Por Hernán Andrés Kruse.-
Resoluciones individuales sin miramientos colectivos: las decisiones de De la Rúa y la renuncia de Álvarez
“Durante los meses de agosto y septiembre la escalada entre presidente y vice subió en enfrentamientos poco larvados. Sin embargo, y con todo, al final de septiembre Álvarez intentó una última estrategia que podría ser una salida honorable tanto para él como para De la Rúa y que podría poner fin a las disputas públicas y privadas: ella consistía en hacer huir hacia adelante a todo el gobierno, primero reformulando totalmente la Alianza –y especialmente el gabinete–, en la cual los funcionarios oficialistas sospechados debían dar un paso al costado (tanto Flamarique como De Santibañez) y el Frepaso recuperara protagonismo. A su vez, también empezó a sugerir la construcción de “una Alianza más amplia”, a la cual incluso se pudiera sumar Cavallo –quién había apoyado las posturas de Álvarez contra los senadores–, ya sea como presidente del Banco Central o bien como reemplazante del ministro Machinea –ministro que Álvarez había comenzado a cuestionar casi a diario–, buscando así un relanzamiento del gobierno en materia económica y que proyectara “expectativas de cambios” (Clarín, 28/09/2000). Es decir, la guerra contra los senadores no debería acabar con estos, sino en un replanteo general de la Alianza e –incluso– en una ampliación de la coalición.
Sin embargo, estas opciones chocaron con escollos difíciles de atravesar. Por empezar, porque De la Rúa suponía que poner fin a los funcionarios del gobierno cuestionados significaba aceptar tácitamente que los sobornos pudieron haber existido, con lo que reflexionaba entonces que el camino a seguir debía ser exactamente el inverso al pedido por Álvarez: ratificarlos para negar tajantemente que se hubieran pagado coimas, por lo que no habría que sacarlos del gobierno. A su vez, el presidente tampoco estaba dispuesto a llevar los cambios en el gabinete como sugería Álvarez ni a recibir presiones a su autoridad con respecto a ello (Clarín, 28/09/2000). En este sentido, la estrategia del vice de enfrentarse a los senadores, ya sean los del PJ o los de sus aliados de la UCR, suponía derivar en una guerra institucional muy ajena a la cosmovisión de De la Rúa, sobre todo cuando ya a esa altura Álvarez parecía estar enfrentándose a unos y otros y convirtiéndose así en el enemigo de todos (una idea no muy lejana a la de “conspiración” que tanto senadores como el entorno delarruistas no se cansaban de agitar).
Por último, Alfonsín, que había permanecido al margen del conflicto, sólo rompió el silencio para oponerse duramente a los planes de Álvarez: el ingreso de Cavallo al gobierno le parecía una pésima idea, totalmente indigerible, señalando que “la Alianza nació con una expectativa de cambio sobre lo que ocurrió en el período del gobierno anterior, y Cavallo fue una presencia muy dominante en ese período […] Esta es una Alianza hecha con un sentido progresista [y] contra la nueva derecha” (Clarín, 29/09/2000); a su vez, sostenía que Machinea era un ministro del que el gobierno no estaba en condiciones de desprenderse, por lo que lo defendió con ahínco: “a pesar de las dificultades, lo que está consiguiendo en el FMI es algo realmente extraordinario […] Si hay un amigo de Chacho Álvarez en el Gobierno ése es Machinea, aunque a veces se presentan las cosas tergiversadamente” (Ibídem).
Con una situación empantanada y sin pruebas o indicios concretos sobre los sobornos, De la Rúa se decidió a principios de octubre por actuar de manera firme y dar por terminado el tema, buscando con esto generar una muestra de autoridad. Además, pensó que la mejor forma de mostrar respeto por las instituciones y transparencia era –justamente– dejar que la causa avanzara por vía judicial sin la intervención del gobierno. Para ello aplicó su criterio de modo unilateral e hizo jugar la situación a su favor, terminando con la simulación del “co-gobierno”: además de confirmar a Santibañez en la SIDE, le dio un ascenso a Flamarique al designarlo secretario general de la presidencia (el puesto de éste fue cubierto por la peronista y ex funcionaria menemista Patricia Bullrich, sugiriendo así la disposición de formar una “Alianza más amplia” de la que en el futuro también podría ser parte Cavallo); a su vez, también ratificó a Machinea y le dio un ascenso solapado al otorgarle más funciones, mientras que abandonaron el gabinete los sectores más representativos de la UCR: Terragno y Gil Lavedra fueron remplazados respectivamente por Chrystian Colombo y por Jorge De la Rúa, uno amigo y el otro hermano del presidente.
Todos estos cambios sirvieron para poner una distancia mayor aún entre gobierno y partidos, con un gabinete más fielmente delarruista y homogéneo, pero que estaba lejos de ser representativo de los diferentes grupos de la coalición y de resolver los problemas y las dudas sobre la autoridad presidencial y que terminaron por contribuir a su aislamiento político. A su vez, estos cambios fueron una ofrenda no muy larvada contra la persona de Álvarez, ya que implicó tomar la dirección exactamente contraria a la que aquel había pedido públicamente, desautorizándolo y dejándolo casi al borde de la humillación, puesto que con estos gestos sería difícil pensar que aquél pudiera presidir ahora el Senado igual que antes o que continuara su lucha allí. Además, no hubo ninguna compensación para Álvarez: no existieron consultas, disposición al diálogo o siquiera algún gesto de recomposición del vínculo entre presidente y vice. La situación sugirió una victoria total de uno sobre el otro.
