Por José M. García Rozado.-

La forzada fórmula cristinista, y más luego de bajarse Randazzo, aleja a Scioli del 40%. porque sectores del peronismo no aceptarán a Zannini (un maoísta confeso y antiperonista declarado) como “Comisario Político del cristinismo”, y ante esta novedad comienza a subir la expectativa de una fórmula “Peronista no oficialista” que se expresa en la interna de UNA. El debate de ayer noche dejó en claro las coincidencias programáticas y las diferencias de estilo, pero en ese espacio terminarán convergiendo los votos que se fuguen del sciolismo y de los independientes. Sin Randazzo en provincia crecen las chances de un gobernador peronista no cristinista.

En su primer debate, los precandidatos presidenciales de UNA (Unidos por una Nueva Argentina) Sergio Massa y José Manuel de la Sota, se cruzaron en el intercambio de propuestas para las PASO de agosto, en “A dos voces”, más allá de que pertenecen al mismo espacio político. En pleno intercambio de palabras, el gobernador de Córdoba le recordó en varias oportunidades al diputado nacional y líder del Frente Renovador su paso por el kirchnerismo, como director ejecutivo de la ANSES y jefe de Gabinete, por lo que el legislador le pidió al mandatario provincial que se concentraran en las propuestas, y no en este tipo de cuestiones. A pesar de los cruces, los precandidatos no dejaron de manifestar sus coincidencias con respecto a sus programas de gobierno. Los postulantes tuvieron que expresar sus posturas sobre dos temas: «Justicia y transparencia» y «Claves para el desarrollo económico». Luego se hicieron una pregunta y una repregunta sobre cada tema y, en un tercer bloque, los periodistas Daniel Fernández Canedo (Clarín), Fernando González (El Cronista Comercial), y Claudio Jacquelin (La Nación). Consultados sobre el primero de los puntos, «Justicia y transparencia», Massa se quejó de los «jueces garantistas», por lo que prometió, en caso de ser presidente, «terminar con la discrecionalidad de los jueces, que culpan a la sociedad y no al delincuente», por sus acciones. Además reiteró su deseo de «terminar con el festival de excarcelaciones», y reclamó «que se establezcan los castigos». Al tiempo que pidió «tipificar el delito de corrupción, para que los que roban vayan presos».

Por su parte, en referencia a su gestión en la provincia -en su tercer mandato- De la Sota destacó: «No tengo fueros ni privilegios: mantuve la política lejos de la Justicia, y voy a sacar la política de la Magistratura». «Vamos por una justicia independiente, que sancione a los delincuentes, a los que golpean a las mujeres, y a los políticos que roban. Necesitamos más transparencia para que haya menos corrupción», subrayó. Massa consideró a «los resultados» como un tema «central» para la política, y recordó: «Yo bajé un 80 por ciento el delito (en Tigre) y en Córdoba subió». En ese sentido, el gobernador cordobés dijo que lo «asusta» que tenga «criterios como los de (el secretario de Seguridad, Sergio) Berni» y detalló: «Córdoba, comparado a tu ciudad tiene un índice de delito más bajo». Al momento de debatir entre ellos, De la Sota le recordó a Massa su paso por el kirchnerismo, y le preguntó si, durante sus cargos, se enteró de algún hecho de corrupción, en uno de los cruces de las exposiciones. «No viví la situación de ver hechos de corrupción, no tengo una sola causa de corrupción, y ninguno de mi equipo fue investigado por corrupto», se defendió el ex intendente de Tigre «Más allá de querer disputar el cariño de la gente, no tenemos que tirarnos el carro encima. No caer en la chicana», dijo Massa para tratar de poner paños fríos a un debate que se recalentaba. En este sentido, afirmó: «Tuve el coraje de enfrentarme, irme y ganarles las elecciones. Ahora tenemos el coraje de la nueva política, no hace 30 años que peleamos por un cargo, y tenemos la convicción que tenemos que ir hacia la construcción del futuro. Queremos darle la tranquilidad a la gente de un gobierno que no roba y persigue a los corruptos».

