Por Hernán Andrés Kruse.-
El fallecimiento de Jorge Lanata sacudió a la opinión pública. Porque dejó este mundo un periodista que marcó una época, para bien o para mal. Sin embargo, hay un hecho que a mi criterio pasó inadvertido y que es de una enorme importancia. Me refiero a la agonía inhumana que sufrió durante seis extenuantes e interminables meses. A lo largo de 180 días Lanata fue sometido a una gran cantidad de intervenciones quirúrgicas, fue trasladado varias veces de un nosocomio a otro, fue intubado y se le practicó la traqueotomía por su incapacidad para respirar por su cuenta, y, de acuerdo a las informaciones que brindaban los médicos del Italiano, presentaba un severo deterioro cognitivo. Resultaba harto evidente que la suerte del destacado periodista estaba echada, que su estado era irreversible, que el desenlace final era inevitable.
Cabe, pues, formular la siguiente y polémica pregunta: ¿qué sentido tuvo prolongar semejante agonía? Si Lanata inexorablemente se iba a morir ¿para qué prolongar su sufrimiento inútilmente? Me parece que lo más sensato, en realidad, lo más humano, hubiera sido evitar semejante agonía. Y aquí entramos de lleno en la delicada cuestión de la eutanasia. ¿Qué debe hacer un médico ante una situación límite como la de Lanata? ¿Debe hacer todo lo que esté a su alcance para mantenerlo con vida pero obligando al paciente (y a sus seres queridos) a sufrir lo indecible? Si los familiares de Lanata les hubieran pedido a los médicos que practicaran la eutanasia ¿deberían haber actuado en sintonía con ese ruego? ¿O, por el contrario, deberían haberse negado enarbolando el juramento hipocrático? Una disyuntiva feroz, realmente.
A continuación paso a transcribir parte de un extenso ensayo de María Florencia Pinto titulado “La procedencia de la legalización de la eutanasia en la legislación argentina” (Revista Pensamiento Penal, 2022). Invito al lector a que analice su contenido. Luego de leerlo más me convenzo de la imperiosa necesidad de legalizar la eutanasia.
LA EUTANASIA
DEFINICIÓN
“La Real Academia Española define a la eutanasia con dos cortas oraciones: “Intervención deliberada para poner fin a la vida de un paciente sin perspectiva de cura” y “muerte sin sufrimiento físico”. De lo referido se inducen ciertos elementos fundamentales a la hora de desmenuzar el concepto en estudio: en principio se hace referencia a una “intervención” u “acción deliberada” es decir que se debe contar con el conocimiento y consentimiento para que la misma se perfeccione. Asimismo se agregan dos inferencias más; al hablarse de “paciente” se asume que sólo estará comprendida dentro de la eutanasia si la práctica se realiza sobre una persona que se encuentre atravesando una enfermedad y asimismo se aclara que esta no debe poseer perspectiva alguna de cura”.
REQUISITOS DE PROCEDENCIA DE LA EUTANASIA
“Robert Young, en su libro “Medically Assited death”, postuló algunos requisitos fundamentales para que la idea de “Eutanasia” resulte procedente “per se”: a) Que el paciente sufra de una enfermedad terminal. b) Que no pueda beneficiarse de algún tratamiento médico vigente o nuevo. c) Estar padeciendo, producto de su enfermedad, dolores inhumanos, o que su existencia dependa de manera extrema de otras personas u elementos tecnológicos. d) Haber manifestado en ocasión de haber estado consiente su voluntad de morir. e) No poder producir su muerte sin asistencia de terceros”.
OTROS CONCEPTOS DE INTERÉS
ENFERMEDAD TERMINAL
“Considero reviste suprema importancia intentar definir en forma clara este concepto, toda vez que en la actualidad sólo resultaría viable en la mayoría de las legislaciones practicar la eutanasia cuando el enfermo en cuestión reviste este estadio. Paciente terminal: Es aquel que padece una enfermedad de naturaleza conocida, de evolución irreversible, sin medidas terapéuticas curativas efectivas y con inminencia de muerte previsible, en días semanas o meses. Los objetivos terapéuticos más apropiados para este grupo de pacientes son los cuidados paliativos. Ingresarlo en una Unidad de Cuidados Intensivos significa arbitrar medidas para intentar prolongar el proceso de morir.
Ahora bien, existen diferentes categorizaciones en lo que respecta a los pacientes “con riesgo de muerte”. Esta clasificación se basa en su situación evolutiva, prescindiendo del tiempo de aparición de su enfermedad (agudo o crónico) y de la etiología de la misma. Con esta pauta deben distinguirse cuatro estados: a) Paciente en estado crítico: Se define por la existencia actual o probable de una alteración en la función de uno o varios órganos o sistemas, situación que compromete su supervivencia de no tomar medidas activas sobre sus funciones vitales. Este estado crítico supone, además de la amenaza de muerte dos circunstancias esenciales a tener en cuenta: la posibilidad de reversibilidad si se aplican ciertas acciones terapéuticas efectivas, rápidas y que su presencia es un momento evolutivo probablemente transitorio. b) Paciente sin esperanzas: Se refiere al portador de una enfermedad de larga evolución (años), pero finalmente letal, que en su evolución sufre varios episodios agudos que, no tratados, conducen a la muerte, pero que en el mejor de los casos, una vez superados dejan al paciente cada vez más cerca del final de su vida. Estos episodios son “potencialmente terminales” y el paradigma de esta situación son las enfermedades neurológicas degenerativas. c) Paciente terminal o muriente: Se refiere al que sufre una enfermedad letal. Este término debiera aplicarse sólo a aquellos enfermos en quienes la experiencia indica que debieran morir en un plazo relativamente corto de tiempo, medido en días o semanas más que en meses o años. d) Paciente moribundo o agonizante: Implica considerar muy cercana la presencia probable de la muerte. Ciertas condiciones clínicas indican deterioro severo de los sistemas orgánicos por lo que la muerte podría esperarse en el transcurso de horas”.
TIPOS DE EUTANASIA
“Existen múltiples clasificaciones para diferenciar los tipos de eutanasia a saber, basándonos en distintos criterios de distinción según las perspectivas de quienes fueran sus autores.
EUTANASIA DIRECTA
Se denomina “eutanasia directa” al hecho de adelantar la hora de la muerte en caso de una enfermedad incurable, esta a su vez posee dos variables: a) Activa: Según el doctrinario Tomás Agustín Céspedes “la eutanasia activa consistiría en una acción: provocar de modo directo la muerte de la persona enferma (v.gr., administrar una droga letal al enfermo)”. b) Pasiva: Procede cuando se deja de tratar una complicación, por ejemplo una bronconeumonía, o de alimentar por vía parenteral u otra al enfermo, con lo cual se precipita el término de la vida; es una muerte por omisión.
De acuerdo con Pérez Varela “la eutanasia pasiva puede revestir dos formas: la abstención terapéutica y la suspensión terapéutica. En el primer caso no se inicia el tratamiento y en el segundo se suspende el ya iniciado ya que se considera que más que prolongar el vivir, prolonga el morir”. Debe resaltarse que en este tipo de eutanasia no se abandona en ningún momento al enfermo. Judith Jarvis Thompson en su libro “Phisician-assited suicide, two moral arguments, Ethics”, ha distinguido la Eutanasia Pasiva de los “casos de no conexión”: en la Eutanasia pasiva se interrumpe un tratamiento ya comenzado mientras que en los “casos de no conexión dichas medidas fueron rechazadas desde el inicio por voluntad del paciente.
EUTANASIA INDIRECTA
Se trata de aquella práctica que consiste en que la muerte se obtiene indirectamente, mediante la utilización de un analgésico que tenga efectos colaterales y comprometa alguna función vital. Este es el caso, por ejemplo, del cáncer en que la utilización de la morfina produce como efecto colateral la disminución de conciencia y casi siempre una abreviación de la vida, sin embargo, la intención al utilizarla es calmar el dolor.
