El asco superador
Por Enrique Guillermo Avogadro.-
«Veo un pueblo indolente y dormido que abdica sus derechos, olvida sus tradiciones, sus deberes, y su porvenir. Lo que debe a la honra de sus progenitores y al bien de la prosperidad, a su estirpe, a su familia, a sí mismos y a Dios. Con instituciones que amenazan desmoronarse carcomidas por la corrupción y los vicios». José Manuel Estrada.
Hubo dos hechos a comienzos de la semana que, en cierto modo, pasaron desapercibidos para el gran público, pero revisten singular importancia por cuanto confirman que nada ha cambiado respecto a la visión que, sobre la tragedia de la guerra que sacudió al país en los 70’s, tienen los poderes públicos de la Argentina.
El primero, si no fuera trágico, alcanzaría las cumbres más altas del ridículo. Me refiero a la promulgación, por la Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, de la ley que obliga a publicar, en todos los documentos oficiales, la cifra de 30.000 desaparecidos; ese disparate normativo se concretó aún a sabiendas (ha sido reiteradamente confesado por los inventores del número mágico) de que se trató de una creación literaria destinada a la pretensión de calificar como “genocidio” lo sucedido y, especialmente, a conmover los bolsillos de las organizaciones europeas de derechos humanos, siempre tan generosas con el terrorismo.
La consagración de ese falso dogma interpela a la sociedad entera, puesto que se trata de la primera vez en que una clara falsificación, por obra y gracia de legisladores de todos los colores -sólo uno votó en contra- se transforma en verdad revelada; María Eugenia Vidal se transformó en cómplice del absurdo dislate y se arrogó el derecho de hablar ex-catedra. ¡Menuda competencia le apareció a S.S. Francisco en su propia tierra!
El segundo hecho que clama al cielo fue la sentencia de la Sala IV (Mariano Borinsky y Juan Carlos Gemignani) de la Cámara Federal de Casación, el tribunal penal más alto del país, que rechazó la concesión de la prisión domiciliaria a Jaime Smart, luego del desconocimiento de su anterior resolución, que la había otorgado, por la Cámara Federal de La Plata. Ésta, para insistir en su posición de rechazo, sostuvo que ese beneficio legal no era aplicable porque el detenido podía fugarse, amén de poner en peligro la investigación de los hechos.
“Jimmy” Smart tiene 81 años de edad y las imputaciones que le formularon se refieren a acontecimientos ocurridos hace cuarenta años. Es decir, un preso que siempre estuvo a disposición de la Justicia y cuya edad excede en mucho la establecida por la ley (70) para acceder al beneficio, ahora –según los asesinos togados- estaría presuntamente dispuesto a convertirse en rebelde, abandonar a su familia y escapar de la acción del Estado. Por lo demás, ¿cómo podría poner en riesgo las pruebas de la investigación, si se trata de hechos acontecidos hace cuatro décadas?
Que esa extraña presunción, o mera excusa para la venganza, se conozca en la misma semana en que la Diputada Lilita Carrió haya acusado a todo el arco político -incluidos sus aliados del Gobierno- de proteger a su colega Julio de Vido, el epítome de la corrupción kirchnerista, convierte lo sucedido en aún más llamativo e irritante. Resulta razonable que haya muchos empresarios preocupados por la posibilidad de la detención del zar de la obra pública de la década en que nos convertimos en silentes esclavos: como se ve en Brasil, el color político no es lo importante; en el mismo lodo, todos se revolcaron.
La sociedad entera reclama a gritos, todos los días, que los jueces actúen de una buena vez contra los saqueadores que, a fuerza de chupar la sangre del país durante doce años, han dejado a la Argentina exangüe. Estos delincuentes, encabezados por la jefa y organizadora de la asociación ilícita que se hizo con el poder en 2003, han alterado reiterada y probadamente las pruebas de los hechos investigados, y las imputaciones que los afectan se refieren a delitos no excarcelables; sin embargo, gozan no de detención domiciliaria sino de total libertad, hasta para trasladarse al extranjero, y alegremente se pasean por las calles, cuando no siguen ocupando altos cargos en alguno de los poderes del Estado.
Desde las bancas parlamentarias, ellos mismos impiden sistemáticamente la sanción de leyes indispensables para la lucha contra la corrupción como, por ejemplo, la de responsabilidad empresarial, la de extinción de dominio sobre los bienes mal habidos o las que, como ocurre en Brasil, permiten lo que allí se llama “delación premiada”; nótese que esta última ha llevado tras las rejas a decenas de senadores, diputados, ministros, gobernadores, funcionarios y grandes empresarios, y que se hayan devuelto miles de millones de reales a las arcas del Estado.
