Por Hernán Andrés Kruse.-
El jueves 26 de diciembre el presidente de la nación, en compañía de su hermana Karina, Martín Menem y Patricia Bullrich, recibió en la Casa Rosada a un grupo de diputados nacionales del radicalismo, quienes no ocultaron su devoción por su anfitrión. Al término del cónclave, Rodrigo De Loredo confirmó que seguirán apoyando al oficialismo y dejó entrever la posibilidad de una alianza electoral con el mileísmo el año próximo (fuente: Melisa Molina, Página/12, 26/12/024).
Confieso que aún no salgo del estupor que me ha provocado semejante acontecimiento, cuya relevancia política es por demás relevante. Porque estamos hablando de diputados nacionales que pertenecen a la Unión Cívica Radical, la más que centenaria fuerza política que tuvo como líderes centrales a Alem, Yrigoyen, Balbín, Illia y Raúl Alfonsín. “Que se rompa pero que no se doble”, sentenció el fundador del radicalismo. Lamentablemente, los diputados radicales que estuvieron presentes en la Casa de Gobierno se arrodillaron frente a un presidente que no dudó en mancillar públicamente la memoria de Raúl Alfonsín.
A propósito de don Raúl: buceando en Google me encontré con el prefacio de Alfonsín de su libro “Memoria política. Transición a la democracia y derechos humanos” (Fondo de Cultura Económica de Argentina-2003) y el capítulo dedicado a la Conadep.
PREFACIO
“Escribí este libro con la convicción de que no podía hablar acerca del futuro, como era mi deseo, sin mirar hacia atrás, sin revisar y analizar las acciones más significativas y también las más criticadas de mi gestión. En un pasaje del Génesis, un ángel le advierte a Lot: “¡Sálvate! ¡No mires hacia atrás ni te detengas! ¡En ello te va la vida!”. Su mujer quiere ver el exterminio de Sodoma y Gomorra. Mira hacia atrás y queda convertida en una estatua de sal. ¿Qué la llevó a mirar hacia atrás? La curiosidad, pensarán algunos, pero, en todo caso, era una curiosidad para observar con odio y rencor el fin de sus enemigos. Yo creo que es necesario mirar hacia el pasado con ojos que contribuyan a la convivencia.
En este libro busco poner en negro sobre blanco muchas de las circunstancias gravísimas que soportamos todos los argentinos entre 1983 y 1989, las decisiones tomadas por mi gobierno, el contexto interno e internacional en el cual se inscribieron cada una de ellas y algunas de las consecuencias de esas decisiones dos décadas más tarde. Estos son temas, además, que se discuten en la actualidad. Pretendo abordar aquí los temas y las cuestiones más difíciles, comprometidas y criticadas de mi gobierno y de mi vida política para asumir una defensa que no es, en este caso, tanto personal como de convicciones, valores y sentidos de la política; explicar la forma en que he actuado ante los principales desafíos y ofrecer elementos de juicio para revisar una serie de lugares comunes y sentencias categóricas adversas que se instalaron como una verdad inapelable en el imaginario colectivo de nuestra sociedad. Es muy probable que este libro sea criticado desde los extremos del arco político y posiblemente por muchos independientes, pero no me pesarán estas críticas si las mismas contribuyen a desarrollar una polémica franca que sirva efectivamente para enriquecer el análisis y la comprensión de estos años centrales para nuestra vida democrática.
Toda nación es el resultado de un proceso histórico integrador de grupos inicialmente desarticulados. Detrás de cada unidad nacional hay un gran proyecto capaz de asociar en la construcción de un futuro común a fuerzas étnica, religiosa, cultural, lingüística o socialmente diferenciadas entre sí. Uno de los rasgos distintivos de la Argentina ha sido nuestro fracaso en delinear con éxito una empresa nacional de esta naturaleza. Otros países conocieron en el pasado terribles luchas internas, pero supieron disolver sus antagonismos en unidades nacionales integradas, cuyos componentes se reconocen como parte del conjunto en un universo de principios, normas, fines y valores comunes. Esta integración, aunque intentada varias veces, nunca alcanzó a prosperar en la Argentina, que mantuvo la división maniquea de su propia sociedad en universos político-culturales inconexos e inconciliables como una constante durante todo su itinerario histórico.
Nuestra historia no es la de un proceso unificador, sino la de una dicotomía cristalizada que se fue manteniendo básicamente igual a sí misma bajo sucesivas variaciones de denominación, consistencia social e ideología. Ahí están, como expresiones de esta división, los enfrentamientos entre unitarios y federales, entre la causa yrigoyenista y el régimen, entre el conservadurismo restaurado en 1930 y el radicalismo proscripto, entre el peronismo y el antiperonismo. Bajo signos cambiantes, el país permaneció invariablemente dividido en compartimentos estancos, que en mayor o menor medida se concibieron a sí mismos como encarnaciones del todo nacional, con exclusión de los demás. La Argentina no era una gran patria común sino una conflictiva yuxtaposición de una patria y una antipatria; una nación y una antinación. Como unidad política y territorial, la nación se asentaba en el precario dominio de un grupo sobre los demás y no en una deseada articulación de todos en un sistema de convivencia.
Con el desarrollo económico, el país fue creciendo en complejidad, generando en su sociedad una progresiva diferenciación interna entre grupos políticos, corporativos y sectoriales, todos los cuales incorporaron aquella vieja mentalidad. La Argentina ingresó a la segunda mitad del siglo XX con partidos compartimentados, organizaciones sindicales compartimentadas, asociaciones empresarias compartimentadas, fuerzas armadas compartimentadas, unidades culturalmente dispersas que apenas ocasionalmente se asociaban en parcialidades mayores también excluyentes entre sí, pero nunca en esquemas de convivencia global. En estos procesos de asociación, lo que se unía nunca era el país sino un conglomerado interno que sólo lograba afirmar su propia unidad en la visualización del resto del país como enemigo.
En la actualidad, todavía hay rastros de ese canibalismo político que ha teñido la práctica política: hay quienes sostienen que la Unión Cívica Radical realiza una oposición desdibujada tanto frente al actual gobierno, como durante la presidencia de Eduardo Duhalde. ¿Qué es lo que se pretende? ¿Oponerse por principio es una forma nueva de hacer política? ¡Qué más quisieran la derecha reaccionaria, la izquierda drástica o los poderosos de la Tierra! Corremos el riesgo serio de que nos derrote el neoliberalismo. Sus gurúes sí piensan para adelante, sí planifican para el futuro. Son cómplices de la globalización insolidaria, conspiran contra el Mercosur y desean un alineamiento automático con Estados Unidos. Son los nuevos cipayos de este siglo. La política implica diferencias, existencia de adversarios políticos, esto es totalmente cierto. Pero la política no es solamente conflicto, también es construcción. Y la democracia necesita más especialistas en el arte de la asociación política. Los partidos políticos son excelentes mediadores entre la sociedad, los intereses corporativos y el Estado, y desde esa perspectiva hemos señalado que lo que más nos preocupa es la falta de diálogo con los partidos políticos.