En tanto que De la Sota pidió que «la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción esté en la ley». «Debemos dar además una gran pelea contra el narcotráfico, para lo cual debe haber modificaciones institucionales, la creación de organismo de lucha contra el narcotráfico, y de una policía especializada», pidió el mandatario cordobés. Con respecto a la temática «Claves para el desarrollo económico», Massa destacó el trabajo del ex ministro de Economía Roberto Lavagna en uno de sus equipo técnicos, y mencionó los principales puntos: “un programa de viviendas, inversiones en hidrocarburos y minería, rebaja sustancial al Impuesto a las Ganancias y el cobro de nuevos impuestos al juego y a la renta financiera”. Al tiempo que se pronunció en contra de eliminar los subsidios. Asimismo sobre las propuestas para la economía su adversario del espacio habló de la creación de «un modelo de desarrollo autónomo, que haga de la inversión el objetivo central», y de un «acuerdo económico-social por 24 meses, para crear millones de puestos de trabajo, reducir el Impuesto a las Ganancias y demás impuestos», además de «bajar la inflación 10% por año», y de «modificar la coparticipación». «No vamos a ajustar, vamos a bajar 30% presión tributaria y mejorar los programas para los más humildes. Vamos a dinamizar la economía, realizar un acuerdo económico social y sacar subsidios para los que no lo necesitan», afirmó. «Planteamos salir del asistencialismo, enseñar trabajos y crear empleo joven. Debemos ir hacia la eliminación selectiva de subsidios», se diferenció el cordobés.

El gobernador cordobés usó el espacio destinado a la repregunta para indicar cuáles fueron los impuestos que bajó en su provincia, a lo que Massa respondió mostrando a cámara carteles con los índices de endeudamiento de Córdoba: «A veces el mantel termina siendo corto. Hay que plantear de verdad una rebaja de impuestos». Ante la acusación de Massa, De la Sota fue incisivo en su respuesta: «No endeudamos Córdoba. Lo hizo el organismo que usted presidió», en referencia a la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES). Respecto a las claves para el desarrollo económico, De la Sota prometió tener como «objetivo central» la «creación de nuevo empleos», y pronosticó «una baja del 30 por ciento en los impuestos», disminuir «un 10 por ciento la inflación por año».En el cierre, el mandatario provincial criticó duramente a su par del espacio, de quien consideró que tiene «propuestas poco consistentes», que son «golpes de efecto». Además consideró que Massa «tiene menos experiencia» que él en la función pública. «Fui el primero en proponer audacia: les pido a los indecisos que analicen mis propuestas. Quiero una Argentina donde todos puedan aprender, trabajar y producir», concluyó De la Sota. En contrapartida, Massa apeló al futuro y a la gestión. «Durante año y medio construimos los mejores equipos de Gobierno: debemos cuidar lo que se hizo bien, cambiar lo que se hizo mal y mirar para adelante. Viene el tiempo del futuro grande: es el cambio justo», finalizó el jefe del FR. La encuesta de TN sobre el programa dio que un 56% le interesó e importó, algo que por lo general no sucede ya que suele primar el “me aburre” o “me indigna” que aquí juntos sumaron apenas un 22%. Las expresiones de ambos precandidatos, que se medirán en 30 días en otro debate en Córdoba fueron de mesura y de cambio gradual y dentro de las posibilidades reales de una Argentina destrozada financieramente por el cristinismo, aunque optimistas respecto de la “salida del país de esta actual situación de estancamiento y aislamiento internacional”.

La consultora Elypsis distinguió entre tres posibilidades: “continuismo, gradualismo o shock”, y le puso probabilidad a cada una, dejando claro a quienes les adjudica cada una de éstas. “La designación de Carlos Zannini como vice de Daniel Scioli abrió cuatro escenarios diferentes de cara al 2016, en el marco de la discusión entre “gradualismo” o “shock” para salir de los problemas que hoy atraviesan a la economía. La nominación de Zannini como vice de Scioli modifica nuestra distribución de escenarios de tres maneras: eleva la probabilidad de un Scioli continuista, eleva la probabilidad de Scioli presidente (en especial si Randazzo compite por la gobernación de la Provincia de Buenos Aires-cosa que se ha desmentido hoy y que varía sustancialmente el panorama de la Provincia de Buenos Aires.) y pone el foco inversor en un escenario hasta ahora considerado de baja probabilidad: un continuismo que, paradójicamente, al restar expectativas de cambio, puede afectar negativamente la performance de 2015”, plantea el último informe de la consultora Elypsis. De acuerdo al trabajo, las últimas encuestas sin relevar las últimas designaciones de Cristina Fernández reducen a dos los posibles ganadores en las elecciones presidenciales, algo que puede cambiar radicalmente a partir del lunes 29 de junio: el gobernador bonaerense y Mauricio Macri. Cada uno de ellos abre dos escenarios: en el caso del ex motonauta, entre “gradualismo” o “continuismo” -ahora con el “Chino” como comisario político esta posibilidad se diluye considerablemente tal como lo expresaron ayer la bolsa y los mercados economico-financieros (ver nota de ayer), y en el caso del jefe de gobierno porteño, entre “gradualismo” o “shock”.

