Por Carlos Tórtora.-

La interminable pulseada entre Javier Milei y Mauricio Macri acaba de ingresar en un nuevo capítulo. Dos de los tres macristas más incondicionales de acordar con La Libertad Avanza, Cristian Ritondo y Guillermo Montenegro, se cansaron de esperar que Karina Milei aceptase un acuerdo entre dos partidos, en vez del humillante ingreso en LLA a título individual. Ambos fueron entonces a sacarse la foto clásica con Mauricio Macri y el panorama cambió. El tercero en cuestión, Diego Santilli, no se habría atrevido a tomar distancia de Milei.

Reforzado, el expresidente se animó a decir que el gobierno ya compró todos los dirigentes del PRO que podía comprar y que de ahora en más todo cambiaba. Esta definición tuvo otras causas, como por ejemplo que Néstor Grindetti, un Jorgemacrista decidido, y la influyente intendenta de Vicente López, Soledad Acuña, se plantaran contra un probable acuerdo con el gobierno.

En la vereda opuesta y contra toda lógica política, Karina Milei sigue afirmando que la alianza en Buenos Aires debe llamarse La Libertad Avanza y que las listas deben ser mayormente libertarias.

Hasta fines de junio

Estas marchas y contramarchas continuarían hasta fines de junio, cuando se agote el plazo para la presentación de alianzas para la elección provincial del 7 de septiembre.

Macri ya abrió a todo esto un escenario electoral alternativo al dejar planteado que piensa seriamente en reeditar Juntos por el Cambio. O sea, sumar a buena parte de la UCR. En la Capital ya se siente que crece esta trama, porque la candidata radical de Evolución, Lula Levy, desarrolla una campaña con críticas muy suaves a la gestión de Jorge Macri.

Pese al éxito meramente circunstancial del seudo levantamiento del cepo, Milei sabe que si no arregla con el PRO quedaría muy mal parado para octubre.

Claro que todavía pueden pasar muchas cosas en el medio.

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