Sin embargo, cuando Álvarez fue notificado sobre el nuevo gabinete, y a pesar del notorio golpe de mano que conllevaba, no protestó ni se opuso. Tampoco exigió una reunión con la UCR, Alfonsín, los líderes aliancistas o incluso con su propio partido. El mismo día de la jura del nuevo gabinete, el 5 de octubre, Álvarez asistió al lado del presidente como mandaba el protocolo, saludó a todos y hasta sonrió para la prensa, y la ceremonia terminó con la cordialidad habitual. Mas fue a la mañana siguiente cuando Álvarez dio a conocer su venganza secreta al anunciar públicamente su decisión de abandonar su cargo a menos de diez meses de haber asumido y en la que no consultó a nadie –ni a sus compañeros de equipo ni a la cúpula de su partido, y en la que todos los miembros de la coalición se enteraron por la prensa–, acostumbrado como estaba al más absoluto individualismo personal.
Las consecuencias inmediatas de la renuncia de Álvarez fueron contradictorias. Si bien de forma inmediata hubo una mínima movilización espontánea a la casa del ex vice para brindarle apoyo –en la que incluso se especuló con una concurrencia masiva para la que se prepararon parlantes a tono con un virtual discurso épico– y que Álvarez fue llamado por Reutemann como “el nuevo Perón” (La Nación, 08/10/2000), lo cierto es que el líder del Frepaso no tuvo su “17 de octubre” como algunos soñaron ni significó el relanzamiento del líder. Tampoco las encuestas parecieron acompañarlo, puesto que mayoritariamente la población se opuso a su decisión de renunciar (Clarín, 10/10/2000). Lo que sí pasó fue un nuevo cambio de gabinete, aunque tenuemente modificado: Flamarique y De Santibañez finalmente tuvieron que dejar sus cargos –también lo hizo el vicepresidente del Senado, el radical José Genoud, que fue reemplazado por el alfonsinista Mario Losada–, pero esto no supuso una reformulación de fuerzas a favor del ex vice o los frepasistas. Más bien la reformulación ministerial fue una reacción tibia de De la Rúa para mostrar gestos de arrepentimiento y composición, los cuales encubrían su temor a ser acusado despiadadamente por la renuncia o sufrir una desgarradora pérdida de popularidad. Además, también habitaba el peligro oculto de que el presidente sufriera un abandono o desplante masivo de frepasistas y de varios radicales, acción que hubiera llevado al gobierno frente al abismo.
Igualmente, y con todo, una de las marcas más ambiguas de la renuncia de Álvarez fue que la misma no implicó ni un enfrentamiento con el presidente ni la ruptura de la Alianza, puesto que el Frepaso continuó en el gobierno tal cual funcionaba hasta entonces. No hubo un pase de nadie a las filas de la oposición, sino al contrario. Álvarez se presentó en su discurso de renuncia como un leal al presidente y al gobierno de la Alianza. No obstante estos gestos, y más allá de ellos, la situación convirtió al Frepaso y a su lugar dentro de la Alianza en un imposible: puesto que si los sobornos ocurrieron, el presidente y el Senado entonces eran indefectiblemente culpables y había que enfrentarlos sin contemplaciones como pareció sugerir Álvarez con su renuncia y –con ello– ser acompañado por todo el partido en vez de permanecer como aliados y actuar como si nada hubiera pasado; en cambio, si el presidente era inocente y los sobornos jamás existieron, entonces era correcto continuar con la Alianza como se hizo aunque –en tal caso– no se entendería por qué renunció Álvarez ni tampoco por qué éste creó una ruptura institucional gigante si tan solo había diferencias de “estilos” sobre cómo proceder con respecto a las sospechas de sobornos, con lo que hubiera bastado con rediscutir las condiciones del acuerdo entre socios.
Por lo cual, con la decisión tomada de la renuncia junto a la permanencia frepasista igualmente en el gobierno todo se volvía confuso y lleno de sospechas, lo que parecía reducir el asunto simplemente a una batalla comunicacional que expresaba las disputas palaciegas previas, las cuales –finalmente– mostraban ahora no tener mucho sentido. Además, para generar todavía más ambigüedades, a poco de renunciar, Álvarez y el Frepaso empapelaron toda la ciudad de Buenos Aires con carteles de apoyo al ex vice, con varias leyendas del tipo “Yo te apoyo Chacho”, “Fuerza Chacho” y uno en el cual estaba la cara de Álvarez y se destacaban sus ojos, diciendo “Estos ojos ven y no se callan”, todo lo cual parecía acusar a De la Rúa por los sobornos y a subir la confrontación todavía más (La Nación, 09/10/2000). Dichos afiches fueron contrarrestados, del mismo modo, por sectores radicales con otros afiches con la leyenda “Chacho: hacete cargo”, señalando parte de los enfrentamientos ya no tan ocultos entre grupos de la UCR y el Frepaso.
Con todo, y finalmente, en el mar de confusión creado, el único verdaderamente derrotado en los hechos terminó siendo el propio gobierno, que resultó más débil y fragmentado luego de la renuncia –aunque, paradójicamente sin rupturas con los partidos que lo encumbraron pero con un acompañamiento a medio camino de éstos– y sin que el caso de los supuestos sobornos se hubiera aclarado, lo que sostenía igualmente la sensación de impunidad. Además, con el nuevo cambio de gabinete la renombrada “Oficina Anti-corrupción” terminó en manos del hermano del presidente, una estrategia que De la Rúa pensó que podría agregar “transparencia” al trasladarle a éste la imagen de “honestidad” que el primer mandatario creyó todavía conservar, pero que ayudó a apuntalar lo contrario: confirmó la sensación de nepotismo en la investigación y de que el presidente le daba ese puesto a su hermano para protegerse, anulando de este modo cualquier esperanza de que el caso de los sobornos hallara culpables. Por lo que, en los hechos, la promesa de renovación y transparencia institucional que la Alianza se había comprometido a llevar a cabo como principio de identidad quedó sepultada en la desconfianza y el desprestigio.
