privado fue de “sólo” el 34,60 por ciento”. Elo es así porque al final de 2016 los conflictos por despidos llegaron a tener mucho más peso en las empresas privadas (en el último trimestre de 2016 alcanzaron el 36,1 por ciento de los casos). El documento remarca que “la conflictividad relacionada con despidos y suspensiones en el ámbito privado, particularmente industrial, ha sido de importancia en el cierre del 2016”. Por otro lado, 31 de cada cien reclamos salariales de los trabajadores privados se debió a retrasos en el pago de los salarios, lo que pone en evidencia las dificultades de la cadena de pago y el efecto sobre la producción que se detecta fundamentalmente en el sector industrial.

Es interesante destacar que ambos informes difieren en cuanto al enfoque empleado. El CEPA es dirigido por el economista kirchnerista Hernán Letcher y compara las pérdidas salariales y laborales actuales con los mejores números que registraba la etapa kirchnerista. El Observatorio, vinculado a la CTA Autónoma, señala que los números en la etapa K no eran tan buenos. A pesar de ello, reconoce la magnitud del daño ocasionado por las políticas de Cambiemos. Considera que “para los trabajadores y las organizaciones sindicales, los resultados económicos del primer año del gobierno de Cambiemos han sido los peores al menos desde la crisis de fines de 2008 y principios de 2009”. Sus investigadores destacan el carácter antiobrero del discurso macrista a lo largo de 2016. En este sentido, emergió como emblema la frase del secretario de Empleo, Miguel Ángel Ponte: “contratar y despedir debería ser tan natural como comer y descomer”. Fiel a sus principios neoliberales, Cambiemos decidió desalentar la negociación colectiva. “En términos porcentuales el mayor retroceso se registró a nivel de los convenios colectivos, que en el año 2016 llegaron a su mínimo de homologaciones desde el año 2001 (apenas 10 convenios a nivel de actividad y 44 convenios a nivel de empresa)”, señala el Observatorio. El informe destaca la manera como los sindicatos readecuaron sus estrategias para pelear por el salario. Según el informe, hubo gremios que decidieron desdoblar la negociación anual en dos acuerdos semestrales. “Si bien el aumento de las primeras negociaciones se situó entre el 15 y el 20 por ciento, la segunda parte de los mismos logró que el aumento anual se acercara al 40 por ciento en la mayoría de los casos (trabajadores de entidades civiles y deportivas, comercio, construcción, plástico)”. Y hubo otros gremios que lograron imponer aumentos anuales que superaron holgadamente el techo del 25 que pretendió imponer el presidente de la nación. “Este tipo de negociaciones”, destaca el informe, “fue encabezada por los docentes en la paritaria nacional y después fue retomada por actividades estratégicas y de gran capacidad de conflicto (como transporte, aceiteros, alimentación)”.

En el sector privado se registró un hecho peculiar: los trabajadores que reclaman ante la patronal sin la mediación de los sindicatos. En los últimos tres meses de 2016 7,5 de cada 10 conflictos laborales tuvieron como protagonistas a sindicatos, tanto del sector público como del sector privado, destacó el CEPA. Al discriminar por sector el Centro observó que “casi 9 de cada 10 conflictos laborales del sector público fueron protagonizados por sindicatos, mientras que poco más de 6 de cada 10 fueron encabezados por los sindicatos del ámbito privado”. “De los conflictos en los que participaron directamente los trabajadores sin mediación sindical, observamos que 7 de cada 10 se registraron en el ámbito privado, y 3 de cada 10 en el ámbito público. Esto consolida la tendencia de una mayor participación de los sindicatos cuando se trata de conflictos desarrollados en la esfera del Estado, y una mayor participación directa de los trabajadores cuando el conflicto se desarrolla en empresas privadas”. Según el CEPA, habrá una mayor conflictividad durante 2017 a raíz de la apertura de paritarias “y ante un proceso constante de pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores, un ritmo inflacionario que no da tregua, y la posición del gobierno de poner techo a las paritarias de un 17 por ciento de acuerdo a su meta de inflación estimada para 2017”. Por su parte, el Observatorio destaca la permanencia de la reacción sindical frente a las políticas de ajuste a lo largo del año. En gran medida, sostiene, “el ajuste económico no llegó a tener la magnitud deseada por los funcionarios del Gobierno Nacional, y ello se debió a la fuerte resistencia operada contra los despidos y contra los límites en las negociaciones salariales” (fuente: Laura Vales, “Con un promedio de ocho conflictos por día”, Página/12, 20/2/017).

