Por Hernán Andrés Kruse.-

En su edición del 8 de septiembre, Página/12 publicó un artículo de Horacio González titulado “Violencia y provocación”. Escribió el autor: “Hay una violencia letal y silenciosa” (…) “Quizás en pequeños diálogos de la vida cotidiana o en procedimientos no declarados del Estado. Tenemos en ambos campos, numerosas ejemplificaciones. La señora, madre de una víctima del gravísimo accidente en la Estación Once, yendo al encuentro de la ex presidenta en una misa, para decirle asesina” (…) “El lugar era fuertemente conmemorativo, posee un signo de lugar sagrado. La injuria se hace entonces más poderosa” (…) “En principio, la única forma de pasar por alto el conjunto de mediaciones que tiene un hecho trágico-indispensables para encontrar razones, causas, responsabilidades, reprobaciones y condenas-, es una fulminación mesiánica basada en una idea del Mal” (…) “Si algo define este momento, es que se puede entrar a lugares sagrados. Se gobierna, en verdad, profanando” (…) “Esa madre, también una víctima, y que dice ir a misa por Santiago Maldonado, encuentra en su camino una razón fulmínea para desplazar una culpa no hacia la búsqueda necesaria de eslabones y procedimientos, sino hacia una brecha antropológica. Llamo así al lugar y al momento en donde una sociedad, un conglomerado social aglutinado bajo incógnitos y miedos inexplorados, acata una forma exterminadora de la infracción, del taciturno pecado” (…) “A Nisman lo mató Cristina, otra forma violentísima de la desfiguración de los hechos, sacándole su rostro enigmático e hiriente, desplazando la verdad a la vista del suicidio por un conjunto de señuelos fabricados por una instancia de provocación que ha ganado a una parte de la sociedad” (…) “Hay que saber ahora que estamos ante la violencia encubierta del Estado, con sus expedientes que llevan en sí mismos una carga de muerte aunque las órdenes explícitas no digan lo que dice el aire enrarecido y estropeado que respiran. Ella se complementa con la otra clase del Mal que en sus laberintos de barro esconde una máscara reversible. ¿Y qué esconde ésta, en su oscura sabiduría? El llamado a la bondad, al baldeo de la vereda, para que escurran los desperdicios luego de que pasó el anticristo. ¡Vengan los buenos vecinos a limpiar paredes y pavimentos de la Plaza de Mayo! ¡Hemos sido convocados por el alcalde de Primer Voto para mostrar cómo fregamos los detritus segregados por el demonio! ¿Será soportable la existencia en un país donde constantemente se llama a exhibir una efusión de luz contra el Angel de las tinieblas?” (…) “Un aparato fantasmagórico de comunicadores, políticos, jueces, policías, agentes, provocadores, propietarios y gerentes de los “latifundios morales de una época”, ha plasmado una ideal nocturnal del Crimen. Ese lugar lo pueden ocupar mapuches, kirchneristas, periodistas independientes, sacerdotes, intelectuales, padres y hermanos de desaparecidos, militantes de organismos de derechos humanos, abogados autónomos. La particularidad es que esta maquinaria funciona con más ahínco cuando el crimen es cometido por ellos, de un modo que podemos conceder que no sea deliberado, pero que deben encubrir, disfrazar, arrojarlo al enmarañado reino de las pistas falsas” (…) “El gobierno se torna así el gobierno de complotados mientras gritan al resto de la humanidad, como un polichinela de kermesse, ¡háganse cargo! ¡háganse cargo-¡” (…) “El encubrimiento tiene un recurso fundamental que aquí acabamos de escribir: el conocido “agente provocador” ¿Quién es? Podemos imaginar su perfil, porque es muy antiguo, proviene del arcaísmo de las policías y guardianes del Estado en todo el ciclo moderno. Son un desdoblamiento nada simple, por el contrario, muy arduo, del propio aparato represivo. Son los encargados de resolver una tensión que las muchedumbres siempre abrigan. ¿Qué es una multitud que manifiesta su justa indignación? Un manojo de tensiones responsables, exaltaciones contenidas. El agente provocador, por el contrario, es un ser especial que tiene un alma doble. Por un lado, el ser íntimo de la racionalidad policial por la cual produce un hecho que las gentes en reunión no desean producir, porque lo mantienen apenas como indignación latente en su conciencia. Por otro lado, el agente provocador, en su propia conciencia dividida, lo sabe. Se siente el reverso sistemático del militante, para arruinarlo, actuar por él, enmascararse dentro de la conciencia crítica con la burlona mueca del que sabe encarnarla por el reverso y mandarla al cadalso. Le infiere la violencia que particularmente él tiene, pues es la misteriosa figura que lanza la primera piedra hundida en la violencia no uniformada del Estado en las sombras” (…) “La vestimenta del Orden precisa el pretexto sin vestimenta del Desorden Imaginado. Y simultáneamente, produciendo él el desorden originario que está en su propia historia. El origen de todo Estado es su desorden primitivo, es su violencia soterrada, resguardada, hecha ley, pero con su gatillo interno siempre preparado para recordar su caos nativo, su disparate fogoso, su bomba molotov ancestral, su equipamiento de siete kilos en la mochila ( ¿cómo correr a alguien así?) y su culatazo en las penumbras letales, silenciosas, ajenas a toda ley. Hay ahora, en marcha, una violencia ilegal. Es la que surge del mismo ámbito donde un Intendente, luego del festival de la furia por ellos mismo provocado, llama a las amas de casa a limpiar los canteros de la Plaza”.

En su edición del 7 de septiembre, Página/12 publicó un artículo de Gustavo López titulado “El pacto democrático”. Escribió el autor: “(…) La sociedad argentina y las fuerzas políticas que la representan decidieron en la recuperación democrática que Nunca Más un golpe, que Nunca Más una interrupción del orden democrático y que Nunca Más al terrorismo de Estado que tuvo consecuencias atroces como los crímenes de Lesa Humanidad” (…) “Hoy vivimos con preocupación, por primera vez en 34 años de recuperación democrática, que el Pacto del Nunca Más se puede resquebrajar. Sabemos cómo empieza y sabemos también cómo termina, motivos suficientes para frenar acá” (…) “Existe en el Gobierno de Macri un núcleo duro ajeno desde su historia política al Nunca Más. Sus empresas o sus familias estuvieron ligadas al accionar de las dictaduras por acción o por omisión y siempre en procura de negocios, fin último del lucro empresarial. Pero son muchos los dirigentes políticos del propio oficialismo que provienen de tradiciones políticas democráticas y que formaron parte de los acuerdos en los primeros años de la década del 80, que deben balancear desde sus opiniones a los sectores más reaccionarios respecto de la democracia plena” (…) “Las luchas político partidarias definen un modelo económico o un modelo social. Nosotros nos opusimos al pago de la deuda a los fondos buitre, otros la renegociaron. Podemos discutir el modelo jubilatorio o la Ley Laboral…pero no se pueden discutir ni el orden democrático ni el respeto irrestricto a los derechos” (…) “Hoy Santiago Maldonado es un desaparecido y la figura que se aplica es la de desaparición forzada” (…) “Más de un cuarto de millón de personas nos expresamos democráticamente en las calles exigiendo su aparición con vida y exigiendo además, la acción positiva del Estado Argentino a esa desaparición. La respuesta fue, hasta ahora, la negación de los hechos, la provocación y la represión a la manifestación multitudinaria” (…) “La democracia pende de un hilo y pasar al Estado de Excepción, en el que las garantías constitucionales queden subordinadas a la seguridad del Estado, es un paso al vacío”.

En su edición del 7 de septiembre, La Nación publicó un editorial titulado “Una desoladora guerra entre facciones”. Escribió el mitrismo: “La vida pública nacional está exhibiendo en estas horas uno de sus rasgos patológicos. Una polarización dramática, facilitada por una deficiencia cada vez más perniciosa: la ausencia de un tercero que determine la verdad o la falsedad de las acusaciones. La justicia federal está perforada en su credibilidad” (…) “La crisis política que abrió el drama de la desaparición de Santiago Maldonado se sostiene y agiganta en esta indigencia institucional” (…) “La fractura conceptual es tan aguda que puede alterar las percepciones” (…) “El gobierno cree que la izquierda, en especial el kirchnerismo, quiere plantarle un desaparecido que corrobore una tesis preexistente: Macri, basura, vos sos la dictadura” (…) “La familia de Maldonado y la izquierda suponen que es el gobierno el que quiere plantarles ese desaparecido. A ese objetivo se dirigía, sostienen, la hipótesis de que el joven había sido acuchillado la noche del 21 de julio durante un ataque mapuche a una estancia de Benetton” (…) “Para arbitrar esta guerra de conjeturas sólo se dispone de un sistema judicial lentísimo que, por momentos, se coloca fuera de la ley. Las pruebas de ADN, que, por ejemplo, en China se resuelven en 24 horas, tardan meses. Al cabo de semanas enteras, concluyeron las que invalidaron la teoría de la puñalada del puestero. Las que deben determinar si los restos orgánicos que se encontraron en una camioneta de Gendarmería son del desaparecido siguen demorándose” (…) “A estas limitaciones materiales se agregan algunas aberraciones institucionales. La justicia retrocedió en una investigación ocular del escenario del operativo que realizaron los gendarmes. Acató la orden de los mapuches según la cual no se podía ingresar en determinados terrenos porque eran lugar sagrado” (…) “Quiere decir que, para esclarecer una desaparición forzada, tal vez ejecutada por una fuerza de seguridad que se puso al margen de la ley, los investigadores también se ponen al margen de la ley” (…) “Las hipótesis sobre el destino de Maldonado siguen siendo problemáticas. Aun la más verosímil: que haya sudo víctima fatal de la brutalidad de unos gendarmes. Ya se descartó que fuera acuchillado el 21. Parece ser demasiado tarde para imaginar que el joven murió ahogado” (…) “El Gobierno-y, sobre todo, el personal de Gendarmería-aún confía en que Maldonado esté vivo. ¿Podría estar en Chile? Para eso se examinan sus teléfonos. Es una presunción un poco descabellada. Si existe un grupo capaz de cobijarlo, o de tenerlo secuestrado, sin dejar rastros, habría aparecido una organización más temible que Al-Qaeda” (…) “La presunción de que los responsables de la desaparición pertenecen a la Gendarmería, que la familia y las organizaciones de derechos humanos defienden desde un comienzo, ganó densidad en las últimas horas” (…) “El mapuche Santana, además, aportó el primer testimonio identificable que imputa al personal de la fuerza. El relato de Santana es, de todos modos, enigmático. No se entiende por qué tardó más de un mes en contar lo que sabía. Aunque los organismos de derechos humanos afirman que el juez y la fiscal nunca se interesaron en sus testimonios” (…) “Santana aportó el primer relato sobre la presunta responsabilidad de la Gendarmería en la misteriosa peripecia de Maldonado. De corroborarse su versión, sería gravísimo. Se estaría ante una desaparición forzada cometida por un grupo de uniformados que actúan por su cuenta, como fue, por ejemplo, la de Luciano Arruga. Los gendarmes habrían actuado en el marco de un procedimiento judicial. Esta excepcionalidad es la que, además de alarmar, plantea la principal incógnita: ¿cuántos agentes de la Gendarmería deberían complicarse en ese siniestro operativo?” (…) “¿Arrojaron el cuerpo a un barranco? ¿Lo enterraron? ¿Con qué herramientas? La justicia está investigando a la Gendarmería desde hace semanas. Hasta anoche no había ningún imputado. Pero la carátula es “desaparición forzada”. Otra incongruencia” (…) “En el inframundo de la seguridad se interpreta que la rivalidad entre los gendarmes y la Federal recrudeció por el peritaje sobre la muerte de Alberto Nisman” (…) “El panorama no puede ser más desolador. Facciones que se tiran con cadáveres sirviéndose de organismos de seguridad que se embanderan en la disputa de poder” (…) “El derrumbe de la hipótesis del cuchillazo cayó en el gabinete como un balde de agua fría. Macri y su equipo estaban abrazados a esa teoría por reiteradas exposiciones de Patricia Bullrich ante el gabinete. Desde hace 48 horas el oficialismo intenta darse una estrategia discursiva frente a un problema que pareció estar en un margen de su agenda” (…) “Bullrich piensa asistir al Congreso. La convocó la Comisión Bicameral de Seguridad Interior, que preside Sergio Massa. En la Casa Rosada sonaron las alarmas. Bullrich sólo hablará en la Comisión de Seguridad de Diputados. La campaña vuelve a atravesar el caso Maldonado. Bullrich está en una encrucijada. Es tarde para remover personal de Gendarmería sin que se vaya el jefe de la fuerza. Si ello ocurriera, se redoblaría la presión para que renuncie ella”.