SUICIDIO ASISTIDO
Hablamos de suicidio asistido cuando la maniobra se concreta al proporcionar en forma intencional y con total conocimiento a un enfermo de los medios o procedimientos o ambos para poder concretar su deceso, incluidos el asesoramiento sobre dosis letales de medicamentos, la prescripción de dichos medicamentos letales o su suministro. Se plantea como deseo de extinción de muerte inminente, porque la condición terminal se ha tornado de un dolor insostenible. Cabe destacar, que en éste caso es el paciente el que voluntaria y activamente termina con su vida, de allí el concepto de suicidio. Esta práctica se encuentra actualmente habilitada en cuatro países de Europa occidental: Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo y Suiza, dos países de América del Norte; Canadá y Estados Unidos, en el estado de Oregón, Washington, Montana, Vermont y California; y Colombia, único representante de América del Sur,
EUTANASIA VOLUNTARIO E INVOLUNTARIA
El Dr. Tomas Agustín Céspedes distingue a la eutanasia voluntaria de la involuntaria al referir que: “Mientras en la voluntaria la acción u omisión que produce la muerte del enfermo se realiza por el requerimiento de este último, en la eutanasia involuntaria se procura la muerte de un ser humano que en razón de su situación ha perdido la competencia para decidir sobre su vida y muerte, como sucede con los casos de los enfermos con pérdida irreversible de la conciencia”.
CACOTONASIA O EUTANASIA INVOLUNTARIA
En el griego antiguo Κακός [kakós], ‘malo’ o ‘malvado’20. El término alude a la “mala muerte”, es que en este caso la eutanasia se impone al afectado sin que este preste su consentimiento al respecto. Es un tercero quien “apiadándose” de su situación toma la decisión en su nombre.
ORTOTANASIA
Por «ortotanasia» o -lo que es lo mismo- «muerte digna», se entiende la exigencia ética -que atiende a la forma de morir- y el derecho con el que cuenta todo ser humano para elegir o exigir, para sí o para otra persona a su cargo, una «muerte a su tiempo», es decir, sin abreviaciones tajantes (eutanasia) ni prolongaciones irrazonables (distanasia) o cruelmente obstinadas (encarnizamiento médico) del proceso de morir, concretándose esa muerte «correcta» -atendiendo al tipo de patología y a su grado de evolución- mediante la abstención, supresión o limitación de todo tratamiento fútil, extraordinario o desproporcionado, ante la inminencia de la muerte del paciente, muerte a la que no se la busca (pues lo que se pretende es humanizar el proceso de morir, sin prolongarlo abusivamente) ni se la provoca (ya que resultará de la propia enfermedad que el sujeto padece), debiendo siempre prestarse al paciente muriente los cuidados ordinarios y tratamientos paliativos de los que requiera, así como también -en su caso- acompañamiento y/o tratamiento psicoterapéutico y/o tanatológico, comprensivo de los anteriores. En palabras de Gómez Román Maciá; “una muerte digna” es el hecho y el derecho a finalizar la vida voluntariamente sin sufrimiento, propio o ajeno, cuando la ciencia médica nada puede hacer para la curación de una enfermedad mortal”.
DISTANASIA
Se trata de la prolongación excesiva del proceso de morir de un paciente, resultante del ilimitado empleo de medios terapéuticos extraordinarios o desproporcionados», que linda con el «ensañamiento», «encarnizamiento» o «furor terapéutico», esto es, la situación generada por una obsesiva obstinación médica que excede al deber del galeno de preservar la vida, traducida en un proceder irracional e inmoral y aun antijurídica, concretado en retardar inútilmente la muerte en casos desesperados, recurriendo a tratamientos absolutamente fútiles, carentes de sentido y de justificación, médica y ética, en pacientes que están más allá de toda posible curación, cuando su irrecuperabilidad se encuentra bien definida, prolongando así la agonía de pacientes murientes -de ordinario, ritualmente internados en Unidades de Terapia Intensiva y sometidos a procedimientos dolorosos y fútiles, en soledad, alejados de sus seres queridos, sin poder hablar, intubados o traqueotomizados, con su sueño interrumpido y su privacidad violentada, tan sólo para morir, en esta forma cruel, poco tiempo después-, fenómeno sociocultural complejo y pluricausado acerca de cuya denominación ya «tradicional», se ha observado que constituye una fórmula vacía, dado que «la realidad de un tratamiento se mide por la esperanza de curación o alivio, y sólo bajo la visión deformada de los médicos puede parecer un gesto terapéutico”.
OTRAS VARIABLES DE CLASIFICACIÓN
La famosa jurista Doris Silva Alarcón amplía las variables clasificativas de la eutanasia y entre otros patrones cataloga la eutanasia también según la motivación del autor: a) Piadosa: en este caso la finalidad de su autor es evitar el sufrimiento del enfermo terminal. b) Eugenésica: aquella que se dirige al “mejoramiento de la raza humana”. Este fue el argumento a través del cual el NSDAP planteó en 1939 la puesta a punto de un sistema para eliminar por eutanasia a los ciudadanos que presentaban rasgos de debilidad, es decir las personas con incapacidades mentales y físicas. Con este programa se pasó, ya no sólo de señalar y marginar, sino de eliminar, a determinados grupos poblacionales que presentaban los esos rasgos en el marco del III Reich Alemán. Fue así que entre 1939 y 1941 se eliminaron personas esquizofrénicas, epilépticas, con encefalitis, deficiencia mental, parálisis, enfermedad de Huntington, demencia senil y en estados finales neurológicos. A la vez, también se incluyeron residentes de asilos (por más de 5 años), incapacitados mentales, criminales y personas que no poseyeran la ciudadanía Alemana (incluyéndose a los no poseedores de sangre alemana). c) Económica: es aquella destinada a “eliminar” a aquellas personas cuyas vidas se consideren inútiles, exentas de valor vital y de costoso mantenimiento”.
17/01/2025 a las 7:40 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
El riesgoso juego de la ruleta rusa
Carlos Pagni
Fuente: La Nación
(*) Notiar.com.ar
16/1/025
Javier Milei no desiste de su apuesta principal: derrotar a la inflación. Ese objetivo ordena todos los instrumentos de su gestión económica. Y también organiza su estrategia política. La pretensión de que La Libertad Avanza dispute el poder sin desfigurarse con alianzas electorales se sostiene en la pretensión de alcanzar ese éxito. La última manifestación de esta lógica apareció en el frente cambiario. Es la decisión de reducir la tasa de devaluación del peso llevándola de un 2 a un 1% mensual. Esa medida se inscribe en la misma concepción monotemática: se propone llevar la inflación a un rango inferior al 2%. Como casi todo lo que se consume está “hecho de dólares”, el nuevo esquema representa un aumento de salarios. Nada que sorprenda demasiado. Todos los gobiernos aprecian el peso durante los años electorales. La jugada puede agravar algunos desequilibrios económicos. Pero demuestra que el equipo que está al frente del país es, al menos en este campo, muy consecuente y muy audaz. En un ciclo histórico en el que la política clásica está sumida en la perplejidad, el grupo liderado por Milei se muestra muy seguro de sí mismo. Como quien está dispuesto a jugar a la ruleta rusa.
Milei insiste en utilizar la política cambiaria como una herramienta para seguir bajando la inflación. Siempre que se recurrió a ese mecanismo terminó desatándose una crisis. ¿Se repetirá esa historia? No se puede asegurar. Para reducir la inflación en más o menos medio punto respecto de la que se hubiera verificado, el Gobierno agregó una apreciación adicional de la moneda que los expertos calculan en alrededor del 6% anual. El riesgo es reiterar una experiencia conocida. La balanza comercial comienza a ser cada vez más negativa, la oferta de dólares se reduce y la demanda aumenta, y termina formándose una tormenta en el sector externo. Es decir, una crisis en la cuenta corriente de la balanza de pagos. La experiencia más cercana ocurrió en 2018, durante la administración de Mauricio Macri. A propósito: es interesante que Milei esté abrazado, al trazo grueso de una receta muy similar a la de Macri: apreciación del peso y polarización con Cristina Kirchner.
Hay profesionales que consideran que esa turbulencia externa no es inevitable. Ellos afirman que la cuenta corriente tiene todavía un superávit de 1% del PBI. Y que el tipo de cambio real es 10% más competitivo que el del ocaso de la convertibilidad. Entre otras cosas, porque los términos de intercambio son más favorables. ¿Cuál es el riesgo? Que se vuelvan más agudos algunos trastornos internos: destrucción de franjas enteras del tejido productivo por pérdida de competitividad, con el castigo inevitable al nivel de empleo.
El oficialismo no prevé ese escenario. Cree estar disfrutando de un boom de consumo. Algo que se vuelve dudoso si se observan algunos indicadores muy fiables, como el nivel de demanda energética. Enero arrancó con una caída en el sector industrial, excluida Aluar, del 12,4% respecto del año anterior. Habrá que esperar para ver si esa tendencia se mantiene. En el caso de las pymes el derrumbe de esa demanda es de 18,3%. Los especialistas creen que el aumento de tarifas, que desalienta el consumo, no alcanza para explicar este descenso.
