Por Germán Gorraiz López.-
Netanyahu habría banalizado la maldad debido a la total ausencia de moralidad en sus acciones que le lleva a cometer crímenes de lesa humanidad sin reflexionar sobre sus consecuencias y sin discernir el bien o el mal de sus actos. Así, la utilización por Israel de la tortura sistemática, el Genocidio de la población gazatí y demás prácticas malvadas no serían considerados por Netanyahu a partir de sus efectos o de su resultado final debido a que las deidades le han elegido para «la alta misión de eliminar a Hamás de la faz de la Tierra y construir el Gran Israel», situación distópica que ha llevado al activista judío de los Derechos Civiles y superviviente del Holocausto, Israel Shakak a afirmar «Los nazis me hicieron temer ser judío y los israelíes me avergüenzan de ser judío».
El castigo asimétrico de Israel sobre la Franja de Gaza con más de 36.000 víctimas palestinas, (la mayoría mujeres y niños), así como unos 10.000 cadáveres enterrados en los escombros, habría desencadenado una ola de apoyo mundial a la población civil gazatí masacrada por Israel, escenificada en los abucheos del público a la cantante israelí en el Festival de Eurovisión, así como en las manifestaciones anti Netanyahu en Tel Aviv, en las manifestaciones pro Gaza de las principales capitales occidentales y en los encierros en Universidades europeas y estadounidenses y en la movilización popular de los países árabes contra intereses israelíes y estadounidenses.
En el plano doméstico, la desafección de la sociedad israelí respecto a Netanyahu debido a su nefasta gestión de la crisis con Hamás y a su nulo interés por rescatar con vida a los rehenes israelíes habría desencadenado las movilizaciones de los familiares de las personas secuestradas por Hamás ante la residencia de Netanyahu, a quien hacen «personalmente responsable de su retorno a casa con vida». Asimismo, la dimisión de Benny Gantz del Gabinete de Guerra y su exigencia de convocar elecciones en otoño, sería un misil en la línea de flotación de un Netanyahu cada vez más aislado.
Tras la decisión de la Corte Penal Internacional de solicitar órdenes de arresto contra Netanyahu y Galant acusados de «crímenes de lesa humanidad», Netanyahu es sabedor de que una vez acabada la guerra asimétrica contra Hamás, se arriesga a un proceso penal internacional. Así, Joe Biden, en una entrevista publicada por la revista Time, admitió que «Netanyahu, estaría prolongando la guerra por motivos políticos y para mantenerse en el poder al frente de una compleja coalición de gobierno».
En consecuencia, tras dar por finalizada la campaña de Gaza, habría decidido invadir el Sur del Líbano para desplazar a los 400.000 habitantes del sur del Líbano al otro lado del río Litani, con la esperanza de ganar tiempo hasta la previsible victoria en noviembre de un Donald Trump, en la certeza de que podrá contar con su ayuda para evitar el juicio ante la Corte Penal Internacional.
13/06/2024 a las 7:34 AM
¡Que mezcolanza Mon Dieu!
¿No le duele la cabeza de tanto pensar y pensar?
Vea don Germán hoy tengo un día muy complicado, recién por la noche voy a poder atenderlo.
¿Hizo las compras?
Le recuerdo los ingredientes: media docena de huevos frescos grandes, un pan de manteca un pote de mantequilla de cerdo 100 gramos de panceta ahumada cortada en fetas no muy finitas y 1 kilo de papas.
¡Vamos hombre! no quiero que anden diciendo por ahí que usted no sirve ni para hacer un huevo frito.
¡Hop hop!.
Cuando vuelva lo quiero con la ropa de trabajo, manos limpias, papas peladas y 2 sartenes listas para comenzar con la preparación.
13/06/2024 a las 11:47 AM
Que vomitiva exposición. Ni una mención a quienes iniciaron esto, con su ataque a judíos y no judíos, no militares, que produjo en unas pocas horas, más muertos en igual lapso desde la 2da.Guerra Mundial y que de no haberse detenido a tiempo hubieran provocado muchos miles más de los que hubo, amen del secuestro de otros cientos.
No otra cosa puede esperarse de un zurdo antisemita (como lo son todos en sus diversas variantes), verdadero idiota útil y paniaguado de SOROS.
13/06/2024 a las 9:22 PM
Disculpe don Germán pero tuve un problema con el auto, recién llego estoy molido así que me doy un baño como algo y me voy a dormir.