No será posible resistir la cantidad de presiones que estamos sufriendo y sufriremos, si no hay una generalizada voluntad nacional al servicio de lo que deberían ser las más importantes políticas de Estado. Necesitamos tiempo en democracia, en las normas comunes, en la incorporación rutinaria de las reglas compartidas, para formar costumbres, porque ellas condicionan el diseño y las prácticas institucionales, las acciones concretas y las rutinas societales. Toda mi actividad política buscó fortalecer la autonomía de las instituciones democráticas y fortalecer el gobierno de la ley, para que la ley y el estado de Derecho estuvieran separados de cualquier personalismo. Nuestro país tuvo un talón de Aquiles: no podíamos garantizar la alternancia democrática del gobierno. El objetivo de toda mi vida ha sido que los hombres y mujeres que habitamos este suelo podamos vivir, amar, trabajar y morir en democracia. Para ello era y es necesario que además de instituciones democráticas haya demócratas, porque sólo así las instituciones democráticas pueden sobrevivir a sus gobernantes.
Las ideas que sostengo en este prefacio me han acompañado toda la vida. En enero de 1972 escribía en la revista Inédito: “Es imposible pretender hacer una interpretación realista de la actualidad, sin tener en cuenta la dinámica del cambio. Quienes quieren efectuarla computando exclusivamente, por decirlo de algún modo, tanques, regimientos, riquezas o medios informativos, en verdad son los menos realistas, porque niegan la historia –el devenir– al tener en cuenta sólo uno de los términos de la contradicción: el que defiende los valores del pasado en procura de afianzar su permanencia. Lo real es distinto o, por lo menos, más amplio. Al lado, simultáneamente frente a los defensores del statu quo, se levantan con vigor históricamente incontenible nuevos valores, nuevos temas, nuevas respuestas, nuevas propuestas, nuevas soluciones”.
En 1981 volvía sobre el tema en “La cuestión argentina”, editado clandestinamente: “Toda mi vida he sostenido la necesidad de comprender que la democracia exige muchas veces el sacrificio de parte de los objetivos propios para poder defender los grandes principios que la sustentan. […] No se puede concebir la lucha por la democracia y el gobierno del pueblo, sin el pueblo. No se trata de procurar el gobierno para un sector, sino de restaurar en los hombres de nuestro país la convicción de que pertenecen a una sociedad y que el destino de esa sociedad les pertenece, de manera que pase lo que pase con la Argentina será lo que los argentinos quieran que pase”.
En “Democracia y consenso” sostengo: “Frente a la injusticia que cada vez se nos presenta con más fuerza como algo intolerable, quienes así la percibimos y decidimos actuar para combatirla lo hacemos desde dos perspectivas diferentes y complementarias. Una, filosófica: el filósofo comprometido comprende la necesidad de profundizar en el pensamiento especulativo, para desentrañar las causas reales de esa injusticia y luego mostrar los caminos a recorrer para superarla, si es posible con la fuerza suficiente como para que esas ideas se conviertan, nada más que por su enunciado, en una praxis generada por la fuerza de su convicción. Esta tarea debe llevarse a cabo en forma rigurosa, exigente y sin concesiones y debe establecerse un diálogo permanente con quienes atacan el problema desde la otra posición. La otra, política: el político ético paradigmático comprende, primero que nada, la necesidad de actuar al servicio de la verdad, la libertad y la igualdad. Se inspira en las grandes líneas del pensamiento progresista y define su objetivo fundamental como el de eliminar la mayor cantidad posible de obstáculos para la realización del hombre en la sociedad. Tiene una particular sensibilidad ética. Una tensión, casi una angustia constante. Una conciencia exigente y un especial sentido de culpa. También coraje para rechazar cualquier seducción del oportunismo, bondad para comprender las debilidades, fuerza para imputar las responsabilidades, sagacidad para adivinar intenciones, prudencia para evitar regresiones, paciencia para esperar resultados, tenacidad para aferrarse a sus convicciones, flexibilidad para avanzar en cambiantes circunstancias. Pero el filósofo no puede exigirle al político que actúe temerariamente, aunque se acepte que su misión es hacer posible lo imposible, y cuando no lo hace considerar que actúa hipócritamente. Tiene que exigirle valentía para llegar al límite y templanza para reconocerlo. Del mismo modo, el político no puede exigirle al filósofo soluciones de inmediato, sino una búsqueda comprometida”.
Asumí como Presidente de la Nación argentina el 10 de diciembre de 1983. Veinte años de democracia es un tiempo razonable para poder revisar y discutir sus hitos fundamentales a la luz de nuestra historia política más amplia, sin el apasionamiento y el sentido de urgencia con que nos enfrentábamos en cada momento de la transición que inauguramos entonces, tras la larga noche del autoritarismo”.
31/12/2024 a las 1:21 AM
El charlatán Raúl Alfonsín siempre «estuvo persuadido» de que con la democracia autoritaria de su cuño «se podría»… Luego de cuatro décadas de fracasos todavía hay quienes creen en esa utopía (socialdemócrata).
31/12/2024 a las 8:03 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Portazo de Macri y Carrió, el PJ y Milei van por el fortín CABA y los senadores quieren aumento
Ignacio Zuleta
Fuente: Clarín
(*) Notiar.com.ar
30/12/024
Para La Libertad Avanza y el PJ es el momento de destruir al PRO en la Ciudad.
JXC SE RECOMPONE EN CABA
El disparador del año nuevo es el anuncio de Jorge Macri de que buscará la suspensión de las PASO y desdobla fechas de elecciones locales. Cree tener los 40 votos necesarios en la legislatura porteña. Levantarán las manos el PRO (incluyendo a dos legisladores del larretismo), la UCR, la Coalición de Carrió y entre 10 y 12 peronistas.
El aviso alcanza espesura con el rechazo del jefe de un acuerdo con La Libertad Avanza «con condiciones», y es el grito de batalla del PRO contra el avance del mileísmo y el peronismo sobre su santuario principal: la ciudad de Buenos Aires, donde han gobernado en paz y prosperidad durante 17 años.
