Por Hernán Andrés Kruse.-
El 12 de mayo se cumplió el trigésimo noveno aniversario del fallecimiento de una de las dirigentes políticas más lúcidas de la historia argentina. Alicia Moreau de Justo (nacida en Londres el 11 de octubre de 1885) fue una destacada figura del feminismo y del socialismo, además de ser médica. En 1902 fundó el Centro Socialista Feminista y la Unión Gremial Femenina. Junto a su padre fundó el Ateneo Popular y fue secretaria de Redacción del periódico “Humanidad Nueva”. En 1914 se recibió de médica y años más tarde se afilió al Partido Socialista. En 1932 elaboró un proyecto de ley que consagraba el sufragio femenino. Fue ferviente defensora de la Segunda República Española en plena guerra civil y una antiperonista cabal. En 1958 fue protagonista principal en la fundación del Partido Socialista Argentino y ejerció la dirección del periódico “La Vanguardia” hasta 1960. Fue una activa militante política hasta el último día de su vida (fuente: Wikipedia, la Enciclopedia Libre).
Buceando en Google me encontré con un ensayo de Adriana María Valobra (Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata) titulado “Recorridos, tensiones y desplazamientos en el ideario de Alicia Moreau”. Es un lúcido análisis de la trayectoria de Alicia Moreau de Justo, tanto como abanderada del feminismo como de su defensa de los principios liminares de la democracia liberal.
LA PEDAGOGÍA FEMINISTA-SOCIALISTA
“En 1919, dejó de publicarse Humanidad Nueva y, ese mismo año, Alicia viajó a Estados Unidos a dos congresos. Uno, en calidad de médica y por el cual eleva un Informe al gobierno en el que hizo especial hincapié en lo referido a la salud femenina infantil, la educación sexual y sanitaria, la protección laboral y el papel del Estado. Asimismo, asistió al Congreso Internacional de Obreras celebrado en Washington del que volverá compenetrada absolutamente con el ideal igualitarista, mudando su postura de sufragio por etapas del período anterior. Tras ese periplo, se distancia ideológicamente –aunque no políticamente– de figuras como Sara Justo que aún mantenía ciertas reservas con el carácter universal de los derechos políticos y, además, planteará algunas nociones menos diferenciales que las que podía esbozar su colega y cercana aliada en la lucha por los derechos femeninos, Elvira Rawson, más afecta a una mirada diferencial.
Vuelta de este viaje, impulsó y presidió la Unión Feminista Nacional que nucleó a distintas agrupaciones socialistas y feministas tales como el Centro Socialista Femenino y la Agrupación Socialista Femenina. Allí compartió escena con varias colaboradoras de RSI y HN como Julia García Games y Bertha de Gerchunoff. Asimismo, creará el Comité Femenino de Higiene Social cuyo objetivo es denunciar y eliminar distintas formas de “comercio de las mujeres” con fines de prostitución. Se afiliará formalmente al Partido Socialista a comienzos de la década del 20. Poco después, cuando para los estereotipos de la época, Alicia parecía destinada a convertirse en una “feminista solterona”, con sus 37 años se unió en matrimonio al fundador del Partido Socialista Argentino, Juan B. Justo, y fue madre. A partir de 1928, conservaría su labor profesional privada para sobrellevar las vicisitudes económicas de una viuda con tres hijos pequeños.
Durante la década del 20 y el 30 encontramos el momento más rico de Alicia en la producción sobre feminismo en general y sufragismo en particular. Participa en dos revistas: Nuestra Causa (1919-1921) y Vida Femenina (1933-1942). Este corpus documental ha merecido, recientemente, una consideración particular desde la historiografía de las mujeres. En la publicación Nuestra Causa –espacio multipartidario amplio que reunía artículos sobre las temáticas de interés del feminismo de esos años particularmente vinculada a los derechos políticos y civiles así como a temáticas culturales –, Alicia muestra a lo largo de sus artículos las redes internacionales que las feministas iban conformando y, a la vez, avanza sobre el análisis de cómo es necesario modificar el medio para lograr la superación de la condición femenina, comenzando con experiencias locales –como el voto municipal– hasta llegar a otros niveles.
Nuestra Causa muestra el devenir de Moreau hacia las posturas igualitaristas de raigambre ilustrada. Asimismo, retoma las consideraciones fundamentales recogidas en el Congreso Internacional de Médicas cuyos núcleos, también fueron expuestos en la revista La Semana Médica a raíz del Informe presentado al Ministerio por Moreau. En esta década del 20, las posturas conservadoras compartían la politización de la maternidad a la que se apelaba desde el Estado y los movimientos feministas. Un discurso hegemónico sobre los roles sexuados y la división dicotómica de esferas comenzaba a resquebrajarse. Si bien en los 30 no faltaron intentos de volver la situación atrás respecto de los logros para las mujeres como sujetos de derechos, lo cierto es que había una convicción creciente sobre la necesidad de una justicia reparadora de la exclusión de las mujeres de ciertos derechos como los políticos.
En esa línea, se posicionó el primer número de la revista Vida Femenina, un emprendimiento político cultural del Partido Socialista. María Luisa Berrondo fue la directora de este emprendimiento y Alicia Moreau de Justo fue una de sus más conspicuas colaboradoras. La propuesta de Vida Femenina estaba destinada a las “mujeres inteligentes” a quienes consideraba capaces de “intervenir en política y ocuparse de los problemas cotidianos como la salud familiar, la puericultura, la mejor alimentación para los niños y otros temas pertenecientes a la vida cotidiana femenina”. En esta revista, las producciones de Alicia son variadas e incluyen artículos heterogéneos que la posicionan como educadora, médica, feminista y socialista. En todos los casos, su mirada presente es crítica respecto de la coyuntura y los procesos socio-estructurales. Asimismo, confirma la seguridad en una evolución social de la civilización y, aún ante el flagelo de la guerra, considera que será posible una mejora a través de la educación que, sin duda, deberá llegar a las mujeres.