Hay sectores para los cuales la orientación general del programa se vuelve más traumática. El agropecuario es el más castigado, por varios factores. No sólo cobran su mercadería con un dólar más barato. También cayó el precio internacional de esos productos. En el caso de la soja, alrededor del 30% anual. Además, algunos costos se incrementaron. En especial salarios y combustibles. La peripecia económica fue mucho más agresiva con el negocio de los agroquímicos, debido a dos factores principales: las dificultades para importar durante la gestión Massa, agravadas por el establecimiento del impuesto país. Una cadena que llevó al sector financiero a no renegociar los pagarés bursátiles de algunas empresas como Red Surcos o Agrofina, del grupo Los Grobo.
Contra este telón de fondo las retenciones se vuelven más dañinas. ¿Es verdad que en la Sociedad Rural están preparando un proyecto para que se reduzcan? Una pista, por la vía negativa, podría obtenerse en la cuenta “John. @MileiEmperador” de la red X, atribuida al “Mago del Kremlin”, Santiago Caputo. El lunes pasado publicó este mensaje: “Tengo la tira completa de los conspiradores que están trabajando contra el Gobierno empezando por Ezequiel Cassagne, la Sociedad Rural y los otros que no voy a nombrar porque tengo códigos”. Una curiosidad que llamó la atención de un par de diputados cercanos a Massa, a quien Cassagne asesoró durante años, es que “John” divulgó esa información minutos después de que Santiago Caputo terminara una larguísima reunión con Sergio Neifert, el titular de la SIDE. ¿Esos dos hechos están relacionados? Imposible saberlo, entre otras cosas, porque “John” no declara ser “El Mago”. Los massistas, sin embargo, creen que el mensaje es un subproducto de la reunión. Otro detalle divertido es que nadie imaginaba que Cassagne fuera víctima de un ataque desde el oficialismo. La asesora más importante de Santiago Caputo, María Ibarzábal, perteneció hasta el año pasado al estudio que lleva el nombre de ese abogado. Más allá de fantasías conspirativas, hay una gota de verdad. Cassagne asesora a la Rural.
El dilema económico ilumina el comportamiento de la política. ¿Las tendencias recesivas enturbiarán las expectativas y favorecerán a la oposición, sobre todo en el conurbano bonaerense? ¿O la baja de la inflación, que es la mejor política social que se puede concebir, absolverá todo lo demás y será la clave de una gran victoria? Macri parece creer lo segundo. Sólo así se entiende que quiera forzar un acuerdo con La Libertad Avanza tan temprano. Es decir, antes de que Milei se fortalezca todavía más. El expresidente propuso comenzar ya, en pleno enero, la negociación. Y ofreció a sus delegados, encabezados por Cristian Ritondo. Una reivindicación del entrañable “Pucho”, carbonizado por la publicación de sociedades off shore que enmascaran sus departamentos de Miami. O noticias sobre el despliegue de su empresa constructora. Entre los maledicentes que rodean al Presidente hay uno que ironizó: “Mauricio nos pide transparencia y nos manda a Ritondo. ¿Pasó algo?”. Es una broma mucho más inofensiva que esta versión, que circula desde hace 48 horas: que a Ritondo lo inscribieron en ese pelotón para evitar que se incorpore a Las Fuerzas del Cielo, tras los pasos de Diego Santilli, que está a punto de producir un nuevo cambio de piel: del “Colo” larretista al “Colo” libertario. Es una especulación horrible, porque incluye que la información sobre las propiedades norteamericanas de Ritondo habría salido de las filas del Pro.
Lo importante es advertir que la ansiedad de Macri es hija de una secuencia de desaciertos. El más importante es no haber establecido las condiciones de la relación con Milei en las dos encrucijadas que más lo favorecían: la celebración del ballotage y la sanción de la Ley Bases. Ahora el Pro deberá encontrar a Milei en otra emergencia. ¿Por eso en esa fuerza dramatizan que el Gobierno no quiera tratar el Presupuesto en el Congreso? Hay cabezas maquiavélicas que sospechan lo siguiente: “Macri necesita que se trate el presupuesto, porque eso obliga al Presidente a vetar el exceso de gasto, que es inexorable. Y para sostener ese veto el Presidente necesitará del Pro”. Ojalá la política argentina fuera tan parecida al ajedrez.
El conflicto presupuestario tiene consecuencias mucho más inmediatas en la relación entre La Libertad Avanza y el Pro. Corroe algunos acuerdos fiscales ya celebrados con la Casa Rosada por gobernadores como Rogelio Frigerio, de Entre Ríos, o Ignacio Torres, de Chubut. Un inconveniente del que se habló en la larga tertulia que Frigerio comparte en el balneario Montoya, de Punta del Este, con el ex jefe de Gabinete de María Eugenia Vidal, Federico Salvai, y con el presidente del grupo Newsan, gran beneficiario del polémico régimen de Tierra del Fuego, Luis Galli. Una saludable diversificación: el mundo no se acaba en Mirgor y Nicolás Caputo.
El vínculo entre Milei y Macri está teñido de cinismo. En público, Milei elogia a su antecesor, mientras, con más reserva, lo hostiga a través del ejército de tuiteros enmascarados que regula Santiago Caputo. “Le da el tratamiento que le daba su papá, Franco, que lo halagaba delegándole tareas y después lo boicoteaba a través de sus gerentes”, explicó un conocedor de la vida de los Macri. A la vez, el líder del Pro no pierde ocasión para establecer sus diferencias. Empezó con la postulación de Ariel Lijo para la Corte. Macri tiene derecho a sonreír por ese enredo: Lijo falló en contra de la Secretaría de Derechos Humanos obligándola a garantizar el funcionamiento de los Sitios de la Memoria que funcionan donde, durante los peores años de la dictadura, funcionaron centros de detención clandestina. Nadie supone que este polémico juez federal elabore sus fallos por convicción. Se interpretó que enfrentó al Gobierno para congraciarse con el kirchnerismo del Senado, ya que fue una legisladora porteña de esa orientación, Victoria Montenegro, la que exigió que se revoquen las decisiones adoptadas por la Secretaría que conduce Alberto Baños. Tal vez sea la lectura correcta. Porque Lijo ha sido zigzagueante en la materia. En su momento otorgó el beneficio del 2×1 a un imputado por delitos de lesa humanidad, lo que llevó a las Abuelas de Plaza de Mayo a pedirle una nueva definición en esta materia antes de avalar su postulación para la Corte.
Desde el Pro se objetó también la designación de Andrés Vázquez al frente de la DGI. Es como se explica mejor que desde esa agencia se haya dejado correr una versión según la cual en tiempos de Macri se había dado protección tributaria a empresarios kirchneristas. ¿La guerra continúa? Eso creen quienes intuyen que, en su afán de dañar al Pro, Vázquez está interesado en indagar la transparencia de una operación inmobiliaria programada en Superí al 1600, del barrio de Belgrano. Allí se ofrece una mansión de “8 ambientes, dos piscinas y 5 cocheras” por 10 millones de dólares. El aviso de argenprop.com no aclara si el precio incluye el túnel y la bóveda subterránea que se extenderían por el centro de la manzana en dirección a la calle Conde. En la DGI entienden que el vendedor es un empresario que estuvo muy ligado a la administración porteña y bonaerense del partido de Macri.
Mientras se organizan estas pesquisas, en la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) siguen remoloneando para reglamentar el artículo de la Ley Bases que obliga a esa dependencia a fijar un precio de referencia para los atados de cigarrillos, que impida a las tabacaleras subdeclarar lo que cobran y, de ese modo, pagar menos por el impuesto interno. Los “derechos adquiridos” de Pablo Otero, el “Señor del Tabaco”, podrían ser el primer motivo de consenso entre el Pro de Macri y “Pucho” Ritondo, y La Libertad Avanza de Milei y “El Mago” Caputo. Ya coincidieron en esa materia en la votación de la Ley Bases.
Es un chiste malo. El conflicto entre Milei y Macri parece ser irrevocable. Sobre todo desde que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, anunció que el oficialismo irá con sus propios candidatos en la ciudad de Buenos Aires. Un ataque a la colina más preciada de los Macri. Jorge, el alcalde, adelantó las elecciones locales para sustraerlas de esta pelea nacional. Se quedó corto: si celebra esos comicios el 6 de julio, como anunció, igual quedará enredado en el duelo con Milei, porque para esa fecha ya estarán en carrera los candidatos a senadores y a diputados. Por suerte Jorge Macri ya consiguió el aval del peronismo, que lidera Juan Manuel Olmos, para suspender las primarias porteñas y, de ese modo, anticipar todavía más los comicios locales, que se realizarían en mayo. Olmos tiene un incentivo para acompañar la decisión: él aspira a constituir un PJ con color local, a la cordobesa, y cree que solo lo conseguirá si recorta a los candidatos porteños de los nacionales. El primer candidato a la Legislatura será Leandro Santoro. Este exradical tiene motivos para estar entusiasmado: Horacio Rodríguez Larreta también piensa competir en ese rubro, lo que seguiría fraccionando lo que en otra vida se llamó Juntos por el Cambio.
