Por Hernán Andrés Kruse.-
TERCERA CARACTERÍSTICA: “toda batalla posee un elemento consciente del cual surgen esfuerzos racionales para conseguir la victoria. En efecto, cuando se piensa en una batalla se piensa necesariamente en una cierta organización de la acción individual y colectiva, una cierta planificación y dirección consciente de lo que ha de hacerse si se pretende ganar. Sin estos componentes no podría hablarse de batalla, sino tal vez simplemente de escaramuza: de un mero chispazo inorgánico que se agotaría en sí mismo. La batalla, en cambio, tiene tácticas, estrategias y liderazgos que se despliegan a corto, mediano y largo plazo; no se trata de fuerza desnuda, sino de la aplicación de la fuerza orientada cuidadosamente por la razón, que la economiza, la distribuye, la alista y la ejecuta de una u otra manera, previendo esto o aquello, en virtud de una u otra meta.
Si los animales no conocen las batallas (sino simplemente choques de fuerza bruta) eso es porque no conocen la razón ni el tiempo. Y la batalla es, en rigor, acción humana racional: sus objetivos y medios se despliegan racionalmente en el espacio y se mantienen y dosifican en el tiempo, procurando de manera consciente una victoria que, en el caso de la batalla cultural, por su propia índole, refiere a la capacidad de definir, aun contra toda resistencia, los elementos hegemónicos de una cultura. Así, en una batalla cultural hay por lo menos un grupo consciente de sí mismo que decide emprender la batalla. Este puede enfrentarse a otro grupo que más tarde o más temprano tome a su vez consciencia de sí mismo, o bien puede arrasar con la cultura, dominarla por completo, enfrentando meras resistencias inorgánicas
Tomar consciencia de sí mismo supone ubicarse en un plano de combate: se sabe por lo que se pelea, y se actúa en consecuencia. Por ejemplo, en 1958 en Argentina sobrevino un conflicto de magnitud cuando el gobierno del presidente Arturo Frondizi propuso autorizar a las universidades privadas la concesión de títulos habilitantes. Al calor del eslogan «laica» se gestó una feroz resistencia que reclamaba que el Estado conservara el monopolio de otorgar este tipo de títulos, frente a quienes se agruparon en torno al eslogan «libre», en apoyo de la medida descentralizadora. El proyecto de Frondizi era bien recibido por los sectores católicos, que no olvidaban que las primeras universidades del país habían sido fundadas por la Iglesia Católica y luego expropiadas por el Estado. Se organizaron numerosas manifestaciones tanto por unos como por otros. Los partidarios de «laica» prendieron fuego a una efigie de Frondizi, vestido con una sotana, en un gesto simbólico que quedó para la historia. Aquí se encuentra, con mucha claridad, un caso donde los involucrados en el conflicto toman consciencia de grupo al punto de identificarse en torno a determinados símbolos, y organizan sus estrategias y sus tácticas con el objetivo de vencer a sus rivales en una lucha que, en última instancia, es también simbólica (se despliega siempre en derredor de los símbolos culturales). La tercera característica de una «batalla cultural» es entonces, en resumen, ese elemento consciente que coloca al menos a un grupo frente a la intención de dirigir culturalmente a la sociedad, organizándose y actuando a esos efectos.
Así las cosas, están dadas las condiciones para resumir y condensar lo expuesto. Para hablar de «batalla cultural» es necesaria, entonces, la presencia de tres elementos característicos. Primero, el objeto de la batalla en cuestión es la definición de los elementos hegemónicos de una cultura. En ella no se lucha directamente por dominar un Congreso, una empresa o un territorio por la vía militar, sino por dominar la cultura de una sociedad. Ahora bien, si la cultura es el fin de la batalla cultural, la cultura es al mismo tiempo su medio. Así, los medios a través de los que preponderantemente se desarrolla esta batalla están compuestos por las propias instituciones dedicadas a la producción y reproducción cultural de la sociedad (escuelas, universidades, iglesias, medios de comunicación, arte, órganos de propaganda del Estado, fundaciones, etcétera). Segundo, debe producirse un conflicto de magnitud en torno a la cultura que otorgue sentido al término «batalla». No hay batalla sin conflicto: se da batalla precisamente porque se nos agrede, o bien porque se nos ofrece resistencia. El conflicto puede darse en paridad de fuerzas relativas, o bien puede resultar arrollador contra una resistencia muy débil y efímera. Sin embargo, aunque débil y efímera, alguna resistencia siempre es condición necesaria de cualquier batalla. Tercero, la noción de «batalla» incluye un necesario componente de consciencia. En efecto, las batallas se llevan adelante con arreglo a estrategias y tácticas; las batallas se planifican y se direccionan racionalmente. Las batallas culturales se suelen emprender con el objeto de dirigir cosmovisiones organizadas de manera consciente, ideologías integrales y sistémicas, e ideas y valores articulados orgánicamente, que impactan a la postre sobre la cultura.