Para entonces, además, Alicia ya había señalado la comunión de principios entre el socialismo y la defensa de la condición femenina. Por razones de espacio, no me extenderé en la obra escrita en estas revistas, sin embargo, retomaré el libro de Alicia Moreau “La mujer en la democracia”, publicado en 1945, pues resulta ser una síntesis de la labor de aquellos años. El título no es azaroso y devela que estuvo construido al calor de los tiempos. Según Marysa Navarro, este es “su último libro sobre feminismo” constituyendo a la vez “un alegato con el doble propósito de demostrar a sus compatriotas la necesidad de defender la democracia y sus principios, atacando toda forma de autoritarismo y también convencerlos de que para que la democracia fuera verdadera tenía que incluir a las mujeres”. Es una obra que podría considerarse como “bisagra” de la producción de Moreau pues amalgama la reflexión profunda y largamente realizada por esta pensadora así como las impresiones que el magmático entorno de los 40 imprimió a su pensamiento.
Precisamente, el contexto de publicación de la obra es el segundo elemento que la hace atractiva para volver sobre ella. Publicada en agosto de 1945, permite avizorar la vivencia de un momento que, sin duda, ha marcado la historia de este lado del cono sur. El golpe de Estado de 1943 se había instalado como un nuevo quiebre político y el carácter ultraconservador sobre todo en cuestiones de género, conllevó una fuerte reacción por parte de los movimientos feministas locales. La mayoría de estos movimientos feministas estaban embanderados en la oposición “democrática” contra los gobiernos de facto surgidos en 1943 y visualizado como el signo de la presencia del nazifascismo en la Argentina. Para esta oposición democrática (heterogénea y aglutinante de un amplio arco político-ideológico), el ascenso de Perón en ese gobierno no hacía más que confirmar aquellas sospechas. Especialmente, la izquierda alimentaba la idea del nazismo militar-peronista y ello la llevaba a autolegitimarse como vanguardia democrática.
A principios de 1945, la promesa de un llamado a elecciones se vio acompañada por una incipiente apertura y movilizó políticamente a la sociedad. Sin embargo, acaece un hecho inusitado: por primera vez en la historia argentina, y suficientemente discordante en el contexto de un gobierno de facto, se propone desde una dependencia estatal –dentro de la Secretaría de Trabajo y Previsión– que el voto para la mujer fuera sancionado por decreto. Ello predispuso a buena parte de las sufragistas/feministas; mientras que otro grupo –no minoritario numéricamente– apoyó la medida. Moreau, claro, estaba entre las detractoras del “sufragio desde arriba”. La movilización política encabezada en contra de Perón, promotor entre bambalinas de ese sufragio, terminó con lo que podríamos llamar un triunfo de las opositoras. Sin embargo, a la distancia, la victoria sería finalmente una amarga derrota. En efecto, si las sufragistas/feministas rechazaron el sufragio de un gobierno espurio y viciado en su origen por ser un golpe de Estado antidemocrático, poco pudieron esgrimir ante la propuesta cuando Perón ha sido electo en una de las elecciones más limpias en años.
A escasos días de aquellos convulsionados acontecimientos, Moreau publica –en 1945– “La mujer en la democracia”. La obra presenta un recorrido que se vertebra en torno a un antagonismo, esencializado y moralizado: “Democracia” / “Autoritarismo”. Para Moreau, democracia es un estilo de vida donde la clave la da el compromiso de cada ciudadano para con el sistema de gobierno: “… la democracia y la autocracia no son simplemente formas de gobierno, sino que traducen modalidades anímicas del ser humano, que son la expresión política de tipos de hombres que conviven…”. Alicia Moreau retoma aquí sus argumentaciones sobre el papel de la educación como punta de lanza para la construcción del estilo de vida democrático que logrará superar el “síntoma de inmadurez democrática”. La “alfabetización política” debía llevarla adelante la elite más educada y los educandos serían luego agentes multiplicadores. Esta preocupación era concurrente con la del Partido Socialista (PS).
En la obra, el recorrido democrático presenta una tensión entre la voluntad individual y los procesos evolutivos. Por un lado, para Moreau, la evolución democrática estaba signada por etapas jerárquicas siendo deseable alcanzar las superiores. La superioridad de la democracia del presente respecto de la del pasado encierra más que un desdén por aquello, un optimismo por lo que vendrá. Por otro lado, la democracia como campo de realización de las voluntades individuales genera el bien común. El sujeto político de la democracia moderna, idealizado en el ciudadano, no se define solo por el acto de votar sino también por su preocupación por delimitar los intereses de la vida compartida con los conciudadanos. La idea de pacto restituye a los individuos el carácter volitivo y activo y, así, la libertad individual ilustrada garantiza la pervivencia del sistema democrático e involucra la formación ética y moral claves de los procesos de socialización y de sus mediadores. Cómo acercar el feminismo a potenciales lectores no solo desprevenidos sino, además, negativos hacia lo que en el sentido común figura como un intento de subvertir las jerarquías sociales tal como se conocieron desde siempre. Cómo, en el contexto imperante, quebrar la misoginia de un gobierno que había reducido las expresiones democráticas.
A lo largo de dos capítulos, Moreau se explaya sólidamente sobre el feminismo con la contundencia de sus cuarenta años de militancia. Define que “el movimiento feminista es un movimiento social organizado con el propósito explícito de reformar la legislación, de abrir carreras, de mejorar las condiciones de trabajo y hacer desaparecer los prejuicios y las prácticas que impiden a la mujer desenvolver su vida con libertad y sin más limitaciones que las que nacen de sus naturales condiciones individuales”. La autora continuaba con una definición por negación que, a la vez, evidenciaba la maliciosa lectura que algunos realizaban de este movimiento: “No es, como equivocadamente suponen algunos, la guerra de la mujer contra el hombre, el desplazamiento de éste o la igualación contraria a la naturaleza misma”. De este modo, articula el feminismo con el movimiento general de los pueblos hacia su perfeccionamiento civilizatorio: la democracia.