¿Cómo encarará el Pro la pelea con el Gobierno por los cargos nacionales? La ciudad amaneció esta semana con carteles y pintadas que postulan a “Mauricio 2025″. Un estilo de publicidad propio del conurbano, que remite a Jorge Macri. Es interesante el recurso vintage a los pasacalles. Porque en la ciudad están prohibidos. Pecata minuta. Las cuadrillas de campaña del Pro colocan los carteles y las cuadrillas de Mantenimiento Urbano del gobierno del Pro los retiran. Gobernar es dar trabajo.
El expresidente no tiene decidido postularse para la senaduría. Y tampoco en el gobierno nacional resolvieron lanzar a Patricia Bullrich para enfrentarlo. Es difícil imaginar el perfil de la pelea. Nada garantiza que no termine en un conflicto Icardi-Wanda Nara, en el que Macri y quien fuera su ministra y candidata queden atrapados en un laberinto de recriminaciones personales.
La historia siempre ofrece inesperadas simetrías. Porque en la provincia de Buenos Aires también se abre una pelea entre el creador y la creatura. Axel Kicillof no da señales de querer subordinarse a Cristina y Máximo Kirchner. Es decir, todavía no abandonó la hipótesis de desdoblar los comicios. El kirchnerismo lo amenaza con la ingobernabilidad. El gobernador todavía no cuenta con un presupuesto y, menos todavía, con la autorización de endeudamiento sin la cual le sería imposible financiarse. Al revés: en La Cámpora amenazan con votar a favor un proyecto de Diego Garciarena, presidente del bloque de diputados radicales de la Legislatura, para que los recursos de IOMA no vayan a la caja de Hacienda sino a la propia obra social. Sería un golpe fiscal. Al frente de IOMA se encuentra el médico Homero Giles, militante de La Cámpora.
Kicillof está cercado. El presidente de Diputados, Alexis Guerrera, responde a Massa, pero su segundo, Enrique Dichiara, obedece a Máximo Kirchner. El presidente del bloque “oficialista”, Facundo Tignanelli, también. Al frente de la bancada del PJ en el Senado está Teresa García, íntima de la señora de Kirchner. Y la presidenta de ese cuerpo, Verónica Magario, también se alinea con la expresidenta.
El juego de Magario es revelador. Si bien siempre fue aliada de Kicillof, descubrió que el enfrentamiento con los Kirchner le haría perder poder en La Matanza. En realidad, este criterio pertenece a Fernando Espinoza, el intendente de ese municipio. Espinoza está dispuesto a armarle una lista local a Kicillof apelando a militantes de la Universidad de La Matanza. Pero él no puede renunciar a la jefatura local del peronismo para seguir al gobernador. Este es un problema que se plantea a innumerables caudillos locales. Y también a varios gobernadores de provincia que son seducidos por Milei para armar listas comunes.
El Presidente también tiene que adoptar una definición para encarar la pelea bonaerense. Una opción es suponer que es imposible superar por muchos puntos a la señora de Kirchner. Por lo tanto, lo más conveniente es apostar a la división del adversario. Disimular la presencia de Cristina Kirchner y hostigar a Kicillof, para que cobre volumen. El modelo de llegada sería una fractura del PJ. Es lo que prefiere Máximo Kirchner si Kicillof no se subordina. Reservarse el sello partidario y obligar al gobernador a armar listas separadas en todos los niveles. El gobierno bonaerense dejaría, en esta hipótesis, de pertenecer al peronismo, que pasaría a una cruda oposición. El Presidente, feliz con la fractura en el campo adversario.
El otro camino es insistir en la estrategia actual. Polarizar con la señora de Kirchner. Y desear que Macri se presente como candidato a senador por Capital. Milei de un lado, Cristina Kirchner y Macri en la vereda opuesta. El León contra la casta. Es decir, contra los que no pudieron doblegar a la inflación. Sería seguir apostando todo a la misma ficha. Como en la ruleta rusa.
17/01/2025 a las 7:44 AM
ÑA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Cinco presidentes y un funeral: una foto imposible en la Argentina
Luciano Román
Fuente: La Nación
(*) Notiar.com.ar
16/1/025
Una foto ha recorrido el mundo: cinco presidentes norteamericanos (el actual, el futuro y tres de sus predecesores) se reunieron para rendir honores al más veterano integrante de ese club, Jimmy Carter, en un solemne funeral en la catedral de Washington. Fue una imagen cargada de simbolismo, pero por sobre todas las cosas fue el retrato de una sociedad que, a pesar de una enorme polarización, ha logrado preservar ciertos códigos de cordialidad y civilización política, además de un sentido de la obligación. ¿Sería posible una foto así en la Argentina? A nadie se le ocurre ni siquiera imaginarla.
La imagen que muestra, en una misma fila, a Joe Biden, Donald Trump, Barack Obama, Bill Clinton y George W. Bush podría ubicarse en un álbum global que también ofrece fotos similares: unos días antes, en París, el presidente Emmanuel Macron coincidió en la reinauguración de Notre Dame con Nicolas Sarkozy y François Hollande, dos exmandatarios con los que no solo ha tenido diferencias, sino también rispideces ásperas. Hace un año, en Santiago de Chile, el presidente Gabriel Boric despidió con un homenaje de Estado a su antecesor Sebastián Piñera, muerto en una tragedia aérea. Haber estado en posiciones completamente antagónicas no fue un obstáculo para mostrarse cercano y respetuoso en esa triste circunstancia. Más próximo a nosotros, Uruguay es un ejemplo de convivencia: los expresidentes coinciden con frecuencia, y dos rivales que han estado en las antípodas ideológicas, como José “Pepe” Mujica y Julio María Sanguinetti, no solo aprendieron a respetarse, sino que escribieron juntos un libro a partir de un largo y fecundo diálogo entre ellos.
Cada una de estas fotos admite, por supuesto, la mirada más sofisticada de los analistas especializados. Con perspectiva microscópica, columnistas de The Washington Post y The New York Times desmenuzaron en los últimos días el encuentro de los expresidentes en el funeral de Carter. Vieron distintas capas de significado en la gestualidad corporal y notaron la frialdad de Bush con Trump y el gesto de ostensible indiferencia que le dedicó la esposa de Mike Pence, su exvicepresidente, al mandatario electo. No fue, tampoco, una imagen idílica y de pura concordia en la que no se colara una pizca de tensión.
En una irónica y filosa columna, Maureen Dowd escribió en The New York Times: “El cuadro en las primeras filas era hipnótico: una mezcla dulce y sulfurosa de históricos rencores, ofensas y cicatrices de batalla, junto con algunos destellos de ese parentesco que no tiene comparación posible y que surge de pertenecer al club más poderoso del mundo”. Robin Givhan apuntó en el Post: “Las relaciones forjadas en la política siempre son complicadas, pero los vínculos dentro del club de los expresidentes son una maraña de lealtades, contiendas, ambiciones y derrotas. Es un reducto pequeño y exclusivo, pero está plagado de humoradas, inquinas y sentimientos propios de la condición humana y también imbuido de la cambiante naturaleza de la política en la era Trump”.
Pero sin caer en la ingenuidad ni el trazo grueso, vale la pena mirar el cuadro desde lejos. La escena habla, por encima de cualquier otra cosa, de una cultura democrática, pero de algo aún más elemental: transmite una educación ciudadana forjada en pautas básicas de respeto, cortesía y tolerancia. Remite, además, a la noción de algo que está por encima de las personas y a un reconocimiento de lo que antecede y lo que trasciende a uno mismo. Sus protagonistas saben que forman parte de algo común y a la vez superior. Son herederos de una tradición y de un legado que está más allá de sus propios egos.
En las democracias occidentales, convivir con el que piensa distinto “no es un hábito; es una cultura asumida después de siglos de guerras y de muertes”, nos explica la corresponsal de LA NACION en Francia, Luisa Corradini. “La polarización política no significa el odio o el desprecio por el adversario. Y respetar a aquel que ejerció la más alta función del Estado es también respetar la voluntad popular, que en algún momento lo escogió para ese cargo. La misma idea de respeto democrático rige para el lenguaje político, signado por la mesura”, apunta Luisa.