Hace años que sabemos cómo duermen los expedientes “sensibles” para el poder de turno en los tribunales. Entonces, lo que todos debemos preguntarnos es si estamos dispuestos a ser juzgados, con el gigantesco riesgo que ello implica para nuestra libertad y nuestro patrimonio, por magistrados tan ignorantes, tan cobardes o tan corruptos como para verse impedidos (o ser “convencidos”) de resolver con arreglo a la Constitución Nacional, los tratados internacionales, los códigos y las leyes, sólo para proteger, por acción u omisión, intereses bastardos.
Tengo muchos años de ejercicio profesional, a punto tal que el Colegio de Abogados me ha ¿elevado? a la categoría de “matriculado emérito”. Gracias a Dios, ya sólo llevo un único juicio, que será el último. Porque, cuando era joven y estaba en la facultad, aprendí que, para que la sociedad sea realmente libre, todos debemos ser esclavos de la ley. Lo que veo hoy, tanto en la calle como en los juzgados, me produce un asco tan profundo que, a veces, hasta me impide respirar.
Por eso, porque aquí funciona -protegida por leyes inicuas- la norma mafiosa de la omertá, que por tanto tiempo permitió a las numerosas organizaciones mafiosas italianas conservar sus negocios ilícitos y su poder, y porque los magistrados y fiscales federales, amén de gozar de fortunas inexplicables, también tienen muchos muertos en sus placares y están a tiro de “carpetazos”, la Argentina tiene un destino de decadencia e insignificancia en el concierto mundial.
Sólo conseguirá evadirlo si logra hacerse de una Justicia independiente, seria y rápida, y en ese monumental esfuerzo deberíamos comprometer nuestro accionar todos los ciudadanos, cualquiera sea nuestro signo político.
En los próximos días, y como un buena muestra de cómo se protegen los intereses de la sociedad, sabremos qué actitud adopta el Consejo de la Magistratura frente al Juez de la Cámara Criminal y Correccional Federal Eduardo Freiler a quien, como sucede con los mismos Kirchner y tantos cómplices, su enriquecimiento es tan escandaloso que impide que le cierren los números que él mismo declara sobre su patrimonio; si lo salva, como hiciera tantas veces con Oyarbide, el organismo se habrá cubierto de oprobio una vez más, y los ciudadanos de a pie sabremos que la Argentina ya no tiene futuro alguno.
La declaración del gobierno de Vidal , es una tremenda hijoputes….
El párrafo final del articulo pone el acento en el tema clave. Si el Consejo de la Magistratura funcionara como corresponde (eligiendo buenos jueces y echando a los inutiles y corruptos) todo lo escrito en el articulo no hubiera ocurrido o no seguiría ocurriendo
Todavia estamos aguardando la «Auditoria» que encargó el Consejo de la Magistratura para determinar la demora en las causas federales. Por lo visto, la demora en la realizacion de la Auditoria se asemeja demasiado a la demora en las causas
POR TODO LO LEIDO….QUO VADIS ARGENTINA!!! SEGUIRA SIENDO UN PAIS BANANERO!!!
https://www.youtube.com/watch?v=Po9BhywC2OM
CRISTINA TE AMAMOS…. VOLVE PRONTO
no es de país CIVILIZADO Y DE JUECES PROBOS, lo que hacen con Jaime Smart, (81 años) y otros presos de esa edad, ENTIENDO QUE LA LEY VIGENTE EL UNICO REQUISITO QUE EXIGE PARA LA PRISION DOMICILIARIA SON LOS 70 AÑOS DE EDAD, las carceles (mazmorras) para éstos detenidos no están preparadas para presos de estas edades.Presidente MACRI USTED ES EL JEFE DEL SERVICIO PENITENCIARIO DE LA ORDEN JUNTO CON GARAVANO Y CIA. QUE SE C UMPLA CON LA LEY
«La Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, aprobó la ley que obliga a publicar, en todos los documentos oficiales, la cifra de 30.000 desaparecidos», esta ley que viola totalmente la libertad de expresión garantizada por nuestra constitución, es una ley fascista que de vivir sería el orgullo de Hitler. Nunca confié en Vidal y la consideré siempre una charlatana.
