Por Carlos Tórtora.-

La expulsión de Ramiro Marra del oficialismo y el traspaso de tres diputados bullrichistas de la Ciudad a las filas de La Libertad Avanza conmocionaron el tablero electoral porteño. Esto se da en un ambiente agitado por la inminente suspensión de las PASO de la Ciudad y del adelantamiento de la fecha de elecciones locales, que Jorge Macri dispondría para fines de mayo.

Un primer interrogante que se abre es si la expulsión de Marra por parte de Karina Milei no es un verdadero suicidio político por parte del gobierno. Se trata de una elección sólo de diputados locales y una de las pocas encuestas actualizadas que circulan, la de FG&A, le asigna para diputado de la Ciudad a Leandro Santoro el 24,1%, seguido de Marra con el 18,1% y ya muy lejos, la nómina sigue con Ofelia Fernández con el 7,1%. En otras palabras, que LLA carece hoy de un candidato porteño con un caudal parecido al de Marra. Pero también, a la luz de estos números, sería obvio que tampoco el PRO tiene a alguien taquillero para encabezar la lista.

Los dos posibles candidatos del oficialismo porteño, Fernán Quirós y Waldo Wolf, miden respectivamente 6,1% y 4,9%.

Otra conclusión es que tanto LLA como el PRO sufren una crisis de falta de candidatos con votos, mientras que el tercero en discordia, el PJ, correría con ventaja si logra que Santoro baje de su actual diputación nacional a una más modesta banca por la Ciudad.

A toda máquina

Todo indica que los libertarios deberían recurrir a una figura nacional como Manuel Adorni para encabezar la lista porteña, aunque siempre está la hipótesis de que sea Karina la que se suba al ring.

En cuanto al PRO, está en problemas y debería inventar la candidatura de alguien que mida y hasta se habla de María Eugenia Vidal, que es un comodín, ya que fue candidata tanto en Capital como en Buenos Aires. Lo que se advierte es la tendencia a la nacionalización de la elección local a través de figuras que están en cargos nacionales.

De ser así, el principal argumento para desdoblar la elección, que fue realzar la temática porteña, quedaría anulado por la realidad de los hechos.

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