A partir de esta definición, la lucha feminista es una empresa en la que es posible encontrar a varones y mujeres por el derecho de participación de la mujer. La dirigente explota la riqueza potencial del concepto de igualdad: “igual en derechos, en oportunidades, en tarea, en responsabilidad. Cuanto antes se llegue a esta igualdad –que es social, no biológica ni psíquica– antes se alcanzará un estado superior de entendimiento y armonía entre los grupos humanos”. De haber tenido derechos políticos tempranamente, las mujeres “habrían cometido errores, los mismos que ha cometido el hombre, pero juntos los hubieran rectificado y juntos hubiesen aprendido”. Existen tantos varones como mujeres poco capacitados para el ejercicio de las prácticas democráticas. Ello debido a que las diferencias no son en razón de lo biológico sino de la socialización.
Su diagnóstico de la situación femenina reconoce las limitaciones que la socialización imprime en las prácticas democráticas diferenciando varones y mujeres pero también señala lo que pueden ser las puntas del iceberg sobre las cuales edificar una democracia plena: la inserción en el mercado de trabajo y la redefinición de la maternidad a través de la educación. Desdobla la gestación, función biológica, del cuidado y educación: “lo que puede cambiar el sentido de la civilización no es pues esa fuerza que asegura la persistencia de la especie, sino la conciencia de la responsabilidad ante la vida”. Retoma sus ideas de principios de siglo cuando postulaba que la mujer no era mera reproductora y niega que la condición biológica de gestar conlleve el “instinto materno” de protección y cuidado. Varones y mujeres poseen esa conciencia de cuidado pues es socialmente adquirida y verdadera condición de la vida de la especie humana.
Apoya sus apreciaciones en una lúcida percepción de los cambios demográficos y, sin alarma ante la natalidad –la cual tenía convulsionados a los contemporáneos, anuncia un nuevo tipo de familia basado en la responsabilidad procreadora que a su vez augura interrelaciones que permitirán mayor contacto afectivo entre padres, madres e hijos. Sin embargo, tensando esas ideas, las mujeres entrarán en la democracia no a través de la ruptura de la identificación maternidad-cuidado-educación sino por su profundización: “Lejos, pues, de ser la maternidad plenamente cumplida un obstáculo para la función política, diremos que casi es su mayor razón de ser, y que tanto más alta sea la conciencia de su responsabilidad materna, más querrá la mujer poseer los medios de acción colectiva que le permitan sobrellevarla mejor”. Desde allí se construirá la nueva ciudadanía femenina revalorizando el rol cuidadora-educadora. Moreau no niega la tarea de cuidadora sino el sentido de la educación y, a la vez, también reconoce un papel al varón en esa tarea. Como señala Nari, Moreau retoma los sintagmas de las feministas que “intentaron reformular la maternidad. No cuestionaron que constituyera una “misión natural” para las mujeres; pero fundamentalmente la consideraron una “función social” y, para algunas, incluso, una “posición política”…”. Además de la incorporación laboral, las mujeres deberían, aún sin acceder al voto, incluirse en los partidos políticos, canales de expresión propios de los sistemas democráticos. La formación y la legislación –en ese orden– confluirían en el reconocimiento de la capacidad ciudadana femenina.
A diferencia de lo que postulaba en la década del 10, consideraba entonces que “el sólo hecho de votar significa para quienes no lo han hecho nunca un cambio irreversible, un paso hacia la liberación de la conciencia, la adquisición de una responsabilidad nueva”. Al perfeccionarse la vida democrática no existirá una práctica diferencial entre mujeres y varones quienes votarán y serán representantes de otras mujeres y varones indistintamente y gobernarán para lograr su bien común. Teniendo en cuenta la coyuntura local, en la que dentro del gobierno de facto se distingue la figura ascendente de Perón, la autora se pregunta cómo evitar que en Argentina vuelvan a surgir modelos como el de los golpes militares filo-nazis. La dirigente socialista rescataba en Argentina una estructura democrática que la diferenciaba de las traumáticas experiencias europeas y que sería la que presionó contra los grupos autoritarios en el poder para que desistieran del mismo. Para ella, en ese momento y en la evolución de los sistemas políticos mundiales, Argentina estaba en proceso de ascender a una etapa más democrática.
Para concurrir a la formación de la vida democrática es imperioso que se eduque a los habitantes, varones y mujeres, y a la mujer en particular pues “nadie se interesa por el ejercicio de un derecho que no tiene”. En plena algarabía ante los futuros comicios, ella alerta sobre el peligro de una democracia formal montada sobre la mera gestualidad electoral. Avanza sobre un doble problema. Uno, un problema unido al sistema político: cómo contraponerse a la conceptualización de ciudadanía y democracia articulada en discursos como el de Perón que no consideran la construcción de las mismas apoyándose en el individuo libre y autónomo que para Moreau sigue siendo el referente de ciudadanía. El otro problema está referido a la cultura política: cómo tener una práctica democrática cotidiana si la socialización de los ciudadanos y ciudadanas está basada en formas que no se corresponden. La falacia democrática se evidenciaba en la exclusión de la mujer como forma evidente y solapaba un problema más amplio, el de la educación ciudadana”.
22/05/2025 a las 4:13 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Milei descubre la llave de la clase media
Carlos Pagni
Fuente: La Nación
(*) Notiar.com.ar
22/5/025
Las elecciones de 2023 expusieron un fenómeno tan inusual como inquietante: un tercio del electorado, el que eligió a Javier Milei en las primarias, decidió caminar hacia lo desconocido.
En la segunda vuelta esa multitud creció hasta llegar a más de la mitad. El país comenzó a transitar por lo que los antiguos mapas medievales denominaban “terra incognita”. Sin embargo, con el paso de los meses, comenzaron a disolverse algunos enigmas. Cuando promediaba 2024, después de la aprobación de la ley “Bases”, se supo que, en medio de la licuación del sistema político conocido, emergía un liderazgo. El de Milei.