Es un portazo a cualquier acercamiento -por ahora- a un acuerdo con el mileísmo. El Gobierno hace campaña afirmando que el PRO los necesita a ellos para no desaparecer. El PRO cree, por el contrario, que el mileísmo es el que necesita al PRO para comenzar a existir. Con ese supuesto las fuerzas que componen el gobierno estrechan filas.
La orden de Mauricio Macri es tensar las relaciones con el Gobierno hasta después del verano, cuando haya que decidir alianzas e integración de las listas de candidatos. No es algo decorativo que en este llamado a las armas para defender la plaza principal se hayan agrupado, algunos a regañadientes, sectores que componían Juntos por el Cambio, una marca que ha dejado de existir.
Quien busque una bisagra componedora la va a encontrar en una inocentada, pero con contenido político como fue el cumpleaños de Elisa Carrió el jueves pasado. Recibió las albricias de todo ese arco que ahora intenta blindar la defensa del distrito. La necesidad de defenderse les impone una unidad táctica que habían perdido durante la campaña de 2023. Perdieron porque llegaron divididos a las PASO presidenciales.
FESTIVAL DEL DESACOPLE
La decisión de desacoplar fechas elecciones locales de las nacionales no es nueva. Este año revela el poco control que tiene el Gobierno del proceso de renovación legislativa. La consigna de Milei es que viene a hacer una revolución, pero las provincias se apartan de ese proceso y se refugian en cronogramas propios. No quieren saber nada con ese programa.
Son 12 las provincias que renuevan legisladores locales. Diez de ellas ya resolvieron desacoplar. Falta que se decidan solo Buenos Aires y Formosa. El país real cuando puede se baja de las quimeras de quienes administran ese asiento contable que es el gobierno nacional según un libreto de Talking Heads que se despacha en la TV del cable a la hora del copetín.
LARRETA LEGISLADOR
Esta necesidad de unidad moviliza a individualidades en estado de disponibilidad. Horacio Rodríguez Larreta hace cosas de candidato, pero dice que no es candidato a nada. Si le preguntaban hace seis meses si tenía algún proyecto para serlo este año, hubiera respondido que no. Si alguien se lo preguntase ahora respondería que es algo para pensarlo.
La Ciudad elige senadores y diputados. Quienes creen que él puede retomar su carrera política lo querrían en un cargo más operativo, para un proyecto de largo plazo: primer candidato a legislador porteño. Es el recurso habitual en las provincias, cuando un exgobernador quiere prolongar el ciclo de poder.
Lo hizo Jorge Busti en Entre Ríos, Carlos Rovira en Misiones. Pasaron de la gobernación a presidir sus legislaturas. Larreta ha dado señales de querer un repechaje. Sigue la máxima pichettista que dice: una carrera política debe ser profesional, exitosa y larga, pero preferentemente larga.
MAURICIO SOLO VS. PATRICIA
Mauricio Macri rechazó hasta ahora todos los pedidos de su gente para que dispute la banca de senador nacional por el distrito. Junto a Larreta superaron los 50 puntos en todas las elecciones. Hoy los dos tendrán que defender lo que hicieron en 16 años de gestión, porque en las elecciones del 2025 el que va a examen es el primo Jorge, que tiene problemas. Arrinconado, Mauricio solo revisaría su negativa a competir si el Gobierno propusiese a Patricia Bullrich como candidata a senadora.
Hasta ahora sólo Elisa Carrió había manifestado interés en ser candidata a ese cargo, pero en la últimas horas ha deslizado que puede ser más necesaria como candidata a diputada en la provincia de Buenos Aires. Es la jefa de la Coalición, que entrega varias bancas en las próximas elecciones. Se impone la necesidad de alguna estrategia para retenerlas, y sumar alguna más.
UNA PELEA NUCLEAR
La pelea Macri-Milei es una pelea nuclear, en el sentido explosivo, atómico, de la palabra. El proyecto de la derecha conservadora, que representa Milei, no es del PRO. El PRO es el electorado porteño de barrio Norte, Palermo. Un centro moderado, más bien gorilón, al que no le gusta Trump. No hacen esos actos donde la consigna es “el que se mueve es puto” y se quedan todos quietos.
La derecha conservadora tiene un proyecto que es eliminar la representación de ese electorado moderado de 40 puntos que entre el 2015 y el 2023 respaldó a Cambiemos. En CABA, en 2019, lo votaron a Macri que perdió las presidenciales y sacó más de 40% con Pichetto. Ese voto tiene su santuario en la Capital Federal, un distrito donde hace 20 años gobiernan los Macri y los Larreta.
El peronismo se une con el mileísmo para destruir el Fortín CABA. Es un lugar donde gobierna una familia con éxito. El público lo reivindica, le da el voto, no tiene severas críticas, tiene un banco saludable, tiene rentas porque es sede de empresas, tiene impuestos, tiene parques iluminados. A ese santuario lo quieren destruir la derecha conservadora de Milei y el peronismo. No pueden tolerar que gobiernen el PRO con los radicales, la coalición de Carrió, etc., con una agenda de centro moderada.
LA ALIANZA MILEI-PERONISMO
Ese movimiento fue el que representó Cambiemos del 2015 al 2023. Sacó el peronismo de la cancha, le ganó el mandato de Mauricio Macri cuatro años y en los cuatro siguientes le impidió gobernar a Alberto Fernández porque controló el Congreso. Entre 2019 y 2023 no prosperó ninguna de grandes iniciativas que tenía el gobierno de Cristina y Alberto como la reforma judicial, reforma de medios, cambios en la Suprema Corte de la corte, o al reforma constitucional propuso Cristina.
¿Por qué? Porque la oposición gobernaba el congreso y tenía un interbloque en diputados dirigidos por Mario Negri, que le frenó todas las iniciativas. Se pasaron ocho años mirándolo por televisión. Y la defensa que ha elegido Macri, los dos, Mauricio y Jorge, es adelantar la elección. O sea, refugiarse en el prestigio que tienen como gestores en la Ciudad y no quedar contaminados por una dialéctica nacional que no domina.
QUIÉN SE COME A QUIÉN
Macri ensayará un juego de tensión y distensión hasta la fecha de cierre de frentes y candidaturas. Mandó a desmentir las filtraciones sobre reuniones con funcionarios del Gobierno, con los que habla cuando quiere -por ejemplo, con su vecino de Cumelén Luis Caputo-. Las señales de tensión las entiende como una manera de achicar el frente discursivo del Gobierno, que publicita con detalles cómo Milei se deglute al PRO.
Es probable que el reclutamiento de macristas por parte de Olivos, al final, pase de ser una colonización de los elencos de gobierno por un macrismo sin Macri. Quienes tienen línea directa con Mauricio advierten que tiene apagados los teléfonos como señal de que debe navegar sin luces en este tiempo.