Empero, a pesar del altísimo costo que pagaría el gobierno por el mal manejo de la situación y las sospechas que continuaron proyectándose sobre él, desde el entorno presidencial entendieron que la renuncia de Álvarez era un hecho que los favorecía y que de todas formas debía ser festejado (y de hecho fue celebrado con un asado), puesto que así pensaban que se sacaban de encima a un competidor y eventual desestabilizador, al tiempo que la renuncia también ayudaba a diluir el molesto peso que pudieran tener los partidos en el gabinete. Por fin, el núcleo delarruista estimó que desarmar la Alianza por la iniciativa propia del líder del Frepaso era una bendición más que una tragedia que confirmaba la disposición siempre presente en algunos miembros de la UCR –especialmente los delarruistas– de que aquél partido no debería haber existido nunca y que si lo hizo fue gracias a los errores cometidos por el propio radicalismo, con el cual no se debería de haber nunca concertado una unión; aunque por suerte, suspiraban, ambas desgracias ahora ya estaban en camino de enmendarse con la ruptura”.
(*) Julián Zicari (Investigador del Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales y docente de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA): “Estrategias individuales, consecuencias colectivas. La renuncia de Chacho Álvarez a la vicepresidencia” (Temas Debate, Rosario, 2017).
24/12/2024 a las 3:22 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Un plebiscito para la hegemonía mileísta
Claudio Jacquelin
Fuente: La Nación
(*) Notiar.com.ar
23/12/024
Las elecciones de medio término suelen ser un examen sobre lo realizado por un gobierno tanto como el trampolín o la oquedad, de cara al futuro. La gloria o Devoto. Santiago Caputo lo sabe y Javier Milei lo internalizó y lo explicita.
Por eso, el Presidente ya anunció, con su conocida audacia (o temeridad), que pretende que los comicios de octubre de 2025 sean un plebiscito sobre su gestión. Mucho más que una simple y regular elección de legisladores nacionales y provinciales, que determine la composición de los poderes legislativos. Por más relevante que este proceso pueda ser. Una cosa, en definitiva, lleva a la otra.
La imagen de un oficialismo fortalecido y de una oposición descompuesta que hoy muestran las encuestas así como las noticias que surgen de cada espacio y la percepción mayoritaria que la sociedad tiene de cada uno son el combustible que alimenta toda las ilusiones libertarias y difumina cualquier nubarrón que asome sobre el horizonte de acá a diez meses. Una eternidad para la Argentina de siempre y más para la velocidad con la que cambian las cosas en estos tiempos. Pero en las buenos épocas solo hay lugar para soñar y no para imaginar pesadillas.
Traducir en votos propios el porcentaje de imagen positiva que arrojan los sondeos es para el triángulo de hierro del poder tan relevante como convalidar en las urnas la profunda división y debilidad que existe en las fuerzas opositoras. Lo que importa para la Casa Rosada es el impacto dinámico que el resultado tendría a futuro en el ánimo de sus adversarios y en la opinión pública, más que la estática y formal distribución de bancas del Congreso que arrojaría el recuento de los votos.
Las idea dominante (basada en numerosos antecedentes, algunos muy recientes) es que las mayorías se construyen más sobre el poder real presente y las expectativas que por la pertenencia partidaria original de los elegidos.
Peronistas como el mochilero Edgardo Kueider y su compañero de bloque Carlos “Camau” Espínola, o los legisladores tucumanos jaldistas son más que botones de muestra. A esa mercería también han hecho significativos aportes Pro y el radicalismo. Y prometen con seguir haciéndolo otros si al oficialismo le siguen soplando vientos favorables.
El fundamento que sostiene la táctica y la estrategia del mileísmo es la certeza de que seguirá siendo formalmente una fuerza minoritaria en el Congreso, aún cuando haga una muy buena elección como la que podría aspirar hoy.
Por lo tanto, para cambiar la relación de fuerzas y poder legislar y gobernar con menos (o nulas, si es posible) restricciones y así construir el escenario que se propone, el oficialismo libertario necesitará de algo más que del número de legisladores que surja de los fríos porcentajes electorales. Eso dependerá del sentido de que se dote al resultado, del significado que adquiera y del peso simbólico que logre darle.
Los antecedentes demuestran que para los gobiernos en minoría parlamentaria, las elecciones de medio término son relevantes tanto por su propia performance como por la de sus adversarios (internos o externos).
Las victorias del oficialismo de Néstor Kirchner, en 2005, y del de Mauricio Macri, en 2017, dejaron enseñanzas disímiles. Uno consolidó su proyecto y anuló construcciones opositoras. El otro abroqueló a sus adversarios y no expandió ni afianzó su propia alianza. Ganar no siempre implica imponerse.
El objetivo final libertario es, por lo tanto, construir a partir de las elecciones de 2025 una hegemonía, que es mucho más que una mayoría, capaz de concretar un cambio radical (el triunfo de la batalla cultural) que imponga no solo un nuevo sentido común sino que tenga su correlato institucional.
REFORMA CONSTITUCIONAL
En el final de ese camino se encuentra, casi por defecto, una reforma constitucional, como ya le ha anticipado Santiago Caputo a varios interlocutores. El propósito es borrar de la carta magna cualquier vestigio de constitucionalismo social para volver al proyecto liberal alberdiano original, alterado no solo por las reformas de 1957 y de 1994, que incluyeron nuevos derechos no solo individuales.
También, el sueño libertario acuna la ilusión de quitar algunos principios surgidos de las reformas de 1860 y 1866, en particular en lo que refiere a la coparticipación. Que cada uno (empezando por las provincias) viva de lo que produce y exporta. Esa es la idea subyacente. Ni más ni menos, Aunque esté aún estado muy germinal, ya tiene sus promotores dentro del gobierno y entre algunos de sus formadores de opinión, sobre todo del ala económica. Otra idea de Nación.
Aunque Caputo diga abiertamente que “hay que volver a la Argentina de antes de 1916″ (nota al pie: cuando accedió al poder el primer Presidente elegido por el sufragio secreto y obligatorio), el retrofuturismo puede ir todavía más atrás. También podrían buscar revertir algunos importantes avances cívico-sociales fundacionales, impulsados hasta por otro prócer de los libertarios, como Julio Argentino Roca. Entre los ideólogos mileístas no escasean los que reniegan, por ejemplo, de la educación obligatoria, gratuita y común, no ya de la reciente ley de interrupción voluntaria del embarazo. ¿Quién cree que al mileísmo quiere cambiar solo la matriz económica?