En su edición del 6 de septiembre, Página/12 publicó un artículo de Adriana Meyer titulado “Maten a uno, indios de mierda, los vamos a cazar”. Escribió la autora: “A la misma hora que Mauricio Macri decía estar “preocupado” y ocupándose “todos los días” de la desaparición de Santiago Maldonado, se corrió el velo de la sospecha que pesaba sobre los principales testigos que declararon haber visto cómo la Gendarmería se llevó al joven el 1 de agosto tras reprimir a la comunidad mapuche de Cushamen. “A Santiago se lo llevó la Gendarmería, tenía puesta la campera celeste que yo le había prestado, vi cómo lo golpearon y lo metieron en una camioneta que salió rumbo a Esquel”, dijo Matías Santana ante la justicia y lo repitió a los cronistas en la puerta de los tribunales de Esquel” (…) “Además de Santana, ayer declararon Soraya Maicoño Guitart y Neri Garay, las dos mujeres que salieron de la Lof para denunciar la represión pero fueron detenidas durante seis horas en la ruta. Tanto al entrar como al salir de la comunidad vieron a Maldonado en la casilla de guardia. También se presentó ante el juez federal Guido Otranto una mujer de nombre Claudina, quien llevó a Maldonado a la Pu Lof el día anterior y estuvo con él durante la balacera de la represión, donde por muy poco no recibe una herida de bala en la cabeza” (…) “Gendarmería avanzaba por toda la ruta, todos los lamienes (hermanos y hermanas) estaban del lado de adentro, pero luego hicieron autodefensa con hondas de revoleo, escuché el grito de “la tranquera”, los gendarmes que forman fila y la camioneta unimog, hay un ruido como de choque. En ese momento fui corriendo a la guardia porque estaban mis hijos y ahí veo a Santiago que agarra la mochila y se va corriendo hacia abajo, para el río. Un gendarme completamente alterado llegó preguntando a dónde lo teníamos escondido (en referencia a alguien que se les había escapado, que sería Santiago) y mientras el tipo gritaba órdenes de acá para allá pude ver a la unimog que estaciona con la parte trasera hacia el río”, volvió a relatar ayer Claudina, esta vez ante el juez Otranto. Durante la declaración de Claudina intervino el abogado de la Gendarmería, dado que el juez Otranto los tuvo como parte en el expediente. El letrado hizo preguntas pero se habría manejado de manera correcta con la testigo. Una fuente que presenció las audiencias destacó ante Página/12 que los testimonios fueron muy precisos y persuasivos, a pesar de que los declarantes expresaron su dolor por la ausencia de Santiago y hubo que superar “aspectos culturales” para que estuvieran en condiciones de hablar ante la justicia” (…) “Al salir del juzgado, el peñi Matías Santana, acompañado por Maicoño dijo que “Gendarmería, y el poder político y judicial están ocultando muchas cosas, por eso tuvieron que levantar el secreto de sumario, por las irregularidades que hay. Es chocante que el mismo juez que manda a reprimirnos sea el que lleva adelante el habeas corpus, nos da mucha impotencia que el Estado se presente como querellante defendiendo a esos uniformados que entraron ilegalmente al territorio para cazar a un mapuche”. Ante las preguntas de los cronistas, enfatizó: “No somos el enemigo interno, no somos terroristas ni delincuentes, acá hay una persecución política a nuestra propuesta de ser un pueblo autónomo a la cual el compañero Santiago respetaba y adhería. Pedimos que no digan más mentiras, sólo queremos reclamar nuestro derecho a la tierra” (…) “Vayan a buscar a Bullrich, a Noceti, o a Bustos (el periodista Ricardo), que es otro que aquí tiene responsabilidad en lo que está pasando, es un testigo clave y no lo han llamado”, se quejó el peñi. “Llamo al poder popular, sigamos en la calle por la libertad de Facundo y la aparición de Santiago”, agregó”.

En su edición del 6 de septiembre, La Nación publicó un editorial titulado “Ante una intolerable ola de violencia”. Escribió el mitrismo: “Una lamentable y peligrosa escalada de violencia se viene registrando en nuestro país en los últimos tiempos: violencia verbal y física. Amenazas, ataques incendiarios, manifestantes encapuchados y con palos que cortan calles, queman neumáticos y contenedores de residuos, hieren a personas y destruyen edificios “(…) Lo ocurrido el viernes último durante las marchas en reclamo por la desaparición de Santiago Maldonado representa un hecho gravísimo” (…) “Tanto en la Plaza de Mayo como en el Bolsón, en Río Negro, donde un grupo de encapuchados arrojó piedras y bombas Molotov contra el Escuadrón 35 de Gendarmería Nacional, o en los ataques y destrozos registrados en Neuquén, se notó con claridad la presencia de pequeños grupos de vándalos perfectamente coordinados para sembrar el caos y desvirtuar el motivo que inspiró las movilizaciones: pedir a las autoridades políticas y judiciales que se intensifiquen todos los esfuerzos para que aparezca Maldonado, de quien nada se sabe hace ya más de un mes” (…) “Hace ya mucho tiempo que en el país se vienen sucediendo declaraciones intemperantes de figuras de fuerte peso político llamando a la desobediencia y a sembrar el caos, provocando y generando malestar entre la población” (…) “Varios ministros, el propio presidente y su pequeña hija han recibido amenazas de muerte. La gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, ha debido mudarse tiempo atrás a una base militar con su familia; se suceden escraches que, por descuido o ineficiencia de quienes protegen a las máximas autoridades, llegan casi a las puertas de los lugares donde éstas se reúnen. Se lanzan consignas agitadoras que encierran mucho más que una opinión. No puede dejar de repararse en la pronunciada por la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto: “si pudimos con Videla, vamos a poder con Macri” (…) “Un fiscal federal, Enrique Senestrari, intentó suavizar sus dichos referidos a que “hay que voltear a Macri” (…) “En un congreso del Frente Unidad Ciudadana, en Avellaneda, se usó como arenga la consigna “Hay que echar a Macri o terminamos todos presos”. Quizás esa expresión explique como muy pocas otras los múltiples motivos que se cruzan en esta escalada de violencia de parte de quienes temen ser detenidos por la gruesa serie de delitos que han venido cometiendo amparados por buena parte de los poderes políticos y judiciales precedentes” (…) “La propia ex presidenta Cristina Kirchner volvió a mostrarse tal cual es, después de haber apelado a una forzada mansedumbre antes de las PASO, hablando de robo electoral, de secuestro de resultados, entre otras tantas acusaciones infundadas” (…) “Decir que esta violencia que ahora se acrecienta ha tenido sus orígenes en el propio recambio presidencial no es equivocarnos. ¿Quién si no Cristina Kirchner busca constantemente y por todos los medios deslegitimar desde entonces al actual gobierno, al que ni siquiera se dignó traspasarle los atributos del mando?” (…) “No es admisible defender un derecho pisoteando el de los demás” (…) “Nuestra historia nos ha demostrado largamente que la violencia jamás puede resultar un recurso idóneo para realizar reclamos” (…) “El caso Maldonado debe ser resuelto mediante hechos probados por las investigaciones judiciales, y condenados por quienes corresponda condenar” (…) “Tanto la intolerancia como la inacción frente al accionar violento dañan la democracia. No podemos desentendernos los argentinos de lo que grupos minúsculos, pero absolutamente dañinos, pretenden volver a sembrar entre nosotros”.