Cuanto más, mantiene contacto con el consultor brasileño Guillermo Raffo, que fue antes de De la Sota y de Duhalde, entre otros. Le insufla consejos para tratar a los seudo outsiders como Bolsonaro o Milei. De paso, hay pluriempleo para otro consultor extranjero como el español Antoni Gutiérrez Rubí (ex Massa). Le marca escenarios a Martín Lousteau (a quien le aconseja que no hable por un tiempo), y al mismo tiempo a Jorge Macri y, en provincia de Buenos Aires, al intendente de Esteban Echeverría Fernando Gray, uno de los alzados contra el cristinismo que reina en su distrito.
LEÓN HERBÍVORO
Esos espejismos surgen de la naturaleza misma del proceso político que lo llevó a Milei al gobierno. Milei no es el producto de una crisis. Es el alcaloide más refinado del funcionamiento del sistema argentino. Un presidente que no ganó las elecciones está en la Casa de Gobierno. Es una prueba de cómo funciona el sistema en la Argentina.
La de 2023 fue una elección donde perdieron todos, perdió el peronismo, perdió la coalición del no peronismo, perdió Milei, que sacó 29 puntos. Pero como la Argentina tiene un sistema electoral de gran credibilidad, del cual nadie discute el resultado, donde gobierna el que ganó las elecciones, admite que una persona como Milei sea presidente.
Va de la mano de lo cristalino del mecanismo por el cual él llegó. La eficiencia de este sistema permite alternancias en paz y tranquilidad de gobiernos de signos contrarios, contradictorios y opuestos. Y explica algunos rasgos que pueden sorprender.
Milei ensaya el estilo rupturista de sus ídolos de la derecha global, pero acata la ley a rajatabla. Se comió derrotas como la de la primera ley de Bases, el rechazo del DNU de inteligencia, debió comprar votos para afirmar el veto a universidades y movilidad jubilatoria, y camina por la cornisa con el DNU 70 anulado por el Senado. Pero no se sale de la ley. Insulta y desaira al Congreso, pero admite todo lo que sale de ahí.
Se disfraza de león, pero se conduce como un zorro. Deben haberle leído a Maquiavelo: «Los que solamente toman por modelo al león, y se desdeñan de imitar las propiedades de la zorra, entienden muy mal su oficio» (El príncipe).
VILLARRUEL EN EL FREEZER
José Mayans estuvo unas horas en Buenos Aires a la espera de que alguien del Gobierno acercase alguna negociación sobre reemplazos en la Suprema Corte, y para frenar la embestida del oficialismo contra los senadores por un presunto aumento de sueldos que nadie nunca quiso ni nadie dio.
El formoseño agotó su estadía porteña sobre el filo del fin de año en una larga charla con Victoria Villarruel. No sirvió de mucho porque la vicepresidenta admite que en Olivos la tienen afuera de temas como la Corte. Se ha pronunciado en contra de la nominación de Ariel Lijo y admite la de Manuel García-Mansilla. No sirve de mucho porque no es senadora.
Por esa misma razón se apartó del entuerto de los sueldos. «Pertenezco al Poder Ejecutivo y tengo el sueldo congelado», desmarca. Consiente lo que le piden también del oficialismo: que postergue cualquier liquidación de aumentos de sueldos hasta marzo, cuando se reinicien las sesiones.
Los senadores se resignan para no ser blanco de campañas anti políticas. Pero se quejan en privado que el salario de un senador ya está por debajo de los secretarios de la Cámara y que desde que las dos Cámaras fueron conducidas por Cristina de Kirchner y Sergio Massa, los salarios cayeron por debajo de la inflación.
Un viaje de la provincia hacia la Capital para participar en una sesión está en el orden de los $ 500.000 entre hotel, comidas y traslados. Una contribución más a la paralización de la vida parlamentaria que se viene en 2025. ¿Necesita leyes el Gobierno? Ya cuenta con las herramientas para administrar, con emergencias que delegan poderes en el Ejecutivo y con el generoso sistema de DNU de sanción ficta por el silencio del Congreso. Presupuesto no quiere, como tampoco lo quiere Kicillof en Buenos Aires. Es mejor gobernar con discrecionalidad nada menos que la plata.
INGENIERÍA FLOJA
Este entuerto desmadeja la ya frágil ingeniería del Congreso nacido en 2023, que tiene un récord de cantidad de bancadas, todas ellas divididas y con liderazgos en cuestión. La pelea por una banca en Diputados decide mucho, en discusiones muy finitas.
Está pendiente la resolución en Diputados de la sucesión en la banca fueguina del fallecido Tito Stefani. Lo había ya decidido la Cámara Nacional Electoral, en favor del ubicuo Ricardo Garramuño, disputado por todas las bancadas amigables. Martín Menem había intervenido en favor de él contra la opinión de la Justicia fueguina, que había privilegiado a una dama (Dalila Nora) en función de la norma de paridad.
La evaporación de la marca Juntos por el Cambio ha liberado a sus legisladores electos y no electos (como Garramuño) de cualquier obediencia debida. Se lo disputan el oficialismo, la UCR y el bloque de Pichetto, a partir de que conocía al padre del electo.
Lo más probable es que se quede en un monobloque unipersonal y que facture (políticamente, claro) como legislador a la carta, según la cara del cliente. El trámite está apelado en la Cámara Nacional Electoral y deberá, si le conceden el caso federal, ir a la Corte de tres, que nació este domingo con el cumpleaños de Juan Carlos Maqueda.
31/12/2024 a las 8:06 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
La era del “canibalismo” en la LLA, el PRO, la UCR y el kirchnerismo
NicolásWiñazki
Fuente; Clarin
(*) Notiar.com.ar
30/12/024
A fines del 2025 se cumplirán veinte años de un acontecimiento político que causó estrépito en aquel tiempo, otro tiempo.
Es el caso conocido como “Borocotazo”, es decir, el repentino cambio de lealtades que asumió el recién electo del diputado por el PRO en las legislativas del 2005, Eduardo Lorenzo Borocotó, quien antes de asumir informó que rompía con el partido que le dio los votos para que gane su banca para pasar a alinearse con los Kirchner.
Hoy, tras la implosión de los partidos políticos tradicionales que provocó el triunfo de Javier Milei, sumados a la creación repentina de fugaces alianzas electorales conformadas solo para comicios sin sentar bases o compromisos a futuro, los saltos ideológicos o de partidos de dirigentes de todos los espacios son tolerables, y hasta habituales. La tendencia se profundizó en los últimos años y se aceleró.
¿Dónde está realmente el oficialismo y dónde la oposición?
La respuesta no es sencilla si se analizan los sucesos políticos de los últimos meses.