Ahora sí, es factible volver a un punto que fuera abierto con anterioridad. Cuando se analizaron diversas acepciones fundamentales de «cultura», se dijo que la pertinencia de las nociones y de los elementos culturales que se pongan en juego en una teoría de la batalla cultural será una función de que esas nociones y esos elementos tornen significativa la noción de «batalla». Esto es, que se suscite en torno a ellos una lucha con las características ya mencionadas. Es evidente a esta altura que aquí reina la contingencia, y que dependerá de cada caso particular que un elemento u otro del conjunto cultural referido, que viene dado por una u otra noción de cultura, se inserten en un esquema agonístico, de batalla.
Tal vez ilustrando con un ejemplo el problema se entienda mejor. Un baile típico en una comunidad, por caso, cae dentro de la esfera cultural tal como fuera definida por la acepción antropológica. Aquel se trata de una expresión social que entraña valores y tradiciones específicas. ¿Pero es dable concebir el movimiento de los pies y las caderas como cosa inserta en un contexto de batalla? Ello depende, precisamente, del contexto político en el que el baile se practique. Puede bien ser este un simple ritual para acercar a los sexos, en cuyo caso poco interés tendría (en principio) para ser enmarcado como parte de una «batalla», por más conflicto de tipo ordinario que genere entre ciertos miembros del grupo (a menos que el grupo esté bajo una guerra ideológica de sexos). Pero el mismo baile puede ser, en otro sentido, un acto de reafirmación nacional frente a nuevas modas extrañas al grupo en cuestión, en cuyo caso se vuelve significativo para la noción de batalla cultural.
De la misma manera, un cuadro es un bien cultural según la delimitación estética del concepto. ¿Pero en qué medida dicho cuadro importa como parte de una «batalla cultural»? Pues en la medida en que su significado procure tomar partido en una disputa cultural. No es lo mismo retratar (siempre en principio) sobre el lienzo a Mickey Mouse que retratar al Che Guevara en un cuadro que terminará expuesto en la «galería de los próceres» de la Casa Rosada en la Argentina (tal como se vio durante el kirchnerismo). Asimismo, conocer la metafísica aristotélica es propio de espíritus elevados, y esto cabría bien decir bajo la acepción jerárquica de cultura. Pero ello, por sí mismo, no tendría mayores consecuencias para la noción de una batalla por la cultura, a menos que dicho conocimiento se utilice como parte de una resistencia a la deconstrucción, característica de la filosofía antiesencialista hoy tan de moda.
En resumen: si la cultura, tal como aquí interesa, supone algo así como el orden de lo artístico y lo intelectual, y los valores, normas, creencias, costumbres, ideologías y signos que de aquel derivan, el interés que un libro en particular, un cuadro en particular, un valor en particular, un signo en particular, etcétera, tienen para una batalla cultural está en función de que ese elemento cultural en particular provoque un nuevo conflicto cultural o bien se inserte en uno ya existente con el fin de tomar partido, dar lugar a una resistencia, a un contraataque, inscribirse en una táctica, en una estrategia, o cualquier acción similar. Dicho de otra manera, lo que interesa aquí de lo cultural es aquello que puede ser materia para una batalla cultural: aquello capaz de encender los antagonismos, definirlos, redefinirlos u orientarlos sobre la base de diferencias culturales.
Ahora bien, ¿qué hay en la cultura como para que esta se convierta en un fin y un medio, al mismo tiempo, de un conflicto que pueda ser llamado «batalla»? Dicho de otra forma: ¿en virtud de qué condición ontológica la cultura se convierte en un campo de batalla? La pista para responder a esta pregunta engorrosa se encuentra en la ambivalencia de las acepciones de cultura que se han repasado. Que la cultura se haya utilizado (y se utilice), al mismo tiempo, para referirse al producto de la praxis humana y las condiciones estructurales que la condicionan; para referirse a la creatividad y el hábito; la originalidad y la dependencia; la diferencia y la repetición; la singularidad y lo universal; la libertad y el orden; la indeterminación y la determinación; lo interno y lo externo; la contingencia y la necesidad… que la cultura se utilice, pues, para referirse a polos diametralmente opuestos de la experiencia humana revela una tensión permanente que la atraviesa por entero.
La cultura es el fruto de esta tensión; ella es esta tensión. Bauman remarca con lucidez esta condición paradójica, explicando que «estar estructurado y ser capaz de estructurar parecen dos núcleos gemelos del estilo humano de vida, eso que llamamos cultura». Por lo tanto, «al margen de cómo se la defina y describa, la esfera de la cultura siempre se acomoda entre los dos polos de la experiencia básica. Es, a la vez, el fundamento objetivo de la experiencia subjetivamente significativa y la «apropiación» subjetiva de un mundo que, de otra manera, resultaría ajeno e inhumano».