En su edición del 6 de septiembre, Clarín publicó un artículo de Eduardo van der Kooy titulado “Son horas de mucho desconcierto”. Escribió el autor: “La Argentina navega una incertidumbre que se agiganta cada día por la desaparición de Santiago Maldonado, ocurrida durante el primer día de agosto. Una pista que se mantenía con vida murió en las últimas horas: el perfil genético encontrado en la ropa del puestero Evaristo Jones, que había herido a una persona el 21 de julio en un incidente en la estancia El Maitén, no coincide con el de Maldonado. El caso habría regresado, de ese modo, casi a fojas cero” (…) “Mauricio Macri y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, dieron vueltas ayer en torno a ese enigma durante una cita en la casa Rosada. Hubo otros concurrentes” (…) “Ninguno atinó a buscar, porque quizás no existe, alguna alternativa al par de opciones que se mantiene en pie: o el artesano, como señala la oposición, se lo llevaron los gendarmes o se fugó por propia voluntad. ¿Por qué? ¿Para qué? Nadie posee una respuesta” (…) “Los 40 gendarmes (la denuncia inicial habló de 400) que hicieron el operativo en un predio del Departamento de Cushamen, como motivo de un corte en la ruta 40, fueron indagados y sumariados. De esa acción no pudo desprenderse ni una huella sobre el paradero de Maldonado” (…) “Tampoco resulta convincente la otra historia: que el artesano se haya escondido ocultado” (…) “Haría falta para tal operación, dicen los investigadores, una logística que no tendrían” (…) “Esa verdadera maraña es la que tiene desconcertado al Gobierno. La misma que, por otra parte, transforma el caso Maldonado en una cuestión excluyente de la agenda pública. El debate reconoce dos tiempos. Uno se desarrolló con menor intensidad hasta la realización de las PASO. El otro escaló a partir del domingo 13 de agosto. Y existe un reclamo colectivo sobre la suerte del artesano desparecido. Existe además una demanda de la oposición política que coloca su lupa sobre la responsabilidad de la Gendarmería. El gobierno no tiene respuesta para ninguna de las cosas” (…) “Las PASO parecieron convertirse en un telón de los actores. El kirchnerismo y la izquierda se ocuparon en la campaña hasta entonces de las víctimas del ajuste económico-social de Macri. El gobierno, ocupado en capear el embate, pareció descansar, en exceso, sobre las vías burocráticas de la Justicia y las fuerzas de seguridad para atender la desaparición de Maldonado. Transcurrieron dos semanas que pudieron resultar cruciales” (…) “Al Gobierno le habrían faltado olfato y reflejos para evitar que el cuadro adquiera la dimensión que tiene. No ofreció un resquicio para la descompresión que lo muestra en el ojo de la tormenta. Allí permanecerá hasta que no se sepa algo sobre Maldonado. Pudo haber solicitado a los jefes de Gendarmería del operativo en Cushamen que se colocaran, con licencia temporaria, a disposición de la Justicia. Bullrich debió, a lo mejor, haber tenido un gesto similar con su jefe de Gabinete, Pablo Nocetti” (…) “La ministra de Seguridad es ahora la presa codiciada por la oposición política. Cristina Kirchner la acusó de encubrir a la Gendarmería y le pidió que renuncie. Algo que la funcionaria no hará porque cuenta con pleno respaldo de Macri. Sergio Massa fue en igual dirección que la ex presidenta. Felipe Solá, el primer candidato a diputado por 1País, sostuvo que la ministra es “impresentable” (…) “El tono de la mayoría de la oposición denota dos cosas. La gravedad del problema por un lado” (…) “Además, el cambio de eje en la campaña. Maldonado estaba desaparecido bastante antes de las PASO. Cristina lo había mencionado sólo dos veces en catorce días. Una de ellas, la madrugada del lunes 14 cuando denunció una maniobra del Gobierno por la suspensión-en desventaja-del escrutinio provisorio en Buenos Aires” (…) “La ex presidenta va deslizando su mensaje de campaña hacia el territorio de la institucionalidad. Una verdadera audacia de ella sobre un pantano” (…) “Lamentó el deterioro político de la Argentina. Enarboló la desaparición de Maldonado. Tampoco se privó de subrayar la ola represiva desatada en la marcha por el artesano. Uniendo ambas cuestiones intentaría injertar en el imaginario colectivo una asociación que todavía no cuajó. Y que difícilmente ocurra. “Macri, basura, vos sos la dictadura”, se han cansado de corear el kirchnerismo y la izquierda”.

En su edición del 5 de septiembre, Página/12 publicó artículos de Alejandra Dandan (“No sabía dónde estábamos ni adónde íbamos”) e Irina Hauser (“Actas fraguadas y detenciones sin pruebas”).

Escribió Dandan: “Cristian Vázquez tiene 30 años, trabajaba en el área de sistemas de una empresa de Defensa y México. El viernes, casi a las ocho de la noche salió del trabajo y como todos los días caminó por Defensa en dirección a Plaza de Mayo. Cuando llegó, encontró el final de la marcha por la desaparición de Santiago Maldonado. Sacó su celular para empezar a trasmitir en directo lo que pasaba. Se detuvo a preguntar a la gente qué ocurría y se dio cuenta de que estaban deteniendo a un periodista. En la última imagen de su cámara se ve el gas pimienta chorreado. Pasó las siguientes cuarenta y ocho horas detenido, incomunicado” (…) “¿Qué pasó el viernes? “Estaba saliendo del trabajo, en Defensa y México. Trabajo en el área de sistemas de una empresa. Habré estado hasta las siete y media. Me voy para Defensa hasta Plaza de Mayo, como hago todos los días, y me quedé mirando la marcha. Había mucha gente que se estaba yendo, otra que seguía ahí, y de repente la policía empezó a avanzar. Había manifestantes que se estaban enfrentando. Corrí para la casa de gobierno porque parecía una cacería” (…) “Para cualquier lado por dónde queríamos ir había un desastre, piedrazas, la policía tirando con las escopetas” (…) “En un momento quisieron agarrar a un periodista. Yo mismo lo vi, estaba siendo detenido. Fueron otros colegas a querer sacarlo y no hubo opción: creo que se lo llevaron igual. En ese momento, cuando la gente se dispersa, un policía me tira en la cara, a medio metro, gas pimienta. Me detienen y me suben a la camioneta” (…) “¿Pudo decir algo? “Con el gas pimienta me caí, tengo en las rodillas unos moretones, me levantaron, me llevaron adentro” (…) “Era la primera vez que me detenían, nunca me habían tirado gas. No podía respirar, no podía ver, estaba esposado, no podía ponerme nada en la cara. Yo le decía al policía, pero no me decía nada. Me deja ahí tirado, en medio de la camioneta. Cierra. Y olvidate. Te tratan como cualquier cosa” (…) “¿Qué pasó después?” (…) “Subieron a otro muchacho, un chileno…él me dijo: “Yo soy periodista, a mi me agarraron de la nada”. Y así empezaron a subir a un montón de muchachos. No tenían nada que ver con los incidentes” (…) “No teníamos noción del tiempo. Subieron a unas chicas. Y de pronto sube una mujer de la policía de la Ciudad, y empieza a preguntar nombres y apellido. Y en un momento dice: “Bueno, como no me responden, ¿qué quieren? ¿Ser desaparecidos también?” nos empezamos a preocupar, fue un momento incómodo para todos porque no sabíamos dónde estábamos, dónde íbamos a ir, la camioneta daba vueltas” (…) “Hasta entonces tenían los teléfonos. “Hasta ahí todos teníamos celulares y estábamos con precintos, pero nos empezamos a ayudar” (…) “Nos preguntábamos qué iba a pasar. No entendíamos nada y estábamos asustados. Un momento terrible” (…) “¿Qué pasó después? “Nos llevaron a Saavedra, la Comuna 12” (…) “No hablaban (los policías). Nos tomaron las huellas” (…) “Nos sacaron los celulares, nos sacaron todas las cosas de valor” (…) “Cada uno fue a una celda individual. Y pasamos toda la noche del viernes en una celda individual. A la madrugada nos levantaban a cualquier hora a tomar las huellas de nuevo, declaración de nuevo. El sábado siguiente seguimos sin saber qué iba a pasar. Vino la policía a la celda de cada uno a preguntar si teníamos teléfono de algún abogado” (…) “Cuando preguntábamos qué va a pasar, siempre decían no sabemos: “Esto recién comienza”. Así, hasta que llegaron los trasladados a Comodoro Py del domingo y otra vez dilataron todo, fue terrorífico” (…) “¿Los desnudaron? “En plena madrugada, del sábado o domingo-no recordás ni dónde estás-, pero eran como las tres de la mañana, empezaron a golpear las celdas para despertarnos y escuché que una de las pibas estaba gritando y después me enteré, dicho por ella, que se metieron en su celda y la hicieron desnudar” (…) “¿Le dijeron de qué lo acusaban? “Me dijeron que estoy imputado y no podía creerlo: me nombraron a mí y otros chicos diciendo que se me vio agrediendo a la policía, resistiendo a la autoridad, atentando contra el Estado, tirando piedras, bombas molotov, cuando en ningún momento vi bombas molotov en la manifestación” (…) “Me asignaron un abogado público. Y todo así, no sabés qué va a pasar después. No dicen nada. Todo era incertidumbre” (…) “¿Cambió su visión de la policía? “Yo no tengo orientación política ni tengo un fanatismo político, pero te puedo decir que entendí la bronca de ciertos grupos con la policía: realmente lo entendí en primera persona. Uno piensa van a estar para cuidarte pero cuando formas parte de esto, te das cuenta el trato que tienen. Esto es cualquier cosa. Viene un político, levanta el dedo y dice “vayan a levantar a cualquiera para tener detenidos”. Teníamos mucha bronca. Acá hay un responsable que todos sabemos quién es. Te da bronca porque vos podés pasar por la calle y te levantan así y ahí se discute la democracia”.

Escribió Hauser: “La ostensible falta de pruebas contra las personas que fueron detenidas el viernes después de la desconcentración de la movilización por Santiago Maldonado llevó a cambiar el foco de la causa que quedó abierta en el juzgado de Marcelo Martínez de Giorgi y ponerlo en la policía. El fiscal Ramiro González pidió que declaren como testigos los agentes de la Ciudad y de la Federal que protagonizaron el operativo feroz. Es alevosa la discrepancia que existe entre las actas policiales y los relatos de las personas arrestadas, que afirman no haber participado en los hechos que les adjudican ni haber sido detenidos en el lugar que figura en los papeles. La fiscalía solicitó que los canales de televisión, empresas y ciudadanos que tengan registros fílmicos de los acontecimientos aporten el material para cotejar los relatos e identificar posibles involucrados que no fueron detenidos. Empezó a intervenir también la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) que recibió denuncias por detenciones arbitrarias y lesiones” (…) “El juez dispuso algunas de las medidas pedidas por el fiscal e implantó el secreto de sumario, lo que restringirá el acceso al expediente a los defensores por una semana. Algunos de los abogados tomaron la citación a los policías a dar testimonio con cierta desconfianza. Quieren ver cómo se encauza la investigación” (…) “Los delitos que se les adjudicaron a los 31 detenidos son daños, lesiones, resistencia a la autoridad e intimidación pública. Como quedó a la vista en varias de las indagatorias, las actas redactadas por la policía les adjudican a varias personas lo mismo (derribar el vallado frente a la Casa Rosada y agredir a personal policial con botellas y piedras y quemar tachos de basura) y ponen horario y lugar de detención que no se condice con el que señalan los detenidos” (…) “Un joven a quien defiende Aníbal Ibarra aparece detenido a las 20.18 pero a las 20.50 le había mandado un mensaje a su pareja diciéndole que estaba bien, pero al instante dice que lo detuvieron. Fue notable el caso del docente José Morales, que figura detenido también en la plaza pero estaba en una pizzería en la calle Bernardo de Irigoyen y mostró el ticket. Algunos de los detenidos refirieron situaciones de maltratos y amenazas” (…) “El fiscal González pidió un listado de siete medidas. Las testimoniales de los policías que participaron en detenciones las pidió para que indiquen “cómo fueron las circunstancias previas a la detención, la hora, y en qué lugar se produjeron los hechos que derivaron en la detención”. A la vez quiere que se determine la gravedad de las lesiones que alegan haber sufrido. También requiere que alguna fuerza de seguridad a definir por el juez haga un “compilado” de las filmaciones que tomó la propia policía de los procedimientos” (…) “González le señaló al juez que alguna fuerza de seguridad tendría que hacer un cotejo de las fotos de los detenidos en las filmaciones y determinar si “otras personas participaron de los hechos investigados”, y que se verifique la participación de los ya imputados” (…) “La Procuvin, a cargo de Félix Crous, comenzó a intervenir también ayer cuando recibió las primeras denuncias de personas detenidas y heridas. Esto generó la apertura de una investigación preliminar y un pedido de informes al Ministerio de Seguridad, entre otras cosas, sobre la presencia de policías de civil y sin identificación, que habrían participado incluso en las detenciones” (…) “Rodríguez Larreta justificó el accionar de la policía con el argumento de que “actuó cuando surgieron las situaciones de violencia, cuando empezaron a tirar piedras con palos” y dijo que de todos modos “se abrió un sumario interno” para evaluarlos”.