La construcción electoral tiene ese norte aunque en lo inmediato asomen muchos ítems y tareas bastante más pedestres (y menos nobles), que no pueden eludir, aunque quisieran. El decisionismo personalista tiene limitaciones. Todavía.
La construcción en marcha de la fuerza oficialista en todo el país así como la cooptación de dirigentes y voluntades son tareas cotidianas a las que el trío metalero Javo-Kari-Santi les dedican tiempo, esfuerzo y recursos (con buenas y no tan bellas artes). De nuevo, Kueider, Espínola, los radicales con peluca, como Mariano Campero o flamantes exmacristas como el subjefe de espías Diego Kravetz pueden dar fe.
La consolidación de la identidad es un objetivo estratégico. Nada de lo que pueda poner en riesgo la nitidez del espacio libertario tiene cabida.
La construcción de alianzas solo podría tener lugar en la medida en que no puedan dejar dudas de que la orientación y el liderazgo son indiscutiblemente mileístas. Y de que son imprescindibles para asegurar el éxito mayor. Cualquier asociación que amague con desteñir el violeta está cancelada. Al menos, hoy. Lo explicitó ayer Milei: “Con Pro vamos juntos en todos lados o, si no, iremos separados”. Él fija las condiciones.
Esa es la encrucijada vital que enfrentan hoy Mauricio Macri y los que aún no dudan de su autoridad y liderazgo dentro del Pro. Son los que todavía esperan que las frías aguas del Nahuel Huapi esclarezcan al expresidente y le aporten el vigor y la motivación para la tarea política que le han visto flaquear últimamente. Otras actividades parecían haber concentrado su libido.
Las esperanzas macristas de ser socios de los libertarios con derecho a voto en el directorio de la empresa dominante se van diluyendo día a día, con los logros macroeconómico-financieros del Gobierno, la defección de muchos de sus dirigentes y la desafección de una parte de sus votantes, cuya magnitud no logran dimensionar, a los que no les ofrecen identidad ni narrativa claras. Por eso, lo último es prioridad.
“En el primer trimestre de 2025 tenemos que definir y comunicar qué somos, dónde estamos y qué proponemos”, dice con más preocupación que ilusión una de las figuras a las que Macri suele escuchar.
El operativo de acoso con pretensiones de derribo encabezado por Karina Milei sobre el bastión macrista porteño aceleró los tiempos.
La posibilidad de que “El jefe” encabece una lista, sea en la ciudad de Buenos Aires o en territorio bonaerense, dejó de ser un especulación lejana, casi descartada, sobre la base de que la secretaria general de la Presidencia y soporte primordial de su hermano no dejaría ese lugar imprescindible para el Presidente.
24/12/2024 a las 3:35 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Sugestiva visita a la Rosada, los insultos top de Javier Milei y Mauricio Macri candidato
Ignacio Zuleta
Fuente: Clarín
(*) Notiar.com.ar
23/12/024
LA LOGIA DESPIDIÓ A MAQUEDA
La señal del momento es la empatía noventista. La exalta Milei con sus elogios a Menem, su neomenemismo retórico y el entorno de los primos Menem que le dicen lo que hacer. Lo confirma la discretísima despedida que le dio la política a Juan Carlos Maqueda el lunes, una más de las tantas que han exaltado la figura del ministro de la Corte que este viernes pone fin al Torneo Clausura:
• 1) La salida de Maqueda clausura el tribunal hasta que recupere aire.
• 2) La crisis Kueider clausura el Senado.
• 3) Y la crisis Ritondo clausura Diputados hasta nuevo aviso.
Bingo para el personalismo presidencial que busca administrar por DNU, sin el control de los otros poderes, sin presupuesto y con cepo. Prometía, como Menem, privatizar todo. Termina el primer año de su mandato con la privatización del Ejecutivo, concentrado en su real birome.
La despedida ocurrió en club Vasco Gure Etchea de la calle Perón, convocado por el ministro y exdiputado Jorge Matzkin mediante una cuidada demografía de protagonistas de dos transiciones clave de los últimos 40 años: la «banda del bloque» que hizo la transición de 1989 de Alfonsín a Menem, y que, con los mismos actores, hizo la del 2001 de la Alianza al duhaldo-kirchnerismo. Ese grupo de legisladores del peronismo tuvo eje en el bloque PJ que condujeron José Luis Manzano y después Humberto Roggero y Matzkin.
PARTEROS DE LA HISTORIA
El recorte es nítido según se sentó la treintena de invitados de Matzkin, que sigue siendo el cardenal de ese sínodo que suele reunirse para cumpleaños y hasta alguna conspiración. El héroe era Maqueda, que presidió la asamblea del 1° de enero de 2002 que lo hizo presidente a Eduardo, que esta vez ocupó la cabecera.
La salida de Maqueda de la Corte de esta semana cierra el ciclo de dos décadas que él mismo abrió como presidente provisional del Senado. Lo rodearon esa noche Miguel Pichetto, Eduardo Camaño, Humberto Roggero, Daniel Basile, Miguel Toma, Oscar Lamberto, Héctor Maya, Eduardo Mondino, Néstor Perl, Marcelo López Arias, Eduardo Rollano, el riojano Carlos Romero, y dos extraterritoriales: Ana Kessler -fue la única dama del elenco- reemplazó a Maqueda en la vice jefatura de gabinete de Jorge Rodríguez en 1996, por diferencias en la política, que terminaría con la privatización de los aeropuertos. Y Jesús Rodríguez, también partero de esas historias. Hubo otro invitado radical, que se disculpó, Rafael Pascual.
