Por Hugo Modesto Izurdiaga.-

Maradona: Un enfermo cardíaco, cuya estado de salud ameritaba ser atendido en una clínica especializada.

Alfredo Cahe fue su doctor durante 30 años. Su testimonio es elocuente. “Cualquier médico que lo tratara, lo primero a tener en cuenta era el tema de su corazón”. “Eran de público conocimiento sus problemas cardíacos”. Por su enfermedad había que controlarlo cuatro veces al día. “La casa del barrio San Andrés, donde se recuperaba, no tenía un desfibrilador disponible que pudiera salvarle la vida ante una urgencia”.

Por su parte, Leopoldo Luque manifestó: “Maradona era un paciente difícil y que no se dejaba atender”.

“En conclusión, si el 10 no permitía que lo atendieran, este profesional debería haber renunciado a la atención médica de Diego o decidir su traslado (con la anuencia de sus familiares) a un sanatorio especializado para una inmediata internación”.

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