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Internacional

Las elecciones británicas, un estrepitoso fracaso para los encuestadores

El resultado de las elecciones legislativas británicas, que ganaron con amplio margen los conservadores este viernes (8 de mayo del 2015), constituye un fracaso estrepitoso para el Partido Laborista, pero también para las firmas de encuestas, que se equivocaron sin excepción. “Los encuestadores deberían sondearse entre sí para ver lo que no ha funcionado” resumió, con su sarcasmo habitual, el alcalde conservador de Londres, Boris Johnson. Desde de hace meses, los institutos pronosticaban un resultado reñido al máximo, un empate casi absoluto entre los tories y los laboristas. En la víspera del escrutinio, YouGov, ICM y Survation decretaron empate técnico. Otras tres empresas, TNS, Opinium y Comres, daban a los conservadores un punto de ventaja, y la firma Panelbase daba dos puntos por delante a los laboristas. Todos los diarios seguían esa tendencia y destacaban en titulares un final de carrera ajustadísimo. Cuando llegaron los primeros sondeos a pie de urnas, esta vez incontrovertibles, la sorpresa fue absoluta. Nada menos que 77 escaños de ventaja para los conservadores: nadie creía en ello, ni los vencidos ni los vencedores. “Si esas estimaciones son exactas, estoy dispuesto a comerme mi sombrero en público” destacó Paddy Ashdown, el ex patrón de los demoliberales, completamente desorientado. A medida que avanzaba la noche esas proyecciones se reforzaron incluso: los conservadores ganaron con comodidad y los encuestadores quedaron en ridículo. “Estoy perplejo”, reaccionó Peter Kellner, el presidente de YouGov que, según el diario sensacionalista The Sun, había incluso vuelto a encuestar a 6 000 personas el jueves a la salida de las urnas, para confirmar luego el empate (34% para los conservadores y la misma cifra para los laboristas). “La noche no fue formidable ni para los encuestadores ni para los analistas. Se solicita autopsia” tuiteó Lord Michael Aschcroft, un millonario especialista en sondeos locales. Peor revés desde 1992 Para los institutos, es el peor revés desde el increíble fiasco de 1992, cuando dieron ganador al laborista Neil Kinnock, en lugar del conservador John Major, que se mantuvo en el cargo de Primer Ministro. En 2010 acertaron sin embargo al predecir con exactitud un gobierno de coalición de conservadores y demoliberales. El instituto Populus fue el primero en reconocer el golpe: “ el resultado de las elecciones exige un replanteamiento de todos los institutos de sondeo. Vamos a revisar nuestros métodos y pedir a la Comisión de Encuestas británica que haga una auditoría ” indicó un responsable en un comunicado. La Comisión respondió con la apertura de una investigación independiente. “Las últimas encuestas de opinión antes del escrutinio claramente no eran tan precisas como hubiéramos deseado”, destacó la institución. “¿Despertar tardío de electorado conservador? ¿Problema de metodología? ya habrá tiempo para analizar” comentó Tony Travers, politólogo de la London School of Economics. Una de las tesis es que los conservadores, tradicionalmente un electorado tímido a la hora de expresar sus preferencias antes de una elección, decidieron acudir masivamente a las urnas. Los laboristas han gozado en otras ocasiones de cierta sobreestimación. Los encuestadores parecen sobre todo haber fracasado al traducir los porcentajes de intención de voto en un número correcto de escaños. Las elecciones generales británicas son ante todo la suma de resultados de batallas individuales en 650 circunscripciones. “La repartición de los escaños no fue nuestro momento de gloria, pero logramos hacer un buen trabajo en otros aspectos” estimó Michelle Harrison, del instituto TNS. “Hemos predicho las grandes tendencias de la velada: los nacionalistas escoceses, que se comieron crudos a los laboristas en Escocia, y el impacto de cinco años de coalición sobre los demoliberales” se justificó esta experta en declaraciones a Skynews. Una pobre consolación ante la sensación de fracaso sin paliativos. (AFP | El Comercio)

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2 comentarios en «Las elecciones británicas, un estrepitoso fracaso para los encuestadores»

  • ¡GOD SAVE THE QUEEN!
    Un ejemplo para el mundo los británicos. Primero, el referéndum de las Falkland Islands, en el cual indirectamente sus legítimos pobladores, los isleños, dijeron NO a las dictaduras argentinas sean militares o civiles. Segundo el plebiscito de Escocia donde los ciudadanos -nada tontos- decidieron permanecer dentro del Reino Unido. Y tercero esta elección donde no sólo deja maltrechos a los encuestadores (¿o adivinos?) sino a todos los populistas de izquierda de los países latinoamericanos que quedan aún más, si cabe, descolgados del mundo…

    Respuesta
  • Aqui una excelente descripcion de la eleccion en UK, es una ilustracion del excelente humor ingles, pero desafortunadamente les llego tarde a los votantes en las parcelas de Her Majesty.

    Butch the Rooster

    Sarah was in the fertilized egg business.

    She had several hundred young pullets’ and ten roosters to fertilize the eggs.

    She kept records and any rooster not performing went into the soup pot and was replaced.

    This took a lot of time, so she bought some tiny bells and attached them to her roosters.

    Each bell had a different tone, so she could tell from a distance which rooster was performing.

    Now, she could sit on the porch and fill out an efficiency report by just listening to the bells.

    Sarah’s favorite rooster, old Butch, was a very fine specimen but, this morning she noticed old Butch’s bell hadn’t rung at all!

    When she went to investigate, she saw the other roosters were busy chasing pullets, bells-a-ringing, but the pullets hearing the roosters coming, would run for cover.

    To Sarah’s amazement, old Butch had his bell in his beak, so it couldn’t ring.

    He’d sneak up on a pullet, do his job, and walk on to the next one.

    Sarah was so proud of old Butch, she entered him in the Dowerin Show and he became an overnight sensation among the judges.

    The result was the judges not only awarded old Butch the «No Bell Peace Prize» they also awarded him the «Pulletsurprise» as well.

    Clearly old Butch was a politician in the making.

    Who else but a politician could figure out how to win two of the most coveted awards on our planet by being the best at sneaking up on the unsuspecting populace and screwing them when they weren’t paying attention?

    Vote carefully in the next election.

    You can’t always hear the bells.

    Respuesta

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