En su edición del 5 de septiembre, La Nación publicó un artículo de Loris Zanatta titulado “Qué busca la izquierda europea en América Latina”. Escribió el autor: “ (…) Además, hay diferentes tipos de izquierda: la hay reformista y redentiva. Bueno, la izquierda redentiva europea se ha siempre sentido muy atraída por América Latina. Más bien: por una cierta idea de América Latina. Y como América Latina es su reserva de caza, esa idea se impone” (…) “América Latina se presta a un relato histórico acorde a los valores de la izquierda: es el área de mayor desigualdad social, padece una atávica discriminación étnica y de género, cae dentro de la esfera de la mayor potencia liberal y capitalista. De ahí a mezclar estos ingredientes, sazonarlos con una buena dosis de indignación moral, y sacar deducciones apocalípticas que conducen a la catarsis revolucionaria, hay apenas un paso. Y la izquierda europea está ansiosa por darlo. Y la izquierda europea está ansiosa por darlo. Para ella, América Latina es el epítome de la dominación de clase e imperialista, de las injusticias del capitalismo, de la farsa de la democracia liberal” (…) “Madre de este mito latinoamericano de la izquierda europea es la revolución Cubana, el primer oasis latino del turismo revolucionario. La misma generación que en 1968 encendió Europa invocando sexo, drogas y rock and roll en contra de la sociedad patriarcal, fantaseaba sobre esa remota revolución tropical que en cambio imponía un puritanismo austero, teorizaba sobre una extraña eugenética para redimir de las desviaciones sexuales y enviaba a los campos de trabajo aquellos que escuchaban a los Beatles” (…) “Desde entonces, se han visto cosas de todo tipo y todas, hechas con la misma arrogancia. Les tocó a los sandinistas acender a héroes de la izquierda europea, hasta que la piñata que se repartieron en 1990 avergonzó a muchos. Pero afortunadamente se levantó el subcomandante Marcos: por años en Chiapas se sintió hablar más alemán o italiano que náhuatl. Entonces llegó Chávez, finalmente, y el bombo volvió a retumbar. Cuando el chavismo nadaba en oro, Caracas se llenó de cerebros franceses, españoles e italianos en busca de buenos contratos: su paso no dejó rastro” (…) “El caso más patético es el amor a Pepe Mujica. Su caso testimonia la gran fuerza de la democracia uruguaya, capaz de transformar a un guerrillero en presidente constitucional” (…) “¿Y Lula? La izquierda le perdona todo: si el acusado de corrupción es un adversario, seguro que está podrido, pero si es Lula, debe estar detrás la CIA” (…) “¿Pero qué busca la izquierda europea en América Latina? ¿Por qué crea un estereotipo, un mito para condolerse y redimirla, para seducirla y después abandonarla? Como siempre, el mito no concierne a su objeto, sino a quién lo crea y lo cree. Y la izquierda busca en América Latina sus sueños perdidos, la utopía que le tocó abandonar en Europa, donde tuvo que tragarse lo que siempre había querido barrer: la democracia liberal y la economía de mercado” (…) “De ese modo, la izquierda europea hace daños: impulsa el utopismo latinoamericano que destruye la democracia, las buenas instituciones y el crecimiento económico; los ingredientes que han permitido el despegue europeo. Y alienta su opuesto, los impulsos que habían llevado a Europa al totalitarismo y a la guerra civil. Es como si ella quisiera vengar en América Latina su derrota histórica en Europa ¿No hay en eso un racismo implícito?” (…) “Es como si no aceptara que los latinoamericanos puedan transitar a una sociedad más justa e inclusiva de la misma forma democrática y reformista de la que se beneficiaran los europeos, sino sólo a través del más grosero populismo. Ese costal de la izquierda juega en dos mesas: la democrática cuando no hay alternativa, la revolucionaria apenas puede”.

En su edición del 5 de septiembre, Clarín publicó un artículo de Luis Alberto Romero titulado “Una memoria abierta del pasado”. Escribió el autor: “Quizá Macri esté pensando en invadir las Malvinas. ¿Por qué no? Ya se sabe que él “es la dictadura”, que sus políticas son neoliberales, que hambrea y reprime al pueblo y-novedad reciente-que promueve la desaparición forzada de personas” (…) “Así piensan los enragés, los rabiosos” (…) “Lo mostró hace pocos días, con motivo del caso Maldonado, la sectaria acción impulsada por CTERA en las aulas” (…) “Estos grupos obnubilados por la fantasía, comunes en el mundo, son hoy un problema serio en la Argentina. El país necesita debatir y llegar a acuerdos sobre cuestiones tan importantes como urgentes” (…) “Un grupo, minoritario pero efectivo, se atrinchera detrás de la brecha discursiva que han construido. Otro grupo-por suerte, menor-les hace el juego devolviendo insultos y piedrazos. Entre ambos corre el “relato”, la admirable construcción que nos legó el kirchnerismo, cuyo atributo principal reside en reconstruir permanentemente esa división, sumando y articulando divergencias y conflictos parciales” (…) “Su éxito reside en la capacidad para integrar tres tradiciones que ya estaban hondamente instaladas en nuestra cultura política. La primera es una versión nacional y popular de nuestro pasado, que habla de la lucha eterna entre el pueblo y la nación, amenazados por los grandes poderes mundiales y sus socios o agentes locales” (…) “La segunda, más cercana y acotada, es el “setentismo”, una versión en clave revolucionaria de aquel relato, cuyos protagonistas son las organizaciones que hablan en nombre del pueblo, con la palabra o el fusil” (…) “La tercera proviene de una rama del movimiento por los derechos humanos, cuya raigambre originaria fue incuestionablemente liberal. Ya en 1984 fue visible el desarrollo de una línea intransigente-las señoras Bonafini y Carlotto son sus figuras más conocidas” (…) “El kirchnerismo hizo una síntesis admirable de estos tres argumentos, que unidos se potenciaron. Pero además, durante doce años usó las herramientas del Estado para implantar su relato en diversos lugares, desde la educación hasta los medios de comunicación, pasando por los lugares de la memoria, los monumentos, los feriados y celebraciones patrióticas” (…) “Este relato, que ensambla poderosamente presente y pasado, está hoy instalado en nuestra memoria colectiva, de manera perturbadora y traumática” (…) “Es posible que el kirchnerismo se diluya, pero esta memoria acuñada se conservará allí donde quedó instalada, como por ejemplo en muchos vocablos de Wikipedia, reescritos de manera militante” (…) “Quizá sea el momento de iniciar una tarea tan difícil como larga: revisar esos núcleos duros, donde cristalizan los sentidos, remover lo que sea sectario y devolver a nuestra memoria histórica su carácter abierto y plural. Es una tarea cívica, que convoca a todos los que, de uno u otro modo, trabajan con la historia pública” (…) “No se trata, en suma, de reemplazar un relato por otro sino de abrir el pasado a una comprensión plural, diversa, que invite a la conversación y a la discusión abierta, para que las opiniones, que deben formarse, tomen en cuenta las de los otros. En suma, una memoria abierta del pasado, que es lo propio de una sociedad democrática y plural. Quizás esto ayude a atenuar la tendencia a abroquelarnos tras las brechas que construimos. Quizá nos ayude a acotar un poco el disparate”.

En su edición del 4 de septiembre, Página/12 publicó artículos de Mempo Giardinelli (“La Paz es la tarea”) y Eduardo Aliverti (“Y después del viernes, ¿qué?”).

Escribió Giardinelli: “La Nación tituló ayer domingo: “El gobierno apunta al kirchnerismo por los disturbios en Plaza de Mayo”. Clarín, por su parte: “Indagan a los 30 detenidos durante la marcha por la aparición del artesano”. Son de libro y de una infantil obviedad: ni el nombre de Santiago Maldonado, ni el verbo desaparecer” (…) “Escriben (sus principales articulistas), a coro, que la violencia es ajena a este gobierno, y reparten acusaciones al voleo para enturbiar la verdad. Que no es otra que la desaparición forzada de un ciudadano a manos de la brutalidad de una fuerza militar que responde al gobierno” (…) “Ese otro Morales que desde La Nación es el verdadero ideólogo del macrismo, y es el más inteligente, frío y marrullero, escribió ayer: “Acusar al gobierno de la desaparición de Maldonado es sencillamente una perversión de la lógica. Es la violencia de las palabras, que siempre precede a la violencia de los hechos”. O sea verso, retórica vacía. Una perfecta nada que además de confundir exonera de responsabilidades a los funcionarios más cínicos. Como el propio presidente, que justo la última semana peroró sobre lo incalificable que es mentirles a los jueces. Tan luego él” (…) “Macri dispone de estos articulistas que acusan a los opositores de violentos, cuando la violencia que ensombrece a la Nación es, a todas luces, el recurso disciplinador de su gobierno” (…) “La violencia se cierne ya sobre el país y es el dato más grave de la realidad que vivimos. Esta columna viene anticipando la vocación de violencia del gobierno desde hace muchos meses. Innumerables textos prenunciaron lo que ya es evidente: que los violentos son ellos” (…) “Y no sólo porque son violencia el desempleo, la pobreza extrema, el desguace de la educación, la privatización de la salud o la desfinanciación de la Anses. Como son violencia…los Panamá Papers y el endeudamiento atroz con que engordan el dinero que fugan al exterior. Todo eso era pre-violento hasta que empezaron con los palos, los garrotes y las policías bravas en las calles, como reclaman los abominables “comentaristas” de los diarios que protegen a Macri. La violencia está en el ADN de este gobierno, que jamás podría sostenerse en el poder democráticamente” (…) “Los que estamos incondicionalmente del lado de la Paz tenemos el deber de desenmascararlos. Decir estas cosas; no tenerles miedo. Enfrentarlos desde la palabra y la acción” (…) “Porque ésta de ahora no es sólo una lucha política e ideológica. Es también moral y por la supervivencia de la Patria. O por lo que estos tipos nos dejarán de ella” (…) “La Paz es nuestra razón y es nuestra fuerza” (…) “Porque esto ya es un régimen. Una proto-dictadura. Un Estado represivo. Por eso cuando anuncian de antemano que “habrá fuerte control policial”, eso significa aval para la violencia de sus esbirros” (…) “Son feroces. Mezcla de nazis de los años 30 con videlitas de los 70. Mezcla de comandos civiles de la libertadora con grupos de tareas, ahora con redes de trolls y prensa a favor. Han hecho lo que se llama una “operación de falsa bandera”, que consiste en un montaje escénico para atribuir falsamente hechos de violencia a otro sector” (…) “Claro que también se acerca el tiempo de las autocríticas. Porque desde el campo nacional y popular se cometieron demasiadas torpezas. Mucho se hizo mal, para estar como estamos. Y va siendo hora de reconocer errores, aunque no gusten. Porque si no, ¿cuándo? Si nunca es hora, entonces nos seguirán atropellando y se perfeccionará la mentira de los mentimedios” (…) “Éste es un gobierno de violentos. De saco y corbata, y fotitos sonrientes, también ellos creen que llegaron para siempre y se preparan para una eternidad política a base de represión y jueces corruptos” (…) “Una vez más, y con el poeta Ezra Pound, es imposible describir un Paraíso cuando todas las indicaciones superficiales hacen pensar que debe describirse un infierno” (…) “No sea pesimista, reprocharán algunos. Respuesta: no pretendan engañosas esperanzas cuando la Paz es nuestra misión, nuestra responsabilidad. Nuestra tarea. Por la Paz, todo, con verdad e inteligencia”.

