Alfonsín Embajador, una sabia decisión
Por Máximo Luppino.-
Ricardo Alfonsín como embajador es un fuerte gesto de convivencia democrática hacia un mundo que cada vez mira más atentamente a la Argentina. Además la designación de Don Ricardo encierra un fuerte gesto interno que obliga a la UCR a replantearse sus recientes alianzas políticas y a reconsiderar delicadamente su futuro horizonte. Este nombramiento al Peronismo le indica que Fernández desea dirigirnos a tierras de acuerdos, consensos y generosidad grupal más allá de las fracciones políticas reinantes. “Primero la Patria”.
Alberto Fernández no cesa de construir aprobaciones de dirigentes populares. A mayor base de sustentación política, mejor proyección y auténtica legitimidad de acción acumula un gobierno. Es decir, mayor poder real.
Alfonsín ostenta un reconocimiento social amplio. No sólo dentro de su partido, sino más allá de las accidentadas fronteras del radicalismo, Ricardo es considerado un hombre honesto. Esto no es poca cosa, es el requisito fundamental para ejercer la función pública. Virtud olvidada por los corruptos de todas las latitudes partidarias.
El presidente de la Nación desea un vínculo cercano y dinámico con Europa, en especial con España. Para este sabio objetivo, Ricardo Alfonsín, un gran componedor, parece el hombre adecuado. Máxime aún cuando Alberto imagina a Don Ricardo tejiendo contactos políticos comerciales con todo el Viejo Continente. Alfonsín es conocido y valorada su ética política en las tierras de la Unión Europea.
Fernández y Alfonsín comparten una similar mirada de los problemas del mundo actual y consideran, cada uno con su doctrina, que la salida es el humanismo y una mirada práctica solidaria en la acción cotidiana. Ven la política desde la vocación de servicio y no desean ser peones serviles de un capitalismo salvaje que de ninguna manera aprueban.
Ricardo Alfonsín continuará siendo radical. La raíz cultural histórica de la UCR popular y republicana descansa en el ADN del hijo dilecto de Chascomús. Desde ya, pensamos que su gestión será positiva para el bien de nuestra Nación.
La concordia entre el presidente y Alfonsín, se nos ocurre, es un fruto sembrado en aquel icónico abrazo de Balbín con Perón que muchos aún no comprenden o no quieren comprender. Los cavernícolas siempre añoraran sus lúgubres y primitivas cuevas saturadas de oscuro arcaico egoísmo. Los retrógrados sólo ponderan los arteros garrotazos de violencia inadecuada. La política es crear consensos de la mano de la respetuosa persuasión.
Alfonsín, más que embajador, será un puerto de esperanza para una Argentina que necesita desesperadamente del esfuerzo colectivo de todos sus hijos.
Alberto Fernández llamó a Ricardo desde Alemania para reiterar su ofrecimiento y pedido de ayuda al histórico dirigente radical. La petición fue de tal magnitud que las patrióticas fibras de Alfonsín se movilizaron y aceptó el singular desafío de llevar la voz nacional a Europa. Además, les recordó a miembros de su partido que su padre tenía embajadores justicialistas en su gobierno y que no dejaron de ser peronistas por aceptar colaborar con la Nación, cumpliendo una aceptable responsabilidad.
Alberto desea trabajar en equipo respetando la impronta e identidad propia de cada persona de su gobierno. Ricardo es un idealista que siente que una Argentina más justa y equitativa es posible de construir.
Entre los fundamentalistas de la grieta suicida y los constructores del sano consenso se debate con angustia la patria que debemos edificar.
DIOS ilumine el corazón de nuestros dirigentes. Por nuestra parte, nos alegramos del fraternal diálogo de Alberto con Ricardo. La historia con su infalible perspectiva sabrá juzgar con ecuanimidad las decisiones de nuestros dirigentes.
Un gesto de grandeza de un político que por estatura moral, herencia y tradición.
No podía dejar de estar, a la altura de las circunstancias.
Su acto de nobleza, contribuye a desandar el camino de la construcción de la grieta.
Esperemos su ejemplo, sirva para motivar la búsqueda de un futuro mejor.
Para todos los Argentinos.
JA JA JA, RICARDITO EMBAJADOR, debe ser una joda de Tinelli.
