Alianza estratégica de China y Rusia alarma a EEUU
“Una flecha sola puede ser rota fácilmente, pero muchas flechas son indestructibles.”
— Gengis Kan, 1162-1227.
Los esfuerzos de los iluminados globalizadores durante más de 50 años para demostrar al mundo que las civilizaciones rusa y china son incompatibles y que estos dos países están destinados, según los think tanks de EEUU y de la Unión Europea, a ser enemigos geoestratégicos, se ha convertido en retórica vacía después del sólido acercamiento y entendimiento entre el presidente chino Xi Jinping y su homólogo ruso Vladimir Putin.
Lo curioso de este proceso es que han sido paradójicamente los mismos líderes norteamericanos y europeos los que han orquestado este acercamiento en su esfuerzo de prevenirlo. Los “iluminados” se equivocaron en su análisis de la coyuntura geopolítica actual y en su propia capacidad desestabilizadora. Decidieron desatar una guerra mediática y económica, primeramente contra Rusia, pero al no lograr su objetivo añadieron en su lista de potenciales y reales enemigos de Washington a China, esto a instancias del Pentágono y de paso socavaron el Sistema Global de Seguridad.
Supuestamente los estrategas estadounidenses están preparando las sanciones económicas contra Pekín sin tomar en cuenta el efecto de boomerang sobre la economía norteamericana que está ligada estrechamente a la China. Se olvidan de los 1,3 millones de millones de dólares que posee China en los bonos de la Reserva Federal. Tanto los neoconservadores como los neoliberales norteamericanos, no prestaron ninguna atención a la experiencia de la Unión Europea (UE) que perdió más de un millón de millones de euros al aplicar las sanciones económicas a Rusia y con ello más de 500,000 puestos de trabajo.
En estas condiciones, no le quedó otra alternativa tanto a China como a Rusia a unir sus fuerzas para lanzar un proyecto diametralmente opuesto a la visión de Estados Unidos para el futuro que está orientada a unos 30 años de “guerra permanente” para balcanizar el mundo y establecer su hegemonía hasta el fin del Siglo XXI. Los chinos y rusos optaron por el plan de la integración de Rusia, China y Asia Central con la posterior inclusión de la Unión Europea a través la zona de libre comercio en forma de la nueva “Ruta de Seda”. Es decir, utilizar el comercio y el mercado como las fuerzas opuestas al poder de las armas.
Tanto Moscú como Pekín saben perfectamente que la paz, prosperidad y su proyecto de la “Ruta de Seda” no se podría realizar sin contar con un adecuado poder bélico cuya presencia hará contener las aspiraciones norteamericanas de expansión indefinida. La parada militar rusa del 9 de mayo pasado conmemorando el 70 Aniversario de la Victoria sobre Alemania de Hitler y la de China el pasado 3 de septiembre celebrando el 70 Aniversario de la Victoria del Pueblo Chino sobre la Agresión japonesa, fueron diseñadas especialmente para calmar las cabezas belicosas de los halcones de Washington. Ambas paradas no eran antieuropeas, en el caso ruso, o antijaponesas, en referencia a la de China, sino servían de advertencia a los norteamericanos debido al rol de desestabilizador global que asumió Washington.
Estados Unidos, a su vez, apeló a la política de ignorar y boicotear la parada de la Victoria en Rusia al no estar presente ningún líder norteamericano o algún representante de peso de su satélite incondicional: la Unión Europea en aquella celebración y lo mismo hizo con China, siguiendo su ejemplo sus obedientes Japón y Filipinas en referencia a la celebración en Pekín.
Los medios de comunicación corporativos globalizados emprendieron una descarada y cínica campaña desinformativa contra ambos eventos.
Rusia ha sido presentada como un país agresor que invadió Ucrania y que se prepara para anexar a los países bálticos. A tal extremo llegó la propaganda anti rusa de Reuters, CNN, ABC, BBC etc. que el 49 por ciento de los norteamericanos creen que Rusia representa el mayor peligro para la seguridad de EEUU, según la reciente encuesta de Gallup. La misma opinión tiene el 30 por ciento de estadounidenses respecto a China.