Escribió Aliverti: “La pregunta del título no atiende, por supuesto, a los incidentes tras la marcha en Plaza de Mayo, con clara infiltración servicial más allá de algún grupejo de trastornados que nunca faltan y que siempre son funcionales a los intereses de lo que dicen combatir” (…) “En estas horas se levantará el secreto de sumario. Tal vez se sepa algo más, aunque hay igualmente la percepción de que la justicia protagoniza una investigación plagada de extravíos y tendenciosidad, en línea con el firme paso gubernamental de culpabilizar a la víctima y a sus entornos y con la basura mediática que desde un primer momento sembró su cobertura con pescado putrefacto” (…) “La salvedad sería que fuera veraz, a más de verosímil, lo denunciado por Leopoldo Moreau: un pacto entre el ministerio de Seguridad y la cúpula de los gendarmes, para que ésta dirija las pericias por la muerte de Alberto Nisman a favor de la hipótesis del asesinato del ex fiscal. En contrapartida, el gobierno le garantiza impunidad a Gendarmería por la desaparición de Maldonado. Es decir, impunidad para sí mismo. Aun así, no todas las variables son necesariamente controlables en episodios como éstos y allí es cuando surgen las preguntas de Girotti que resumen aquella incógnita central. “¿Acaso estaba en los cálculos de los gendarmes de los escuadrones patagónicos la posibilidad de secuestrar y tal vez matar a un detenido desarmado? (…) ¿Qué habrá pasado por las mentes del grupo de uniformados que atraparon a Santiago Maldonado cuando ese día, después de la represión, regresaron a sus casas y a sus familias y ya sabían lo indecible? (…) ¿Es posible que, hasta hoy, ninguno de los implicados haya comprendido que el pacto de silencio a que los obligan es, también, una condena de por vida; y que el día en que este secuestro sea esclarecido esa condena será irrevocable? ¿Tiene sentido ese pacto de silencio cuando los únicos beneficiarios son los verdaderos criminales, los que han dictado las órdenes y se ocultan tras una cortina de humo mediática? (…) ¿Y los familiares de los gendarmes patagónicos qué dirán de los suyos cuando el nombre de Santiago Maldonado les atruene en los oídos? ¿Y los vecinos de los gendarmes que no quieren cruzarse de vereda cuando los enfrentan, aunque todo los compele a ello? ¿Y los compañeros de sus hijos en las escuelas, en los clubes de barrio, en las iglesias del pueblo, se mantendrán próximos o se alejarán irremisiblemente?” (…) “El viernes no hubo una marcha sino muchas, en casi todo el país, numérica y nuevamente conmovedoras, junto al reclamo internacional que tampoco para de crecer. Esas acciones de quienes activan el señalamiento y la denuncia, sea a través de redes, de manifestaciones periodísticas a las que se pretende aisladas, en la calle, son lo que sirve para frenar el abuso completo. La impunidad completa. Y por ahí es que emociona tanta gente que produce y reproduce el dónde está Santiago Maldonado. En las aulas, en las guardias de los hospitales, en los aeropuertos, en cada lugar y oportunidad que pueda aprovecharse” (…) Ese clima (represivo) de poder sacarse con la fuerza de las armas; de patotear y reprimir sin tanta vuelta porque tienen habilitación discursiva oficial, sin necesidad de que alguien les haya dicho literalmente que maten o que procedan a costa de lo que fuere. Lo que podría desbandarse no es la Gendarmería, en rigor y de seguro. Bastaría que lo haga un “suelto”, un arrepentido, un atormentado por lo que sabe, y eso es lo que los preocupa porque podrán controlar a la institución pero no-o no con certeza total-a alguno de sus integrantes al que la minoría intensa de la sociedad lo arrincona en sus probables pesadillas”.

En la misma edición, Página/12 publicó una entrevista que Jeremías Batagelj le hizo a Gustavo Sain, experto en informática y asesor del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Expresó el entrevistado: “Hay varios factores (que explican la baja tasa de denuncias sobre el cibercrimen). Por ejemplo, el derrotero de la gente. En un caso de fraude o de robo de datos personales, a los usuarios les interesa más el dinero que saber quién estuvo detrás del ataque. Alguien que le duplican la tarjeta de crédito quiere que el banco le recomponga el dinero. Después hay factores de tipo técnico, cuando ingresa un virus a una computadora, lo que más le preocupa al usuario es el funcionamiento del dispositivo. Es decir, no va a hacer la denuncia sino que va a instalarse un antivirus para combatirlo. Por último está el trámite administrativo: supongamos que a vos te hackean el mail, lo primero que vas a buscar es que se restablezca la cuenta, no saber quién fue” (…) “Los estados abordan la problemática del cibercrimen en dos aspectos: desde el punto de vista del derecho y desde la seguridad informática. En el primero se tipifican conductas vinculadas con ilícitos informáticos. Este enfoque es la solución a algo que ya sucedió y no tiene un fin preventivo. Y es algo insuficiente, porque ningún hacker está con el código penal en la mano al momento de realizar un ilícito. Luego, por otro lado, se encuentra el abordaje de la seguridad informática, donde se prevé protección de los datos y de la información desde el dispositivo mismo, es decir, el hardware. No hay en nuestro país una protección a los usuarios con una política de seguridad propia en cuanto a los derechos y libertades de Internet, ni tampoco un organismo central que establezca políticas no sólo en el plano técnico sino también en el desarrollo de Internet, que establezca directrices y que diseñe una legislación propia de la web” (…) “El plan de seguridad informática que propone Sain, dice Batagelj, tiene varios puntos en común con el marco civil de Internet que se aprobó en Brasil hace tres años, a raíz de las denuncias contra la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos de espiar el celular y el correo de la ex presidenta brasileña Dilma Rousseff. Esta normativa, única en el mundo, dispone de reglas, derechos y deberes para usuarios, pero, sobre todo, establece la obligatoriedad a las empresas proveedoras de servicios, por más que sean extranjeras, de adecuarse a la legislación vigente no sólo en materia de privacidad sino en términos de condiciones y servicios de la normativa local. En Argentina, la soberanía política sobre Internet es un debate que aún no se dio” (…) “Por último, a días de que otro país europeo decidió volver sobre sus pasos y descartar el voto electrónico-esta vez fue Noruega-, el docente de la Universidad Nacional de Quilmes dijo sobre la iniciativa que se promociona desde el Poder Ejecutivo, “que los países vuelvan a un sistema más fiscalizado tiene su razón de ser en términos de seguridad informática. El procesamiento de los datos, en el voto electrónico, es de forma digital, y el principal temor es saber por dónde viajan esos datos y dónde se almacenan”. Sain insiste con la idea que en informática “todo es vulnerable. La vulnerabilidad no es sólo en nivel técnico sino también humano. Las principales filtraciones que existieron, conocidas por Wikileaks, se dan a partir de factores humanos. El tema es que en el voto electrónico hay una parte más anónima que facilita el error humano: con una boleta de papel tenés presidente de mesa, tenés fiscales sobre la urna, en el voto electrónico, en cambio, ¿cómo se puede comprobar si se cargaron bien los datos si los responsables son anónimos?”.

En su edición del 4 de septiembre, Clarín publicó un artículo de Fernando González titulado “La violencia se apodera otra vez del lenguaje de la Argentina”. Escribió el autor: “Son los días en los que triunfan las palabras de los jóvenes viejos. Los chicos que analizan la actualidad con categorías oxidadas de los años setenta. Y los adultos, algunos ya muy adultos, que apuestan a revivir aquella primavera errónea de la lucha armada que terminó en el peor de los infiernos. El de la dictadura, el de los muertos y el de los desaparecidos. En medio de la tensión que rodea a estas elecciones en tiempo de redes sociales, la violencia se apodera otra vez del lenguaje de la Argentina” (…) “Pero allí están los términos que asustan a una sociedad que ya tiene suficientes pesadillas con los embates de la realidad socioeconómica. Piedrazos, bombas molotov, balas de goma, cascos, camiones hidrantes, detenidos, heridos. Y, afortunadamente, la discusión todavía se detiene allí. En las palabras. Al borde de esa frontera de la que muchas veces no se puede volver. Al borde de la muerte” (…) “Son duras las palabras de algunos de los protagonistas de la realidad” (…) “Pero, le agregan un dramatismo que la dirigencia argentina deberá resolver en medio de la confrontación electoral. Es el caso de Sergio Maldonado, el hermano del joven desaparecido, y el miembro de la familia que mostró un discurso mas politizado en la marcha del viernes” (…) “A este clima, de palabras incendiarias, el Gobierno y la oposición tienen que encontrarle un cauce que conduzca por el sendero de la tolerancia. No será fácil porque de un lado y del otro hay quienes creen que pueden obtener réditos electorales de la tensión social. Las primeras encuestas posteriores a las PASO, todavía en el terreno prudente de la discreción, muestran una ventaja inicial para el Frente Cambiemos en la provincia de Buenos Aires. Allí es donde disputan la competencia más encarnizada contra la ex presidenta. Y ya hay funcionarios ansiosos que celebran a cuenta, anticipando que la violencia y el descontrol del viernes negro consolidarán ese pronóstico todavía débil” (…) “Claro que Cristina también tiene muy clara su estrategia. El plan es negar la violencia en la Plaza y sus alrededores para adjudicársela a los supuestos “infiltrados”, que tan fácil cobijo tienen siempre en la paranoia de la política” (…) “Frente al desafío de la violencia de las palabras y la violencia latente en la confrontación electoral están los dirigentes y los partidos políticos como resguardo de la convivencia. Pero no alcanza porque la política también atraviesa su propia y profunda crisis de credibilidad” (…) “El gobierno justifica su buen resultado electoral de agosto en el resguardo del Frente Cambiemos, una marca que funciona como estructura superadora de los partidos que la conforman y consigue en la encuesta mencionada (de Isonomía) un 14% de identificación. Suficiente para imponerse en estos tiempos a la dispersión en decadencia del peronismo pero todavía muy embrionario como para resguardar a la Argentina del huevo de la serpiente de la violencia”.