Antes que Bauman, Georg Simmel había señalado algo parecido: «hablamos de cultura cuando el movimiento creador de la vida ha producido ciertas formaciones en las cuales encuentra su exteriorización, las formas en que se realiza, formas que, por su parte, aceptan en sí las ondas de la vida venidera dándoles contenido y forma, lugar y orden». La vida produce cultura, pero la cultura instituye formas que maniatan y dirigen la vida. La ambivalencia del concepto reluce con claridad. Por eso, cuando la vida advierte esto, emprende una lucha contra las formas, explica Simmel: «Aquí, pues, quiere la vida algo que absolutamente no puede alcanzar; quiere, pasando por encima de todas las formas, determinarse y aparecer en su inmediatividad desnuda». Estas son «manifestaciones de la más profunda contradicción íntima del espíritu», concluye Simmel.
Ahora bien, el punto en el que esta tensión constitutiva se revela y se vuelve evidente es el punto en el que la cultura se abre como batalla. En efecto, lo que revela esta tensión es el poder de la cultura, como objeto y como sujeto; es decir, el poder que el hombre tiene sobre la cultura, y el poder que la cultura tiene sobre el hombre. Este doble rostro de la cultura, una vez que es contemplado, es el que llama a la batalla. Al hacerse el hombre de una noción que supone, al mismo tiempo, una creación humana y una condición de la acción y de la vida de los humanos, lanzarse a combatir por definir los contenidos concretos de esa creación significa lanzarse a batallar por el control de las condiciones de la acción y de la vida de los demás.
Siguiendo con la terminología de Simmel, la vida se lanza a la lucha consciente, a la resistencia o a la imposición de determinadas formas. La vida se lanza a la batalla cultural. Este punto se revelará concretamente con el advenimiento de la modernidad. La ambivalencia ontológica de la cultura es la ambivalencia de las condiciones modernas de existencia. Recién entonces, en el marco de una vida moderna, la cultura tomará consciencia de sí misma, delimitando un campo de juego distinguible de lo económico, lo político y lo militar, como para ser tomada por asalto en una batalla cultural. Es necesario entonces, a continuación, comprender las condiciones de la modernidad que habilitaron todo esto”.
(*) Agustín Laje: “La batalla cultural. Reflexiones críticas para una nueva derecha” (Ed. Sekotía-Argentina-2022).
22/11/2024 a las 11:01 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Sin sentarse y sin vergüenza: la trama oculta detrás del boicot a Ficha Limpia
Ricardo Raúl Benedetti
(*) Notiar.com.ar
21/11/024
Como conté ayer en varios tuits, recibí llamados telefónicos de diputados de distintas bancadas—del PRO, la UCR y la CC—que, uno tras otro, confirmaron la misma historia. Desde todos los partidos, me relataron, entre tantos detalles de pactos cruzados, una misma escena que sintetiza la mugre de todo lo que ayer ocurrió: un diputado aferrado a la banca, sosteniéndose con los brazos para no «sentarse» y, así, evitar dar el quórum necesario para debatir Ficha Limpia.
¿Qué tan bajo puede caer el Congreso? Con estos llamados, me quedó claro que la maniobra fue orquestada; todos los datos que me aportaron coincidían, aunque provinieran de diferentes partidos.
Sí, así de insólito. Bastaba con que un par de glúteos tocaran esas sillas para arrancar la sesión. Sin embargo, estos «representantes» se rehusaron a mostrar su verdadera intención y fingían ser parte de un quórum que hubiera permitido debatir sobre la transparencia en la política.
Lo que vino después fue igual de oscuro. Las listas de presentes y ausentes salieron con una demora más que conveniente. El personal administrativo con el que hablé me confirmó que esta demora fue sumamente «extraña»; literalmente, no se demora tanto.
Estos testimonios no me dejan dudas de que se trató de una operación cuidadosamente planificada en connivencia con algunos «diputados libres» de distintos bloques como así también gobernadores, quienes ordenaron a algunos de sus representantes que Ficha Limpia no avanzara. En esta jugada, el tiempo y las formas jugaron a favor de una casta que solo busca protegerse. No les importa ensuciar el Congreso con maniobras dignas de un “diputrucho” de los ’90, con tal de boicotear una ley básica de transparencia. Es una afrenta a la República y una victoria de quienes quieren perpetuar sus feudos de impunidad.
¿Fue obra de un acuerdo entre sectores del gobierno y el kirchnerismo para boicotear Ficha Limpia y, de paso, negociar la eliminación de las PASO? Como todo pacto siniestro, difícilmente se puedan conseguir pruebas, salvo que aparezcan arrepentidos. ¿La meta? Un pacto de silencio donde todos salen ganando.
Así lo expresó ayer PablocRossi en LN+: el peronismo asegura la continuidad de su núcleo duro, con Cristina comandando las filas sin PASO y habilitada para ser candidata, y le agrego: mientras el PRO, debilitado y bajo la presión social, solo tiene una opción aparente para el 2025: aliarse y diluirse en el proyecto de La Libertad Avanza, como le pasó a la UCEDE en tiempos de Menem.