La prensa globalizada trató cínicamente de no dar importancia a la parada militar china. Para la Voz de América “el desfile militar en Pekín era un simple mercado o muestra de la tecnología robada” como lo comentó el analista del Institute of Defense and Strategic Studies, Michael Rasca. Otros medios de comunicación hablaban en términos sarcásticos anunciando que “Otra vez los tanques en la Plaza Tiananmen” invocando las protestas en esta plaza en 1989. Igual como en el caso de la parada en Rusia los periodistas globalizados mostraron condescendencia, falta de objetividad y el uso de la información falsa sobre la pasividad, indiferencia del pueblo chino, y aburrimiento durante aquel evento.
El Pentágono mostró “indiferencia” al despliegue del armamento moderno chino. Según el secretario de Prensa del Pentágono Peter Cook que inclusive comentó que él personalmente no tuvo la oportunidad de ver la parada. También Peter Cook afirmó que no era ninguna novedad el acercamiento entre China y Rusia y que el departamento de Defensa “debe responder de forma fuerte y balanceada a ciertas amenazas que provienen de Rusia”. Pero todas estas posturas tratan de esconder la preocupación de Washington sobre el inicio de una nueva época en las relaciones internacionales cuyos protagonistas son China y Rusia.
Estos dos países tienen relaciones diplomáticas desde 1689 y en opinión de Alexander Gabuyev del Carnegie Center en Moscú la actual unión de estos dos países es el “resultado del pasado compartido” a lo que deberíamos agregar también el presente que están afrontando. Rusia perdió durante la Segunda Guerra mundial entre 27 a 37 millones de habitantes y China sufrió alrededor de 37 millones de víctimas durante la invasión japonesa entre 1931 y 1945. Lo que significa que la guerra hizo estragos en casi cada familia china o rusa lo que se refleja, según Gabuyev en la sicología de Rusia y China.
Hoy día Rusia está bajo la presión de las sanciones económicas impuestas por Washington y Bruselas por la reunificación de Crimea con Rusia y por una supuesta y nunca comprobada intervención militar rusa en Ucrania. Pekín en su turno es presionado por EEUU en relación a la reclamada soberanía sobre 130 islas coralinas en el Mar de China Meridional y de las islas Spratly reclamadas por Vietnam y Filipinas que están acercándose cada vez más a EEUU.
Para Washington controlar el Mar de China Meridional es de vital importancia porque en su subsuelo bajo las aguas, suponen que existen reservas de petróleo y gas natural similares a las de Qatar. Además más del 50 por ciento del tráfico mundial mercante navega por sus aguas. Esto es lo que en realidad explica las amenazas norteamericanas de imponer sanciones a China y no los supuestos robos cibernéticos de la tecnología norteamericana como argumenta el departamento de Estado. Como lo afirmó el renombrado estudioso norteamericano Noam Chomsky, la política exterior y militar norteamericana está orientada al control de la mayor parte de la oferta mundial de petróleo como “parte sustancial del dominio del mundo”.
Precisamente estas presiones norteamericanas obligaron tanto a Rusia como China a estrechar su alianza estratégica, económica, financiera y militar para no permitir a Norteamérica lograr una absoluta hegemonía del mundo. Frente a las maniobras militares de la OTAN en los países bálticos los rusos lanzan sus propios ejercicios militares y también junto con la armada china hacen las maniobras en el Mar Mediterráneo. Desafiando a los ejercicios militares de las naves estadounidenses en el Mar de China Meridional, cinco buques chinos desfilaron sigilosamente por las aguas de Alaska coincidiendo con la visita del presidente Barack Obama a este estado.
En la última reunión en Pekín de Xi Jinping con Vladimir Putin ambos presidentes firmaron 32 tratados comerciales y varios acuerdos militares dirigidos a estrechar la unión entre dos países para no permitir a EEUU “balcanizar primero, a Rusia” y posteriormente “romper” a China. Inmediatamente después del retorno de Pekín el presidente Putin asistió al Primer Foro Económico Oriental celebrado en la ciudad rusa Vladivostok en el que participaron más de mil hombres de negocios de Asia y Rusia, todos interesados en el desarrollo del Oriente Lejano de Rusia extremadamente rico en los recursos naturales y en especial los energéticos. China es uno de los principales inversionistas en el proyecto de la creación del “Nuevo Oriente” con el centro en Vladivostok para dar un nuevo impulso al comercio entre Asia y Europa vía el Ferrocarril Transiberiano.