En su edición del 4 de septiembre, La Nación publicó un artículo de Ricardo Esteves titulado “Sin equilibrios no habrá desarrollo”. Escribió el autor: “En caso de consolidarse en octubre los resultados de las PASO, se abre en el país una ventana de esperanza. Esa esperanza consiste en que la Argentina pueda romper de una buena vez con el estigma que lo ha postrado en la decadencia. Y es que cada vez que hubo un gobierno que se abocó a ordenar la economía y a establecer las bases para el ahorro y la inversión, lo sucedió otro que se dedicó a hacer demagogia y despilfarro, llevando al país a un nuevo trance explosivo que requería imperiosamente una nueva etapa de ordenamiento (y de ajuste) “(…) “Históricamente, los ajustes estuvieron a cargo de los gobiernos militares. Al margen de la tragedia que significaba la interrupción del orden constitucional, y de las atrocidades que cometieron, los gobiernos militares eran la contraparte necesaria del populismo. Para que pudiera haber populismo, era preciso que cada tanto viniera alguien-que no podían ser otros que los militares-a ajustar. El populismo se legitima con la dictadura, por eso necesita invocarla constantemente” (…) “Cada vez que la situación económica estaba a punto de explotar por causa del despilfarro populista, venía el golpe militar que hacía el ajuste. Eso permitía ordenar la economía y restituir la caja para que un nuevo populismo pudiera hacer de las suyas: congelar tarifas y alquileres, aumentar salarios por encima de la inflación y la productividad, contratar agentes públicos a mansalva, multiplicar feriados y promover leyes con impronta humanista que en los hechos desalentaban la inversión, la generación de empleo genuino y la productividad del país” (…) “Los repudiables golpes militares se producían cuando la economía colapsaba o los gobiernos elegidos perdían el respaldo popular” (…) “Una vez producido el golpe, el nuevo gobierno se abocaba a “ordenar” la economía de acuerdo con la ortodoxia y las expectativas del establishment de turno” (…) “Esto hizo que en el subconsciente colectivo el ajuste y la ortodoxia estén identificados con la dictadura y, en consecuencia, sean un blanco fácil para la crítica de izquierda” (…) “Cerrado, para bien de la República, el nefasto periplo de los gobiernos militares, la necesidad de ajustes quedó como tarea para la democracia” (…) “¿Quién querría asumir el rol de los militares? Ajustar es dictadura. Alfonsín…, no tomó el toro por las astas y tuvo que abandonar el cargo en medio de la hiperinflación. Le tiró el fardo al gobierno entrante. Menem encontró un atajo. Presumió ajustar a través de un artilugio: la convertibilidad, que tornaba indoloro el proceso. La fórmula perfecta: ajustar y que no se note” (…) “En el fondo, no hubo tal ajuste. Se trató de un mero artificio: todos los desequilibrios se escondían debajo de la alfombra y se financiaban con deuda externa” (…) “Finalmente, fue la realidad la que produjo el más brutal de los ajustes que alguien pudiera imaginar. Ningún autor material quiso ponerle la firma a esa faena. Fue una masacre en términos económicos y sociales. La pérdida de activos y valores del país fue inconmensurable y afectó todos los niveles y estratos de la sociedad. Fue de tal magnitud que, una vez producido el ajuste, quedaron un colchón y un margen para una recuperación acorde con la caída. A ese extraordinario margen se le acopló el período con las mejores condiciones externas de la vida moderna del país. esa combinación hizo posible que la Argentina pudiera sortear más de 12 años de populismo sin necesidad de enfrentar un ajuste severo” (…) “El gobierno actual heredó una situación tan explosiva quizá como la de 2001, fruto de los 12 escandalosos años de kirchnerismo, plagados de corrupción, proyectos faraónicos socialmente inútiles y un Estado inflado con millones de nuevos agentes innecesarios y prestando servicios cada vez peores” (…) “A la vez, quiso evitarle padecimientos a la sociedad apenas llegado al poder. Lo hizo al costo de diluir ante la opinión pública la responsabilidad criminal de la gestión kirchnerista” (…) “A hoy, el país aún carga con la nefasta estructura de gastos que nos legó el populismo kirchnerista, tan difícil de financiar. Es decir, los factores de la crisis están todavía vigentes” (…) “Queda muchísimo por hacer y el estigma a vencer es que la sociedad pueda percibir-o al menos intuir-que luego de los sacrificios implicados en el ajuste se verán los beneficios que inevitablemente acarrea el vivir en democracia y en armonía macroeconómica”.

En su edición del 3 de septiembre, Página/12 publicó artículos de Horacio Verbitsky (“Ceder permanentemente”), Raúl Dellatorre (“El lobby que define el plan económico”) y Alfredo Zaiat (“Engaña pichanga”).

Escribió Verbitsky: “Como parte del movimiento por los derechos civiles en la década de 1960 se estructuraron en Estados Unidos los primeros grupos en defensa de los derechos de las personas homosexuales, que por entonces padecían no sólo discriminación social sino también castigos penales. Una regla de oro del movimiento era la solidaridad entre sus integrantes, que sólo admitía una excepción: aquellos gays o lesbianas que no sólo ocultaran su condición, sino que en forma hipócrita tuvieran actitudes públicas de condena de la homosexualidad o de alguna persona homosexual. En tales casos era aceptable revelar la condición oculta del farsante. Esto se llamaba “outing”, salir (o sacar) del closet” (…) “Aquella lógica puede aplicarse también a otros campos de actividad” (…) “Ahora que Patricia Bullrich acusa a cualquier grupo que protesta contra la política oficial de violentos e incluso de terroristas, es oportuno consignar lo que ella decía sobre el tema hace tres décadas. El suyo es uno de los testimonios que Oscar Anzorena recogió para su Historia de la Juventud Peronista (1955-1988)” (…) “Su testimonio comienza así, en la página 199: “Yo me voy del país en el 77 y vuelvo en el 79. En ese momento nosotros producimos una fractura en Montoneros, en el exterior con Galimberti a la cabeza. Yo me vuelvo en enero del 79, clandestina” (…) “Había muchas contradicciones, no sólo por lo que planteábamos sino por el solo hecho de haber pertenecido a Montoneros, había una barrera muy grande. En ese momento plantear el tema de la JP era para que te bajaran la cortina. Todo el 82, el 83, fueron terribles; un macartismo muy grande. Todo tipo que venía de ahí era mirado con horror; eso también nos llevó a una política de amplitud y a tener que reacomodar muchas cosas en nuestro discurso. Además el hecho de venir de afuera del país y no haber vivido el último momento del peronismo a nosotros nos había congelado en una idea, en un discurso, y al principio eso chocaba mucho. Intentábamos meter algunas cosas; me acuerdo que el primer logro enorme fue una reunión de JP en el sindicato del Tabaco, que había compañeros de distintos barrios, y nosotros logramos poner en un documento la palabra “desaparecido”. Fue un triunfo terrible. Así que imaginate lo que era desde nuestro discurso. Había sido el eje fundamental con que nos movíamos fuera del país hacia las otras fuerzas políticas, era el centro de nuestro discurso: “¿qué es la dictadura? Los desaparecidos”. Y acá era una cosa que ni se la nombraba. Había un gran miedo en la juventud a plantearse alguna relación con el pasado y no podían independizar el hecho de reconocer como jóvenes peronistas la existencia de “desaparecidos” por lo que había sido la represión, con que por eso no los tildaran de montoneros. Entonces fue un momento muy difícil porque nosotros teníamos que ceder permanentemente” (…) “La concesión fue tan permanente”, dice Verbitsky, “que aún no ha concluido. A tantos años de distancia, es evidente que algunos participaron en defensa de convicciones y principios y otros por mera avidez de poder y que cualquier configuración les viene bien para alcanzarlo” (…) “En eso se parece a otro notorio converso, Jorge Lanata” (…) “Acomplejado ante los escritores e intelectuales que escribían en Página/12, llegó a firmar una columna en tiempo presente sobre el alcalde de Madrid Tierno Galván, sin saber que llevaba muerto más de un año antes de la aparición del diario, y otra donde exhibía su cultura con una cita de Lacanne, así con dos enes y e final. Como un campeón maduro que cada vez desciende hacia rivales menos dignos de su fama, sus últimos rounds fueron con un pibe de once años y con un preso político aborigen, al que se encargó de menoscabar con modo paternalista y perdonavidas” (…) “La semana pasada escribió: “Desaparición forzada de personas es un plan sistemático para que la gente desaparezca. ¿Realmente pensás que Macri tiene un plan sistemático para que la gente desaparezca? ¿Que la Gendarmería con un mapa dijo vamos a secuestrar veinte mapuches y los metemos en un pozo y los vamos matando? La campaña internacional con esto es de un cinismo increíble, hijo de puta y cínico. Decí que gobierna para los ricos, que no se le entiende cuando habla, pero no que chupa gente. Es muy difícil rebatir algo cuando es tan delirante. Pongámosle que fue la GN. Lo cagaron a palos y se les fue. Sabés cómo se llama eso, asesinato. Ahí no hay una cosa política de abuso de autoridad para hacer desaparecer gente. Se murió un tipo, es terrible, que vaya en cana el que lo mató o los que colaboraron pero no podés decir plan sistemático de desaparición de nadie porque es una frivolidad, parecemos tarados. Terrorismo de Estado era la ESMA, los torturaban y los mataban. El que estaba vinculado con la represión pero de otra manera era el padre de Nocetti porque fue abogado en el juicio a las juntas a favor de uno de los milicos” (…) “Sin duda, tanto la Convención Interamericana, de 1994, que entró en vigor en 1996, como la Internacional, de 2006, que rige desde 2010, reconocen como uno de sus antecedentes el plan sistemático aplicado por varias dictaduras latinoamericanas. Pero tienen raíces más profundas, como que el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias de Naciones Unidas se formó en 1980, en plena dictadura argentina, y se extienden a situaciones posteriores, por lo cual el preámbulo del tratado americano dice que “subsiste la desaparición forzada de personas” (…) “Como delito masivo, que se comete en el contexto de un ataque masivo y generalizado contra población civil, ya había sido regulado por el Estatuto de Roma, incorporado a la legislación argentina en diciembre de 2006. Entre los muchos proyectos al respecto, hubo uno de Graciela Fernández Meijide, Federico Storani, Mario Negri y Nilda Garré, elaborado por Raúl Zaffaroni y Alicia Olivera, lo cual expresó un amplio consenso del arco democrático. Cuando se debatió en el Congreso, Ricardo Gil Lavedra precisó que “el delito de desaparición forzada figura también como uno de los desagregados del Estatuto de Roma como delito de lesa humanidad”, que la Argentina aprobó a través de la ley 26.200. “Pero son colectivos, es decir, cuando esa desaparición forzada forma parte de un ataque sistemático o generalizado a una población civil. El que estamos incorporando ahora es de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas, y trata de un caso individual que no forma parte de ese ataque sistemático”. Igual que el caso de Santiago Maldonado” (…) “En ambas convenciones, el requisito no es el carácter sistemático ni el terrorismo de estado sino que el delito lo cometan agentes del estado o personas que actúen “con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado, seguida de la falta de información o de la negativa a reconocer dicha privación de libertad o de informar sobre el paradero de la persona” o de “la negativa a reconocer dicha privación de libertad o del ocultamiento de la suerte o el paradero de la persona desaparecida, sustrayéndola a la protección de la ley”. Por eso, el artículo 142 ter del Código Penal amenaza con pena de hasta 25 años de prisión “al funcionario público o a la persona o miembro de un grupo de personas que, actuando con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado, de cualquier forma, privare de la libertad a una o más personas, cuando este accionar fuera seguido de la falta de información o de la negativa a reconocer dicha privación de libertad o de informar sobre el paradero de la persona”. Si la víctima muere, la pena será de prisión perpetua” (…) “Respecto del jefe del operativo, Pablo Noceti, Lanata ya sabe que fue él y no su padre quien defendió a los jefes operativos del terrorismo de Estado en Concordia, Entre Ríos, y en Santa Rosa, La Pampa y durante su desempeño descalificó los juicios como una forma de venganza y negó que se tratara de crímenes de lesa humanidad. Lejos de pedirle la renuncia, Patricia Bullrich le está preparando un acompañamiento para que no se sienta aislado en el ministerio de Seguridad: el viceministro Gerardo Milman le ofreció la dirección de Inteligencia Criminal a Carlos Manfroni, el ex columnista de la revista Cabildo, donde escribió que el progresismo es un infeccioso mal, el materialista pueblo judío instruye a los hijos de Sión para conquistar el poder, la “filosofía” del rock conduce al deseo desesperado de la muerte e induce al suicidio, como lo demuestran las letras de las canciones de Charly García, Spinetta y Moris (ofrece la posibilidad de convertirse en un animal o un marica), la democracia y la libertad son productos de la hedionda Revolución Francesa (que para peor fabricó el amor a la Humanidad, puro onanismo intelectual), y toda deformación de la cultura debe ser considerada subversiva y, como tal, erradicada”.