El Presidente se constituyó en un centro de poder. El domingo pasado, con las elecciones porteñas, apareció otra novedad en el paisaje: La Libertad Avanza (LLA) parece haber encontrado la clave de las capas medias. Un triunfo en la ciudad de Buenos Aires sugiere que el oficialismo está en condiciones de seducir a una sociología equivalente, radicada en Córdoba, Rosario, Mendoza o Mar del Plata, por citar sólo algunas de sus sedes. LLA ensaya un experimento de sustitución del Pro. Del mismo modo que el Pro deglutió al radicalismo. Esa alteración de la estructura partidaria es el correlato de un nuevo alineamiento social del voto.
Una primera lección de los comicios del domingo pasado es que el éxito de Manuel Adorni proviene de un caudal de votantes distinto al que sostuvo a Milei en 2021 y 2023. Cuando se observa la distribución geográfica del sufragio se advierte que Adorni, comparado con su jefe, retrocedió en la zona sur, donde viven los porteños más humildes. El peronismo recuperó terreno en barrios que en otros tiempos tenía escriturados a su nombre: Mataderos, Soldati, Lugano, Parque Avellaneda, Pompeya. La lista encabezada por Leandro Santoro avanzó sobre el centro de la ciudad, inclusive en zonas que antes le eran esquivas, como Almagro, Chacarita, Villa Crespo o Montserrat.
El partido de Milei tuvo un crecimiento significativo gracias a un ascenso en el corredor del norte, en los barrios más prósperos. A Adorni lo votaron el domingo 77.739 ciudadanos más que los que eligieron al Presidente en la primera vuelta de 2023. Y ese incremento se produjo gracias al aporte de Belgrano, Palermo, Recoleta y, en especial, Puerto Madero, donde el vocero de la Casa Rosada tocó su techo: 49,51%. La victoria de LLA se produjo a expensas de la crisis del Pro, que no se impuso en barrio alguno.
Un estudio de Casa 3, la consultora de Mora Jozami, reveló ayer que en los nueve circuitos electorales con nivel socioeconómico más bajo de la ciudad, Adorni perdió 2 puntos porcentuales respecto de la performance de Milei en aquella primera vuelta: 25,8% contra 27,63%. En cambio, en los 18 circuitos más acomodados Adorni superó a Milei 17 puntos porcentuales: 38,4% contra 21,12%.
Esta variación merece varias reflexiones. En términos de clases, la LLA que apareció este domingo se parece más al Pro que al menemismo. Es un desafío importante para el proyecto identitario al que apuestan sus dirigentes, en especial el “Mago del Kremlin”, Santiago Caputo. Imposible saber si él mismo no está en medio de una metamorfosis: la cuenta de John, @MileiEmperador, habría sido sustituida por la de Jack, @MileiLibertador. Una transformación decepcionante para sus fans, que lo ven moderarse hasta convertirse casi en un despreciable “ñoño republicano”. Los estrategas de Milei siempre apostaron que LLA no se “gorilizara”. Al contrario, que fuera una expresión anti anti-peronista. Las elecciones porteñas obligan a preguntar si ese objetivo no está en peligro.
La novedad en la clasificación social de los votantes plantea una incógnita más importante. ¿Se puede seguir afirmando que Milei mantiene intacto su encanto sobre una franja de los sectores menos acomodados a pesar del ajuste económico que lleva adelante? Es una pregunta crucial para la estrategia de LLA en el conurbano bonaerense. Allí los libertarios no se conforman con seducir a la clientela del Pro.
Quieren capturar también a la dirigencia del partido. Con Diego Santilli, por ejemplo, ya lo lograron. Al “Colo” Santilli se lo extrañó en el bunker de la derrota el domingo pasado. Dicen que la distancia con Mauricio y Jorge Macri quedó cifrada en un detalle: el llamado que le hizo, promediando el escrutinio, a Horacio Rodríguez Larreta, para felicitarlo por su muy aceptable resultado. “El Colo” ya milita en las Fuerzas del Cielo. Una afinidad anticipada en mil detalles. Por citar uno, intrascendente: entre los patrocinantes de su hijo, el prometedor piloto de Turismo Pista Nicanor Santilli Pazos, figura el fondo Invernea, que tiene entre sus titulares al director de ARCA, la ex Afip, Juan Pazo. Encomiable pasión por el deporte.
Del otro lado del alambrado quedó Cristian Ritondo, el entrañable “Pucho”, quien negocia con Karina Milei y Sebastián Pareja la integración del Pro en las listas bonaerenses. “Pucho” y “Colo” cuentan con el respaldo de Santiago Caputo, quien aconseja ser generoso en el reparto para fidelizar al Pro en el Congreso nacional. Sufren Pareja y los Menem, “Lule” y Martín, que pretenden monopolizar la confección de las listas.
La guerra se libra en X, donde los amigos del “Mago” vapulan a Pareja por algunas incorporaciones a LLA. La más llamativa es la de Ramon “el Nene” Vera, que en 2019 fue precandidato a intendente de Moreno por el Frente de Todos, avalado por Cristina Kirchner y Alberto Fernández. Pareja respondió a esas críticas haciendo notar que en la mesa política de la provincia no hay ningún delegado de Santiago Caputo. La agresividad de los libertarios no discrimina a nadie. También se descarga sobre los propios.
Son trivialidades. Lo importante es que este repliegue de LLA sobre la base social del Pro podría adormecer su capacidad para seducir a peronistas en el Gran Buenos Aires. Aun cuando sus socios sean “Colo” y “Pucho”, dos fanáticos de Perón, que fueron en su juventud funcionarios de Carlos Menem y que, a partir de 2003, se plotearon como macristas. Ellos se inclinan ante el axioma del llorado “Chueco” Mazzón, que afirmaba que “hay algo peor que la traición: el llano”. Es conmovedor asistir a este nuevo cambio de piel.
