Por Guillermo Cherashny.-

Si bien la operatoria recaudadora descripta en los cuadernos de Centeno con las declaración como arrepentidos de Carlos Wagner y Claudio Uberti mencionan que IECSA la constructora de la familia Macri pagó coimas a Roberto Baratta desde el 2004 hasta fin del 2007 y que Autopistas del Sol pagaron 150.000 dólares mensuales desde el 2004 al 2015, tanto Franco, Gianfranco y Mariano Macri no se presentaron a declarar como arrepentidos ni fueron llamados a declaración indagatoria; o bien serán llamados próximamente o el fiscal Stornelli y el juez Claudio Bonadío no tiene ninguna intención de citar a la familia presidencial bajo el argumento que Carlos Wagner y Claudio Uberti cuando declararon como arrepentidos dijeron que «todos» pagaron coimas. El hecho de que nombraran a la familia Macri los libera de llamarlos a declarar. Pero en el caso de IECSA, supuestamente comprada por Angelo Calcaterra en diciembre del 2007 cuando casualmente Mauricio Macri asumía como jefe de CABA, de ahí que ayer el senador Mayans de Formosa en su discurso dijera que Calcaterra es el testaferro de Mauricio Macri.

Así las cosas, la familia Macri, mencionada indirectamente como coimera, no será citada. Esta será una investigación tuerta, es decir, doble vara. Que los K recaudaron está claro pero que los Macri-Calcaterra fueron los socios es otra gran verdad.

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