Por Oscar Edgardo García.-

Sergio Massa ha convertido al país en una enorme sala cinematográfica en la que está exhibiendo su propia película de ciencia ficción, combinada con escenas de comedia, en la que desarrolla un festival de acciones con quitas y devoluciones de impuestos, otorgamientos de bonos, subsidios y préstamos, sorteos de premios por consumos, congelamientos de precios y tarifas, negaciones de la realidad y promesas de que el futuro será mejor si los ciudadanos lo votan para que sea el Presidente de la Nación, entre otros disloques.

La película finalizará el día de las elecciones presidenciales y la incógnita que está planteada en el pueblo es cuál será el género de la película que se verá a partir de esa fecha, aunque se estima con alta probabilidad que será un drama con un final de tragedia.

En el actual escenario y con los actores disímiles que se observan en los ensayos, es inevitable la ansiedad por discernir cómo será la próxima proyección fílmica.

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