Ritondo demora su pase, con la expectativa de que también Mauricio Macri atraviese el boquete que abrió hace un par de meses. Pero la decisión de Milei, ejecutada por el “Mago” Caputo, es que Macri quede del otro lado de la valla. La producción de un Macri apócrifo, construido con inteligencia artificial, es parte de esa jugada. Lo que dice ese avatar es lo que Milei espera que diga el Macri de carne y hueso: que se jubila de la política y se refugia en el fútbol.
El bullying al que está siendo sometida la figura del expresidente después de los comicios procura ese objetivo. Aquí el modelo no es Menem, sino los Kirchner. Hay que recordar aquel acto del Teatro Argentino de La Plata, en 2005, cuando Cristina llamó a Duhalde, mirando a Néstor, “El Padrino”. Aplaudían Aníbal Fernández y el recordado “Pepe” Pampuro que hasta una semana antes habían sido duhaldistas recalcitrantes. Ojalá que a “Colo” y “Pucho” no les exijan el mismo testimonio de lealtad al nuevo amo.
La morfología social del triunfo de Adorni cobija otra innovación, acaso más relevante que cierta indiferencia de la clase media baja. LLA comenzó a padecer una deserción de los jóvenes. Ninguna sorpresa. Santiago Caputo está inquieto por ese fenómeno desde hace meses. En el oficialismo imputan ese drenaje al escándalo de $LIBRA. Es como si la gente más familiarizada con el universo digital le perdonara menos a Milei haber resbalado frente a un memecoin. Justo él, que se codea con Elon Musk y es aclamado en Silicon Valley.
El partido de los Macri no ganó en un solo barrio. ¿Está en vías de extinción? Es muy aventurado decir eso. Aun dentro del gobierno nacional observan que el triunfo del domingo corresponde a una elección legislativa. Que los términos del contrato con los votantes cambian cuando se trata de administrar la salud o la seguridad. Eso se discutirá en 2027. Pero los Macri deben superar antes un desafío importantísimo: la elección de los senadores porteños, que se celebrará en octubre. Dos corresponden al partido que gana y uno al que sale segundo. Si el resultado se repite, el Pro quedaría descalificado.
Frente a ese riesgo, Mauricio Macri tiene un reflejo habitual en los que están en la misma situación. Por citar un antecedente parecido: en 1997, cuando las encuestas le indicaron que su candidatura a diputado saldría tercera, detrás de las de Graciela Fernández Meijide y “Chiche” Duhalde, Raúl Alfonsín negoció con Carlos “Chacho” Álvarez la formación de la Alianza, para enmascarar esa derrota.
Macri supuso que el domingo pasado obtendría una victoria capaz de demostrar a Milei que el Pro es indispensable. Se preparó para esa boda deshaciéndose del radicalismo y de la Coalición Cívica, repudiados por las Fuerzas del Cielo. Pero la historia tuvo otras ideas. Ahora depende de que la clemencia de Milei acepte a alguien del Pro para acompañar al candidato libertario. Mejor dicho, la candidata: porque todo indica que sería Patricia Bullrich. Es la preferida de los porteños.
Vale aclararlo, para que su postulación no sea entendida como una humillación destinada a seguir haciendo bullying contra el expresidente. A propósito de Bullrich: ¿Será ella o será Adorni quien se encargue de representar a LLA para la elección de jefe de Gobierno en 2027? Tal vez Karina Milei ya lo tiene decidido.
Si el vínculo con Bullrich es un tormento para Macri, el que mantiene con Larreta es una pesadilla. Porque si el pacto con Milei para unificar la oferta porteña en octubre no se produce, el líder del Pro deberá seducir a Larreta para que vuelva al redil. Macri tiene un factor que le juega a favor: para el gobierno nacional sería muy difícil sostener una alianza bonaerense con el Pro y, al mismo tiempo, una confrontación porteña. ¿Quién sería el representante del Pro para integrar la fórmula senatorial con la hipotética Bullrich? Hasta ahora se mencionaba a María Eugenia Vidal. Pero el domingo se pulverizaron todas las suposiciones.
Para observar el vínculo Milei-Macri en esta encrucijada conviene prestar atención a los movimientos de dos figuras que operan entre bambalinas: Darío Wasserman y Daniel Angelici. Wasserman, vicepresidente del Banco Nación, es crucial al lado de Karina Milei. No sólo porque está casado con la legisladora Pilar Ramírez. Además, administra las yrigoyenianas “efectividades conducentes”. Sobre Angelici y su proximidad con Macri no hace falta dar explicaciones. Wasserman y Angelici comparten una sociedad de garantías recíprocas. Habrá que ver si pueden extender ese concepto a la política.
Las elecciones para senador plantean un dilema también para Santoro y para su mentor, Juan Manuel Olmos. Si se tiene en cuenta el momento recesivo en que se encuentra el peronismo, ellos lograron un buen resultado el domingo pasado. ¿Podría haber sido mejor? Tal vez sí, si no hubiera habido tanto ausentismo. La menor participación se registró en los barrios donde mejor le fue al PJ.
El relativo éxito de Santoro radicó en que, ayudado por su antigua pertenencia alfonsinista, él y Olmos construyeron una transversalidad parecida a la que, en su momento, postuló a Aníbal Ibarra. El derrumbe del radicalismo colaboró muchísimo con ese diseño. La premisa mayor del experimento fue disimular el componente kirchnerista de la oferta. Cristina Kirchner colaboró con generosidad, prescindiendo de cualquier intervención en la campaña.
Si esta fue la fuente del capital acumulado por Olmos y Santoro, ¿qué efecto tendrá para ellos la disputa por la senaduría, que estará encarnada en algún dirigente de La Cámpora? La expresidenta no cederá esa posición porque para ella el control del PJ del Senado es un objetivo principal.
Aquí está el riesgo de Santoro: ¿La tarea de ofrecer un peronismo compatible con el paladar de los porteños podría sobrevivir a una adhesión incondicional a un candidato kirchnerista? Dicho de otro modo: ¿Es posible que Santoro aspire a competir con algún éxito en 2027 si en octubre debe echar incienso en el altar de la señora de Kirchner? También en este terreno la Capital funciona como un espejo de lo que sucede en la provincia, donde Axel Kicillof intenta abrir un expediente sucesorio. Con una diferencia: el apellido Kirchner no significa lo mismo a uno y otro lado del Riachuelo.