Entonces resulta, que mientras Estados Unidos está dividiendo, desestabilizando (ya son ocho países se convirtieron en víctimas de la política de Obama) y desintegrando el mundo, China y Rusia están tratando de construir un mundo multipolar unido en su anhelo de lograr paz, prosperidad y seguridad para sus habitantes.
Durante su discurso del 3 de septiembre pasado el presidente Xi Jinping afirmó que “no importa cuán fuertes podamos ser, pero China jamás buscará la hegemonía o la expansión”. Anteriormente el 9 de mayo pasado el presidente Vladimir Putin expresó la necesidad de “crear un sistema adecuado a las amenazas actuales, elaborado sobre una base regional, global fuera de bloques. Solo entonces garantizaremos la paz y la tranquilidad en el planeta».
Actualmente el mundo está frente a dos caminos que debe tomar, de su decisión dependerá el futuro de nuestro planeta y de sus habitantes. (Sputnik)
Muy divertido el artículo de la agencia Sputnik, que como su nombre lo indica, es una agencia de noticias de la federacion rusa…creo que deberían darle el Nobel de la Paz a Putin y el chino jaja
Muy acertado todos los conceptos vertidos. Coincido plenamente. La clave es que todo esto se pueda discutir a nivel de los pueblos y no quedar sólo entre los poderosos del mundo. Yo me pregunto si los estadounidenses comparten el nivel de gasto en defensa que tienen, por ejemplo. Lo mismo los europeos con la OTAN, una organización que debió disolverse en 1989. Seguramente si se les preguntara a todos ellos si verían con buenos ojos que se les dupliquen las pensiones y jubilaciones a cambio de una reducción de un 20% de los gastos en defensa, estoy seguro que dirían que sí. La administración Bush quintuplicó los gastos de defensa en sólo ocho años. Eran unos 140b anuales y los pasó al término de su mandato en 2008 a casi 800b anuales. Mientras tanto los Estados Unidos tienen un fondo de pensiones y jubilaciones terriblemente desbalanceado. La presión mundial sobre los gastos de defensa hará la diferencia, de eso no tengo dudas, para resolver el problema del armamentismo.
Bachar al-Assad: «Occidente apoya el terrorismo islámico»
Red Voltaire | 16 de septiembre de 2015
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A continuación presentamos la entrevista del presidente de la República Árabe Siria, Sr. Bachar al-Assad, realizada por varios medios de comunicación rusos.
Ver entrevista:
Apoyo occidental al terrorismo en Oriente Medio
«En lo que se refiere a la cooperación de Occidente con el Frente al-Nusra, esto es un hecho comprobado. Todos sabemos que Turquía, que tiene estrechas relaciones con Occidente, abastece de armas, dinero y voluntarios tanto al Frente al Nusra como al Emirato Islámico».
En opinión de Assad, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el primer ministro, Ahmet Davutoglu, «no dan ni un paso sin coordinarlo, en primer lugar, con Estados Unidos y con otros países occidentales».
«El Frente al-Nusra y el Emirato Islámico deben darle las gracias por el aumento de su poder en la región a la protección de Occidente, que percibe el terrorismo como un comodín que puede sacarse de la manga periódicamente», explicó el mandatario sirio. «Son la tercera ola de organizaciones políticas creadas por Occidente para difundir su venenosa ideología. Persiguen fines políticos. La primera oleada, a inicios del siglo pasado, trajo a la Hermandad Musulmana. La segunda oleada, a al-Qaeda, que luchó contra la URSS en Afganistán. Y la tercera oleada son el Emirato Islámico, el Frente al-Nusra y otras organizaciones similares (…)
Son un proyecto extremista de Occidente».
«Se dice que cuando se vaya el presidente las cosas irán mejor, pero ¿qué significa eso en realidad? Para Occidente significa que, mientras yo siga siendo presidente, ellos seguirán apoyando el terrorismo porque han convertido en una prioridad el cambio de dirigente de los llamados “regímenes” de Siria, Rusia y otros países. Y es que Occidente no admite socios ni Estados soberanos. (…) Les gustaría quitar a una persona y poner en su lugar a otra que actúe en interés de Occidente y no en interés de su propia Patria»
Video. Terroristas islámicos infiltrándose en territorio sirio desde Turquía, equipados con armamento moderno, vehículos todoterreno, teléfonos satelitales, misiles antitanque, todo pagado por los servicios secretos de Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Arabia Saudita, Qatar, Turquía y otros países vasallos de Occidente.