Los cinco presidentes que coincidieron la semana pasada en la catedral de Washington no pensaron, seguramente, en la conveniencia de esa foto, sino en el deber de estar ahí. Si hubieran mirado las encuestas o especulado con una ganancia pequeña y personal, es probable que varios de ellos hubieran puesto una excusa para no asistir. ¿Qué gana Obama mostrándose al lado de Trump y viéndose obligado, además, a una gestualidad amable con alguien que llegó a extremos violentos y groseros para atacar a líderes demócratas y hasta a sus propios aliados? ¿Qué les suma a Clinton o a Bush esa coreografía protocolar con un presidente que dejará en cuatro días la Casa Blanca con el lastre de una imagen deteriorada? Son preguntas que podrían resultar familiares en la política doméstica, teñida de mezquindades, pero que suenan completamente extemporáneas en culturas políticas en las que, a pesar de evidentes degradaciones, sobreviven el sentido de la dignidad y la investidura.
Hay un matiz que no resulta irrelevante: Chile y Uruguay, por ejemplo, no tienen ningún expresidente condenado por delitos durante su gestión. Pero no puede decirse lo mismo de Francia ni de Estados Unidos. Sarkozy cumple ahora mismo una condena y Trump solo ha frenado su debacle en la Justicia porque ganó las elecciones para volver al poder.
Aquí podría formularse una pregunta lícita: ¿qué ganaría la Argentina con un encuentro entre los “presidentes”? En esa foto aparecerían Eduardo Duhalde, Cristina Kirchner, Mauricio Macri, Alberto Fernández y Javier Milei. ¿Sería sana una reunión amable con una exmandataria condenada por defraudar al Estado y un expresidente acusado de un delito tan aberrante como la violencia de género? Son preguntas válidas, por supuesto, y tal vez no exista una respuesta única ni categórica. Pero los valores de la convivencia y la civilización política están por encima de las conductas o las trayectorias individuales. Lo que ganaríamos con esa foto tal vez sea algo que trasciende y supera a los propios protagonistas: una idea de normalidad democrática, de cordialidad y de educación cívica, más allá de las cuentas que todo mandatario o exmandatario debe rendir ante la Justicia. ¿No tendría un poderoso efecto simbólico que el papa Francisco convocara a todos los presidentes argentinos para una “foto de familia”?
Las imágenes que retratan un espíritu de convivencia en Estados Unidos, Francia, Uruguay o Chile no hablan solo de los dirigentes, sino también de las sociedades en las que esas fotos se producen. Son sociedades que se hacen cargo de su pasado, que aceptan lo que alguna vez eligieron, aunque se hayan equivocado. Tal vez sean sociedades más maduras, que no ceden con tanta facilidad a la tentación adolescente de desentenderse de sus propias decisiones y creer que “nadie los votó”, que “nadie fue”.
La imposibilidad, en la Argentina, de imaginar siquiera una imagen como las que vemos en otros países parece conectarse con un deterioro general de la convivencia y con la virtual agonía de valores tan elementales como los de la conversación, la cortesía, la tolerancia y el respeto. ¿Es un problema que baja desde la cima dirigencial o que sube desde la base de la sociedad? No hay dudas de que el poder puede contribuir a moldear el temperamento de una época, pero también es cierto que ese tono muchas veces refleja e interpreta un estado de ánimo que late en la sociedad.
Un liderazgo que alterna aciertos con insultos y firmeza con agravios responde con ese estilo a una demanda social, pero a la vez la exacerba. La Argentina atraviesa hoy un momento en el que el diálogo se confunde con la componenda, la crítica se asimila al ataque artero y la cordialidad se ve como una claudicación. Pero nada de esto surgió de un día para el otro. Durante décadas, el kirchnerismo acentuó rasgos de virulencia y de revanchismo en todos los planos de la convivencia. Reivindicó el antagonismo y bastardeó la conversación. Así contribuyó a establecer una fractura en el tejido social que no solo dificultó el encuentro entre adversarios, sino que estimuló hasta los enconos familiares.
Así como es inimaginable una foto de expresidentes, en la Argentina resulta difícil convocar a espacios de encuentro, aunque existan intereses o pasiones comunes. Una anécdota que podría considerarse minúscula ilustra esa dificultad. No ocurrió en el ámbito político, sino en el deportivo: alguien pensó que tres economistas destacados, que además fueron ministros nacionales en distintas administraciones, podían sentarse a conversar alternativas y soluciones para el club del que no solo son socios, sino hinchas fanáticos y fervorosos. A pesar de que los une algo tan fuerte como la pasión futbolera, ni siquiera el temor a una debacle económica de esa entrañable institución logró reunirlos en una misma mesa. No importan los detalles, sino la ligera referencia a una dificultad que ha calado hondo en la Argentina, y que vemos en lo más alto del poder, pero también en los estamentos bajos e intermedios de la sociedad civil. Las fotos y los encuentros conciliadores son una rareza hasta en las sociedades de fomento. ¿Quién ha visto alguna vez una foto que reúna a los seis gobernadores vivos de la provincia de Buenos Aires?
La política argentina parece empeñada en cultivar el desencuentro. ¿Cómo podría imaginarse una reunión entre adversarios cuando el Presidente ni siquiera se habla con su vicepresidenta? ¿Cómo se recupera cierta idea de cortesía y normalidad cuando un juez de la Corte Suprema le niega el saludo y la despedida a un antiguo colega que se retira del tribunal? Una clave tal vez pueda rastrearse en una línea de la última columna dominical de Jorge Liotti, donde dice que Pro y La Libertad Avanza disienten hasta en la semántica. “Por ejemplo: Macri propone una ‘mesa’ de negociación, cuando los libertarios la consideran un mueble en desuso que remite a arreglos de casta. Odian las mesas; aman los tuits”, describió Liotti.
Es cierto que “las mesas” han sido desnaturalizadas, como las “comisiones”, los “acuerdos” y los “pactos”. ¿Pero eso las convierte en artefactos inútiles o hasta perversos? Podría hacerse un inventario de “mesas” que no han servido para nada. Pero la mesa es un símbolo del encuentro y de la conversación, mientras el tuit se emparienta con el monólogo y la afirmación excluyente y categórica: “Lo digo yo. Fin”. Lo mismo que de las mesas podríamos decir de esas fotos que retratan la convivencia política. No son perfectas ni garantizan nada. Pero contribuyen a algo tan inasible, y a la vez tan esencial, como el respeto, la convivencia y la normalidad. Tal vez suene a poco, pero son valores indispensables para construir un país mejor.
17/01/2025 a las 7:48 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
En la Secretaría de DDHH lo único que avanza es la persecución gremial
Luciana Bertoia
Página/12
17 de enero de 2025
Los despidos en la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación (SDH) no cesan. La Policía Federal Argentina (PFA) impidió este jueves el ingreso a quince delegados e integrantes de la junta interna del Ministerio de Justicia con el pretexto de que estaban en uno de los listados de bajas. Desde el gremio denuncian que se trata de una nueva provocación orquestada por el secretario de Derechos Humanos, Alberto Baños, y el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona en medio del desmantelamiento de las políticas públicas de Memoria, Verdad y Justicia.
La escena nuevamente volvió a tener lugar en el Espacio Memoria y Derechos Humanos que funciona en lo que fue el campo de concentración de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) por donde se estima que pasaron 5000 detenidos-desaparecidos durante los años del terrorismo de Estado. Allí tiene, desde 2015, su sede principal la SDH.
Todos los delegados estaban contratados bajo la modalidad de convenio con el ente cooperador Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA). Esa modalidad de contratación es la que Cúneo Libarona quiere dar de baja y, desde octubre, impulsó retiros que tenían poco de voluntarios. Quienes no lo aceptaron fueron despedidos, como es el caso de los delegados –que tienen garantías de estabilidad reconocidas en el artículo 14 bis de la Constitución nacional y en la ley de Asociaciones Sindicales.
Por lo que pudo reconstruir este diario, los delegados figuraban en los listados de “bajas” que habían confeccionado en la SDH y el Ministerio de Justicia para el 2 de enero, primer día en el que los trabajadores se enfrentaron a los controles de la PFA para acceder a sus puestos de trabajo. Después, el gobierno los retiró de la nómina y los volvió a incluir en las últimas horas.
Desde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) denunciaron que el despido de los delegados es parte del plan de desmantelamiento de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia y de derechos humanos que viene llevando a cabo la gestión de La Libertad Avanza (LLA) y que implica una persecución a los trabajadores y al sindicato.
