Por Luis Alejandro Rizzi.-

Ayer a la mañana, en el marco de las XIX Jornadas de Derecho aeronáutico y del espacio, realizadas en el Colegio de abogados de San Isidro, presenté mi anteproyecto de reforma al código aeronáutico, gracias a sus autoridades, en especial a Fabián Shinca y Mario Folchi y a los presentes.

“Si avanzan sobre los derechos sindicales, vamos a tomar medidas”, dijo el cotitular Héctor Daer (Sanidad) de la CGT cuando terminó el encuentro, que se extendió por más de tres horas.” Infobae.

Todos sabemos que la Argentina está mal, pero no sabemos cuál es el límite de aguante de la gente; por lo tanto las dirigencias deben actuar con máxima prudencia y evitar excesos en sus declaraciones, que pueden ser detonantes de consecuencias no deseadas.

Esto vale también parta el nuevo gobierno, que parecería que ha comenzado a moderar sus declaraciones.

Ayer a la mañana tuve una larga chara con el Sr. Perogrullo y me decía “parece que todos se olvidan que vivimos en un régimen republicano democrático, en el que los tres poderes de gobierno tienen sus atribuciones y facultades”, y me recordó que ni las atribuciones ni las facultades son de ejercicio obligatorio.

“Por eso -agregaba- es una necedad anunciar decisiones que no se pueden tomar, como la de privatizar YPF y entregarle Aerolíneas Argentinas a su personal, ya que es necesario reformar legislación vigente, lo que conforma un proceso cuya velocidad no está reglamentada; por lo tanto, por ese lado, el “shock” no es posible.

Lo mismo pasa con las necesarias reformas laborales, fiscal y administrativas y más difícil aun será la cuestión de la coparticipación federal.

Entonces terminemos de hablar de shock o gradualismo ya que solo suenan como retos a la sociedad que irritan el ya mal humor imperante

La declaración de Daer es tan imprudente como lo fueron algunas del mismo Javier Milei y de posibles futuros funcionarios.

Daer debe o debería saber que todo derecho tiene su costo y que cuando no se puede financiar, “no hay más derechos”, por más que estén en la constitución o en algún tratado; su ejercicio se vuelve imposible.

En el caso de Aerolíneas Argentinas, que conozco, se trata de un problema de más o menos de u$s 400 millones, el 20% de su facturación, y eso exigirá tomar diversas medidas, porque sabemos que el estado no tiene fondos genuinos para financiar ese veinte por ciento; hay otras prioridades.

Los dirigentes gremiales aeronáuticos y sus nuevos funcionarios tienen mínimo margen de acción; deberán pensar qué medidas tomar para pasar este lapso para que la empresa pueda ser sustentable por sus propios medios.

Deben, unos y otros, tener presente que se trata de una S.A., si bien de capital estatal. Puede quebrar o quedar en estado de disolución por pérdida de capital, para ello es suficiente que la ley de presupuesto no prevea dinero para mantenerla en actividad.

Esto puede ocurrir en poco tiempo y los sindicatos no tendrán medio alguno para evitarlo. Más vale poner las barbas en remojo.

Esto pasa con muchas otras actividades, SANCOR parece que cerrará una de sus plantas lácteas por imposibilidad de lograr solucionar un conflicto gremial. ¿Qué medidas propondrá el señor Daer?

Se trata de no llegar a los límites y saber medir las palabras que sabemos pueden tener el mismo poder que una chispa en un bidón de nafta.

No nos hagamos los distraídos; todos nosotros sabemos cómo estamos. Por eso ganó Milei por once puntos.

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