Me parece un desacierto total.Alfonsin no es un diplomático,esun político de barricada sin la preparación y el manejo que debe tener un embajador.
Con estos nombramientos se destruye cada vez más el excelente Cuerpo Diplomático profesional que se construyó desde hace más de 50 años gracias al Canciller Muñiz. Nuestro cuerpo diplomático cuenta con embajadores de carrera capacitados para desempeñar cualquier misión que el Superior Gobierno les encomiende, además de tener en ningún caso menos de treinta años de servicios, ha costado al país mucho dinero formarlos y capacitarlos,y se los desperdicia para nombrar a cualquier oportunista.
Son tan lamentables como los anteriores y los futuros,solo saben repartir prebendas.Pero son inútiles cuando deben actuar,y a las pruebas me remito, cuando injustamente y de manera contraria al derecho de gentes, se retuvo a la Fragata Libertad, todas las gesyiones con políticos fracasaron, se envió entonces a la Embajadora Ruiz Cerruti, diplom´´atica de carrera,con un equipo de diplomáticos tambien de carrera y la Fragata quedó liberada. Es solo una muestra de la diferencia de capacidad.
El padre se tubo que ir del poder por ser un inoperante
el hijo nunca gano nada colgado a la cola, ahora le toco el PRODE USA $ 25000 x mes
Usted disculpe , pero podría describir unasola capacidad de Ricardito para ser , nada menos,embajador en España?creo que ni habla Inglés, y su palmarés es pobrisimo, solo ser portador de apellido.
Lup:
Larga el tinto.
Sobre Alfonsín Embajador…………………….
De ninguna manera como ciudadano voy a considerar como acertada, por encima de mil argumentos, la designación del Sr. Alfonsín, como embajador en España.
Conozco , por cercanía absoluta, lo que significa ser miembro del Servicio Diplomático. Lo que deben estudiar y lo que cuesta prepararse a los que pretenden pertenecer a ese Servicio. Y obvio que cuando se reciben, empezar bien de abajo, como en cualquier actividad humana y profesional.
Dicho esto, como se explica que personajes de la grilla política aparezcan de pronto ocupando cargos de semejante jerarquía?
Si quieren la paz de la República, la unión de los argentinos, la terminación de las grietas, etc. esos mismos políticos , tienen mil argumentos y posibilidades de hacer por la Patria lo que realmente deben hacer. Al punto: ser honestos, no ser corruptos, ser responsables de sus actos, cumplir con sus promesas, honrar los mandatos populares, no borocotizarse, cumplir sus mandatos con dignidad, respetar la Constitución.
Si este tipo de nominaciones están dirigidas a poner parches a una desquiciada situación cívica y política; estamos en serios problemas.
Aquí no debe haber reminiscencias de los «históricos abrazos», ni nada que se les parezca. Debe haber una línea rectora de manejo de la cosa pública que sea superadora de todo lo que se viene haciendo en nuestro país desde , por lo menos, hace casi 8 décadas. Es decir, dicho vulgarmente, pongámonos las pilas de una vez y dejemos de experimentar con decisiones raras; porque el mundo, ese al que le debemos respeto también, nos está mirando, y nos sigue analizando para ver si un día descubren de que fibra , de que material, estamos hecho.
Abandonemos por un rato las moralinas espasmódicas que sólo sirven para intentar convencernos que la unidad nacional pasa por discursos, por intenciones, por gestitos de cuarta, que en nada ayudan al verdadero reencuentro de los argentinos que un día deberá llegar , si no queremos sucumbir definitivamente en la larga noche de la mediocridad de la que representantes y representados hemos sido capaces de caer. Olvidando que alguna vez fuimos lo que ahora queremos, tardíamente (ojalá no), ser.
Gracias IP.
Del Sel, hizo un papel mas que digno.
Pseudo politico que se puso el traje del padre para hacer pedazos la UCR. Siempre fue un inutil profesionalmente y politicamente fue un acomodaticio. le dieron el conchavo para para que no digan que los hicieron a un lado. tengo años de afiliado y me da verguenza como haber tenido un Moreu.
Lo que alguna vez alguien dijo del padre, le cabe en realidad a todo político:
«Como hablar, habla muy bien.
¡Habla tan bien!»