Que hicimos mal para merecernos las cristinas, Vidal, y todos los corruptos y malandras que tiene el pais, como tomaron el pais he hicieron y nos hacen lo que.se les da la gana y nadie reacciona, alguien me puede decir cual fue el mal que.hicimos
Votar, eso hicimos.
Poner cada cuatro años un papelito (que no escribimos) con una lista sábana de personas que no conocemos, en una urna que sigue un proceso que ignoramos (¿apertura, transporte, custodia, …?), con unos cómputos cuya manera de realizarse no comprendemos (¿cómputo electrónico, programación informática, …?), …, …
¿Alguna duda?
¡¡Contestación precisa, contundente!!
No valemos la pena como Pueblo, porque no lo somos; solo un rejunte de individuos que ocupan parte del territorio, y para peor.., como pasa en las Instituciones, ¡hasta en la Iglesia Católica!, inyectado con elementos que actúan como el detergente ante la grasa.., disolviéndola, y en este caso disolviendo a la Sociedad misma.
La trampa está armada; solo se sale de ella rompiéndola.
Guille
Esto se parece a una discoteca (¿habría que decir a todas?) en que la música a todo volumen aturde los oídos no dejando conversar ni escuchar a nadie.
A su frenético compás la danza sensual atrapa la vista y las miradas, y toda atención posible queda acaparada.
Los tragos corren y aturden aún más, si cabe, el cerebro.
Finalmente, la blanca hace su entrada triunfal.
Argentina ya no tiene futuro alguno.
TENÍA BUENA ESTIMA PARA CON LA Gobernadora Vidal PERO DESPUÉS DE ESA órden-decreto, SAN SE ACABÓ… por lo que difundo este facebook recibido..
https://m.facebook.com/permalink.php?story_fbid=413291009050743&id=100011095422941
La madre de la Vidal con Beraja cuyo asesor era Avruj. Todos metidos en la estafa de 300 millones de dólares. ¡Lindas alhajas! La familia de la gobernadora de la Prov. de Bs As y el secretario de derechos humanos de la nación ¿Todos los del equipo de Macri son como ellos? Si es así se achica la diferencia con los kk.
Se está sembrando mucho odio con la inacción del gobierno. Se sabe que después del odio vienen los actos concretos, la materialización del odio y el resentimiento. El gobierno cómplice de acción por omisión ¿tejiendo la piola con la que los ahorcarán?
Hummm……. Todo por no haber tenido cojones de entrada y haber comenzado a poner las cosas en su lugar ¿o esto que estamos viviendo ya estaba pactado con los kk? ¿Futuro? Sí, pero negro.
SUSCRIBO.
INEXISTENTE ESTADO DE DERECHO. LA ARGENTINA EN CAÍDA LIBRE. TODO VALE. NO HAY RESPETO A LA LEY. ANOMIA, PASO PREVIO AL CAOS Y HACIA UNA DICTADURA ¿DE QUÉ SIGNO? SI EL LECTOR ES INTELIGENTE LO DEDUCIRÁ CON FACILIDAD. MACRI = KERENSKY.
SUSCRIBO.
Si un número suficiente de gente, el suficiente como para hablar de «masa crítica», tuviera hoy y hubiese tenido en 1983 conciencia de la relevancia basal del respeto a los principios imperativos contenidos en el artículo 18 de la Constitución Nacional, entonces y hoy la vigencia del Estado de Derecho hubiese resultado plena. En ese caso ninguno de los integrantes de Fuerzas Armadas y de Seguridad estarían ni hubiesen estado privados ilegalmente de su libertad, y ninguno de los «jueces» que hoy los «juzgan», hubiese ocupado la función de delincuente prevaricador que hoy ocupan. El rechazo impuesto a los que defendieron la Contitución y las libertades de todos, hubiese sido respetuoso y sincero reconocimiento. El comentario de «El Chumbiao» es lamentablemente y de rigurosa certeza. Ese es el camino que se recorre y ese es el destino final. Treinta y tres años con el artículo 18 de la CN derogado de facto, es algo muchísimo más alarmante que cualquiera de los así llamados «golpes de estado», que en realidad no fueron más que coberturas de emergencia para los abismales vacíos de poder provocados por la ineptitud y la vocación delincuencial irreprimible de toda la «clase política». No nos merecemos el beneficio que generó para todos nosotros la intervención militar de 1976. Quedará plasmado el resultado merecido cuando el triunfo de los que «pudieron con Videla», signifique que han podido definitivamente con nosotros, por necios, por débiles y por infantiles.-