22/05/2025 a las 4:21 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Ataque nada libertario al derecho de huelga
Raúl Dellatorre
Página/12
22 de mayo de 2025
A través del DNU 340/25, publicado en el Boletín Oficial de este miércoles, el Poder Ejecutivo avanza sobre el derecho de huelga de los trabajadores con los mismos argumentos que utilizara Javier Milei en el DNU 70/23, dictado a pocos días de asumir la presidencia y posteriormente declarado inconstitucional. Dicho mecanismo fue redefinir el alcance de los servicios esenciales, limitando en función de ello el paro en tales actividades. Esta vez, además, extiende las restricciones a las huelgas incorporando una segunda categoría de actividades o sectores, calificados como «de importancia trascendental», los cuales deberán garantizar las prestaciones en un mínimo del 50 por ciento en días de paro.
La norma fue rechazada por sindicatos y abogados laboralistas. Estos últimos entienden que volverá a ser considerada inconstitucional por la Justicia, siguiendo los antecedentes del DNU 70/23, en tanto que los gremios analizan una respuesta colectiva ante este nuevo intento de avasallamiento de derechos laborales establecidos por ley (ver aparte).
El decreto 340 es presentado en el Boletín Oficial como referido al Régimen de Excepción de la Marina Mercante, que es una desregulación tanto para las normas laborales del personal como de habilitación al incorporación de buques extranjeros al transporte fluvial de cabotaje. Lo curioso es que, dentro del decreto referido, se incluye un artículo 3 que modifica el capítulo de Convenios Colectivos de Trabajo del régimen laboral de la ley 25877 (modificatoria de la clásica ley de contrato de trabajo 25250). En ese artículo se avanza sobre el derecho de huelga a través de la redefinición de los servicios esenciales y la incorporación del concepto de actividades trascendentales, como una nueva forma de limitar el alcance de los paros.
La nueva norma exige que durante una huelga se garantice una cobertura mínima del 75 % de la prestación en servicios esenciales y del 50 % en actividades trascendentales, restringiendo así el margen de paralización total en casi todos los ámbitos productivos. Segun enuncia el decreto, la medida busca asegurar la continuidad de actividades críticas como salud, energía, educación primaria y secundaria, telecomunicaciones, transporte aéreo y fluvial, y servicios aduaneros, entre otros.
Además, el decreto crea una Comisión de Garantías, un órgano independiente que podrá calificar nuevas actividades como “esenciales” o “trascendentales” si su interrupción «pudiera poner en peligro la vida, la seguridad, la economía o la provisión de productos críticos».
Se considerarán servicios esenciales en sentido estricto las siguientes actividades:
a. Los servicios sanitarios y hospitalarios, así como el transporte y distribución de medicamentos e insumos hospitalarios y los servicios farmacéuticos;
b. La producción, transporte y distribución y comercialización de agua potable, gas y otros combustibles y energía eléctrica;
c. Los servicios de telecomunicaciones, incluyendo internet y comunicaciones satelitales;
d. La aeronáutica comercial y el control de tráfico aéreo y portuario; incluyendo balizamiento, dragado, amarre, estiba, desestiba, remolque de buques y todos los servicios portuarios;
e. Los servicios aduaneros y migratorios, y demás vinculados al comercio exterior;
f. El cuidado de menores y educación de niveles guardería, preescolar, primario y secundario, así como la educación especial; y
g. El transporte marítimo y fluvial de personas y/o mercaderías y/o carga, servicios conexos y operaciones costa afuera, a través de los distintos medios que se utilicen para tal fin.
Se consideran actividades de importancia trascendental:
a. La producción de medicamentos y/o insumos hospitalarios;
b. El transporte terrestre y subterráneo de personas y/o mercaderías a través de los distintos medios que se utilicen para tal fin;
c. Los servicios de radio y televisión;
d. Las actividades industriales continuas, incluyendo siderurgia y la producción de aluminio, actividad química y la actividad cementera;
e. La industria alimenticia en toda su cadena de valor;
f. La producción y distribución de materiales de la construcción, servicios de reparación de aeronaves y buques, todos los servicios aeroportuarios, servicios logísticos, actividad minera, actividad frigorífica, correos, distribución y comercialización de alimentos y bebidas, actividad agropecuaria y su cadena de valor;
g. Los servicios bancarios, financieros, servicios hoteleros y gastronómicos y el comercio electrónico; y h. La producción de bienes y/o servicios de toda actividad que estuvieran afectados a compromisos de exportación.
Matías Cremonte, presidente de la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboralistas, señaló que al igual de lo que se intentó con «el declarado inconstitucional DNU 70/23, amplía de tal modo los servicios esenciales que prácticamente prohibe hacer huelgas».
El abogado laboralista señala además en su cuenta de X que «la legislación argentina, hasta esta ilegal modificación, siguiendo a la OIT sólo consideraba esencial a los servicios cuya interrupción pueda poner en peligro la vida, la salud o la seguridad de la población. Tiene una finalidad concreta, que no es prohibir la huelga. Tan absurdo es que en un inciso incluye «la interrupción o suspensión de la producción pudiere (…) afectar metas de recaudación asociadas a las políticas de equilibrio fiscal». Es claro que no trata de proteger la vida de la población ni el ejercicio de un derecho».
Por su parte, el abogado laboralista Andrés Gil Domínguez, apuntó: «El DNU 340/2025 insiste con contenidos que estaban previstos por el DNU 70/2023, los cuales fueron oportunamente declarados inconstitucionales por la justicia nacional del trabajo de la Ciudad de Buenos Aires, en causas que hace más de un año están en proceso de crioconservación por parte de la Suprema Corte de la Nación. Si en este tiempo el tribunal hubiese dado alguna señal de un límite constitucional y convencional concreto sobre esta habitual práctica antidemocrática del Poder Ejecutivo Nacional otro sería el panorama. Su silencio, complacencia y sometimiento generan un daño irreparable al Estado constitucional y convencional de derecho argentino».