Ejemplos sobran.
Milei se enfrenta con mayor energía contra su propia Vice en el Senado que contra la oposición real del PJ.
La nueva disputa de los libertarios, que escala a un límite aun imprevisible, es con los aliados del PRO, más que con los rivales ambos partidos políticos, el peronismo.
Milei enfrenta a los Macri, y viceversa, en una interna que podría beneficiar a… los Kirchner.
A su vez, los Kirchner, a través de La Cámpora, y de varios de sus intendentes del PJ bonaerense más poderosos, lograron impedir que se realizará una sesión en la Legislatura bonaerense crucial para la gestión del gobernador también peronista, Axel Kicillof.
Por presiones internas más que de la oposición de los radicales o de los libertarios, la sesión en la Legislatura de Buenos Aires del viernes, en la que se trataría el presupuesto del 2025 para la Provincia y, sobre todo, la aprobación para que la Gobernación pueda endeudarse, se postergó por este novedoso canibalismo político.
El fenómeno, siempre con excepciones, es transversal.
El Gobierno intenta sacar beneficios de estas diásporas partidarias.
¿La UCR es aliada u opositora a los Milei?
Depende. Los radicales, como suele suceder, se dividieron.
El presidente de la UCR, Martín Lousteau, sí es opositor acérrimo a la Casa Rosada.
Pero esta misma semana, el Presidente reunió en la Casa de Gobierno a un grupo de diputados radicales a los que tentó, o persuadió, sin demasiada efusión, para que se conformen una alianza con LLA.
El bloque radical de Diputados ya se fracturó.
Incluso, el diputado Mariano Campero, ya declaró en público que está a un paso de sumarse a los libertarios. Habrá más casos.
Milei, quizás previendo una pelea con el PRO, convocó en forma personal a una reunión que encabezaría él mismo a todo el bloque radical de la Cámara baja. Fueron trece diputados de veinte.
El Presidente solía excusarse de este tipo de encuentros de “rosca” política.
Pero se acerca el año electoral, en el que se peleará por el poder.
En las legislativas, el proyecto libertario se juega mucho: necesita aumentar las bancas propias tanto en Diputados como en el Senado.
Quien ayudó al Jefe de Estado a que esa reunión con la UCR sea masiva fue la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Es la dirigente que militó en el PRO, y que hasta presidió ese partido, hasta que empezaron las hostilidades con el propio Mauricio Macri.
Las diferencias entre Milei y el fundador del PRO terminaron en intrigas y total desconfianza entre los principales líderes de ambos partidos.
Milei sigue hablando bien de Macri en privado, pero su hermana, la poderosa secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, inició un plan de desembarco proselitista de los libertarios, encabezado por ella misma, en el distrito más importante para el partido de los Macri, la Capital Federal.
Tanto fue así, que el jefe porteño, Jorge Macri, anunció el viernes pasado que desdoblará las elecciones legislativas en la Capital Federal. Primero se votará para elegir legisladores locales, y en otra fecha distinta los porteños deberán votar para determinar quiénes serán los tres senadores nacionales que asumirán para representar al distrito en la Cámara alta, lo mismo que los diputados nacionales.
Macri (Jorge) desconfía de los Milei debido que en la legislatura porteña, por orden de Milei (Karina) el bloque de LLA, liderado por Pilar Ramírez, votó en contra del oficialismo en varios proyectos relevantes para el Jefe Porteño.
Incluso, por orden de Karina Milei, el libertario que intenta generar mayor consenso con el PRO, Ramiro Marra, quedó relegado de la conducción del bloque legislativo local que antes presidía por orden de su amigo, el Presidente.
Jorge Macri sabía que el anuncio del desdoblamiento de las elecciones generaría encono en la Casa Rosada. Su primo, Mauricio, avaló la decisión.
En un comunicado inusual por su tono anti-macrista, LLA de la Ciudad de Buenos Aires, presidida por Pilar Ramírez, criticó a Macri (Jorge), comparándolo con los más cuestionados gobernadores feudales de las provincias: “El Gobierno de la Ciudad tiene una gestión centrada en sus propios intereses, no es capaz de comprender las demandas de los porteños y se pone a la altura del manoseo institucional de feudos como Formosa y Santiago del Estero”, dice ese texto, en el que además fustiga al Jefe Porteño por impulsar la suspensión de las PASO en el distrito, a pesar de que por el desdoblamiento de los candidatos locales los porteños deberán votar dos veces.
De nuevo: las críticas más feroces por la decisión de Jorge Macri vinieron desde sus supuestos aliados libertarios que de los más crudos opositores del peronismo.
Milei le había enviado un mensaje a Mauricio Macri en una entrevista con la revista Forbes: “O vamos juntos en todos lados o vamos separados; trampas al electorado, no”, afirmó el Presidente.
Macri replicó con un tuit que fastidió a los libertarios más encumbrados: “En función a lo dicho por el Presidente Milei”, inició en X su mensaje el ex Jefe de Estado, y agregó: “Acuerdo, porque esa fue siempre mi posición: poner todas las ideas sobre a mesa, cumplir con la palabra como nosotros hicimos este año, se absolutamente transparentes con el electorado y, ante todo, cuidar la República”.
Hasta hace pocos meses, Milei y Macri se comunicaban en privado o se veían cara a cara para debatir sus diferencias sobre la gestión o la política electoral: ya no. Sus diferencias se ventilan en público, así como cada uno de ellos suele cruzar a las declaraciones en su contra que hace la principal opositora a ambos, Cristina Kirchner.
Las intrigas se suceden. Aún hay margen para una negociación que culmine bien entre LLA y el PRO.
Pero ante una posible negociación, ambos endurecieron sus posturas.
El principal asesor de Milei, el poderoso Santiago Caputo, a quien Macri ya no quiere tener como interlocutor entre ambos, tiene un mandato de su jefe: llegar a un acuerdo político con el PRO, siempre teniendo en cuenta que sea lo más beneficioso para LLA.
La energía de estos aun aliados se concentra más en mostrar fuerza uno contra el otro que en enfrentar a los K.
Milei hace política de forma heterodoxa.
Mientras tensa el vínculo con Macri, al mismo tiempo rompe toda relación nada más ni nada menos que con la vicepresidenta, Victoria Villarruel.
Sus últimas críticas en público contra ella la dejaron en una posición de debilidad, dicen fuentes del Senado que no pertenecen al bloque del PJ.
Villarruel no solo sufre el asedio casi diario de los libertarios, sus aliados, y además por orden de quien fue su compañero de fórmula, Milei, sino que también es víctima de un recorte de poder inédito impulsado por la Casa Rosada.