Nana González es una de las despedidas. Tiene una antigüedad de 25 años. Es trabajadora del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, cerrado por decisión de Baños desde el 2 de enero pasado por una supuesta “reestructuración” que no se sabe qué implica ni qué alcances podría tener. Ella, además, es la secretaria adjunta de la junta interna de ATE en el Ministerio de Justicia. Este jueves no la dejaron ingresar a la SDH.
“Están yendo por fuera de los límites de lo legal”, dice González. “Avanzaron contra el cupo travesti trans, despidieron gente con enfermedad. A quienes despidieron no les pagaron la indemnización y ahora están persiguiendo a los delegados, que tenemos estabilidad laboral, a los afiliados a ATE”, enumeró en diálogo con Página/12.
El martes, ATE Capital, el gremio que encabeza Daniel “Tano” Catalano, denunció que su secretario de Acción Política, Rubén López, había sufrido un atentado: se encontró su auto incendiado y prácticamente irreconocible. Desde el sindicato asocian el hecho con el conflicto que la seccional viene protagonizando con el Ministerio de Justicia.
Desde ATE reclamaron en las últimas horas que el Ministerio de Justicia establezca una mesa de diálogo y que cese el hostigamiento. Por ahora, no hay miras de acercamiento. En la Secretaría de Derechos Humanos dicen que Baños salió de vacaciones en medio del conflicto.
Hacia finales de año, ATE pidió una cautelar para evitar los despidos que estaban en puerta, que no fue concedida. Sin embargo, el juez Juan Carlos Cerutti ratificó que el fuero laboral es competente para entender en el planteo y le encomendó al gremio informar en el transcurso de este mes la situación de las desvinculaciones anunciadas por Cúneo Libarona a través de resoluciones ministeriales y de comunicados en los que se jactaba de estar pasando la motosierra sobre el ministerio. En ese fallo, Cerutti, además, había llamado a la conformación de una mesa de diálogo en la que deberán sentarse las autoridades del Ministerio de Justicia, la Secretaría de Trabajo y ATE con miras al “cuidado del diálogo y la paz social”.
Todo indica que el despido de los quince delegados tendrá su correlato judicial. Por el momento, lo que parece ser una decisión es que el gremio ampliará la denuncia que había presentado en diciembre pasado ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en la que ya mencionaba que habían echado a delegados del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), la militarización de los edificios y la presencia de policías en asambleas.
Baños viene de una mala pasada a nivel judicial. El martes, el juez federal Ariel Lijo le dijo que debe mantener abiertos y en funcionamiento los sitios de memoria que están localizados en la Ciudad de Buenos Aires. Lo hizo a partir de una presentación que formuló Victoria Montenegro, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura porteña, ante la ola de despidos que pone en riesgo la sostenibilidad de los espacios. Por el momento, no se registra respuesta alguna de Baños en el expediente. Sin embargo, la situación de los sitios no mejoró.
Este viernes está prevista una conferencia de prensa en lo que fue Automotores Orletti, la base de la SIDE que se usó para el Plan Cóndor, por el abandono que está sufriendo el espacio. El sábado habrá una visita guiada en Virrey Cevallos, el sitio que podría quedar cerrado por falta de trabajadores.
17/01/2025 a las 7:51 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Diez años de la muerte de Nisman y una historia de “servicios serviles” al imperialismo
Marcelo Mache
Prensa Obrera
16/1/025
El próximo sábado 18 se cumplen 10 años de la muerte del fiscal Alberto Nisman, quien se encontraba a cargo de la investigación de la causa Amia. Su muerte revela una trama de operaciones y contraoperaciones de la inteligencia argentina e internacional para conservar la impunidad y la oscuridad respecto al atentado en la Amia y las responsabilidades políticas locales e internacionales. Así como puso de manifiesto la naturaleza servil y antiobrera de los servicios de inteligencia bajo distintos gobiernos.
La sospechosa muerte del fiscal Nisman, en su departamento la noche del 18 de enero del 2015, tuvo lugar en medio de los virajes de la investigación de la causa Amia, producto de los cambios y alteraciones de la política internacional y la orientación fijada desde los Estados Unidos.
El gobierno nacional de Cristina Kirchner había emprendido la política del Memorándum de Entendimiento con Irán, en línea con el giro de la política exterior norteamericana en Medio Oriente, en cabeza del entonces presidente Barack Obama, con el acuerdo nuclear con Irán.
Néstor Kirchner ya había avanzado en la línea de abandonar la investigación sobre la “conexión local” del atentado, orquestada por los servicios de inteligencia y el propio Estado, cuando definió a la voladura de la Amia como “un ataque a la soberanía de la Nación”, colocando al Estado como “víctima” y no como responsable.
Nisman desenvolvía el nuevo (viejo) libreto del establishment norteamericano, insistiendo nuevamente sobre la línea de la “pista iraní”, cuando cambiaron las relaciones internacionales entre Washington y Terán, poniendo de manifiesto la servilidad de la Justicia argentina respecto al imperialismo norteamericano.
En esta trama también jugó fuerte la propia interna en los servicios de inteligencia: el operador en las tinieblas, Jaime Stiuso, venía de ser desplazado por la disolución de la vieja Side y la creación de la AFI kirchnerista, y con la inteligencia paralela creada con la designación de César Milani al frente del Ejército Argentino, con la doctrina de “Seguridad Democrática” que se proponía continuar con las prácticas de espionaje y represión sobre los trabajadores, bajo nuevas formas.
Nisman terminó siendo víctima de este entramado putrefacto propio de las operaciones del llamado “sótano de la democracia”, en un proceso que lejos de buscar la verdad sobre el atentado a la Amia solo buscaba reorientar la investigación para realinear los “intereses de la Nación” con la política internacional norteamericana. En el proceso, el kirchnerismo promovió la Ley Antiterrorista, como “muestra de voluntad” hacia los Estados Unidos: un recurso celebrado por la derecha del país contra los trabajadores y sus organizaciones de lucha.
Todos estos antecedentes no importaron para que Milei vuelva a empoderar a la vieja Side menemista, disolviendo el fracaso de la AFI para volver sin atenuantes a los hombres de Stiuso y a viejos represores conocidos como el defensor de los genocidas Juan Bautista “Tata” Yofre.
Los servicios de inteligencia en nuestro país han funcionado históricamente como una oficina directa del capital internacional y las grandes potencias imperialistas, operando contra los trabajadores y la población en general. La muerte de Nisman pone de manifiesto esta trama de intereses contrarios a los de las mayorías populares y deja planteada la necesidad de proceder a su disolución completa.
El esclarecimiento de la muerte de Nisman y los sucesos de la Amia solo son posibles con la apertura de los archivos de los servicios de inteligencia, algo incompatible con la orientación encubridora de Milei, quien pese a respaldar a los operadores y cómplices del atentado a la Amia acaba de ser galardonado con el “Premio Nobel Judío”, dando cuenta del respaldo de esta orientación por parte del sionismo y la derecha israelí.
Esta tarea demanda de la lucha contra el gobierno y contra el Estado capitalista que estructura su Justicia y sus funcionarios para preservar los intereses de una minoría explotadora contra el conjunto de la población.
17/01/2025 a las 1:52 PM
COINCIDIMOS CON DON KRUSE, EN EL ENCABEZAMIENTO
DE LA NOTA CUANDO HABLA DE LA EUTANASIA.
SI EL GORDO, APENAS ENTRO AL HOSPITAL ITALIANO, LE HUBIERON PEGADO UN MAZAZO EN LA CABEZA, NO HUBIERA SUFRIDO TANTO, NI HUBIERA GASTADO TANTO DINERO EN SU ATENCION.
17/01/2025 a las 1:55 PM
RESPECTO DE LA LARGA ENFERMEDAD DE LANATA, CONCEPTO MAS PELOTUDO NO SE CONSIGUE.
QUIZAS HURGANDO EN ALGUNA BIBLIOTECA EUROPEA.
17/01/2025 a las 3:49 PM
Vayamos a su columna Kruse, pensando en las mil caras de la muerte.
Partiendo de la base que cuando hablamos de Eutanasia nos encontramos ante muchísimas situaciones muy puntuales cuyo análisis demandaría horas, meses o años además de ríos de tinta para explicar por qué actuaríamos de tal o cual modo.
Para mi gusto la mejor muerte posible es la que nos toma por sorpresa, ahora estamos y dentro de un segundo dejamos de estar, lo que puede darse como un derrame cerebral, un infarto masivo, una caída, un accidente de tránsito etc. etc.
Si padecemos de una enfermedad terminal existen sólo dos caminos: aceptar el tratamiento que sugiere el médico o no tratarse sabiendo de antemano que el resultado final será el mismo.