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https://youtu.be/jMXf2yWARCc
https://youtu.be/MgqiWfKFI2w
Continúan preparativos para el despliegue militar ruso en Siria
por Thierry Meyssan
Los adversarios del acuerdo entre Estados Unidos e Irán han iniciado una campaña en la que acusan a Rusia de pretender aplicar en Siria una “anexión militar” similar a la que supuestamente aplicó antes en Crimea. La realidad es que Moscú está preparando una operación contra los yihadistas –conforme a las resoluciones aprobadas en el Consejo de Seguridad de la ONU– y que su intención es llevarla a cabo, cuente o no con el beneplácito de Washington. Por su parte, la Casa Blanca ya organizó una operación conjunta de la coalición internacional y Siria, mientras que Francia está tratando de montarse en el tren ya en marcha, aunque sigue abrigando la esperanza de lograr sabotear la reconciliación entre Estados Unidos e Irán.
Red Voltaire | Damasco (Siria) | 14 de septiembre de 2015
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En declaraciones al margen del Foro Económico de Vladivostok, el presidente Vladimir Putin confirmó, el 4 de septiembre de 2015, la intención de Moscú de intervenir contra los yihadistas que operan en Siria.
Prosiguen en Siria los preparativos del despliegue militar ruso, lo cual provoca la cólera de los occidentales. El anuncio que hice en mi crónica semanal, publicada en el diario Al-Watan [1], sobre la creación de una Comisión Militar Conjunta sirio-rusa, la entrega a la parte siria de datos de inteligencia provenientes de los satélites rusos, la llegada de numerosos expertos rusos y la entrega de armamento más sofisticado, provocó una verdadera tormenta al verse confirmado por los sitios web israelíes Ynet [2] y DebkaFile [3]. Posteriormente agregué a esos factores la modernización y ampliación del aeropuerto de Latakia [4].
Pero, nuevamente, los periodistas israelíes estaban distorsionando la realidad al sugerir que Rusia iba a desplegar su aviación y su infantería para defender a un gobierno sirio ya al borde de la derrota. Algunos comentaristas, que mencionaban un posible traslado de la 810ª brigada de la Marina rusa desde Sebastopol, recordaban el ejemplo de Crimea y hablaban de una posible anexión militar de Siria por parte de Rusia [5].
Numerosas televisiones atlantistas han divulgado un video de combates grabado en Latakia donde supuestamente se oye a oficiales del Ejército Árabe Sirio hablando ruso. Según el periodista Yuri Artamonov, un análisis del ruido de armas en la banda de sonido permite comprobar que las voces que se oyen no son de oficiales sirios sino las voces de los yihadistas que luchan contra ellos [6]. Por nuestra parte, hemos señalado desde hace tiempo que la mayoría de los individuos que dirigen las fuerzas del Emirato Islámico no hablan árabe cuando se comunican por radio sino que lo hacen en turco y en ruso.
Por supuesto, esto no es así. La Federación Rusa sigue buscando una solución política al conflicto entre sirios, mediante la organización de un diálogo entre el gobierno y su oposición, conforme a lo previsto en el Comunicado de Ginebra del 31 de junio de 2012 [7].
Simultáneamente, en respuesta al llamado de la República Árabe Siria y en el marco de las resoluciones adoptadas por el Consejo de Seguridad de la ONU, la Federación Rusa se plantea la posibilidad de emprender su propia operación contra los yihadistas, siguiendo con ello el ejemplo de la coalición encabezada por Estados Unidos contra el Emirato Islámico.
Rusia informó de ello al emisario estadounidense, Michael Ratney, cuando este último visitó Moscú, el 28 de agosto [8]. Además, Serguei Lavrov llamó públicamente a una coordinación con el ejército estadounidense en la lucha contra los yihadistas [9].