Como ciudadano que ha batallado contra el populismo en todas sus formas, que ha peleado por una Justicia independiente, por la libertad de expresión, por una economía racional y un Estado que no asfixie con instituciones republicanas sólidas y honorables, siento una profunda indignación. Este Congreso, nuestro Congreso, no es más que un reflejo del “juego sucio” de la casta que lo inunda. Pero juro, desde lo más profundo de mi compromiso, que no voy a dejar de luchar para limpiarlo. Esta maniobra, que intentó enterrarnos en la corrupción y el oportunismo, solo aviva la determinación de que la República prevalezca.
Es hora de desarmar esta estructura podrida. Los que creemos en una República auténtica y honorable no vamos a quedarnos de brazos cruzados. Que lo sepan bien: cada intento por torcer la Democracia, cada pacto de la casta, cada traición a la República encontrará su respuesta en la firmeza de quienes no vamos a descansar hasta limpiar las instituciones. Porque la Argentina merece más, y porque no vamos a permitir que el cinismo se robe nuestro futuro.
Fuente: http://www.ricardobenedetti.com/
22/11/2024 a las 11:07 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
El Gobierno analiza sumar la privatización de Aerolíneas Argentinas a las sesiones extraordinarias
Brenda Struminger
Infobae
22 de Nov, 2024
Tras el acuerdo salarial que alcanzaron Aerolíneas Argentinas y los gremios aeronáuticos combativos para frenar el conflicto que provocó decenas de medidas de fuerza durante los últimos meses, el Gobierno tiene planeado insistir con la privatización de la compañía, y no descarta acelerar los tiempos. A pesar de que se enturbiaron las negociaciones por el Presupuesto con los gobernadores y los aliados, en la Casa Rosada empezaron a analizar la inclusión de ese proyecto en el temario de un eventual llamado a sesiones extraordinarias, al cual se sumaría también la reforma electoral que el Ejecutivo giró ayer al Congreso.
Milei aún no decidió si convocará o no a extraordinarias, y en la sede del gobierno nacional van y vienen. Anteayer, por la falta de consenso con los gobernadores, daban por muerto el plan de reabrir el Congreso después del 30 de noviembre. Pero ayer, el vocero Manuel Adorni dejó abierta esa posibilidad, horas después de que los gobernadores de Juntos por el Cambio se reunieran para discutir cómo mantener vivo el debate con el Ejecutivo y dejaran trascender que pedirían una reunión con Guillermo Francos y Santiago Caputo. “Todo es dinámico, la política es una cuestión de oportunidades”, dijo un funcionario para explicar los cambios de rumbo.
El proyecto para habilitar que Aerolíneas Argentinas pase a manos privadas ya está en trámite en Diputados. Y el titular de Transporte, Franco Mogetta, había avisado la semana pasada que el plan para AA seguía en marcha a pesar de que aquietaran las aguas en la relación con los gremios.:“Aerolíneas Argentinas se privatiza, seguimos adelante en el Congreso. Está vigente el decreto del Presidente que declara la empresa sujeta a privatización (…) no es materia de negociación”, había dicho.
Sin embargo, el Gobierno aún no pudo darle curso al recinto, y al filo del cierre del año legislativo todo indicaba que el tratamiento quedaría postergado, al menos, hasta el año que viene. Sin embargo, un estrecho colaborador del Presidente aseguró que se inclinan por apurar el tratamiento durante el verano. Creen que junto a la reforma electoral y, eventualmente, el Presupuesto, la medida podría funcionar como moneda de cambio en las negociaciones con el resto de los partidos, sobre todo los más cercanos, que apoyan esa iniciativa.
Mientras tanto, ya presentaron el proyecto de reforma electoral que incluye la eliminación de la PASO, y que también se incluiría en el temario, si es que Milei llamara a extraordinarias. El Presidente no tiene una fecha límite para firmar y publicar el eventual decreto. Durante estos días se reiniciarían los diálogos con los gobernadores que tienen diálogo con el Gobierno. A pesar de que los ánimos se enconaron, hay una ventana abierta para volver a sentarse a rediscutir los puntos del Presupuesto, el proyecto que más les importa a los mandatarios.
De todas formas, los libertarios no parecen dispuestos a ceder con la posición dura que adoptaron desde el martes, que implica resguardar a toda costa el déficit fiscal y no hacer concesiones a las provincias, que exigen cambios en distintos algunos regímenes impositivos, el pago de las cajas jubilatorias, el reinicio de obras públicas, entre otros puntos. La discusión, hoy, parece insalvable, a pesar de que hasta hace pocos días los técnicos de Economía estaban haciendo números finos.
Según avisaron en Balcarce 50, en caso de que decidan acceder a continuar con la puja por el Presupuesto, las conversaciones pasarían principalmente por el Ministerio de Economía que conduce Luis Caputo. Pero el proyecto de privatización de Aerolíneas Argentinas se incluiría en el temario se sume o no la ley de Presupuesto.