La Academia Nacional de Medicina se ha declarado en contra de la Eutanasia pero si vamos al aspecto legal, lo que existe hasta el momento son 5 proyectos de los cuales ninguno fue tratado seriamente ni aprobado por el poder Legislativo.
No obstante existen dos leyes, la 26.742, promulgada en 2012 que modificó la 26.529 de derechos del paciente.
La Ley 26742 se refiere a la «muerte digna», que faculta a quienes atraviesan una situación de salud irreversible a rechazar procedimientos o tratamientos que sólo prolongan su agonía, pero en la práctica no es tan fácil de llevarla a la práctica por motivos éticos, culturales y hasta religiosos.
Por tal ley, en nuestro país, las personas tienen derecho en caso de padecer una enfermedad irreversible o incurable -o cuando se encuentre en estadio terminal o haya sufrido lesiones que lo coloquen en igual situación- a rechazar procedimientos quirúrgicos, de hidratación, alimentación, de reanimación artificial o al retiro de medidas de soporte vital, cuando sean extraordinarios o desproporcionados en relación con las perspectivas de mejoría, o que produzcan sufrimiento innecesario y/o desmesurado.
También la Ley permite rechazar procedimientos de hidratación y alimentación cuando los mismos produzcan como único efecto la prolongación en el tiempo de ese estadio terminal irreversible e incurable.
El problema es el estado de lucidez del paciente ya que si no está en condiciones de razonar y expresarse verbalmente o por escrito mal podrá manifestar su decisión final.
Pese a ello en los artículos 59 y 60 del Código Civil y Comercial se hace referencia al mismo derecho, así como al concepto de “directivas médicas anticipadas”, según las cuales “la persona plenamente capaz puede anticipar directivas y conferir mandato respecto de su salud y en previsión de su propia incapacidad”. Y puede también “designar a la persona o personas que han de expresar el consentimiento para los actos médicos y para ejercer su curatela”.
Digamos entonces que una persona puede redactar su voluntad de manera anticipada o bien estando lúcido puede rechazar terapias físicas o biológicas. Además, un paciente que esté con un tratamiento de este tipo puede elegir suspenderlo.
Cuando los «tratamientos» dejan de ser un beneficio para vivir mejor, cuando ya no hay nada más que hacer, cuando ya no hay más nada que tratar comienza el capítulo de la muerte indigna que es el que debemos evitar protagonizar.
Cuando llega el momento de decir basta lo mejor es no estar internado porque si bien las leyes existen todos sabemos que no se cumplen o que se interpretan de diferentes formas, siendo además ridículo dejar en manos de terceros algo tan delicado como nuestra propia muerte.
Como es sabido Hemingway se suicidó de un escopetazo en la cabeza. Dejando de lado los aspectos más oscuros de su vida familiar privada y pública el factor determinante de su decisión fue una enfermedad genética descripta como un desorden del metabolismo del hierro asociada a la sobrecarga de este micronutriente inorgánico conocida en el ámbito científico/médico como hemocromatosis, que consiste en la imposibilidad de metabolizar el hierro depositado y acumulado en grandes cantidades en órganos como el corazón, cerebro, hígado y el páncreas, llevando a quien la padece a un deterioro físico progresivo que, por ende, afecta al estado mental.
Si se detecta de forma temprana se puede tratar, pero a Hemingway le detectaron esta enfermedad seis meses antes de que se quitara la vida, cuando el daño ya era irreversible y la muerte una cita cercana.
Una vez dijo:»A mí me gusta mucho la vida, tanto que será un gran disgusto cuando tenga que dispararme a mí mismo»
De su último gran libro «El viejo y el mar» (que en cierto modo tiene carácter autobiográfico) surge su siguiente reflexión: “El hombre no está hecho para la derrota. El hombre puede ser destruido, pero no derrotado”.
La muerte digna es ni más ni menos que la muerte que cada uno considera como tal y no la que que se legisle partiendo de la palabra Eutanasia.
17/01/2025 a las 4:56 PM
Augusto Hornady: muy ilustrativa su reflexión. Es un tema harto delicado que a todos nos incumbe porque, en definitiva, todos nos vamos a morir. El asunto es evitar por todos los medios el sufrimiento innecesario. Le cuento un caso rosarino: un abogado padeció la esclerosis lateral amiotrófica y pasó el último año postrado en cama sólo moviendo los ojos y con las facultades intelectuales intactas. Era consciente de lo que le sucedía. Fue una agonía inhumana y absolutamente innecesaria. Lo mismo cabe decir del famosísimo actor Bruce Willis, quien padece demencia frontotemporal. Y los ejemplos se multiplican por millones. No sé si la legalización de la eutanasia es la solución, pero hay que evitar a como dé lugar el sufrimiento innecesario de los pacientes incurables.
17/01/2025 a las 7:54 PM
Digamos que yo pienso igual, no creo que la legalización de la eutanasia sea la solución al problema por eso dije:
«Si padecemos de una enfermedad terminal existen sólo dos caminos: aceptar el tratamiento que sugiere el médico o no tratarse sabiendo de antemano que el resultado final será el mismo.»
«Cuando llega el momento de decir basta lo mejor es no estar internado porque si bien las leyes existen todos sabemos que no se cumplen o que se interpretan de diferentes formas, siendo además ridículo dejar en manos de terceros algo tan delicado como nuestra propia muerte.»
Es sabido que la eutanasia digamos clandestina o ilegal siempre existió y que no pone en riesgo la vida del paciente dado que está más muerto que vivo.
Por eso, dicho de otro modo, considero que llegado el caso siempre es mejor morir en casa.
No sucede lo mismo con el aborto, donde la vida de la mujer sí está en peligro ya sea legal o ilegal.
El aborto legal no garantiza que la mujer sobreviva a la práctica, lo que sí garantiza es la eliminación del feto, igual que el ilegal.
Salvo en casos muy puntuales no estoy de acuerdo con la práctica indiscriminada ni con el latiguillo «soy mujer y con mi cuerpo hago lo que quiero»
Es otro tema espinoso, para tratar en otro momento.
Como lo que nos ocupa ahora es la eutanasia mi opinión es que nuestros «legisladores», salvo alguna excepción por el simple hecho de ser médico, no están a la altura de debatir un proyecto de semejante dimensión. Además, también pienso que al debate debería invitarse a cuatro o cinco miembros de la Academia Nacional de Medicina para que expliquen claramente y en detalle el o los fundamentos de su postura.
Con respecto a la Iglesia Católica puede prescindirse de consultarla porque su postura es inamovible, además no es la única religión y todas deberían ser escuchadas
A mi juicio -puedo estar equivocado- tenemos tres asignaturas pendientes a saber: Eutanasia; revisión integral de la Ley del aborto y por último la pena de muerte.
Lo positivo es que con respecto a la eutanasia algo podemos hacer si somos previsores pero no existe ninguna garantía que nuestra voluntad se cumpla en tiempo y forma.
Las leyes existen para ser cumplidas pero como sociedad somos expertos en incumplirlas. El ejemplo más dramático es el incumplimiento de las leyes de tránsito que buena cantidad de muertes evitables deja diariamente.
17/01/2025 a las 6:28 PM
Fe de erratas: Títulos
-Eutanasia voluntariA e involuntaria
.CacotAnasia o eutanasia involuntaria
18/01/2025 a las 9:11 AM
Señor Kruse
Dejando un poco de lado los detalles técnico- trágicos de la eutanasia quiero hacer hincapié en el factor humano.
Es sabido que el cáncer es una de las enfermedades más temidas y más destructivas que puedan padecerse. Digo esto porque en los 3 últimos años vi morir a mi hermano de lo que comenzó como un cáncer de estómago para terminar ramificándose por todo el organismo y luego a mi perro que murió de cáncer de bazo. Mi mujer, el año pasado, fue diagnosticada con cáncer de ovario, hizo el tratamiento indicado pero el mes pasado comenzó a sentir una molestia en la zona del abdomen. La tomografía de los primeros días de este año es un llamado de atención porque en el hígado se observa una masa de 20/25 mm que puede llegar a ser un quiste u otra cosa. La semana que viene tiene consulta con la oncóloga que la atiende.
Según datos científicos los cánceres más tratables y ¿»curables»? (siempre y cuando se detecten en etapa temprana, sin ramificaciones, pueden contarse con los dedos de una mano.
No hay garantías cuando se trata de recuperación de cáncer, por eso los especialistas prefieren usar el término remisión en lugar de curación.
Vayamos al caso de un enfermo terminal pensando que antes de la eutanasia existe una posibilidad que consiste en no acompañarlos a morir sino acompañarlos a vivir mejor hasta el final.