Eso precisamente es lo que teme el clan Petraeus/Allen/Clinton/Feltman/Juppé/Fabius. En el caso de Siria, lo que separa la realidad de la ficción mediática es un verdadero abismo. Y, como siempre sucede en ese tipo de situación, los mismos que se exprimen el cerebro para inventar las historias propagandísticas acaban convirtiéndose en prisioneros de su propia retórica y engañándose con sus propias mentiras.
El objetivo de la Federación Rusa no es «reducir» las fuerzas del Emirato Islámico sino derrotar a todos los yihadistas, ya sean del Emirato Islámico (también conocido como «Daesh»), de al-Qaeda, del Frente Islámico o de cualquier otra organización. Así salta a la vista de todos que, en este momento, no hay en Siria ningún grupo armado antigubernamental que no esté vinculado a los yihadistas. Esto es tan cierto que el Pentágono reconoce ahora que no ha tenido más noticias de los «rebeldes moderados» que entrenó para que lucharan contra el Emirato Islámico ya que todos, sin excepción, acabaron incorporándose a al-Qaeda. Por su parte, los sirios que al inicio de la guerra se habían unido a los combatientes extranjeros han vuelto a ponerse del lado de la República, a través de los numerosos acuerdos de reconciliación que Damasco ha venido implementado desde hace 3 años, o han optado por los objetivos de los yihadistas.
O sea, si finalmente deciden pasar a la acción, los rusos atacarán a todos los grupos armados que siembran el terror en Siria. Los occidentales no podrán seguir ocultando el hecho que la «Coalición Nacional de Fuerzas de Oposición y de la Revolución» que ellos reconocieron como representante del pueblo sirio, en realidad respalda a los yihadistas. Y se verán obligados a tener en cuenta a los partidos políticos presentes en Siria, incluyendo a los que se han aliado al partido Baas para enfrentar a los yihadistas.
Un total error de diagnóstico
Los países de Occidente, que al cerrar sus embajadas en Damasco se privaron a sí mismos de toda posibilidad de analizar lo que sucede en Siria, han cometido numerosos errores de juicio. Así que ignoran totalmente la transformación que los últimos 4 años de guerra ha significado para la sociedad siria.
En primer lugar, a pesar de la existencia de conflictos políticos en Siria, no existe una guerra civil. La casi totaliad de la ciudadanía se unió, tras el presidente Assad, contra la agresión externa que amenaza la supervivencia de la civilización levantina.
La prensa atlantista estima que el régimen sólo controla un 20% del territorio nacional y que está, por consiguiente, al borde del derrumbe. Lo que sucede es que el territorio sirio habitable es escaso, mientras que las regiones desérticas ocupan vastas superficies de territorio. La República Árabe Siria ha optado por garantizar la defensa de la población en vez de defender territorios, aún tratándose de los que incluyen los tan codiciados yacimientos de gas y de petróleo. Desde el punto de vista gubernamental, los combates han obligado un 20% de la población a refugiarse en el extranjero, pero el 75% de la población siria se encuentra actualmente bajo la protección de la República Árabe Siria y sólo un 5% –como máximo– se encuentra en los vastos territorios donde se mueven los yihadistas.
Por otro lado, si bien en 2011 muchos creían en la fábula de la «primavera árabe», la situación es muy diferente hoy en día. Ha fracasado el proyecto del Departamento de Estado, cuyo objetivo era poner a la Hermandad Musulmana en el poder en todo el mundo árabe. La experiencia egipcia se ve hoy como algo totalmente negativo. Desde el comienzo de la operación «Volcán de Damasco», iniciada en julio de 2012, el conflicto es una guerra yihadista. La opción actual no es estar a favor o en contra del partido nacionalista Baas sino estar a favor o en contra de la modernidad. Los yihadistas defienden un modelo de sociedad gobernado por hombres polígamos, donde las mujeres sólo pueden salir a la calle portando un velo y bajo la custodia de un hombre de la familia, que condena los homosexuales a muerte, donde el islam es la única religión autorizada y que impone como obligatoria la práctica wahabita. De hecho, ya es de por sí sorprendente que un 5% de la población acepte vivir en las zonas bajo control de los yihadistas. Pero sería absurdo esperar que aumente el porcentaje de sirios que acepta someterse a ese sistema oscurantista [10].
