Por Guillermo Cherashny.-

La Argentina es un país muy particular, donde la oposición de Juntos por Cambio, que gobernó con recesión durante 3 de sus 4 años de gobierno, que dejó una inflación del 2019 del 53% y que provocó un default de la deuda en pesos, acusa a Massa de propiciar un «gobierno de empresarios», cuando hasta esa designación decía que el gobierno nos llevaba a Venezuela. Lo más curioso es que Mauricio Claver Carone, el presidente del BID, quien es conocido republicano pro Trump y que está molesto con AF por su relación con Maduro, ahora dice estar dispuesto a dialogar con el nuevo ministro de economía y lo mismo el gobierno de los Estados Unidos de América, lo cual le quita a Juntos el monopolio de su buena relación con el país más poderoso de la tierra. Es que el Departamento de Estado entiende que regímenes como los de Piñera en Chile y Duque en Colombia provocan reacciones populares con muertos en las calles y no quieren desestabilizaciones en el sur del hemisferio y prefieren un gobierno como el de Boric, Petro y Lula antes que el retorno de Mauricio Macri, lo que demuestra que gran parte de la oposición, como los halcones del PRO y del radicalismo, como Cornejo, no entienden nada de política internacional, lo mismo que la coalición cívica de Carrió. Asimismo, un sector de economistas ortodoxos atribuye el «efecto Massa» a la suba de la tasa de interés y a la mejora de los mercados internacionales pero en tal caso la mala suerte era un activo del presidente Fernández. Lo cierto es que desde que se instaló el rumor y se confirmó el nombramiento de Massa, los mercados explotaron a favor de los cambios. Entonces se da la paradoja de que los mercados y los americanos apoyan a Massa y la oposición, un sector de economistas y periodistas no están visualizando la realidad.

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