Sobre el particular podemos interiorizarnos de esta posibilidad leyendo este artículo del diario La Prensa: https://www.laprensa.com.ar/No-acompanamos-a-la-gente-a-morir-acompanamos-a-vivir-hasta-el-final-536786.note.aspx
Considero que es una excelente posibilidad siempre que se cuente con un respaldo económico importante.
Otra posibilidad al alcance de la mano para ayudar a un moribundo es aplicar el sentido común y aprender a romper reglas sin temor a lo que pueda llegar a pasar.
Un ejemplo es el caso de un paciente a punto de morir que pidió tres favores prohibidos por las reglas del hospital pero médicos y enfermeras se animaron a romperlas aún a riesgo de ser despedidos.
El pedido del hombre era simple: un cigarrillo mentolado, una copa de vino y que acercaran su cama a una ventana para ver por última vez el atardecer.
La noticia fue publicada por el diario Clarín el 25 de diciembre de 2022 con el siguiente título: «Un hospital le cumplió sus últimos tres deseos instantes antes de morir».
Como podemos apreciar las cosas simples a veces cobran una dimensión enorme.
No obstante, cuando me toque -si me toca, me inclino -por los motivos ayer expuestos, a hacer la de Hemingway o la que hizo el veterinario que atendía a mi perro, que era enemigo de practicar la eutanasia.
18/01/2025 a las 11:07 AM
“No acompañamos a la gente a morir, acompañamos a vivir hasta el final”
LA PRENSA
29.10.2023
Suele creerse erróneamente que, frente a pacientes con enfermedades avanzadas con los que se decide no continuar con medidas invasivas, la medicina “ya no puede hacer nada”. Por el contrario, queda mucho por hacer: acompañar a la gente a vivir con plenitud hasta el último de sus días. De esta labor fundamental, a menudo desatendida en Argentina, se ocupan los especialistas en Cuidados Paliativos.
En el mes en el que se celebra el Día Mundial de los Cuidados Paliativos, cobra renovado interés el trabajo de esta especialidad que, tal como lo expresa el doctor Matías Najún, jefe del Servicio de Cuidados Integrales (Paliativos) del Hospital Universitario Austral, “no acompaña a morir sino que mejora la calidad de vida de personas que transitan patologías graves”. De hecho, existe evidencia científica que avala que los cuidados paliativos suelen prolongar la vida. De allí que sea tan importante perderle miedo a la consulta.
Entre sus probados beneficios figura: mejoría en el dolor, las náuseas, la fatiga, el estreñimiento, la pérdida del apetito, la dificultad para respirar; mejoría en la comunicación con los profesionales de la salud y los seres queridos; disminución del estrés; aumento en la confianza para tomar decisiones; etcétera.
“Los cuidados paliativos son importantes porque mejoran la calidad de vida de las personas que sufren a causa de enfermedades incurables y amenazantes para la vida. Permiten afrontar esta situación de una mejor manera, ayudando tanto a los pacientes como a sus familias”, manifiesta la licenciada Lorena Etcheverry, psicóloga del Hospital Universitario Austral, que trabaja coordinadamente en estrategias terapéuticas concretas para fortalecer el sentimiento de esperanza en circunstancias adversas, a sabiendas de su impacto positivo en la sintomatología y en relación con la enfermedad.
Etcheverry es parte del equipo de la Unidad de Cuidados Integrales Adultos (UCIA) del Hospital Universitario Austral: el único centro de internación de una institución de salud privada en Buenos Aires ciento por ciento dedicado a los cuidados paliativos, donde un equipo interdisciplinario -médicos, enfermeros, psicólogos, musicoterapeutas, voluntarios- atiende lo que se conoce como “dolor total”; es decir, alivia el sufrimiento físico, emocional, espiritual y familiar de cada paciente. Se trata de un modelo asistencial de vanguardia, destinado a personas con pronóstico de vida limitado, brindándoles un ámbito confortable, de contención, escucha, de prevención y alivio del sufrimiento.
El respeto a la vida, a la dignidad de la persona humana y a la libertad es un valor esencial para el Hospital Universitario Austral, y se traduce en su Servicio Cuidados Integrales (Paliativos), creado hace ya una década, que cuenta desde 2021 con la mencionada Unidad de Cuidados Integrales Adultos (UCIA): un espacio pensado y diseñado para brindar un ambiente más hogareño, con mayor contacto con la naturaleza para los pacientes que, además, facilita una mayor presencia de familiares y seres queridos. Desde su creación, la UCIA ha alojado a cerca de 400 personas, atendidas con empatía y profesionalismo, desde un enfoque holístico, por un equipo de especialistas que ofrecen lo que, en resumidas cuentas, es un derecho humano.
UN DERECHO HUMANO
Hoy en día, los cuidados paliativos son reconocidos como un derecho humano universal en buena parte del mundo. En la Argentina, recientemente se reglamentó la Ley Nacional Nº 27.678, que tiene por objeto asegurar el acceso de pacientes a las prestaciones integrales sobre cuidados paliativos, ya sea en el ámbito público, como en el privado o de la seguridad social, para impulsar así el desarrollo de este servicio en los centros de salud del país.
Sin embargo, a pesar de estos avances significativos, el porcentaje de pacientes con enfermedades avanzadas que accede a los cuidados paliativos no ha variado sustancialmente en los últimos años a nivel nacional: mientras hace una década solo un 10 % recibía esta forma de cuidado, en la actualidad se habla de un 14 % en promedio. A nivel global, actualmente reciben cuidados paliativos unas 7 millones de personas en todo el mundo; no obstante, se estima que lo necesitarían unas 60 millones, acorde a datos publicados por la revista Lancet y por el Global Atlas of Palliative Care.
18/01/2025 a las 11:11 AM
Estimado Augusto:
Lamento mucho lo de su hermano y su perro (el mejor amigo del hombre). Quiera Dios que su señora esposa logre curarse.
Como podrá observar, publiqué el artículo de La Prensa. Realmente es muy interesante y reconozco que desconocía la existencia de la especialidad en cuidados paliativos.
18/01/2025 a las 7:39 PM
Sí Hernán, existen alternativas que no modifican el resultado final pero ayudan a ver las cosas de un modo más positivo, a no ser indiferentes.
La enfermedad consumió a mi hermano en menos de 5 meses.
Jack se fue en 45 días. Yo lo veía raro, aún sabiendo que los perros saben disimular muy bien el sufrimiento.
Lo llevé al veterinario, le peló la panza, le hizo una ecografía, me llamó para que viera y dijo que tenía un tumor en en bazo
Me quedé duro.
Al ver que yo no reaccionaba bajó a Jack de la camilla, me invitó a sentarme y dijo más o menos algo así: el tumor está muy avanzado, si lo opero puede quedarse en la operación o sobrevivir con suerte 2 o 3 días. Si no lo opero tal vez un mes.
Atiné a preguntarle si no era mejor dormirlo y me dijo que él no lo hacía. Mientras Garabateaba en un papel un nombre y un número de celular me dijo que era un colega que se ocupaba de atender casos terminales.
Jack estaba sentado a mi lado moviendo la cola. Le puse la correa y enfiló rápidamente hacia la puerta. Ya despidiéndonos me dijo que la mejor ayuda que podía darle era pasar más tiempo con él, me entregó una caja con un calmante que decía 1 comp cada 12 horas.
Hice lo que me indicó y Jack superó los treinta días llegando a los 45.
Ese hombre que se negaba a llevarse vidas terminó sus días solo en su consultorio aplicándose una dosis para caballo de Eutanil por vía intracardíaca. Una semana antes de tomar la decisión le habían diagnosticado cáncer de páncreas.
Se dice que el suicidio es un acto de cobardía pero hay que tener mucho coraje para hacer algo así.
Dejó 2 cartas sobre su escritorio una para su mujer y sus hijos y otra para la policía.
No opino sobre su decisión me quedo con el pensamiento que 15 días más en la vida de un perro son bastante más tiempo que 15 días en la vida de un humano.
18/01/2025 a las 7:48 PM
Estimado Augusto, el cáncer de páncreas es letal, fulminante. Una vez, hace unos veinte años, un médico clínico muy prestigioso de Rosario me explicó, a grandes rasgos y para alguien que no era médico, en qué consiste semejante enfermedad. Me dijo que lo peor son las metástasis, especialmente la que toma por asalto a la médula espinal. El dolor es tan espantoso que ni siquiera la morfina puede con él. Es por ello que entiendo la decisión del médico veterinario.
Reciba usted un cordial saludo.