No estuvo José Luis Manzano, que integró esa secta que manejó la bancada del peronismo en aquellas transiciones. Ha sido fiel al punto de que a finales de los años ’90 asistió a una reunión secreta del grupo en un hotel de Villa General Belgrano, Córdoba.
«Cototo» -como llaman los amigos a «Chupete»-, navegaba en aquel tiempo sin luces y para ocultarse no se registró en el establecimiento. Pero compartió la cama una noche con otro legislador, para que los periodistas no registrasen su presencia.
«OLVÍDENSE DEL SENADO»
Ese mismo lunes hubo chispazos en varias sedes. La principal en Casa Rosada, adonde se constituyó Juan Carlos Romero para ponerle condiciones al Gobierno. La más urgente, que dispongan algún mecanismo de mejores prácticas para la gestión en el Senado. Despídanse de la Cámara el año que viene, dramatizó Romero, que se abstuvo en la votación de la separación de Edgardo Kueider.
¿Cómo se les ocurrió convocar esa sesión si no tenían cerrado los 2/3 con el PRO y la UCR?, clamó Romero entre cuatro paredes. El Gobierno se lo reprocha a Victoria Villarruel, que fue débil ante la presión del bloque del cristinismo. Esa presión era obvia porque con la salida de Kueider ganaba una banca y le hacía pagar el costo del escándalo al Gobierno.
El grupo de los 39 ya está en 37. Conocido el resultado de la sesión Kueider, el Gobierno se auto propinó una derrota. ¿Creyeron que podía compensarse la emergencia del entrerriano in flagrante delito con un contraataque para suspender a Oscar Parrilli, que fue sobreseído en la causa Irán (aunque ahora la Corte pida un juicio)?
El Gobierno debió evitar esa sesión. Villarruel la convocó y el presidente provisional Bartolomé Abdala presentó el proyecto anti-Parrilli. Fue el disparador de la respuesta exitosa del peronismo.
«¿QUIÉN PIDIÓ AUMENTO?»
La tercera tarea que se encomendó a la Rosada fue convencer a Villarruel de no insistir en los aumentos de las dietas de los senadores. Esa noticia sólo sirve para desprestigiar a los legisladores. El aumento obedecería a un enganche salarial que Milei criticó la noche del jueves en Tucumán, y que los senadores prefieren se postergue hasta después del inicio de las sesiones en marzo próximo.
Presumen que la vicepresidenta alentó a la prensa amiga, a través de sus voceros, a que instalase el tema de los aumentos, cuando no hubo ni un pedido ni decisión alguna para que suban. Los senadores ya ganan el doble los diputados y saben que los ataques a los legisladores son una herramienta del autoritarismo de Olivos.
Romero justificó el viaje a Buenos Aires el lunes en la necesidad de explicarles a Guillermo Francos, Lisandro Catalán, José Rolandi y Lule Menem que para ganar senadurías en varias provincias el mileísmo tiene que cerrar acuerdos sólidos con dirigentes de peso de partidos del arco amigable hacia el oficialismo. Si no lo hacen, les dijo el salteño, se pueden perder senadurías en Salta, Río Negro, Neuquén y CABA.
LOS LÍMITES DEL «CARANCHEO»
Estas advertencias de Romero, como las que le hizo Pichetto a Villarruel hace algunos días, buscan que la relación entre los bloques amigables con el Ejecutivo no empeoren. Ya está en un punto delicadísimo, que resiente las herramientas del Gobierno para administrar mediante la delegación de poderes. El maltrato a esos amigos desairados divide a los bloques del Congreso, de los que depende que sigan en pie estos proyectos:
1) La mitad del DNU 70, ya rechazado por el Senado.
2) Los DNU de movilidad jubilatoria y el de canje de la deuda por encima de la ley de Administración Financiera.
3) El régimen cristinista que permite la sanción ficta de los DNU sin revisión del Congreso.
Estas facilidades que le permite la oposición amigable exige que se cumplan ciertos códigos. Por ejemplo, que terminen con el «carancheo» de esas bancadas. La UCR perdió al diputado Cacace, hoy segundo del desregulador Sturzenegger; el macrismo sufre el carancheo de Diego Kravetz y la abducción de Cristian Ritondo.
Ensartado en una red de denuncias por sus cuentas personales, el jefe de la bancada más importante que tiene el Gobierno, la del PRO, recibió el silencio de su partido y aun del propio Macri, que lo había designado para encabezar la alianza legislativa con el mileísmo.
Ese silencio a gritos lo aprovechó Milei para defenderlo. Se lo lleva llave en mano, como antes a Kueider y Camau Espínola. Emula aquella frase del inefable Julio Mera Figueroa cuando armaba menemismo en los años ’80: «Salvo fierros calientes y serpientes venenosas, agarramos todo».
Apuesta por Kravetz, que tiene un curioso don de la (in)oportunidad. Se fue del albertismo, cuyo bloque lideró en la legislatura porteña, y Alberto terminó de presidente. Migró a Lanús con Grindetti, y los hundió Julián Álvarez el año pasado.
Este Álvarez que los desplazó de esa intendencia se había ido del país en 2015 deteriorado por su gestión como viceministro de Justicia. Grindetti-Kravetz lo hicieron bueno. Ahora va a manejar el espionaje para intentar un repechaje en Lanús. Que se ajuste el Gobierno los cinturones.
REPUBLICANISMO «LIGHT»
El Gobierno vive, estragado con la lectura de las encuestas que ellos encargan, en ese estado que le hace cree que todo lo que bendiga crece. Como gobierno débil que es hace jugadas de corto plazo sin pensar en las consecuencias en el mediano y largo plazo. Festeja como cambios revolucionarios votaciones ganadas con votos ajenos y que apenas superan los 129 votos en Diputados, que es el número del quórum para sesionar.