Según Elypsis, las probabilidades se reparten entre estas cuatro alternativas de manera desigual. El “shock” -una posibilidad que excluye a Scioli- se lleva sólo el 10%, y el “continuismo” -que no incluye a Macri- el doble: 20%. En tanto, el gradualismo concentra el 70% de las probabilidades, con más chances para el gobernador hasta la irrupción de Zannini (40%) que para el líder del PRO (30%). Así, Scioli termina sumando el 60% (?) hoy este escenario baja al 40% de las chances, sumando el escenario con Zannini, en tanto Macri concentra el 40% restante, o puede perder un 10% quedando en 30% por quienes integran su equipo económico -Melconian, Frigerio y Stuzzeneger-. “Frente al continuismo del mandatario bonaerense, Macri se inclinó por una terapia de shock (inmediata eliminación del cepo, corrección cambiaria y ajuste fiscal), recostándose en una demanda de cambio, contra la percepción de que el espacio político para un ajuste ortodoxo en 2016 es muy limitado y forzará un sesgo gradualista”, plantean en Elypsis. “Creemos que esta diferenciación táctica, de campaña, exageró las diferencias reales entre dos candidatos que, llegado el día, se inclinarían, cada uno a su modo, por el gradualismo -con distinta secuencia: Scioli priorizando el frente interno (inflación, crecimiento, empleo); Macri, la resolución del frente externo (conflicto con holdouts, financiamiento, cepo)”, vaticinan. De todas formas, el documento firmado por Eduardo Levy Yeyati y Luciano Cohan advierte que “el nombramiento de Zannini demoraría la resolución del problema externo y la eliminación del cepo, con efectos adversos sobre el crecimiento en 2016”. “La nominación de Zannini, lejos de debilitar la candidatura de Scioli, lo consolida como el único candidato del FPV -aunque en contraposición no calculada por ambos, el independiente y el peronismo podrían alejarse, debilitándolo rápidamente- y, de sumarse Randazzo a la carrera por la gobernación -algo hoy ya descartado incidiría radicalmente en el mayor distrito electoral-, eleva (?) las chances de una victoria oficialista en primera vuelta (esto desde mi visión y la de otros analistas políticos y económicos ya no se podría dar definitivamente, existirá “doble vuelta” aunque aún es temprano de saber entre quienes -Santa Fe es un ejemplo que no debe descartarse-). Asimismo, haría más difícil un distanciamiento inmediato de Scioli de la política económica del kirchnerismo, postergando el fin de la estanflación”, continúan los autores.

“De materializarse el escenario continuista, con los costos que éste tendría sobre la imagen de Scioli y sus chances de consolidarse en la elección de 2017, vemos una alta probabilidad de que sea sustituido por un enfoque gradualista en la segunda mitad de 2016, lo que reduce sustancialmente el downside de este escenario sobre la performance de los activos locales”, añaden. “Tanto la velocidad como la viabilidad política de las reformas difieren en su efectos sobre los dos motores faltantes del crecimiento: el costo financiero y la inversión real”, reza el reporte. Los economistas se encargan de ponerle números a lo que sería una terapia de “shock” sobre la economía, con consecuencias parecidas a un Rodrigazo. En primer lugar, habría un relanzamiento del IPCNu y un acuerdo con holdouts en febrero y emisión de deuda en Nueva York en marzo. En segundo término, la liberación inmediata de cepos, eliminación de subsidios tarifarios por 2% del PBI, con aumentos de 300% en electricidad en el AMBA y gas a nivel nacional, con un impacto inflacionario de 4-5%. Una devaluación del 50% en enero (dejando que el tipo de cambio encuentre su techo) con traslado parcial (40%-50%) a inflación, contenida por una fuerte contracción monetaria, suba de tasas y ajuste salarial. La inflación mensual, cercana al 10% en el primer trimestre, y de 50% en el año. Crecimiento anual de -1.0% (-2.5% en el año).