En su edición del lunes 20, Página/12 publicó un artículo de Mempo Giardinelli titulado “Pensando en octubre”, en el que efectúa un sagaz análisis de la realidad política que nos toca vivir. Dice el autor: “Si hay dos sentimientos en la Argentina gobernada por la entente macrista-radical, en los que la inmensa mayoría parece estar de acuerdo, es en que todo aquí está mal y todo va a seguir empeorando. Las preguntas que surgen, entonces, son: ¿cuál es el límite del aguante ciudadano? ¿Cuánto más daño seguirán haciendo estos tipos, y por cuánto tiempo más? ¿Y de qué manera va a terminar este infierno social, económico y moral en que nos han sumido la famiglia presidencial y sus amigotes?” (…) “Lo cierto es que el paisaje social argentino, y la bronca que generan algunas decisiones de fuerte coloratura mafiosa, a este paso puede terminar haciendo metástasis al extenderse y alcanzar, nomás, a las veleidosas y necias clases medias urbanas, sobre todo la porteña. Y ahí sí que te quiero ver. Después de la penosa conferencia de prensa de la semana pasada, en la que el presidente no sólo mintió y remintió, repitiendo viejos eslóganes, sino que eludió infantilmente las dos únicas preguntas incisivas que le hicieron, las encuestas (de todos los colores e intereses) fueron contundentes en evidenciar la reacción al vacío de ideas y sensibilidad de la dirigencia oficialista. Una pregunta que empieza a escucharse en muchos mentideros es cuánto tiempo más le servirá la protección mediática al frívolo y poco inteligente mandatario que nos encajó medio país y que recuerda tanto a Menem. A quien Macri se parece cada vez más por sus corruptelas institucionales, aunque sin ni la mitad de la astucia y desfachatez del riojano”.

“La telebasura y los diarios oficialistas llevan ya un año y pico explotando y exagerando la satanización del kirchnerismo (que en muchos aspectos se la ganó a pulso), pero cabe dudar que esa estrategia les sirva eternamente” (…) “En lo que sí se parecen el país de Macri y el país de Menem es en la mentira como estilo, la frivolidad como producto a vender, la insensibilidad social y la corrupción a mansalva. Con la peculiaridad, hay que reconocerlo, de que los de ahora son corruptos blindados por mensajeros a sueldo que condenan las corruptelas pasadas para distraer al auditorio, incluso aprovechándose de ancianas dizque incisivas. Claro que en el fondo son vulgares guardaespaldas bien trajeados y con caras de piedra encargados de ocultar las artes macristas del offshore, el nepotismo, el blanqueo a los amigos y las obras públicas para los parientes” (…) “El escándalo del Correo y ahora también de Avianca si se confirma la participación societaria de la famiglia, reiteran que todo es negocio para estos tipos. Ni siquiera son Ceos o empresarios exitosos, como se decía hasta hace poco. Son vulgares timberos avorazados, aplaudidos por extras contratados y por los consabidos contentos de que ya se ocupó esta columna antes del desastre. Frente a ellos los nadies, los que somos simples ciudadanos que amamos este país y queremos trabajar en paz y dignamente, vemos con dolor cómo nos roban y endeudan a lo bestia. Y nos preguntamos entonces: si las cosas siguen así y empeorando a diario, ¿cuánto tiempo más se podrá aguantar sin resistencia popular oganizada, pacífica y efectiva, es decir superadora de oposiciones políticas y sindicales claudicantes, y no dependiente de un liderazgo personal que es obvio que lidera pero no conduce? Por eso se ha subrayado aquí la importancia de la educación” (…) “Porque ellos necesitan educar para crear consumidores, no seres libres y pensantes. Mientras nosotros, los nadies que un día volveremos a ser mar de gente, necesitamos educar a los jóvenes inculcándoles valores e ilusiones que también podemos-y debemos-instalar en el fragoroso terreno digital de las redes sociales. Necesitamos ayudar a nuestros chicos y chicas a combatir, ellos mejor que nadie, en ese campo. Y encenderles la llama del amor a la Patria, la solidaridad, la hermandad y el orgullo de ser nación”.

