Por Luis Alejandro Rizzi.-

Los aparentes buenos resultados de la macro es probable que luzcan como verdaderos oasis políticos para la dirigencia de LLA, pero a la vez no distinguen entre los oasis de verdad y los que son fruto de la alucinación o de simples ilusiones ópticas.

Los llamados “influencers” son la especialidad de LLA, pero en la elección general o primera vuelta, el actual oficialismo no llegó al 30% de los votos emitidos.

La segunda vuelta o “balotaje” no es más que una opción entre dos minorías perdedoras que fuerzan al elector a constituir alianzas informales circunstanciales, que en general son más “anti” que “pro”.

Predomina más la voluntad de rechazo, o “de éste no”, que es lo que pasó en la elección entre Massa o Milei; fue una conjunción de votos contra uno de ellos y quien más sumó en contra fue Massa.

En verdad, sería más correcto decir “perdió Massa” que “ganó Milei”

La cosa se agrava porque parece que Milei y su gente están confundidos y en el desierto ven más “oasis” que arena y todos sus actos se hacen en lugares de capacidad reducida, donde el ruido y el alboroto crean la ilusión de que las pocas decenas o centenas de militantes presentes son miles de miles.

Pensar que Karina Milei, el tal Adorni, o el llamado “gordo Dan” podrían ser candidatos competitivos es más inocente que la leyenda de los Reyes Magos, a los que alguna vez, absolutamente convencidos, les dejamos agua y pasto para calmar la sed y alimentar a sus camellos.

Las encuestas les lucen bien pero también les advierten que el rechazo está allí en el 50% y que los “pésimos modales” empiezan a cansar y a causar alergia a la boleta partidaria de LLA.

Milei sigue creyendo en el todo o nada y en política siempre la nada está más a mano que el todo.

Ya le pasó a Kristina, cuando llegó al 54% en primera vuelta, que equivale a un 75% en segunda.

Milei desafió a Macri a través de “Forbes” y en definitiva le propone una absorción del PRO prolija y sin pretensiones. Un desafío infantil, ya que Milei, seguidor de encuestas, sabe que hoy el PRO se diluye entre un 5 a 7%, no más.

Es una lástima que no haya sido Macri quien desafiara a Milei; por ese solo hecho hubiera recuperado una parte del electorado perdido, que tampoco se siente representado por Milei y su gente.

Por ahora Milei sólo tiene fotos para exhibir, algunas retocadas, que sólo reflejan supuestos “buenos momentos”.

Las estadísticas aún no llegan a los bolsillos de la gente y es muy perverso hacer gala de que la pobreza en un trimestre pudo bajar más de un 10%.

Eso sólo ocurre en un “excel” y depende de las bases que se tomen, y ello sin tener en cuenta a las AUH y otros planes, que por unos pocos centavos de ingresos puede hacer desaparecer indigentes o pobres, pero sólo en la estadística.

Bajar la pobreza es otra cosa; es mejorar las condiciones de vida y garantizar la igualdad de oportunidades. Hoy estamos muy lejos de esos fines.

Por último, la designación, por parte de Donald Trump, de Mauricio Claver Carone como enviado especial para Latinoamérica no parece ser un acto de amistad para con Milei y su gente, en especial Guillermo Francos, que por otra parte parecería no tener muchas ganas de seguir en el cargo.

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