Escribió Dellatorre: “Prácticamente el equipo económico en pleno participó del Tercer Encuentro de la Asociación Empresaria Argentina (AEA) esta última semana. El lobby patronal con mayor peso en la economía argentina, nacido en 2002 pero con antecedentes en la época de Adalberto Krieger Vasena y Onganía, no sólo repasó la gestión de cada funcionario sino que señaló los puntos prioritarios en el futuro del plan económico” (…) “Surgieron, a partir de este encuentro, algunas señales claras para delinear ese futuro inmediato: exigencia de baja de impuestos empresarios que serán recompensados con una reducción del gasto público, como ser los subsidios a las tarifas públicas; flexibilización laboral pero no por vía de una reforma que deba pasar por el Congreso, sino mediante “acuerdos” sectoriales mano a mano con sindicatos; impulso a la inversión en obra pública pero cediendo las decisiones a empresas privadas, que no sólo ejecutarán las obras sino que elegirán cuáles tendrán prioridad, sin límites para la contratación de servicios o compra de insumos en el exterior” (…) “Lo mejor que tenemos son nuestros empresarios”, expresó ayer el ministro Francisco Cabrera, todavía conmovido por las caricias recibidas en el Palacio Duhau. En palabras de los funcionarios, la apuesta a la inversión y a la innovación tendrá éxito si se “crean las condiciones” para convencer al capital privado. El pliego de condiciones fue expuesto por AEA en diversas intervenciones, pero tuvo su resumen esta semana. “Es necesaria la eliminación o la reducción lo más rápido posible de los impuestos distorsivos, empezando por ingresos brutos y el impuesto al cheque”, definió Jaime Campos, director ejecutivo de AEA. ¿Sería posible sin provocar un descalabro fiscal? El propio Campos tiene la respuesta: “Los ciudadanos somos previos al Estado, hay que ver si los gastos del Estado son los que corresponden” (…) “Si la economía se pone en marcha, muchos no serán de la partida. Y en la selección de pasajeros, AEA tiene larga experiencia. Su primer antecedente como lobby fue el Consejo Empresario Argentino (CEA), creado en 1967 para apoyar la gestión de Krieger Vasena. Ya en 1975, tuvo activa intervención en impulsar el desabastecimiento, la inflación y lock outs que abonaron el clima para el golpe de marzo del 76. El presidente del CEA era José Alfredo Martínez de Hoz, que pasó a ser ministro de Economía tras el golpe. Más acá en el tiempo, en 2002, tras estallar la convertibilidad, CEA se reconvierte: confluye con la Fundación Invertir y crea la actual AEA, bajo el impulso inicial de Techint (Rocca), Arcor (Pagani) y Clarín (Magnetto). Otros apellidos que la integran: Braun, Bagó, Pescarmona, Coto, Ratazzi, Miguens, Cartellone, Bulgheroni, Costantini, Blaquier, Pérez Companc, Grobocopatel, Saguier. Una estirpe que tiene mucho que ver con el rumbo económico futuro del país”.

Escribió Zaiat: “El gobierno a través de diversos voceros adelantó varias medidas para después de las elecciones del mes próximo. Esas iniciativas implicarán aumentos de precios de bienes y servicios que tendrán un impacto negativo en el poder adquisitivo de gran parte de la población” (…) “La estrategia es la aplicación de medidas expansivas de cortísimo plazo en clave electoral para después retornar al sendero original de la Segunda Alianza. Esa ruta está señalizada con un ajuste regresivo de concentración de la riqueza con la contrapartida pérdida en la participación en la distribución del ingreso de trabajadores y jubilados” (…) “Los anuncios “populistas” del gobierno son avalados por analistas y financistas oficialistas porque han subordinado sus obsesiones ortodoxas a una misión política mayor: derrotar a la verdadera “bestia populista”. Saben que el “populismo” es engaña pichanga” (…) “La evolución de variables macroeconómicas que festeja el gobierno es un rebote estadístico respecto a la crisis autoinducida de 2016. Es inconsistente hacer “populismo”, por ejemplo con créditos a jubilados y titulares de AUH, cuando se tiene el objetivo de definir un patrón de redistribución regresiva del ingreso, que necesariamente requiere disminuir la masa de recursos en gran parte de la población” (…) “La disminución de los ingresos se concreta por la doble vía de un incremento de la desocupación y subocupación y, a la vez, en la pérdida en términos reales del poder adquisitivo con generación de empleo precario de bajos salarios. Esto deriva en un retroceso socioeconómico que líneas de créditos personales permiten amortiguar como paliativos de corto plazo, pero que solo postergan el deterioro alimentando una burbuja de deuda familiar cuyo desenlace es conocido” (…) “Los últimos datos de empleo correspondientes a junio pasado dejan al descubierto que la economía macrista tiene problemas para generar puestos asalariados formales en el sector privado. La cifra más reciente difundida por el Indec marcó que la industria avanzó 5,9% en julio, acumulando siete meses de una leve recuperación de 0,8% respecto al mismo período del año anterior. Pese a ese tibio rebote la industria sigue destruyendo empleo. En comparación interanual a junio, para evitar la cuestión de la estacionalidad, muestra una caída de 33 mil respecto a 2016 y de 62 mil comparado con 2015” (…) “La estrategia electoral del oficialismo consiste en aflojar la soga que está ahorcando el ingreso disponible de sectores vulnerables. Las siguientes son las iniciativas anunciadas sin convencimiento y sólo implementadas con el objetivo de retener votos: 1) se postergó el aumento de combustibles” (…) “2) otra nueva ronda del tarifazo en la electricidad y el gas quedó para noviembre y diciembre” (…) “3) tan desproporcionada y regresiva es la tarifa de gas que hasta el experto de la liberal FIEL Fernando Navajas cuestionó el inmenso subsidio de los consumidores a las petroleras de ese cuadro tarifario. Como las elecciones de octubre coinciden con el vencimiento de la factura del consumo de invierno, el gobierno la dividió en cuatro cuotas, lo que es un reconocimiento de que son impagables para el actual nivel de ingresos de la mayoría de la población; 4) el tarifazo en el transporte también fue postergado” (…) “5) el gobierno autorizó a las empresas de medicina prepaga a subir las cuotas del 5% a partir de septiembre, aumento que se suma a los aprobados para febrero (6%), julio (otro 6%) y agosto (5%)” (…) 6) el Fútbol para Todos, el derecho al acceso sin costo a un bien cultural y popular, fue eliminado pero los tiempos electorales impusieron el mantenimiento de la gratuidad hasta la quinta fecha del campeonato” (…) “La política de ocultar el ajuste que se viene sólo puede desplegarse con la cobertura que proporciona la inmensa red oficial de propaganda pública y privada. El impacto en los ingresos luego de las elecciones del mes próximo será muy fuerte”.

En la edición del 3 de septiembre, La Nación publicó artículos de Morales Solá (“Los desmanes llegaron para quedarse”) y Fernando Laborda (“Santiago Maldonado: ¿un salvavidas para Cristina Kirchner”).