En su edición del domingo 19, Página/12 publicó un artículo de José Pablo Feinmann titulado “Unión de sangre” en el que reflexiona sobre Cambiemos y el muro de Trump. Dice el autor: “Un gobierno se desliza hacia el autoritarismo cuando los que lo poseen saltan a una concepción del país como propiedad privada” (…) “Aquello que es privativo de uno le pertenece. El Correo, para hablar de uno de los tantos temas actuales aunque posiblemente el más escandaloso, fue propiedad privada de Macri padre. Se endeudó extremadamente y le quedó ahí una cola larga, miles de millones de pesos. Si es cierto que Macri padre no creía que Macri hijo podía gobernar el país, ahora seguramente cambió de idea. Macri gobierna entre otras cosas para aliviar las deudas de Macri padre. Son negocios de familia. Todo hijo perdona a su padre, todo padre agradece a un hijo que le ahorra tanto dinero. Cuando un gobierno se organiza entre padres e hijos, estamos hablando de “la familia”, eso que Dominic Toretto priorizaba por sobre todo, como Don Vitto Corleone” (…) “El gobierno es propiedad privada de la familia. Esto le da una prepotente impunidad. Hago lo que quiero y nadie me podrá frenar. Papá, olvidate de la deuda” (…) “En medo de estas turbulencias transcurren estos días. Queda claro en principio lo siguiente. El país está en manos de sus dueños. Sus dueños gobiernan como quieren. Son impunes porque tienen mucho dinero. La impunidad, el dinero y el poder son buenos amigos. Esta unión de sangre incorpora también a otros amigos. El país es la objetivación de la libertad de los Macri. Esta omnipotencia se extiende al círculo más cercano. Los amigos se cotizan en las buenas y en las malas. Esta apropiación del país necesariamente excluye a la gran mayoría, ¿cómo no habría de excluir a los extranjeros? De aquí que el gobierno de Macri siga la línea Trump en materia de inmigración. Los argentinos tienen ya a quien echar la culpa del narcotráfico. A los peruanos, a los bolivianos, a los paraguayos, a los colombianos y a todos los que quisieron o quieran habitar el suelo argentino”.

“Donald Trump focalizó su ira anti-inmigratoria en los mexicanos. Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos. ¿Qué es un muro? El más famoso fue el de Berlín. De un lado la democracia, del otro el totalitarismo. Cuando se derribó ese muro se dijo que era la toma de la Bastilla de nuestro tiempo. Los muros se construyen y se reconstruyen. Como los edificios que levantan los arquitectos. Las ciudades se hacen con la ciencia de la arquitectura y se deshacen con las guerras y el terrorismo. ¿Qué significa el muro de Trump? Créase o no el muro sigue siendo interpretable a la luz de la antinomia civilización y barbarie. Para Sarmiento la civilización estaba en las ciudades, la barbarie en la campaña. Esto sigue vigente. La civilización está en el centro de las ciudades, la barbarie en su periferia. Esa periferia es peligrosa porque reacciona barbáricamente. La respuesta también es barbárica. La guerra de Irak es una expresión perfecta de eso que Alberdi llamaba democracia bárbara. También habló de una democracia civilizada pero la democracia civilizada para sostenerse se deslizaba a la barbarie. La respuesta a las torres gemelas fue un acto de retaliación. Incluso se le llamó justicia infinita. Una frase típicamente extremista. Hasta Bush llegó a decir que Dios no era neutral. Dios dirige personalmente el complejo militar-industrial. ¿Quién no lo sabe? Sin embargo los muros del neoliberalismo expresan temor. Hace rato que los países civilizados esperan la invasión de los bárbaros. Hay bárbaros que huyen de la barbarie. Son los inmigrantes indeseados (illegal aliens). El Alien irrumpía en la nave de Sigourney Weaver y era incontrolable. El miedo norteamericano es que los inmigrantes no se sometan al control del Estado. Lo mismo sucede en la Argentina. Los que tienen algo quieren conservarlo. Aunque los hambrientos que vienen sean el producto de su rapiña y enriquecimiento. Ellos que se creen dueños del país los van a rechazar ferozmente. El Alien debe permanecer afuera. Los mexicanos y los inmigrantes de la Argentina también. Esto pasa en Europa. El corazón del neoliberalismo es la expulsión de los bárbaros de la polis. No pueden pertenecer a la cosa pública. Sólo pueden contaminarla, deteriorarla. Como siempre, la civilización se protege de la barbarie con otra barbarie. Reniega de sus principios, reniega de la democracia. Si el mejor indio era el indio muerto, el mejor inmigrante es el inmigrante deportado. Pero ya se sabe, lo reprimido siempre vuelve”.