Los Milei presionan al actual secretario parlamentario, la mano derecha de Villarruel, Agustín Giustinian, para que deje su cargo. Si tienen éxito, será un golpe muy duro para la vice.
Las declaraciones públicas de Milei contra Villarruel, a quien acusa en privado de intentar liderar un complot en su contra, generaron que sean cada vez menos los interlocutores propios y de otros partidos los que se animen a difundir que se reunieron con ella: temen un castigo de la Casa Rosada.
Villarruel se encuentra entonces ante la encrucijada de tener que conformar consensos en la Cámara alta para intentar renovar las autoridades del Senado el año próximo o, peor aún, para lograr mayorías que aprueben proyectos del oficialismo, como la votación de los pliegos de los candidatos a la Corte de Milei: Ariel Lijo y García-Mansilla.
El oficialismo hizo canibalismo también en bloque minoritario de sus senadores. Eran siete. Son seis: la Casa Rosada no tuvo problemas en expulsar de su bloque al formoseño Francisco Paoltroni, ahora alineado a la vice.
Mientras LLA pelea con sus aliados del pasado, y también confronta con sus potenciales socios electorales extrapartidarios, mantiene diálogos reservados con el PJ para acordar que voten a su favor por Lijo y García Mansilla, o que también aprueben en el Senado el posible proyecto para las posibles sesiones extraordinarias para eliminar las PASO a nivel nacional.
El PRO se resistía a apoyar ese plan, pero las hostilidades contra Jorge Macri, y su anuncio de que él también buscaría suspender esas primarias obligatorias, cambiarían el sentido del voto sobre el tema que ya habían expresado varios legisladores que aun responden a Macri.
El nuevo panorama de las peleas internas de LLA con quienes juran que quieren apoyar el proyecto de Milei pero no a cualquier costo, encuentran un correlato pero en sentido contrario en el PJ de la Provincia de Buenos Aires, el aparato electoral antes incólume.
Antes de que las internas propias terminen por dividir a los dirigentes del peronismo bonaerense que controlan los distritos más poblados del país.
De nuevo: las divisiones internas complican más a los líderes del peronismo en sus proyectos personales y administrativos que las trabas que podría asestarle la oposición real.
El gobernador Kicillof maneja un Gabinete con ministros militantes de la agrupación La Cámpora, bajo jefatura de su principal complotador de la gestión, Máximo Kirchner.
La sesión en la que Kicillof pensaba aprobar el presupuesto del 2025, sumadas a las declaraciones de emergencias en varios rubros de la administración y, sobre todo, la aprobación para que pueda endeudar a la Provincia con préstamos del extranjero, se cayó por exigencias del PJ que fue más intransigente que los opositores de la UCR.
Los radicales habían pedido que, a cambio de sus votos a favor de esos proyectos del oficialismo bonaerense, el Gobernador propusiera como candidato o candidata a la Corte Suprema bonaerense a un jurista, o una jurista, que sea compatible con la ideología del radicalismo.
También están en discusión quiénes ocuparán cargos en empresas estatales bonaerenses de importancia, como el BAPRO.
Pero la mayor resistencia que recibió Kicillof, como se dijo, fue de los propios.
Según pudo saber Clarín en base a fuentes de la Legislatura bonaerense, los diputados y senadores que responden a los jefes comunales del peronismo le exigieron al Gobernador que reparta 400 mil millones de pesos entre sus distritos en concepto de fondos extra para que él obtuviera las mayorías para sacar las leyes antes mencionadas.
Los legisladores que responden a los Kirchner y La Cámpora, por su parte, se negaron a extender las emergencias sobre áreas de la gestión, pero sobre lo que más presionaron es para que se incluyera, además, un proyecto le dé autarquía presupuestaria a la obra social de los empleados bonaerenses, IOMA, hoy quebrada. IOMA es controlada por el camporista Homero Giles y depende de los fondos que le envíen desde La Plata para funcionar.
El ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque, fue el vocero más sincero de Kicillof: “Compañeros de nuestro propio espacio político son los que azuzan a la oposición para obturar las leyes”, dijo.
¿Quién es oficialismo y quién oposición, entonces?
El escritor Gilbert Chesterton, autor de “Breve Historia de Inglaterra”, dice en ese libro sobre su país que es tal vez el único en el mundo “en el que puede encontrarse con tanta facilidad el mar en la tierra y la tierra en el mar”.
La metáfora sirve para parafrasear el actual momento de la clase política argentina: nunca antes se pudo encontrar en la Argentina a la oposición en el oficialismo, y al oficialismo en la oposición.
31/12/2024 a las 8:11 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Hostigada por su propio gobierno, Villarruel cierra un año negativo en el Senado
Gustavo Ybarra
Fuente: La Nación
(*) Notiar.com.ar
30/12/024
Lejos parece haber quedado aquel 13 de diciembre de 2023, cuando logró cerrar un acuerdo que le permitió sumar 39 votos y quedarse con el control del Senado que un kirchnerismo caprichoso pretendía retener aun cuando las urnas lo habían colocado en el lugar de oposición. Poco más de 365 después, Victoria Villarruel concluye su primer año como vicepresidenta enfrentada con Javier Milei, sumida en una crisis política profunda que parece no tener fin y que amenaza con agravarse en los primeros meses del 2025.
Repudiada por el propio Gobierno que ella misma ayudó a instalar en la Casa Rosada, la vicepresidenta pasó de ser la compañera sonriente de Javier Milei en las fotos de la asunción presidencial a convertirse en una suerte de paria del oficialismo, hostigada de manera pública y privada por el “triángulo de hierro” compuesto por el presidente, su hermana y secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, y el súper asesor Santiago Caputo.
Como si no fuera suficiente tener cortados todos los lazos con el Gobierno, la vicepresidenta le ha agregado al cóctel una serie de errores no forzados que no hicieron más que darles pasto a sus críticos. Un tuit ofensivo a Francia en defensa de un jugador de la selección argentina de fútbol, la instalación de un busto de “Isabel” Perón en un salón de la Cámara alta y la crítica velada a Patricia Bullrich en una repuesta de la red social X por la detención de un gendarme en Venezuela, son sólo algunos ejemplos.
Pero tal vez el peor pecado que le adjudican a Villarruel no esté tan a la vista y tiene que ver con el paulatino encierro, directamente proporcional a los ataques de la Casa Rosada, en un círculo íntimo de colaboradores a los que muchos senadores de los bloques dialoguistas señalan como responsables de aconsejar de manera equivocada a la vicepresidenta.