22/05/2025 a las 4:46 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
La jugarreta de Gendarmería
Irina Hauser
Página/12
22 de mayo de 2025
La querella que representa a Pablo Grillo, el fotógrafo que tuvo que volver a ser ingresado a terapia intensiva por el disparo con un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza, denunció ante la jueza María Servini «inconsistencias, vacíos temporales y fragmentación» en los videos de la represión a la marcha de los jubilados del 12 de marzo que entregó al juzgado Gendarmería Nacional y en las modulaciones aportadas por la Policía Federal. En un escrito presentado en el expediente, por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y la Liga Argentina por los Derechos Humanos (LADH), le piden a la magistrada que reclame precisiones y el material a las fuerzas de seguridad ya que los tramos faltantes, tanto de imágenes como de audios, son «momentos clave del operativo» y se omiten «escenas de interés probatorio».
La semana pasada, la Gendarmería entregó filmaciones que muestran el instante en que el cabo Héctor Guerrero le tira a Grillo, agachado, rodilla en tierra, y con el arma en posición horizontal apuntando directo al cuerpo del reportero gráfico. Se observa, como informó Página/12, al agente de espaldas, la detonación (se ve el humo) y luego se pone de pie tras el disparo. Otro gendarme le pone la mano en el hombro en señal de aprobación. Este efectivo lleva una cámara «Go Pro» en el casco. La jueza reclamó esas imágenes y la respuesta de Gendarmería fue que no estaba «activa». En lo que lograron analizar hasta ahora los organismos señalan que el clima entre los efectivos era de cebarse entre ellos: «estamos excelente, más que bien», se escuchó a quien filmó el disparo a Grillo. Sonaban insultos y frases como «no le perdonen».
IMÁGENES FALTANTES
Según explica la querella en su nueva presentación, en el caso de Gendarmería había quienes filmaban con la cámara «Go Pro» pero también quien registraba el operativo «cámara en mano». Una cuestión básica que solicitaron son los reglamentos que regulan el uso de cámaras en estos procedimientos en manifestaciones públicas. ¿Es obligatorio activarlas al inicio o en ciertas situaciones? ¿Cada agente puede hacer lo que quiera con la cámara? ¿Puede cortar y volver a filmar cuando le parece? En el caso de la cámara que Gendarmería informó como inactiva, buscan saber si la fuerza dio una orden, si fue una «omisión individual» o si no funcionaba. El gendarme, a quien piden identificar, tenía esa cámara en su casco. El interrogante, además, es si cometió una falta.
Las imágenes registradas con una cámara en la mano fueron entregadas en un disco compacto que contiene 26 videos y 136 fotografías. No se sabe qué gendarme la operaba, información que también la querella reclama. Lo que advierte el escrito, centralmente, es que falta material fílmico del intervalo entre las 17.09 y las 17.17 horas, período crucial ya que, según analizó el colectivo Mapa de la Policía el disparo se produjo a las 17.18 horas. La pregunta es por qué no está y si existe. Agrega el interrogante sobre por qué falta también el tramo comprendido entre el final de un video que corta a las 17.24 y el inicio de otro a las 17.28. «Es un intervalo de casi tres minutos de duración, coincidentes con los minutos posteriores al disparo que recibió Pablo Grillo por parte del gendarme Héctor Guerrero», dicen el CELS y la LADH.
MODULACIONES POLICIALES
La Policía Federal puso a disposición los audios de las modulaciones del día en cuestión en un archivo que lleva el rótulo «Audios Modulaciones del Grupo PF1 del día 12-3-2025 de las 12.00 hs hasta las 23.24 hs». La duración del audio efectivamente enviado al juzgado es bastante menor a ese rango que figura allí, ya que es de 5 horas 40 minutos y 50 segundos. «Solicitamos saber a qué responde este recorte de horas del registro y solicitamos se remita el contenido completo, que va de las 12 del mediodía a las 23.24 de la noche del 12 de marzo para su correspondiente análisis». La querella, en el documento que firman las abogadas Agustina Lloret y Claudia Cesaroni y la familia de Pablo, solicita también que se le informe si existe transcripción de las modulaciones con la indicación de los horarios y la identificación de quiénes modulan.
El material de la Policía Federal es clave en relación al análisis de todo el operativo y otros hechos que ocurrieron ese día, como la agresión a la jubilada Beatriz Blanco, quien fue golpeada con una tonfa por un agente policial, cayó al suelo y fue gaseada. Terminó hospitalizada, pero aún no se sabe quienes son los responsbles. Por información que había enviado la jueza porteña Karina Andrade, quien tuvo a cargo las 116 detenciones de ese día (que decidió transformarlas en solturas), el acta policial en relación a Blanco solo hablaba de posibles lesiones, señalaba que «se encontraba tirada en el suelo una señora de 87 años» con cortes en el cuero cabelludo. La responsabilidad de los agentes que están en el lugar, es identificar al o los agresores. Eso no ocurrió. El parte dice una generalidad.
Andrade también informó, algo que debería investigarse, que el oficial Leonardo Tomás Núñez –jefe de Servicio de la Comisaría de Intervenciones Judiciales de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA– había declarado que a través de la orden de servicio se le había puesto un nombre al operativo, algo completamente inusual, ya que lo que llevan es un número. En este caso parecía venir con cinismo: «A las 12 horas aproximadamente implantó en las inmediaciones del Congreso de la Nación la Orden de Servicio 659/2025 –dijo Núñez– identificada ‘POR QUE HAY QUE SER MUY CAGÓN PARA NO DEFENDER A LOS JUBILADOS'» (sic), en alusión a la frase célebre de Diego Maradona. ¿Habrá algo de eso en las modulaciones?