Estos desaciertos del oficialismo se producen por mala praxis de sus punteros y alguna incomprensión del sistema institucional de una democracia liberal y republicana. La principal condición que exige es la buena fe de los actores para defender el interés público. «La institución del poder delegado -escribió el constitucionalista Hamilton- implica que hay una porción de virtud y honor entre la humanidad que puede ser una base razonable de confianza; y la experiencia justifica la teoría.» («The Appointing Power of the Executive», El Federalista, 1 de Abril de 1788). Faltar al cumplimiento de esos códigos busca defender el interés privado de las facciones.
El ultimo servicio que ha prestado Horacio Rodríguez Larreta amerita su ingreso en la Real Academia. Hizo un relevamiento lexicográfico de los insultos predilectos de Milei para sus adversarios -todos de la política, claro- desde que asumió. Revela que no está dispuesto a construir entendimientos honorables y de buena fe (“zurdos” (301), “corruptos” (235), “degenerados” (184), “mierda” (156), “chorro” (129) e “hijo de puta” (110). «Que eso no se dice/ Que eso no se hace/Que eso no se toca» (le diría Serrat, que canta al poeta Horacio Salas, guglear)
SE APROVECHAN DE LA HISTORIA
El aviso que ha hecho el Gobierno de que designará los jueces de la Suprema Corte por decreto, pone en el límite de la exasperación las delegaciones de poder. El Ejecutivo tiene esa facultad institucional para los períodos de receso legislativo, pero no para saltarse los controles.
Ese permiso lo habilita el artículo 99, Inc. 1 de la Constitución, que hereda la faculta de la constitución americana del “Recess Appointment Clause”. No se creó para hacerle un favor al Presidente. Tiene una explicación histórica en el mundo del siglo XVIII cuando para reunir un Congreso había que traer a los legisladores en galeras o a caballo desde distancias que obligaban a viajar días y días.
De ahí nace el receso y las liberalidades que le da al Ejecutivo. No se creó para que los legisladores se vayan de vacaciones ni para que un presidente baile al ritmo de designaciones por decreto en comisión. Este tema es uno de los cambios que quiere imponer el PRO en el proyecto de reforma de la Constitución porteña. La reducción de ese receso a tiempos mínimos se explica en un país que en 2020 legislaba por zoom para evitar reuniones presenciales.
LOS MACRI CONTRATACAN
Ese proyecto de reforma, como se explicó en «Entretelas de la política», es el disparador de la estrategia de los Macri para retener poder en CABA. Contiene:
• 1) La negociación de una reforma constitucional con grandes recortes como este de reducir los recesos, eliminar estructuras como las Comunas, etc.
• 2) Dividir las elecciones locales de las nacionales y hacerlas en una fecha negociada con el peronismo de la provincia de Buenos Aires.
• 3) Ir a esas elecciones con Mauricio Macri a la cabeza de la lista de convencionales porteños, algo que creen que es un llamador imbatible al arrastre de votos.
24/12/2024 a las 3:38 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Los datos del tercer trimestre consolidan la gestión de Milei
Sergio Crivelli
Fuente: La Prensa
(*) Notiar.com.ar
23/12/024
El plan de estabilización comenzó a mostrar antes de lo previsto los efectos positivos de la baja vertical de la inflación. Para regocijo del gobierno durante la semana hubo noticias que no solo ratificaron el rumbo correcto del dúo Milei-Caputo, sino también le quitaron argumentos a una oposición inorgánica y desorientada.
A los que reclamaban “el ajuste con la gente adentro” (el kirchnerismo y la Iglesia) el Indec les informó que en el tercer trimestre la pobreza había caído 16 puntos y la indigencia 12. Fue un mazazo pero la cosa no paró ahí.
También se frenó la caída de la actividad generada por el recorte del gasto público. Por primera vez en la gestión Milei el PBI dio una cifra positiva de casi cuatro puntos. La actividad aún no volvió al nivel del año anterior, pero el cambio de tendencia coincidió con la mejora de las expectativas que vienen mostrando en los últimos meses todas las encuestas.
Un dato central fue que la recuperación se dio por el agro, la suba del consumo y la de la inversión privada. También contribuyó el aumento del 20% de las exportaciones mineras y de energía. Es decir, el Estado se retiró y su lugar fue ocupado rápidamente por el sector privado.
Este hecho demostró una vez más que el desarrollo económico es una cuestión cultural, porque por esas horas Axel Kicillof afirmaba suelto de cuerpo que “si no hubiera Estado, no habría verano”, disparando un aluvión de burlas en las redes y demostrando que el gobierno cada vez tiene opositores menos competitivos. De poco sirve la abundancia de recursos naturales, si la mayoría de los dirigentes tiene por generaciones el populismo incrustado en el cerebelo. En este contexto todo cierra para Milei.
Con la macro estabilizada la oposición kirchnerista y mediática empezó a entender que era mejor abandonar hasta nuevo aviso los cuestionamientos económicos y optar por la crítica moral. Primero con el proyecto de “ficha limpia”, después con la detención de Edgardo Kueider y acto seguido por las denuncias contra las nuevas autoridades del ARCA.
Pero lo paradójico no fueron las acusaciones de corrupción provenientes del kirchnerismo, sino que fueran agitadas en la misma semana en que la Corte Suprema envió a Cristina y Máximo Kirchner a juicio en la causa Hotesur, el primer caso en que un presidente argentino resulta procesado por lavado de dinero con hoteles, delito propio de la mafia.
De todas maneras, el peronismo no se agota en el kirchnerismo, Kicillof o Massa. Tiene otras capillas que se pasaron al oficialismo con armas y bagajes como la de los gobernadores del Norte. El jueves en Tucumán Osvaldo Jaldo dijo con todas las letras que él, sus diputados y sus senadores iban seguirán apoyando a Milei en el Congreso hasta 2027.
Más allá de la dividida oposición peronista hay otros sectores a los que el control de la crisis por parte del excéntrico libertario también les desmagnetizó la brújula. En primer lugar, el PRO. Mauricio Macri, cada vez más enfrentado con el presidente está empezando a detectar señales de deserciones en la tropa propia.
