Por Luis Alejandro Rizzi.-

Ya comenzó a subir la tasa de interés y el precio del dólar quedará más o menos quieto, con lo cual se reanudó el “carry trade electoral”.

Habrá oferta de dólares financieros que se convertirán en pesos, hasta que se produzca la devaluación “en serio” después de las elecciones. (Algo parecido hizo Cristina en 2011 después de ganar las elecciones con el 54%).

“A partir del lunes (23 de octubre de 2011), el que quiera ahorrar en dólares deberá tener el visto bueno de la AFIP para poder comprarlos y tendrá que demostrar ingresos que respalden la compra de esas divisas”, Amado Boudou, en su mejor momento, pasaba de ministro de economía a vicepresidente de la Nación, había hecho el anuncio sobre el futuro cepo, escaseaban los dólares.

A los pocos días se conoció la Comunicación A 5239 del Banco Central. Con ésta se creaba el llamado “Programa de Consulta de Operaciones Cambiarias”.

Recordaba esta historia reciente, apenas algo menos de 14 años.

Ahora se llegará a las elecciones con un dólar “calm” y un “peso” aparentemente fuerte, por supuesto sobrevalorizado.

El FMI, políticamente, entendió la experiencia “Macri” y puso al servicio del gobierno cuanto excel y matemática financiera disponible había en el mercado.

El Gatopardo, como ya lo señalé días pasados, se dio cuenta y esta vez fue al revés: algo no tiene que cambiar para que todo siga igual, e incluso para que haya mejoras estadísticas, sólo estadísticas.

Es obvio, lo que no tenía que cambiar era el precio del dólar, o cambiar un mínimo, que es lo mismo, apenas 10% y con ayuda de incensarios dólares de supuesta “libre disponibildiad”…

Javier Milei y Luis Caputo, el primero “snob” económico, profesor de Siruela, y el segundo jugador de los mejores, saben que tienen en sus manos un Póker de Ases, que no es poca cosa; de todos modos, en todo juego hay un riesgo, “perder”, pero el tema es que los perdedores serían “otros”.

La escalera real podría aparecer en la próxima mano…

Nuestra dirigencia, una verdadera “claque” ,aplaude a rabiar y nos dicen que esta vez no es lo mismo que las otras anteriores; es diferente, y todos jugamos a que así es la cosa.

El país, nosotros todos los habitantes del mismo, estamos pagando otro precio intangible. Es el deterioro diario de nuestra infraestructura, que ya por su estado será un obstáculo para el crecimiento económico y la seguridad de circulación terrestre. Tenemos emergencia ferroviaria y debería declararse la vial.

Este nuevo “consenso de Washington” no es malo en sus fundamentos; pasa que esta vez “puede engañar a todos durante un tiempo, que fatalmente debe llegar a octubre próximo…” luego ya será tarde, “se sabrá que no se puede engañar a todos todo el tiempo”.

El gobierno se ha convertido en un “business management”, lo de $LIBRA fue sólo un tropiezo.

Como diría Tato Bores,

“Mis queridos chichipatos,

Tasas de interés con fritas y good business”.

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