Mientras tanto, el PRO exige que se trate el proyecto insignia de la fuerza de Mauricio Macri hoy, denominado “ficha limpia”, que el Gobierno se comprometió a apoyar pero cuya sesión especial se cayó esta semana. Lo mismo ocurre en el caso de la UCR con el proyecto de Democracia Sindical, que se trataría la semana que viene luego de un pedido formal de los radicales, encabezados en este tema por Martín Tetaz. En la Casa Rosada, sin embargo, están midiendo a sus socios, y todavía no confirmaron si está en los planes sumar esas propuestas a extraordinarias.
22/11/2024 a las 11:11 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Enemigos íntimos: Qué hay detrás de la ruptura pública de Milei con Villarruel
María Cafferata
Página/12
22 de noviembre de 2024
La relación entre Javier Milei y Victoria Villarruel está irremediablemente rota, y el Presidente expone esta tirantez como un mensaje disciplinador hacia el resto del universo libertario. Milei, ahora, vinculó a su compañera de fórmula al «círculo rojo» y a la «casta» y ratificó, para que no quedaran dudas, que la vicepresidenta no tiene «ninguna injerencia» en la toma de decisiones del gobierno al que pertenece. Las críticas del Presidente en una entrevista televisiva fueron una sorpresa para Villarruel, que se encuentra marginada hace tiempo de la cúpula de poder. La sorpresa no fue tanto el desplante -que es solo un capítulo más en la repetida novela de rencores del «triángulo de hierro» con la vice-, sino por el timing: Villarruel viene manteniendo un perfil bajo hace semanas, mientras que Milei viene arrastrando una positiva centralidad. Quienes lo conocen, sin embargo, advierten que el momento lo es todo. «Este es el momento para dar un mensaje para abajo», explican.
La pelea entre Milei y Villarruel no es nueva, sino que se extiende desde el triunfo de la fórmula libertaria en las elecciones. Incluso antes. Ya en la campaña, cuando Villarruel jugaba a diferenciarse y se enfrentaba, así, a la logística electoral liderada por Karina Milei. O antes, durante el cierre de listas, cuando, según el entorno de Milei, Villarruel empezó a reclamar lugares en las listas bajo amenaza de retirarse de la campaña. Fue una cuenta de Twitter que maneja Santiago Caputo desde las sombras quien salió a instalar esta transgresión originaria: «Tal vez extorsionar amenazando con bajarse el día de cierre de listas no haya sido el mejor curso de acción», deslizó la cuenta «MileiEmperador» poco después de las críticas presidenciales. En el entorno de la vicepresidenta, mientras tanto, no lo desmienten ni lo confirman. Pero la realidad es que, desde entonces, Villarruel fue meticulosamente apartada de todos los lugares de toma de decisiones.
UNA VICE DE LA «CASTA»
La novedad fue que, el miércoles por la noche, Milei lo confirmó en una entrevista televisiva: «Ella no tiene ninguna injerencia en la toma de decisiones. Tampoco participa reuniones de gabinete», aclaró, como para que no hubiera confusiones sobre el lugar que le correspondía a su vice tras meses de peleas internas. «Ella está mas cerca del círculo rojo y de lo que ella llama la alta política, que es lo que nosotros llamamos la casta», remató.
En las horas posteriores, los funcionarios de Casa Rosada amagaron con un operativo despegue para bajarle el tono a las declaraciones de Milei. «Lo que planteó el Presidente fue que Victoria Villarruel, como vicepresidenta, es presidenta del Senado. Y su tarea principal es en el Senado donde lidera la Cámara y conversa. Cuando el presidente dice que está más cerca de la casta se refiere a que trabaja fundamentalmente con los distintos bloques de senadores», intentó explicar el jefe de Gabinete. El contorsionismo discursivo de Francos fue repetido, después, por el vocero presidencial Manuel Adorni: «Es obvio que la vicepresidenta está cerca de la casta, está con varios senadores casta. No todos, pero con varios», argumentó, durante la conferencia de prensa.
En Casa Rosada, sin embargo, le achacan varios «errores» a la vice presidenta. Desde el tuit que acusó de «colonialista» a la Federación Francesa de Fútbol por cuestionar una canción de la Selección por xenófoba hasta la entrevista estelar en la que calificó a Milei como el «pobre jamoncito». La cuestionan, además, por tener cerrado el Senado con candado hace meses. «Si abrimos el Senado el peronismo nos bocha otro DNU. Prefieren echar la culpa cuando las cosas salen mal», se atajan desde el entorno de la vicepresidenta, en donde todavía recuerdan las críticas que le llovieron a Villarruel cuando la oposición logró voltear el DNU de los fondos reservados de la SIDE.