La semana pasada hubo una crisis de gabinete en CABA en la que Jorge Macri perdió a un funcionario importante del gabinete, Diego Kravetz, que fue reclutado para la SIDE. La maniobra habría sido orquestada por la hermana del presidente y su asesor Santiago Caputo, según una versión difundida sobre el telón de fondo de la pelea entre La Libertad Avanza y el PRO por el control de la ciudad de Buenos Aires.
El problema de Jorge Macri es que tiene que gobernar un distrito en el que le resulta fundamental contar con el apoyo de los Milei, con los que su primo y mentor está en guerra abierta. La presión es tanta que Jorge analiza el desdoblamiento de las elecciones porteñas de la nacionales contra la opinión de Mauricio. La idea de los Milei es ir a elecciones con listas separadas de LLA y PRO en CABA y conjunta en la provincia de Buenos Aires.
Capítulo aparte merece otra figura “opositora” o que es tratada como tal en Balcarce 50: la desconcertante Victoria Villarruel. Después de recibir un zamarreo público por parte del presidente y de publicar un tuit melancólico sobre su relación con él cuando eran diputados, la vice se descolgó con un ataque inesperado contra Patricia Bullrich. Poco antes había dicho que quería seguir perteneciendo al gobierno, pero parece que las redes sociales ejercen sobre ella la atracción del abismo.
La respuesta de Bullrich fue del mismo tono del ataque recibido, a pesar de que Villarruel borró el tuit de la discordia. No se sabe qué posteará la próxima vez que se sienta ignorada por el presidente, pero hay coincidencias en que esa conducta estrafalaria no afecta la gobernabilidad.
24/12/2024 a las 3:48 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
La nueva interna entre Luis y Santiago Caputo y la feroz pelea en la Corte para controlar la Justicia
María Fernanda Alonso
Fuente: TN
(*) Notiar.com.ar
23/12/024
El fin de año exacerbó disputas subterráneas. “No es una pelea política, es por la caja”, dice un trotamundos de la creme de la casta. Javier Milei y Axel Kicillof terminan un diciembre de pendientes trascendentales. El Presidente abrió la negociación para la ampliación de la Corte y el Gobernador resiste la embestida de Cristina Kirchner para que haya elecciones simultáneas en la determinante provincia de Buenos Aires. Febrero es el plazo para las definiciones que marcará el 2025.
Milei tiene las de ganar. Desplegó una alfombra roja con una baja de la pobreza -dice que es de 14 puntos porcentuales- tuvo gestos con los gobernadores peromileístas Raúl Jalil y Osvaldo Jaldo, con los radicales peluca y hasta con Cristian Ritondo, el referente del PRO en el Congreso.
La temporada de diciembre la abrió el senador que dio el mal paso, en la frontera, Edgardo Kueider. Siguió con el polémico titular de la DGI Andrés Vázquez y con el nuevo jefe de ARCA Juan Pazo, también por departamentos no declarados en Miami.
La rara saga alrededor de la ex AFIP terminó la semana con un impactante accidente en la ruta del exdirector de la Aduana, el massita y ahora enemigo interno de Kueider, Guillermo Michel. La Toyota Hilux en la que viajaba a Entre Ríos volcó y quedó destrozada.
EL GUIÑO A RITONDO COMO LA ANTESALA DE LA RUPTURA CON MACRI
La tensión entre los Caputo -Santiago y Luis- por el control de la agencia de recaudación nubló la sucesión de sospechas. Vázquez responde a Santiago; Pazo, a “Toto”. Kueider era una reinversión del asesor estrella. Operador es un término casta. Milei hace política. Ritondo “hoy está siendo víctima de operaciones justamente por ayudar y colaborar” con el Gobierno, dijo el Presidente. El bloque del PRO festejó. El gesto sorprendió al interesado. “Cómo me bancó”, se jactó Ritondo.
El apoyo contrastó con el silencio de Macri. En charlas reservadísimas, no se devanan tanto los sesos. “Si Milei está haciendo política y le tiraron ese carpetazo a Cristian para después salvarlo públicamente, nos sirve. Y si no es así, también”, dicen en el PRO. “Nosotros presionamos con Provincia, que, si no hay un acuerdo, La Libertad Avanza pierde. Ellos presionan con Ciudad. Hubo silbidos contra Jorge Macri, en el acto de Karina Milei y Sebastián Pareja en CABA, anticipado por TN el domingo pasado.
“Deberíamos confluir en las elecciones. Salvo que algún pel… se pase de la raya. Milei entendió que nuestras Mabeles no tolerarían jamás un pacto con Cristina”, aseguran en el PRO.
No solo las Mabeles. “Toto” Caputo intercedió para un acuerdo con el PRO, como anticipó TN el domingo pasado. El fin de año exacerba la grieta en la familia Caputo. Santiago, como Karina Milei, quieren quedarse con los amarillos sin los Macri. “Milei estuvo muy bien con lo que dijo de Ritondo. Ahora le falta un reconocimiento a Mauricio”, sueñan en el PRO. “Nosotros queremos acordar, pero ojo que si no, vamos a ser como los japoneses samuráis de la Segunda Guerra Mundial. Desangrados, matamos”, advierten.
“Toto” Caputo tiene además una razón económica para impulsar un acuerdo con el PRO. El FMI pretende que la Argentina tenga un Presupuesto aprobado y que el próximo acuerdo con el fondo tenga un aval del Congreso.
El conurbano es el purgatorio para Las Fuerzas del Cielo. La SIDE made Santiago Caputo está hecha a medida de esa disputa. El jefe, Sergio Neiffert, de Malvinas Argentinas, y su flamante segundo, Diego Kravetz, de Lanús. Las gravitantes Primera y Tercera sección electoral tienen representante en la agencia de espionaje.