Cuando se habla de este “entorno” el primer nombre que surge es el de Juan Martín Donato, responsable de la oficina de Atención Ciudadana de la Cámara alta y a quien todos señalan como la principal “mala influencia” de Villarruel. Pero este joven funcionario, muy activo en redes sociales, no es el único integrante del primer círculo que rodea a la vicepresidenta.
La directora de Asuntos Jurídicos, Grisela García Ortiz, que ya se hizo famosa en el Senado por sus inéditas interpretaciones de la Constitución y del Reglamento de la Cámara, es otra de las personas a las que Villarruel escucha antes de tomar una decisión.
La mesa chica de la vicepresidenta se completa con Diego Izurieta, director de Recursos Humanos; Eduardo Bergalli, que ocupa el cargo de jefe de despacho de la Presidencia; e Inés Speroni, una auténtica “cruzada” de Villarruel que tiene a su cargo la Dirección General de Auditoría.
LA RUPTURA
Nadie puede definir a ciencia cierta cuál fue el punto de inflexión, cuándo se rompieron las relaciones con Milei y su entorno. Las especulaciones son varias y las certezas, pocas.
Algunos la ubican antes de la asunción del 10 de diciembre, cuando de manera sorpresiva, aunque Villarruel asegura en privado que ya sabía que no iban a estar a su cargo, se anunció que no tendría injerencia en las áreas de seguridad y de defensa en el gobierno libertario.
Otros, aseguran que la ruptura se produjo luego de una reunión que mantuvo en febrero con Mauricio Macri en una estancia de Neuquén en la que Villarruel habría mostrado su disposición a hacerse cargo del Gobierno ante una eventual caída de Milei, que por entonces no había logrado domar a la inflación.
Según fuentes libertarias de la Cámara alta, en el Pro siempre negaron que esa conversación, no así el encuentro, haya tenido lugar y acusan a un diputado de la escudería amarilla, que bajó el perfil de manera notable en la segunda mitad de este año y que fue funcionario en el gobierno de Macri, como el responsable de haber contaminado la relación de los hermanos Milei con la vicepresidenta.
A partir de ahí, todo fue cuesta arriba para Villarruel, que tuvo que enfrentar su primera crisis pública cuando, junto al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, firmaron un aumento de las dietas para los legisladores de ambas cámaras. La medida fue repudiada por Milei, que por aquel entonces no se cansaba de repetir el latiguillo “no hay plata” para justificar el ajuste en las cuentas públicas.
El aumento fue anulado, pero la vicepresidenta debió enfrentar una rebelión de los senadores, dispuestos a aumentarse sus dietas, que llevaban casi dos años sin una actualización. Fue así como en pleno recinto, a manos alzada y por amplia mayoría, los senadores se duplicaron sus ingresos y sus gastos de representación y hasta crearon una suerte de “aguinaldo” al establecer el pago de una decimotercera dieta.
El siguiente cortocircuito con la Casa Rosada fue el rechazo al decreto de necesidad y urgencia 70/23, primera piedra fundacional de la política desregulatoria del gobierno. Tras aguantar casi dos meses, Villarruel debió ceder a la presión y convocó a sesión para tratar el DNU, que se mantiene en vigencia porque Diputados no ha logró reunir la mayoría para derogarlo.
Es el día de hoy que desde el Gobierno siguen pasándole factura por ese episodio. Lo concreto es que Villarruel no tuvo forma de contener la presión una vez que la oposición dialoguista se sumó a la ofensiva contra el DNU. Tanto es así que lo votaron en contra muchos de los senadores que ahora son aliados del Gobierno, como el correntino Carlos Espínola y el ahora expulsado Edgardo Kueider.
Otra cuenta en la columna del debe que le imputan a la vicepresidenta fue que no pudo evitar que la polémica Ley Bases terminara desguazada en el Senado, al menos en varios puntos importantes para la Casa Rosada, como la privatización de empresas del Estado consideradas emblemáticas del elevado gasto público del kirchnerismo en el Gobierno, como Aerolíneas Argentinas. La verdad, una acusación bastante injusta si se tiene en cuenta que el oficialismo apenas si tenía, en ese momento, siete senadores.
31/12/2024 a las 8:17 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Con su señal de largada, CABA puso a todos en modo electoral
José Ángel Di Mauro
Fuente: Parlamentario.com
(*) Notiar.com.ar
30/12/024
Ya hemos dicho que hace rato que el Gobierno está en campaña. Con toda lógica, habida cuenta de la importancia absoluta que revisten para todo gobierno no peronista las elecciones intermedias. Recordemos sino el final precipitado del Gobierno de Fernando de la Rúa, al que le soltaron la mano ni bien perdió feo sus elecciones intermedias. ¿Les suena 2001? E incluso Raúl Alfonsín, que debió irse seis meses antes, tras perder las presidenciales de 1989 que adelantó, pero -dato clave- habiendo perdido antes las elecciones de 1987, cuando los mandatos eran de 6 años y había entonces dos intermedias.
Mauricio Macri las ganó (en 2017), y se convirtió en el primer gobierno no peronista en concluir su mandato en los últimos cien años.
Con solo 39 diputados y 6 senadores, nadie podrá objetarle a los Milei que se preocupen muy anticipadamente por cómo pueda irles en las elecciones venideras. Por eso se ha especulado con la posibilidad de que haya iniciado la campaña con el Pacto de Mayo, en julio pasado; o bien el 15 de septiembre en el Congreso, cuando presentó el Presupuesto “no nato” 2025; o más cerca en el tiempo con la cadena nacional del pasado 10 de diciembre, al cumplir su primer año de gestión.
Pero si vamos a hechos concretos, el anuncio que metió de lleno a la política en modo electoral fue el anuncio del jefe de Gobierno porteño del viernes pasado, sobre el desdoblamiento electoral en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Hasta entonces, solo se sabía que las elecciones nacionales se realizarán el 26 de octubre del año que viene. Y que las PASO, si no las levantan, serán el 3 de agosto. Jorge Macri acaba de sumar lo que por ahora será la primera elección distrital del calendario 2025: el 6 de julio se elegirán 30 diputados porteños.
Habrá otras que se irán anunciando en el futuro inmediato, aunque no habrá tantos desdoblamientos como en elecciones ejecutivas, cuando los gobernadores buscan ponerse a resguardo del eventual arrastre que pueda llegar a tener el presidente de turno, y ahí sí adelanta la gran mayoría, como viene dándose cada vez con mayor intensidad.
El adelantamiento en la Ciudad era más que previsible y los últimos chisporroteos entre el oficialismo local y La Libertad Avanza lo hicieron irreversible. El tiro de gracia lo dio la votación de las huestes de María del Pilar Ramírez -mujer de máxima confianza de “El Jefe” Karina Milei- en contra del Presupuesto 2025 enviado por el Gobierno porteño. Ahí los Macri se convencieron de las intenciones del mileísmo de desbancarlos de la Ciudad y actuaron en consecuencia.