OPERATIVO LIMPIEZA
Villarruel no tiene muchos aliados sobre los que respaldarse. Sin el diputado Guillermo Montenegro -uno de los que encabezó la visita al penal de Ezeiza para fotografiarse con Alfredo Astiz- a su lado, la vice presidenta se apoya en el círculo de trabajo diario que armó en el Senado, con su secretaria privada, María Jones, el secretario legislativo, Agustín Giustinian, y director de Atención Ciudadana del Senado, Juan Martín Donato. Donato, que es referente de la agrupación La Derecha Argentina, fue uno de los primeros que salió a defenderla a través de sus redes sociales. «Por 3 por ciento no ganó el hijo de puta de Massa en primera vuelta. Qué ganas de hinchas las pelotas y subestimar el voto popular», escribió en Instagram, cuestionando una nota que citaba las críticas de Milei.
La vicepresidenta, en cambio, optó por el silencio, y analiza de qué manera salir a hacer algunas «aclaraciones». Fue el senador Francisco Paoltroni quien se encargó de la defensa oficial: «Las críticas a Victoria son injustas e innecesarias. A pesar de tener minoría en el Senado, está realizando un gran trabajo para avanzar en las ideas de la libertad que pregonamos durante la campaña», tuiteó el formoseño, quien fue expulsado del bloque de La Libertad Avanza por oponerse al pliego de Ariel Lijo y pelearse públicamente con uno de los vértices del «triángulo de hierro»: Santiago Caputo. Paoltroni viene trabajando, incluso, en armar una confederación de partidos que agrupe a los sellos que habilitaron la candidatura de Milei y que fueron desechados por Karina, quien ayer logró que la jueza María Romilda Servini reconociera La Libertad Avanza como un partido nacional.
«La estrategia de este gobierno es polarizar con Cristina Kirchner y que desaparezca todo lo que esté en el medio. Por eso el discurso único de anular a los emergentes o que asoman con posibilidad de captar votos», explicó, luego, el formoseño a través de un video.
Son varios los dirigentes libertarios que observan, en las palabras del presidente contra Villarruel, un mensaje ordenador hacia todo mundillo de LLA. «Hay un operativo pureza libertaria muy fuerte», se quejan desde el entorno de la vice presidenta. Se refieren, así, a una interna en el corazón de LLA más amplia que la pelea con Villarruel y que alcanza a todo el cosmos libertario y el ordenamiento de cara a 2025.
El acto de lanzamiento de la agrupación «Las Fuerzas del Cielo» en San Miguel, por ejemplo, no fue sino la expresión de deseo de los puros libertarios de pasar a disputar lugares de poder. «El brazo armado de Milei», encabezado por el legislador boanerense Agustín Romo y el tuitero Daniel Parisini -más conocido como el «Gordo Dan»-, pretende lugares en las listas y reclama que se reserve espacios para los propios, los verdaderos libertarios, en una disputa que tiene su capítulo bonaerense con Sebastián Pareja.
El dardo de Milei, además, pretendía ser disciplinador porque llegaba, precisamente, cuando el presidente estaba en su mejor momento. El control de la inflación, la victoria de Donald Trump, la caída del Riesgo País y el álbum de figuritas con las principales referentes mundiales en el G20: las buenas noticias de las últimas semanas lo vienen convenciendo a Milei y su círculo íntimo de que es invencible. «Porque el gobierno está muy bien, ella está muy mal y era el momento de dar un mensaje para abajo. Ver quién está con quien», explica un dirigente libertario.
El mensaje era, entonces, para ordenar al resto de la tropa libertaria, que se prepara para un año electoral clave. «A partir de ahora todos van a empezar a mostrar jugadores y fuerza», pronostican en las filas libertarias.
22/11/2024 a las 11:24 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Milei ya tiene CGT
Néstor Pitrola
Prensa Obrera
21/11/024
En estos días se han visto múltiples manifestaciones del derrumbe de la oposición que les dan la iniciativa política a Milei, como la implosión de los propios convocantes a la sesión contra los DNU, la famosa “sólida y gran oposición de 160 votos de diputados” que no pudo con los vetos contra los jubilados y las universidades pero que según charlatanes de moda como Guillermo Moreno constituían el principio del fin de Milei hacia un delirante juicio político. Fueron cayendo como castillos de naipes los del PRO y sus “negociaciones”, los radicales hechos girones, el pichettismo y su “llave” para “preservar las instituciones” y, lo más trascendente de todo, la implosión del peronismo que amplió su base de “traidores” como los diputados de Zamora, cobijados por Cristina, líder de la unidad de todos ellos. El peronismo hasta aplaudió al “compañero Jaldo” porque no sumó sus votos a la provisionalmente fracasada sesión de ficha limpia, porque el peroniomileísta tucumano no llegó a acuerdo por los fondos del presupuesto 2025 para algunas obras en el Jardín de la República. Milei navegará cómodo con el presupuesto 2023 prorrogado, votado en setiembre/noviembre de 2022, con los precios aumentados en seis veces, un paraíso para el dedo discrecional del dictadorzuelo.