Escribió Morales Solá: “Si sólo fuera el desafío electoral de octubre lo que aguarda a Mauricio Macri, éste podría dormir tranquilo. Cuando encuestas y datos de la economía navegan con viento a favor, el espectro de la violencia en manifestaciones públicas comenzó a hacerse habitual. Es probable que esa nueva marea de violencia no concluya con las urnas del mes próximo” (…) “Todo indica que grupos radicalizados de la sociedad han tomado esa deriva por las elecciones y más allá de las elecciones. Dos altos funcionarios del gobierno aseguraron que la violencia será un tema constante del próximo año” (…) “La borrachera de violencia que se vivió anteanoche en los alrededores de la Plaza de Mayo, con más de veinte heridos, no fue el único acto depredador registrado en los últimos tiempos” (…) “Según informes que se encuentran hoy en manos del gobierno nacional, los sectores más radicalizados de la política abandonaron el primer intento de desestabilizar al gobierno por medio de la descalificación” (…) “Durante un año y medio se insistió en que un gobierno de “derecha liberal”, administrado por una “teocracia”, no tendría futuro. Encuestas primero y elecciones después, demostraron que ni Mauricio Macri es la “derecha liberal” ni su futuro es tan corto como predecían. La siguiente fase de la desestabilización es, según las evidencias y las confirmaciones oficiales, la creación de un clima de violencia permanente en el espacio público” (…) “Nadie en el Gobierno, ni en las fuerzas de seguridad, está en condiciones de anticipar si habrá también una fase de violencia más grave y más letal” (…) “La mirada está puesta sobre el grupo RAM (Resistencia Ancestral Mapuche), que ha sembrado la Patagonia de actos violentos. Los auténticos indígenas mapuches han desautorizado a RAM y han subrayado que rechazan sus métodos” (…) “El RAM argentino no está solo. Tiene antiguas vinculaciones con el violento Quebracho, que a su vez no cortó los lazos con el cristinismo desde los tiempos de su ex jefe Fernando Esteche” (…) “Los informes oficiales señalan que, en el sur sobre todo, también participan de los actos violentos desprendimientos de Miles, el partido de Luis D´Elía, y sectores radicalizados de los sindicatos de petroleros y de la construcción. Es probable que se trate de grupos autónomos, pero es cierto que las palabras violentas que usa Cristina Kirchner desde que se fue del poder habilitan cualquier aventura violenta” (…) “A esa mezcla de mapuches desautorizados por los propios mapuches, de bordes políticos, de neonazis, de marxistas frívolos y de cristinistas resentidos se les unen a veces grupos anarquistas, que sólo aparecen de vez en cuando” (…) “Llama la atención que esos brotes de violencia no hayan tenido hasta el momento ninguna repercusión en los partidos políticos, ni en los que integran la coalición gobernante ni en el peronismo razonable que también existe. Lo que está en juego es la ruptura del “contrato de 1983” (según lo llamó Graciela Fernández Meijide), que consistió en ponerle un fin definitivo a la violencia” (…) “Los últimos hechos violentos fueron provocados por la desaparición de Santiago Maldonado. Cualquier desaparición es un hecho gravísimo que reclama al Estado su urgente esclarecimiento” (…) “Ninguna hipótesis debe ser desechada hasta que Maldonado aparezca con vida. Tampoco la responsabilidad de la Gendarmería, aunque por ahora no existe ninguna prueba que la inculpe. Pero el cristinismo ha hecho de esa tragedia una detestable bandera electoral. Señala implícitamente al gobierno como culpable de la desaparición de Maldonado” (…) “Pongamos los pies en la política práctica. ¿Por qué el Gobierno haría eso? ¿Qué conseguiría si no su propia adversidad política? Acusar al Gobierno de la desaparición de Maldonado es sencillamente una perversión de la lógica. Es la violencia de las palabras, que siempre precede a la violencia de los hechos”.

Escribió Laborda: “Cristina Fernández de Kirchner creyó encontrar en Santiago Maldonado el salvavidas que le permita flotar frente a la crecida de la marea electoral. Su magra ventaja del 0,2% en las primarias bonaerenses, lejos de constituir un paso triunfal, es equiparable al paradójico éxito de Carlos Menem por dos puntos sobre Néstor Kirchner en los comicios de 2003, que terminaron eyectándolo de la carrera presidencial” (…) “La ex mandataria no dudó en aprovecharse de la desaparición de Maldonado, sobre la cual no debería desecharse ninguna hipótesis, para introducir de lleno el tema en la campaña electoral, a costa de banalizarlo. Cansada de ser identificada como “el pasado” por el oficialismo, sacó a relucir su viejo relato que muestra a Mauricio Macri como una reminiscencia de la dictadura militar” (…) “Uno de sus nuevos voceros, el ex dirigente radical Leopoldo Moreau, aportó un significativo ingrediente a este relato: “El neoliberalismo no es sólo una receta económica, es también cultural y política. Quieren cambiar esta sociedad y necesitan arrasar con las instituciones y el movimiento obrero, para desembocar en un Estado de excepción, policial”. Como corolario de su stand up, Cristina recurrió a una cínica extravagancia: “Hay que ponerle un límite a la obscena concentración del poder”. Justo ella, que intentó someter al Poder Judicial a sus designios” (…) “La novedad que trajo consigo Cristina Kirchner es que, mientras en los trágicos años 70 los grupos contestatarios levantaban las banderas de un orden revolucionario frente a las democracias fallidas, ahora su discurso levanta supuestas banderas de la democracia para combatir a la propia democracia” (…) “Dado que no se profundizaron las consecuencias de la crisis económica que se arrastra desde la gestión kirchnerista, la nueva estrategia de Cristina es atacar al Gobierno por el lado de la supuesta violación de los derechos humanos. El discurso de la ex presidenta ya ni siquiera contempla la hipótesis de un exceso por parte de algunos efectivos de la Gendarmería Nacional contra Maldonado, del que hasta ahora tampoco habría pruebas. Su teoría lisa y llana es la existencia de un plan de represión de las protestas de grupos sociales” (…) Más allá del genuino reclamo por la aparición con vida de una persona por el que se movilizó una porción mayoritaria de los concurrentes al acto de anteanoche en la Plaza de Mayo, subyace la intención de otros grupos de enrarecer el clima político y social de cara a las próximas elecciones” (…) “¿Cuánto podrían influir las derivaciones de la desaparición de Maldonado en las elecciones? Distintos analistas de opinión pública coinciden en que difícilmente provoquen cambios en la intención de voto de una ciudadanía con visiones muy consolidadas sobre los dos grandes actores electorales: el gobierno de Macri, por un lado, y Cristina Kirchner, por el otro” (…) “Cristina Kirchner posee un nivel de conocimiento del 99,9%, además de un piso y un techo electoral muy consolidados. En tal sentido, según la apreciación de analistas de opinión pública, le resultará dificultoso cambiar su imagen aunque conceda decenas de entrevistas televisivas o busque imponer nuevos tópicos de debate. Pero sí podría forzar al gobierno o sus candidatos a cometer errores que frenen su crecimiento en las urnas” (…) “¿Cuánto le puede sumar al caudal electoral de la ex presidenta el complicado clima que ella promueve con discursos incendiarios? Muy probablemente, nada. El riesgo para el Gobierno es que el objetivo de la ex presidenta no pase por las urnas, sino por dinamitar la gestión, sembrando confusión en la sociedad, más violencia en las calles y miedo en empresarios e inversores” (…) “Nada de eso debe impedir el reclamo general por la aparición del joven artesano, ni la obligación del Estado de dar una respuesta. Pero es indispensable que la serenidad y la prudencia sean la guía, y no el aprovechamiento político, la desmesura o el fanatismo delirante. Los argentinos no podemos olvidar hacia dónde puede ser conducido un país por el camino de la violencia y los enfrentamientos inútiles”.

En su edición del 3 de septiembre, Clarín publicó un artículo de Eduardo van der Kooy titulado “La campaña intoxicada”. Escribió el autor: “Mauricio Macri debería tener muchísimo cuidado con su gestión hasta octubre. No incurrir en errores no forzados. Aunque en ese campo, según ciertas evidencias, podría hallar una ayuda impensada. Cristina Fernández volvió a la escena con su antiguo libreto” (…) “La ex presidenta, por lo visto, no terminó de procesar el mapa electoral provisorio que dejaron las PASO” (…) “Aquellos resultados, de acuerdo con la mayoría de los expertos, estuvieron atravesados por un factor determinante: la polarización. Detonada por Cristina, incluso desde su clandestinidad de campaña” (…) “El cristinismo creyó que su estrategia inicial era pura virtud. Casi una refundación de la ex presidenta. Para retener a los incondicionales y sumar a los desprevenidos. Sólo la primera premisa se cumplió. Le alcanzó para arrancarle apenas 20324 votos de diferencia a Esteban Bullrich, el postulante oficial, sobre un universo de 12 millones” (…) “La visibilidad de Cristina implicaría el fracaso del primer paso en la campaña. Los otros aspectos tampoco funcionaron. Las víctimas del ajuste económico de Macri no percibieron a la ex presidenta como salvadora” (…) El costo de un error repetido por ella a la hora de construir política: despreció la interna con su ex ministro. Ahora intenta socavarlo en un gesto parecido a la desesperación” (…) “La otra dificultad para Cristina será rehacer su discurso público. Hay pocas pistas todavía. No archivará los argumentos sobre la existencia de un Macri ajustador e insensible” (…) “Deberá rastrear algún filón atractivo que convoque a los votantes que en primera instancia no sedujo” (…) “El primer escollo de la ex presidenta fue su voluntarismo para interpretar la realidad. Supuso todo mal. Que su primer desaire, cuando se negó a transferir el mando en 2015, disminuiría al Presidente. Que en su primer año tendría dificultades serias de gobernabilidad por la condición minoritaria en el Congreso. Que llegaría maltrecho a las elecciones de medio término” (…) “Sólo agitan la aviesa asociación del macrismo con la dictadura por la desaparición de Santiago Maldonado, el artesano sobre el cual no se conoce nada desde hace un mes” (…) “Cristina insinuó durante la celebración de su victoria una posible dirección de su mensaje. Convocó a colocarle límites al Gobierno” (…) “Falta discurso, escasea el peronismo, abundan los fantasmas” (…) “El cristinismo posee una encuesta posterior a las PASO que lo muestra anclado en el porcentaje que obtuvo en Buenos Aires. Pero ahora 4 puntos por debajo de Bullrich” (…) “Cambiemos fijó un par de prioridades para la estrategia que viene: habrá un trabajo electoral puntilloso en la provincia y en Santa Fe. Debe remontar dos diferencias pequeñas y tendría con qué hacerlo. En ambas domina el rostro cristinista” (…) “Esa realidad (la económica), tal vez, haya influido para que la desaparición de Santiago Maldonado esté monopolizando la agenda pública. Está bien que así ocurra si no fuera una salvedad. Se ha convertido en una cuña electoral hostil metida entre el Gobierno y la oposición. Las postales violentas de la Plaza de Mayo y el Bolsón resultaron elocuentes. Se corre riesgo que aquella preocupación colectiva genuina resulte intoxicada por intereses políticos” (…) “Las organizaciones de derechos humanos no vienen haciendo lo mejor para colaborar con el esclarecimiento del caso Maldonado. Repiten aquel comportamiento del 2006. Se estacionaron en la conjetura sobre la culpabilidad de Gendarmería” (…) “El gobierno asoma acosado e impotente” (…) “Le cabe la responsabilidad política del Estado” (…) “A 34 años de concluida la dictadura puede arribarse a otra frustrante comprobación: ni la defensa de los derechos humanos ha sido preservada como política de Estado. Como punto de confluencia de la sociedad íntegra”.

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