Por Carlos Tortora.-

El desplante que Javier Milei le hizo a Jorge Macri en el Tedeum del pasado domingo dio lugar a que se instalara que el presidente acepta dialogar con Mauricio pero margina a su primo. Aunque en su fuero íntimo seguramente pasan otras cosas, el expresidente -vía Cristian Ritondo y Diego Santilli- parece haber entregado el PRO bonaerense. En efecto, Ritondo y Sebastián Pareja festejan ya que en octubre los candidatos del PRO se mezclarán en las listas de LLA, es decir una virtual absorción del partido amarillo.

La principal incógnita a despejar ahora es si Macri cedió la provincia para que Milei le deje mantener la Capital. Esto es, si a partir de que se concrete el acuerdo Ritondo-Pareja en Buenos Aires, el gobierno daría señales de que sólo se presentaría en octubre Patricia Bullrich para senadora nacional porteña en el marco de un acuerdo con el PRO. O, como posibilidad de máxima, si mejora el diálogo, que el mismo Mauricio sea en definitiva el candidato a senador de la alianza entre LLA y el PRO.

Con muchas dudas

Pero la posibilidad de un abrazo entre ambos partidos en Capital no parece probable si evaluamos las aspiraciones de Milei. Éste se encontraría obsesionado con la idea de conquistar en el 2027 el gobierno de la Ciudad y, si ahora lo reivindica a Macri como candidato a senador, estaría reviviendo a un PRO que para muchos está moribundo. Aparte, en el entorno presidencial están convencidos de que, si Macri llegara al Senado, se reactivaría su alianza con Victoria Villarruel.

Los datos de la realidad indicarían entonces que la Casa Rosada impondrá a Bullrich como senadora tratando de que el PRO tenga una segunda derrota electoral. Sólo una candidatura de Macri podría competir con la ministra de seguridad, pero con un alto riesgo de perder.

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