22/05/2025 a las 4:50 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Nada que discutir: huelga general hasta la derogación, contra la represión y por las luchas obreras
Néstor Pitrola
Prensa Obrera
21/5/025
La existencia misma del movimiento obrero ha sido puesta en discusión al eliminar virtualmente el derecho de huelga mediante el decreto 340/25 emitido hoy por el gobierno de Milei. Esto es así porque comprende a prácticamente el 70% de las actividades que abarcan los sindicatos, retomando la letra del nefasto DNU/70, cuyo tramo laboral fue suspendido por la Corte Suprema. ¿Tendrá la anuencia hoy para hacerlo? Lo que es seguro es que es la primera consecuencia de la primera elección en la que Milei obtiene una victoria, la de CABA, aunque lo haya votado el 16% del padrón. El mandato, como se ve no viene de la legitimidad de las urnas, el mandato viene de Amcham y toda la burguesía que reunida le dijo “queremos ver las reformas de fondo” para alguna inversión aunque ya tengan el RIGI y todas sus prebendas coloniales.
El decreto declara entre “esencial” y “trascendental” a más de 60 actividades. Las esenciales tendrán que garantizar el 75% de la prestación en caso de huelga, las segundas, las trascendentales un 50%. Es evidente que la medida de acción gremial se transforma en inútil, porque su función es interrumpir la producción, el comercio o el servicio en el que el trabajador presta funciones. Y es muy claro que con esos porcentajes andarían las escuelas, el transporte o las fábricas, ni hablar los comercios u otros servicios.
La disposición de esencialidad elimina la tradición de las guardias mínimas en la salud que siempre cumplen los trabajadores para obligar al 75% de atención. En la medida que la descripción del decreto en esta calificación va desde la educación de todos los niveles hasta la producción, transporte y comercialización de combustibles, de energía eléctrica, las comunicaciones en su enorme radio, lo mismo que internet, la aeronáutica de todo tipo, como los servicios aduaneros y la navegación fluvial y marítima, para esas actividades el derecho de huelga queda prohibido.
En las trascendentales está todo, desde transporte de materiales de construcción hasta bancos, industria alimenticia, el transporte terrestre y subterráneo de personas y/o mercaderías, las actividades industriales alimenticias y las de tipo continuo como aluminio o siderurgia, química o cementera, los servicios hoteleros (nótese este desvarío), el comercio electrónico y cualquier bien o servicio exportable (nótese lo que esto puede abarcar).
Pero por si acaso alguna actividad se les escapó forman a través del decreto una “Comisión de Garantías” que puede calificar como esencial o trascendente cualquier actividad que lo considere.
Hay que decir lo obvio. Milei liquida el derecho de huelga. Se trata de un paso trascendente en la dirección de una dictadura dentro de la democracia. Cuando hemos definido un régimen de fuerza contra los trabajadores, de poder personal, basado en una democracia de infantería como la que vemos actuar todo los miércoles o con el envío de tropas por parte de Bullrich a Tierra del Fuego en una intervención antifederal en oportunidad del paro provincial allí, nos referimos a este derrotero que hoy se complementa con el decreto 340/25 de prohibición del derecho de huelga.
Obviamente el Congreso debería voltear este decreto mediante una ley que lo derogue, pero se trata del mismo cuerpo que acaba de no dar quórum para el aumento a los jubilados o la moratoria, mientras la podrida corrupción en el PAMI les niega los remedios. Es evidente que por ahí no pasa la cuestión como pasó la no derogación del DNU/70 que le ha dado vida a las atrocidades de todo carácter del gobierno de Milei. Como le dijimos oportunamente a la burocracia de la CGT en persona desde el bloque del Frente de Izquierda, esto lo volteamos en la calle los trabajadores o no lo voltea nadie y así fue.
La suspensión por parte de la Corte fue parte de las excusas para el pacto colaboracionista que maniató al movimiento obrero frente a la Ley Bases y omitió toda acción sindical central hasta el 9 y 10 de abril, una medida aislada sin continuidad alguna.
El punto, con todo es que estamos ante una nueva ofensiva del gobierno facholibertario con los techos paritarios y el agravamiento de la ofensiva contra los trabajadores en toda la línea que entraña el rescate del FMI ante la bancarrota del Banco Central. Un rescate para un plan aguantar hasta octubre que no viene solo, los cierres de empresas se agravan día a día, el deterioro de salarios y jubilaciones igual, la flexibilización y los despidos de hecho, igual. El decretazo anti huelga sale al cruce de dos cosas, las mencionadas exigencias del imperialismo y la burguesía local y por otro lado la emergencia de luchas obreras que pueden ser la punta del iceberg de la bronca obrera, parte de la cual, de manera confusa, sin dudas se expresó en la abstención electoral aunque haya muchas causas y sectores sociales diversos en esa actitud repetida ya en seis elecciones. Pero lo más importante que está ocurriendo es la huelga fueguina, la rebelión de los choferes contra la paritaria de hambre de Fernández, el parazo descomunal de la docencia bonaerense de la mano de la FEB y los Sutebas combativos contra la paritaria miserable de Kicillof/Baradel desafiando la conciliación y las amenazas, el paro y movilización de la docencia universitaria y los no docentes. Morvillo se movilizó a La Plata a los 84 días de la ocupación mientras otras dos gráficas cerraron. Los piqueteros movilizaron 10 mil compañeras y compañeras a Trabajo hace una semana. Esto se calienta por abajo.
Vienen por todo, es ellos o nosotros, los trabajadores. Es claro que la respuesta al decretazo, acompañado hoy por una brutal represión a los jubilados y a la prensa, con decenas de heridos y detenidos, como al despliegue de tropas en Tierra del Fuego corresponde al movimiento obrero en su conjunto. Impulsemos asambleas, plenario de delegados, exijamos un Congreso de Delegados de todos los sindicatos mandatados por las bases para discutir la inmediata reacción. No al colaboracionismo de la burocracia sindical. Paro ya y plan de lucha hasta la huelga general. Es ahora.