Mientras Mauricio Macri resuelve qué camino adoptar a nivel nacional, su primo Jorge no tuvo dudas respecto de ir a la pelea en el bastión donde el Pro nació, allá por 2005.
Y para curarse en salud adelantan las elecciones, cuestión de despegarlas del efecto arrastre que puedan llegar a tener las elecciones nacionales. Porque si bien La Libertad Avanza no tiene demasiadas figuras para ofrecer en el resto de los distritos, en la Ciudad, donde se ponen en juego además senadores, sí tiene mucho para ofrecer, y puede llegar a poner toda la artillería. De hecho, esta semana Manuel Adorni admitió que será candidato si el presidente se lo pide. Y el vocero presidencial da muy bien en las encuestas.
Además, no hay que descartar la posibilidad de que Patricia Bullrich sea también candidata en ese distrito que puede ser para La Libertad Avanza “la madre de todas las batallas”. No desvela esa posibilidad a la ministra de Seguridad, que en el Legislativo podría perder protagonismo, pero estará donde consideren necesario. Y pensándose en 2027 candidata a jefa de Gobierno o compañera de fórmula de Milei para la reelección.
Dato al margen: en 2021 Bullrich quería encabezar la lista legislativa porteña, y el entonces jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta hizo todo lo posible para impedirlo, pues en tren de independizarse de Mauricio Macri quería apropiarse de los eventuales triunfos de JxC en CABA y provincia de Buenos Aires, donde puso candidatos propios. La convenció a María Eugenia Vidal de encabezar en la Ciudad, pero la exgobernadora terminó haciendo una elección apenas discreta -para las expectativas del Pro- y en la provincia el candidato fue Diego Santilli, que a pesar de haber ganado, dos años después tuvo que ir a una interna fratricida que perdió. A Bullrich, Larreta la convenció de que se reservara para ser precandidata presidencial en 2023, cosa que fue mortal para él, pues ella lo venció.
Otro dato imperdible: hoy abanderada de la derogación de las PASO, en 2023 Patricia Bullrich fue la que más bregó por sostenerlas, pues en ello se jugaba su destino. Nunca quiso saber nada de internas partidarias, pues en ese caso Larreta, con su aparato, se la comía con fritas. Y fue más allá al exigir pelea para todos los cargos, cuestión de generar lealtades.
Hoy eso le permite hurgar en lo que fueron las listas de Juntos por el Cambio para sumar adhesiones al nuevo oficialismo, como hizo con los “radicales peluca” a los que acompañó el jueves en la reunión con Milei.
Volvamos a las elecciones porteñas. Una derrota del Pro allí no solo sería un pésimo presagio para 2027, sino también le complicaría la vida en la Legislatura a Jorge Macri los dos años siguientes. De ahí que con su primo expresidente coincidieran en la obvia necesidad de desdoblar los comicios. Los reproches que se han hecho ante la decisión anunciada por Jorge Macri han venido fundamentalmente desde LLA. Pero si bien es cierto que nunca la Ciudad separó las elecciones legislativas de las nacionales, casi siempre lo hicieron cuando se eligió jefe de Gobierno: en 6 de las 8 elecciones desde 1996. Únicamente no desdobló la Ciudad en 2019 y 2023, para acompañar en ambos casos la estrategia nacional del fenecido Juntos por el Cambio.
La jugada tiene también sus costos y probablemente tenga que resignarse el Pro ahora a apoyar la estrategia del Gobierno de eliminar las PASO a nivel nacional. Porque resulta contradictorio que el partido amarillo pida suspenderlas para el próximo año en CABA y rechace hacer lo mismo a nivel nacional cuando la Casa Rosada lo demanda. Claro que en un caso se habla de suspensión y en el otro de derogarlas.
Como sea, el Pro se metió solito en una disyuntiva que el propio jefe de Gobierno -atento solo a sus intereses- abonó al señalar el viernes que le pidió al Gobierno nacional que también suspenda las PASO en todo el país. “Con el jefe del Gabinete nacional, Guillermo Francos, coincidimos en el ahorro de 200.000 mil millones de pesos que significaría eliminarlas. Los argentinos no podemos darnos el lujo de gastar ese dinero cuando hay otras prioridades más relevantes”, aseveró. ¡Chan!…
A partir de esos dichos, recobró fuerza la posibilidad de que el Gobierno avance con la eliminación de las elecciones primarias en febrero, y ya se están haciendo cuentas para verificar si con los votos del Pro -que hasta ahora hablaba de “modificarlas”, mas no eliminarlas- le alcanza al oficialismo para lograr su objetivo.
Dicen que Jorge Macri lo habló con su primo. Obvio; otros en el Congreso -donde resistían la eliminación de las PASO- piensan que en realidad Mauricio Macri siempre quiso derogarlas, a partir de lo que sucedió en 2019, cuando las elecciones de agosto adelantaron el final prematuro de su gobierno.
El Pro colaborando con La Libertad Avanza en febrero para aprobar la reforma política, remite a esas personas débiles de carácter que una y otra vez prometen que “es la última vez” que aceptan algo de quien en definitiva los domina, y una y otra vez terminan cediendo…
Esto, mientras el presidente le dio a la oposición en general y a Macri en particular un ultimátum respecto de las próximas elecciones: o juntos en todos los distritos, o separados en todos. El líder del Pro se tomó su tiempo para contestar, pero finalmente lo hizo diciendo que esa siempre había sido su posición: “Poner todas las ideas sobre la mesa, cumplir con la palabra como nosotros hicimos este año, ser absolutamente transparentes con el electorado y, ante todo, cuidar la República”.
No es algo que desvele a Milei y su triángulo de hierro -sobre todo eso último-, que sigue viendo cómo se le alinean los planetas.
Pero no se limita a mirar: actúa en consecuencia, como cuando después de Navidad, invitó a los diputados radicales a visitar (otra vez) la Casa Rosada. Por lo que contaron los participantes, no se habló de nada específico, ni mucho menos surgió alguna promesa concreta. Pareció, más que nada, otra señal de fuerza de un gobierno que siente que terminó el año como nadie imaginaba que lo haría, y se dio el lujo de enviar un mensaje a sus aliados legislativos principales: casi, casi que no los necesitamos más a ustedes
31/12/2024 a las 9:23 AM
https://picadadenoticiashkruse.blogspot.com/p/sobre-el-blog-y-su-autor.html
31/12/2024 a las 10:30 AM
Aclaro que no soy el autor del comentario precedente.