Para entender semejante derrotero hay que poner el ojo en la cena en el Yacht Club de Puerto Madero organizada por la Fundación Faro a U$S 25.000 el cubierto, donde “no faltó nadie” y “se obtuvo una recaudación sin precedentes para este tipo de eventos”, por cuya organización fue felicitado “Santiaguito” Caputo. La burguesía se vale de Milei para la reorganización capitalista en marcha basada en el veranito financiero y la vuelta de la bicicleta, en el aumento sideral de la deuda pública y para explotar el Rigi en el saqueo de los recursos estratégicos como lo muestran los gasoductos en marcha a Brasil (acordado con el enemigo Lula) y el oleoducto del Sur que se licitan, aunque algún sector industrial patalee para ampliar los subsidios más allá de los amigos y familiares de Caputo, aunque la producción industrial de 2024 vaya a caer un pavoroso 13%. Todos se alinean en los “éxitos macroeconómicos”, aunque ya Caputo nos haya dado muestras en el pasado sobre cómo terminan las bombas de endeudamiento, el “carry trade” y el “ancla cambiaria” cuando, como hoy, las monedas de nuestros principales socios comerciales se devalúan. Pero de esto nos hemos ocupado en otros textos.
OFENSIVA SIN PRECEDENTES CONTRA LA CLASE OBRERA
Con todo, el punto crucial del creciente alineamiento de la burguesía argentina y todas sus terminales políticas con Milei se basa en la colosal ofensiva contra la clase obrera. Basta ver dónde se produjo el “ajuste en el gasto público más grande de la historia de la humanidad”: jubilados (24,2%), obra pública (23,6%), subsidios a tarifas (12,7%), prestaciones sociales (12,8%), salarios y otros gastos (12,6%), transferencias a provincias (7.8%), universidades (2,5%), otros (3,8%) (Fuente Cepa). El salario promedio de la economía ha perdido 27 puntos en la inflación punta-punta anual a octubre, de tal suerte que la línea de pobreza alcanzó $986.586, debajo de lo cual está la mayoría de trabajadores y jubilados. Al punto que la participación de los asalariados en el PBI ha caído al 43,4%, siete puntos por debajo de 2017.
Pero a esto se suma algo todavía más estratégico que es la ofensiva de superexplotación mediante la reforma laboral en marcha industria por industria, fábrica por fábrica, lugar de trabajo por lugar de trabajo: cambios de régimen de francos para imponer los turnos americanos donde todavía no están y/o adaptarlos según el flujo productivo liquidando definitivamente el descanso hebdomadario del fin de semana, aumento de horas de trabajo mensuales o también por día, baja en las dotaciones de máquina, aumentos en los ritmos de producción, liquidación de descansos intermedios, eliminación de “regulaciones” de seguridad y salubridad en la tarea, premios, sanciones y despidos para disciplinar llevando el presentismo a niveles de autodestrucción de la salud, tercerización de áreas mediante convenios basuras y trabajo informal. El aumento de la productividad del trabajo no está basado en inversión tecnológica, sino en mayor esfuerzo del trabajador. Esta reforma laboral descomunal encuentra parcial resistencia de los trabajadores en total desventaja porque todo el aparato de la burocracia sindical, desde los sindicatos hasta los delegados de sección alineados, contribuye a su aplicación.
El caso aeronáutico es apenas un caso testigo. El aumento de hasta un 70% en las horas de vuelo, el pago por productividad, la eliminación de los transportes al lugar de trabajo y otras reformas de convenio, luego de los despidos antihuelga, del decreto antihuelga y de 1.200 retiros voluntarios. La tregua de verano sólo es un paréntesis para seguir con los despidos y la preparación de Aerolíneas, Intercargo y otras para la privatización, en tanto los aumentos salariales son ridículos frente a la pérdida en un año del 94% denunciado por los propios gremios. En el Inta se anuncian 500 despidos y plan privatizador, en DGI y Aduana están conciliados frente a la amenaza de 3.153 despidos y rebajar los salarios a la mitad eliminando el porcentaje por recaudación. Dánica anuncia el cierre de su planta aceitera de Llavallol con despidos al 50% por crisis, a fin de año. Empezaron los despidos en FFCC, etc. La estadística muestra 261.000 despidos en blanco más los imponderables en negro, probablemente medio millón de trabajadores en la calle y 60.000 planes Potenciar Trabajo despedidos recientemente por no empadronarse.