Kicillof estira la definición sobre el adelantamiento de las elecciones provinciales. Quiere que Cristina Kirchner juegue sola como diputada nacional. Después de la “emboscada” en Moreno, donde CFK, Máximo Kirchner y Sergio Massa rodearon al Gobernador, La Cámpora le dio un botón para la muestra. El Presupuesto se trabó en la Legislatura. Los intendentes de La Cámpora presionan para incluir un artículo para que los municipios con puertos reciban un porcentaje de ingresos. Es la vieja pelea de Mayra Mendoza (Quilmes) y Julián Álvarez con el kicillofista Jorge Ferraresi (Avellaneda) por el puerto de Dock Sud.
La Justicia también es un botín en disputa en Provincia como en Nación. Los pliegos de la designación de unos 200 jueces están trabados en ambos lados de la General Paz. La Casa Rosada envió un mensaje de negociación abierta. Milei confirmó que podría nombrar por decreto a Ariel Lijo y a Manuel García Mansilla para la Corte Suprema.
Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz reglamentaron la forma de funcionar con tres jueces. Con la disidencia de Ricardo Lorenzetti que quiere recuperar la presidencia de la Corte con la inclusión de Lijo. Hizo una “fulminante” como en GH: “Solo la ambición desmedida y la mediocridad en los objetivos pueden explicar lo que está sucediendo en esta Corte Suprema en las cuestiones de Superintendencia en este año, en que la desesperación se apoderó de algunas voluntades”, expuso en su voto.
“Lo de los conjueces suponemos que es para mostrarle al gobierno que pueden funcionar sin jueces nuevos. Es una pelea de Rosatti y Rosenkrantz con el Gobierno. Es mucho costo mandarlos por decreto. Es más fácil esperar que el Congreso los nombre. Además, tiene que haber una acordada de la Corte”, decían en el palacio judicial. Dos días antes de que Carlos Maqueda se jubile (el 29 de diciembre cumple 75 años), la Corte tendrá la última acordada del año. La agenda es un misterio.
La Justicia también desvela a Sergio Massa que presiona a Kicillof para que complete la Suprema Corte bonaerense, que tiene cuatro vacantes. También quiere que Martín Marinucci reemplace al ministro de Transporte Jorge D’Onofrio, investigado por presunto lavado de dinero. El Frente Renovador reclama esa caja. El massista Alexis Guerrera acaba de asumir la presidencia de la Cámara de Diputados provincial. El Gobernador se balancea sobre la tela de una araña.
VILLARRUEL PREPARA UNA RESPUESTA POR LAS DIETAS DE LOS SENADORES
También Victoria Villarruel. Otro triángulo de hierro caliente, con Milei y Patricia Bullrich. “Jamás habría autorizado a un gendarme a ir a Venezuela. Lo que está ocurriendo es la consecuencia tristemente obvia, pero como no soy del área de seguridad no opino de las sanciones y acciones que se debieran tomar”, escribió la Vice en X. A las horas borró el mensaje, pero la captura ya estaba en el wasap de la ministra y después, en el de Milei.
“Sra. Vicepresidente: Resulta vergonzoso que utilice a Nahuel Gallo para juntar likes, y además elimine el tuit cuando la repercusión no es la esperada. Los argentinos ya no toleran la cobardía ni el oportunismo político”, contraatacó Bullrich, después del ok del Presidente, que desplegó críticas en cadena a Villarruel. “Nosotros no nos aumentamos el sueldo como el Senado”, fue la primera.
En la intimidad, Bullrich decía: “Me sorprendió lo desafortunado. El tuit de (Villarruel) de hace dos días era bien distinto”. Igual, confió a los suyos: “Creo que se va a callar”. La Vice trabaja para esta semana evitar que los senadores lleven las dietas a $9,5 millones. ¿Quiere congraciarse o taparle la boca a Milei?
25/12/2024 a las 2:48 PM
SRA. ALONSO, EL TWIT DE LA VICE VILLARRUEL, FUE EN CONTESTACION A UNO QUE LA HACIA RESPONSABLE DE LA VISITA DEL GENDARME A VENEZUELA. POR OTRA PARTE EN NINGUN MOMENTO NOMBRO A BULLRICH
LOS PERIODISTAS, ACOMODATICIOS Y OPERADORES, DEBEN ACOSTUMBRARSE A LEER EL CONTEXTO DE LAS REDES SOCIALES, PARA ENTENDER LAS PROCEDENCIAS DE LOS ENVIOS.
A NO SER QUE SEAN OPERADORES Y TOMEN LAS PARTES QUE LES CONVENGAN.
RESPECTO AL AUMENTO, LA VICE LO UNICO QUE PUEDE HACER ES PROPONER EL CONGELAMIENTO, COMO YA LO HIZO EN VARIAS OPORTUNIDADES, , PERO LA APROBACION DEPENDE DEL VOTO DE LOS SENADORES.
HASTA EL MOMENTO NINGUN BLOQUE LA ACOMPAÑO,
PARA LOS » IGNORANTES», EL REGLAMENTO DE DIPUTADOS NO ES IGUAL AL DE SENADORES.
CABE CONSIGNAR QUE VILLARRUEL, DIO CONFERENCIAS EN LA ONU, EN EL FORUM NORUEGA, Y EN OTROS PAISES EXTRANJEROS, EN PERFCTO INGLES, TAMBIEN DIO CHARLAS Y CONFERENCIAS EN NUESTRA PATRIA.
ESTUDIO SEGURIDAD Y DEFENSA EN DHSD DE WHANSHIGTON DC
AH Y A VECES CHAMUYA ALGO DE JAPONES.
NO ME LA VA A COMPARAR, LILIA LIMON LAMOINE
26/12/2024 a las 7:27 PM
TODO LO DE ESE GORDO ZULUETA, NO SE DIFERENCIA EN LO
MÁS MÍNIMO DE TODAS LAS GANSADAS DEL «HUEVODURO»
RIAL. EN UNA CARRERA DE BOLUDOS LLEGARÍAN AL DISCO
LOS DOS PEGADITOS, SIN QUE HUBIERA SIQUIERA UN TRANCO
DE VENTAJA ENTRAMBOS.