Al aferrarse al mito de la «primavera árabe», sucesivamente inventado y destruido por ellos mismos, los occidentales perdieron el contacto con la realidad. Decían apoyar un movimiento democrático hostil al presidente Assad. Pero, además de que en tiempo de guerra la democracia parece un lujo, ahora no sólo resulta que los demócratas están respaldando al presidente Assad en contra de los yihadistas, sino que el presidente sirio de hecho resulta haberse convertido en el mejor defensor de dichos demócratas.
Al hacer del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) su única fuente de información, la prensa atlantista optó no sólo por engañar a la opinión pública sino también por engañarse a sí misma. El OSDH no es una asociación neutral sino un órgano de propaganda de la Hermandad Musulmana. Y esta cofradía es la matriz de todos los grupos yihadistas. Todos los líderes de esos grupos son miembros o ex miembros de la Hermandad Musulmana, desde Ayman al-Zawahiri [11] hasta Zahran Alluche [12]. Los occidentales están pagando hoy las consecuencias de 4 años de propaganda.
El caso de Francia
El presidente francés Francois Hollande anunció recientemente que había autorizado la aviación de guerra francesa a sobrevolar el territorio nacional de Siria en el marco de misiones de reconocimiento destinadas a acumular información sobre el Emirato Islámico y que es posible que la autorice después bombardear a esa organización yihadista.
Hay en este anuncio una porción del aspaviento típicamente provocado por la desesperación. En efecto, Hollande justifica ese anuncio con la imposibilidad de luchar eficazmente contra el Emirato Islámico bombardeándolo solamente en Irak. Pero fue ese precisamente el argumento que el presidente estadounidense Barack Obama ya había empleado anteriormente para convencerlo a él en 2014, argumento que el presidente francés rechazó en aquel momento. Es igualmente una forma de fanfarronería proclamar que las operaciones aéreas comenzaron el 8 de septiembre, cuando todo el mundo sabe que ese mismo día se abatía sobre el Medio Oriente una tormenta de arena de proporciones históricas, que perturbó el funcionamiento de todos los sistemas electrónicos de navegación y que hizo imposible el despegue de los aviones. Lo más importante es que denota una singular forma de mala fe el hecho que Hollande afirme que las fuerzas armadas de la República Árabe Siria no podrán destruir los aviones de guerra franceses porque ya no controlan el norte del país, mientras envía secretamente una delegación militar a Damasco para obtener la necesaria autorización de sobrevuelo.
Prosigue Obama la aplicación del acuerdo de Lausana
Parece, sin embargo, que Francia percibió las consecuencias del acuerdo que Washington y Teherán firmaron el 14 de julio en Lausana y que tampoco quiere verse aislada en un Medio Oriente en plena reorganización.
En todo un año, la coalición internacional contra el Emirato Islámico en realidad no había combatido a ese grupo yihadista, ni en Irak ni en Siria –por el contrario, más bien lo ha respaldado lanzando repetidamente en paracaídas importantes cargamentos de armas que han ido a parar a manos de los yihadistas–, pero el presidente Obama le ha ordenado ahora ayudar a la República Árabe Siria en la defensa de la ciudad de Hassake. Resultado: el 27 y el 28 de julio, fuerzas del Ejército Árabe Sirio rechazaban al Emirato Islámico en esa ciudad mientras que los bombardeos de la coalición internacional dejaban como saldo unos 3 000 yihadistas muertos.
Lógicamente, la próxima etapa debería ser la inclusión de las fuerzas rusas en la coalición anti-Daesh, pero eso parece poco probable. En efecto, los elementos que en Estados Unidos y en Francia se oponen a la paz con Irán todavía esperan lograr extender el caos, no sólo en el Levante sino también por el norte de África y el Mar Negro. Son esos elementos quienes acusan a Rusia de querer «salvar a Assad» de la «primavera árabe». Por consiguiente, probablemente veremos dos coaliciones diferentes bombardeando al Emirato Islámico. Aunque también es posible que se produzca una “repartición de tareas” en la que Estados Unidos se ocuparía de Irak mientras que Rusia haría lo mismo en Siria.
https://youtu.be/o91gfb8CV_w
Estados unidos cree que puede invadir cualquier pais y le perjudica enormemente el poder económico de China y el militar de Rusia. Sin embargo, por si solo ninguna de las potencias puede detenerlo, pero unidas es otra cosa.