LA CONTRIBUCIÓN ESTRATÉGICA DE LA CGT
En este cuadro la CGT anunció definitivamente que no habrá paro alguno hasta fin de año. La mesa dirigente ha reforzado su política colaboracionista que debutó con la borrada durante el tratamiento de la ley Bases. Otra vez, la señal fue el levantamiento de los diputados de La Libertad Avanza de la Comisión de Trabajo haciendo caer el tratamiento de las reformas sindicales que bajo la demagogia de limitar las reelecciones y habilitar minorías refuerzan la intervención del Estado en las organizaciones obreras (ley Tetaz y otras). En cuestión de horas Daer, Acuña y cía. anunciaron que descartaban todo paro insistiendo de nuevo con la cantinela del “diálogo tripartito” entre gobierno, empresarios y ellos. Sólo algunas prebendas como mantener las cuotas compulsivas y otros negocios que desconocemos bastaron para dar cobertura a la brutal ofensiva que sus “cuerpos orgánicos” van permitiendo. No se conoce que el gobierno pague los enormes fondos que está sustrayendo a las obras sociales y ponen a la bancarrota a más de 300 de las más pequeñas. La Justicia Laboral, en pleno giro, se dio el lujo de procesar a Acuña por “bloqueos” de estaciones de servicio, cuando la ley Bases no regía aún.
El pablomoyanismo quedó en palabras una vez más. No hay ni paro de la CGT, ni nuevo paro del transporte. Tampoco ruptura alguna. Los pactos aeronáuticos debilitaron aún más su planteo. Su padre Hugo habría alineado incluso a Camioneros a los gordos, independientes y barrionuevistas. Pero si examinamos en detalle, la posición de Pablo Moyano es “confrontar” y “denunciar el modelo”, en ningún caso organizar desde el pie a los sindicatos y regionales cegetistas para un plan de lucha hasta quebrar la política del gobierno. Es una estrategia basada en que “cada movilización que hagamos tiene que contribuir a la reorganización del peronismo”, otra de sus máximas. Por otro lado, los vimos a todos juntos, a él, a Daer, Andrés Rodríguez y Acuña en el acto de Kicillof. Ya vimos a la burocracia sindical docente y no docente universitaria archivar la lucha evitando una tercera marcha federal que habría sido otro golpe muy importante contra el régimen.
Nadie rompe, y Milei ya tiene su CGT. El mismo Santiago Caputo que organiza a los empresarios en el Yacht Club, que alienta el brazo armado de trolls de las fuerzas del cielo para competir en las listas electorales, sería el arquitecto de esta integración para una entregada que no tiene nada que envidiarle a de los ’90 con Menem o las comisiones asesoras de los interventores sindicales durante la dictadura de Videla. Finalmente, es de manual argentino del poder arreglar con la burocracia sindical, desde la centroizquierda hasta los facholibertarios. El peronismo sindical da una nueva vuelta de tuerca a su larga historia como agente patronal al interior del movimiento obrero. Y las CTAs que se pretendieron desafiantes del sindicalismo empresarial en los ’90, hoy “priorizan la unidad”… para paralizar al movimiento obrero.
FUERA MILEI, PARO ACTIVO Y PLAN DE LUCHA
En este contexto se preparaba una Marcha el 5 de diciembre de las dos CTAs que ya no será tal, sino un posible acto no confirmado en Plaza de Mayo. Algunos gremios más participarían con delegaciones. Hubo reunión con Kicillof e invitan intendentes del Conurbano. O sea, la peronizan con los aplicadores de la motosierra en sus distritos. En los días previos del 2 al 5, un acampe piquetero en La Matanza por parte de un sector, CCC, Barrios de Pie y otros menores en el que participará el Polo Obrero y el Frente de Lucha con sus reclamos y banderas.
Por abajo pasan cosas. El Frente de Lucha Piquetero realizó un ollazo y movilización de 10.000 personas de Congreso a Desarrollo Social que levantó muy alto las banderas de lucha contra el hambre.Las patronales chocan con una resistencia lugar por lugar (Sealed Air, Molinos Cañuelas, Arsat, Fate, etc.); paro en Bridgestone contra nuevos despidos convocado por el combativo Sutna, el Garrahan sigue su plan de lucha con paros y movilizaciones, hoy mismo (21/11) hay marcha de salud en el día de la enfermería, los docentes del misionerazo llevan dos semanas de paros de 72 horas con cortes de ruta, el Cedems docente de Jujuy arrancó una mesa paritaria con la huelga. A su vez hay conflicto de judiciales en Santa Fe, de empleados públicos, salud y municipales en Córdoba en tanto los químicos de Río Tercero siguen en huelga general contra los despidos masivos. Los jubilados extienden su valiente lucha cada miércoles y se organizan en distintos lugares del país. Todas luchas muy duras por la desarticulación a las que las somete la burocracia sindical.
Desde el clasismo tenemos que desarrollar la bronca que se expresa en la simpatía con la consigna Fuera Milei en la calle y los lugares de trabajo. E intervenir brindando una perspectiva, por eso nos empeñamos en participar en cada combate de la clase e intervenir con una política independiente. En CABA el Garrahan invita a coordinar acciones el 26 de noviembre. Organicemos la intervención en cada provincia para levantar en cada lucha la bandera del paro activo y el plan de lucha hasta la huelga general. Debatamos una acción independiente el 5 de diciembre, ganemos la calle el 20 de diciembre. Es Milei o los trabajadores. No hay vuelta.