En el caso opuesto, el “contuinismo” implicaría la continuidad parcial del gabinete, mantener el Indec sin modificaciones de peso, una lenta negociación con holdouts (oferta al estilo Repsol-YPF en el segundo semestre), y endeudamiento externo escaso a tasas altas. Ante la insuficiencia del financiamiento externo, habría un “relajamiento condicionado del cepo (dividendos contra inversiones; importaciones contra obtención de crédito comercial), extensión del dólar ahorro (brecha con el contado con liquidación volátil, alrededor del 40%) y de la represión financiera para abaratar el financiamiento del déficit”. En este escenario la reducción de subsidios tarifarios sería por 0,3% del PBI, la inflación algo superior a la actual (28%) con ancla cambiaria (20% de devaluación) y atraso cambiario (y, posiblemente, tarifario) adicional. El “continuismo” cerraría con un crecimiento anual de -1.0% (-2.5% en el año), afectado por las restricciones a las importaciones, la falta de inversión y la caída en las exportaciones. La magnitud de la contracción sería la misma que en el escenario de shock. Entre los dos escenarios está el gradualismo, caracterizado por un relanzamiento del IPCN, y un acuerdo con holdouts en 2 pasos: buitres en febrero (emisión en Nueva York en marzo) y «me too» en el resto del año.

Para la consultora, que no coincide con los mercados y muchos análisis de empresarios grandes de primera línea que han cuestionado este informe, la vía gradualista continuaría de la siguiente manera: “Liberación programada de cepos: importaciones y dividendos del ejercicio 2015 de manera inmediata; dólar ahorro en 12 meses (elevación de topes y convergencia de brecha CCL a 0% a fin de año); dividendos 2011-2014, a partir de 2017. Eliminación de subsidios tarifarios por 0.5% del PBI (indexación a la inflación + ajuste real de 50% a hogares con capacidad de pago, aproximadamente 40% del total de beneficiarios). Programa monetario con indicación de inflación (22-26%), depreciación (30-35%) y tasa 2% real. Crecimiento anual de 3.5% (2% en el año).” ¿Cómo puede ser que haya gente que opine que hay estabilidad cuando no sólo hay una estanflación importante sino que faltan inversiones directas y, por lo tanto, no hay generación de nuevo empleo privado? Porque el empleo público ni es productivo ni es necesario. Hoy día el empleo público que se genera es más bien una beca política que se le obliga a pagar a los contribuyentes. El empleo que importa es el privado, que escasea en forma dramática pero hay alguna gente que le parece que no es un tema importante… Interesantes los datos que aporta la consultora Economía & Regiones de Frigerio: «Por lo general, cuando las recesiones económicas empiezan a afectar al mercado laboral, las firmas no reducen los salarios de sus empleados. Por el contrario, los mecanismos de ajuste más comunes son las reducciones horarias o directamente el despido de asalariados. El hecho de que la estrategia del gobierno sea usar el tipo de cambio como ancla nominal agrava el problema, porque la rigidez del salario a la baja sumada al tipo de cambio cuasi fijo (o atrasado) hace que los salarios medidos en términos de bienes transablesy dólares, se tornen relativamente caros.»

Si leemos las definiciones de Massa y De la Sota del debate en TN, vemos -sin partidismos, sino por análisis serio- quienes son los únicos que realmente impondrían un “cambio gradualista” a nivel económico, por lo que una vez cerradas las listas este sábado 20 (Día de la Bandera en homenaje al deceso del General Manuel Belgrano), el panorama de las fórmulas presidenciales quedará mucho más claro volviéndose a escenarios más parecidos a los de fin del año 2014, pues la apuesta de Cristina Fernández reconsolidará no “una polarización entre dos” sino que el peronismo y sectores independientes que miran las políticas del PRO en la ciudad de Buenos Aires (mejor dicho las NoPolíticas) aplicadas y las deudas de las promesas electorales generarían nuevamente un escenario donde (como sucedió en Santa Fe) al oficialismo del FpV, se le enfrentarían el PRO con “Cambiemos” y UNA relegando a posiciones casi inexistentes a Stolbizer y las izquierdas tradicionales, dando por descontado al Adolfo que ni siquiera puede pasar las PASO. La puja entre soberbios y autoritarios dejaría un resquicio para una tercer fuerza que encabece una fórmula de gradualismo económico y político, mucho más afín a lo que el pueblo argentino aspira luego de 12 años de confrontación y estalinismo puro.

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