En las últimas horas se conoció a través de las redes sociales una carta que Adrián Paenza dirigió a los votantes del presidente de la nación. Dice el periodista y matemático: “No te alcanzó. Fueron presos varios milicos y no te alcanzó. Te devolvieron 118 nietos, pero no te alcanzó. Te devolvieron el Carnaval y no te alcanzó. Te devolvieron Aerolíneas y no te alcanzó. Te devolvieron YPF y no te alcanzó. Te devolvieron los trenes y no te alcanzó. Te devolvieron el agua (AYSA) y no te alcanzó. Te pudiste comprar una moto, o un autito, o una casita en el mejor de los casos y no te alcanzó. Llenaste el pasaporte de sellitos y no te alcanzó. Compraste uno o dos plasmitas (de esos que tienen el calco “Fabricado en Tierra del Fuego”) y no te alcanzó. Tenías cada vez más laburo y no te alcanzó. Si tenías suerte podías darte el lujo de laburar de lo que te gustaba, pero tampoco te alcanzó. Te jubilaron y te aumentaron la jubilación dos veces por año (puede ser que no te alcanzara pero contra el 13% menos de la Bullrich y las marchas de tooodos los miércoles noventosos, no me digas que no estabas en Disney). Te dieron una netbook, Tecnópolis, Canal Encuentro, Paka-Paka, cultura por todos lados y no te alcanzó. Te colgaron arriba del marote dos satélites made in Argentina, pero no te alcanzó. Te pasaron toooodos los partidos gratis y en hd y no te alcanzó (sí, con tus impuestos). Te dieron una Asignación Universal por Hijo, el matrimonio igualitario, la ley de Identidad de Género, la de Empleadas Domésticas y creeme que puedo seguir un rato largo, pero no te alcanzó” (…) “Te metieron en el balero que todo era una mierda y compraste como loco”.

“Te inyectaste cuantas dosis de mierda diaria estuvo a tu alcance de tu control remoto, pero eso parece que tampoco te alcanzó porque siempre querías meterte un poco más. Te hiciste eco de cuanta denuncia de corrupción te zumbaba en el oído y terminaste votando a un tipo procesado que jamás te dio una propuesta concreta ni te blanqueó con quién iba a formar su dream team, pero a vos no te importó porque todo lo otro no te alcanzaba. Te lo avisó la extrema derecha con Cecilia Pando a la cabeza, pero vos preferiste no saber quién era. También te avisó Cavallo, Duhalde, Melconian, Sturzenegger, Prat Gay… pero a vos no te alcanzó. Compraste eso de la “pobreza cero” como si fuese una promo de super y vos viste cómo los muchachos de Mauricio fajaban a la gente sin techo que paraba en la Plaza Almagro hace un par de años, pero no te alcanzó. Hoy te ponen a Macri, ayer fue De la Rúa, antes de ayer a Menem y en cuatro años te pondrán otro títere, pero a vos tampoco te alcanzó y seguís consumiendo el mismo veneno desde hace más de 40 años (como verás, los del clarinete son los únicos que siempre están y pisan fuerte). Tenés Internet para seguir proyectos de ley (y cómo se votan), canales transmitiendo en vivo desde el Senado para vigilarlos de cerca (como para darte cuenta quién se sienta a debatir y quién te está tomando por pelotudo hablándote de falta de diálogo) pero obviamente no te alcanzó y preferís que el humo del choripán te tape el bosque. Tuviste 12 años para darte cuenta de al menos alguna de todas estas cosas, pero no te alcanzó. ¿Qué te voy a decir? Si no te interesa ni lo que se hizo ni lo que falta hacer… por más título que le pongan, ustedes no cambian más”. Para aplaudir de pie.

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