Por Carlos Tórtora.-

Un supuesto escrache de familiares de víctimas del atentado a la AMIA hizo que Javier Milei acusara a Patricia Bullrich de armar operaciones en su contra. El episodio, menor en sí mismo, puso de manifiesto una realidad hasta ahora disimulada: ambos líderes están en una feroz competencia por el voto de derecha y esto se acentuaría en los próximos días. En el terreno electoral, Milei está más cómodo que Bullrich, porque no debe ganarle a nadie en las PASO. En cambio ella libra una feroz batalla voto a voto contra Horacio Rodríguez Larreta.

La realidad es que en el entorno del líder libertario todos apuestan a que la exministra de seguridad sea eliminada de la carrera electoral. De ser así, muchos miles de votantes bullrichistas se inclinarían por La Libertad Avanza en la primera vuelta y tal vez abrirían así las puertas del ballotage.

En el larretismo, mientras tanto, después del triunfo de Maximiliano Pullaro en Santa Fe, hay un giro hacia el centro en el discurso de campaña. La publicidad electoral gira ahora en torno al encuentro, la pacificación y contra los «discursos a los gritos». Se trataría de una respuesta a la campaña de moderación realizada por Sergio Massa. «El real adversario de Horacio es Massa, porque Bullrich se está desinflado sola», dicen cerca del alcalde porteño. O sea que este último empezaría a sentirse ganador de las PASO luego de varios meses de angustia. Así como Larreta retomó sus discursos moderados, Bullrich está obligada, para ganar, a sacarle hasta el último voto que pueda a Milei.

Massa juega fuerte

En medio de la creciente tensión, hay rumores acerca de que pueden salir a la luz episodios de campaña sucia. En el gobierno de la Ciudad están atentos a un carpetazo relacionado con uno de los contratos de obra pública más importantes de los últimos años. El massismo no sería ajeno al tema por más amistad que haya entre el tigrense y Larreta. El ministro de economía temería que un triunfo sobre Bullrich lo proyecte al jefe de gobierno como el gran favorito para la primera vuelta. Desde el Ministerio de Economía se hace entonces todo lo posible para que Bullrich mantenga sus chances, aunque la situación de ésta es difícil, sobre todo por la impresionante inversión en publicidad que está haciendo su rival.

Share