Le prometo que mañana sin falta le enseño lo prometido.
Mientras tanto coma lo que tenga a mano.
14/06/2024 a las 8:25 AM
Bueno don Germán, vamos a lo nuestro.
Dos sartenes en el fuego (mínimo), en una vamos a cocinar las fetas de panceta(4) y en la otra los huevos (2).
La panceta no debe achicharrarse, así que bajamos el fuego a mínimo.
Cuando vemos que están a punto (doradas) las retiramos de la sartén.
El fondo de cocción, o sea la grasa derretida que dejó la panceta podemos usarla para freir los huevos, pero yo prefiero hacerlos aparte.
Los huevos fritos se pueden hacer con mucho aceite, con poco, con manteca con mantequilla de cerdo con aceite de oliva con aceite neutro con aceite de maíz, eso va en gusto
En la otra sartén que debe ser suficientemente grande para contener 2 huevos vamos a colocar una cucharada de manteca, unas gotas de aceite de oliva y una cuchara de postre de la grasa de cerdo que nos quedó en la primera sartén
Mezclamos.
Cuando la preparación, que debe cubrir todo el fondo de la sartén, comience a hervir agregamos los huevos, primero uno y después el otro, cuidando que las claras no se topen entre si.
Subimos el fuego a medio durante 20 segundos y volvemos a bajarlo.
Cuando observe que las claras están a media cocción busca una tapa (si es de vidrio mejor).
Tapa la sartén hasta que vea que la clara esté totalmente coagulada.
Con una espátula y mucho cuidado retira los huevos y los coloca en un plato, agrega a la sartén (la limpia previamente con papel de cocina cuidando de no quemarse los dedos) las fetas de panceta y vuelve a colocar los huevos, tapa la sartén y apaga el fuego.
Antes de hacer los huevos, que demoran entre 2 y tres minutos (cuatro como mucho) hace 2 porciones generosas de papas fritas bastón como ya le enseñé.
Tiene que manejar los tiempos para que las papas estén listas al mismo tiempo que los huevos.
Si gusta, en una plancha bifera hace cuatro costeletas de cerdo o 2 bifes de costilla.
Es importante manejar los tiempos para que las papas fritas y las carnes estén listas al mismo tiempo.
En su caso, para no complicarse más la vida, use sartenes antiadherentes.
La semana próxima viajo (si permiten que los aviones vuelen) así que será hasta fin de julio o mediados de agosto.
Pórtese bien, no escriba cosas raras dedíquese más a hacer algo útil.
Hágame caso, su futuro está en la cocina.
¡Hasta pronto!
14/06/2024 a las 8:12 PM
Le transcribo un comentario que le calza maravillosamente a U.
Occidente está harto del nuevo yihadismo despierto
Por Victor Davis Hanson
¿Qué son realmente las turbas en Washington que profanan impunemente estatuas federales icónicas y atacan a policías que protestan?
¿Por qué están realmente enojadas las multitudes de Londres que pululan descaradamente por los parques y arrasan las calles?
¿Ocupaciones?
No les importa en absoluto que el gobierno islamista turco todavía destine 40.000 soldados en el Chipre ocupado. Nadie está protestando contra la toma china de un Tíbet que alguna vez fue independiente o la amenaza de absorción de un Taiwán autónomo.
¿Refugiados?
Ninguna de estas turbas está agitando en nombre de casi un millón de judíos limpiados étnicamente desde 1947 en las principales capitales de Medio Oriente. Unos 200.000 chipriotas desplazados por los turcos no ganan ni un murmullo. Tampoco lo hace la limpieza étnica del 99% de la antigua población armenia de Nagorno-Karabaj el año pasado.
¿Víctimas civiles?
Los manifestantes globales no están furiosos por el millón de uigures brutalizados por el gobierno comunista chino. Tampoco les preocupa la guerra indiscriminada del gobierno turco contra los kurdos o sus amenazas en serie de atacar a armenios y griegos.
En cambio, el nuevo movimiento yihadista que ha despertado se centra sólo en Israel y «Palestina». Es ajeno a los espantosos exterminios modernos entre musulmanes de Bashar al-Assad y Saddam Hussein, las masacres de palestinos del Septiembre Negro a manos de las fuerzas jordanas y la eliminación de miles de personas en Hama, Siria, en 1982.
De modo que el yihadismo consciente no es una preocupación ecuménica por los oprimidos, los ocupados, los daños colaterales de la guerra o el destino de los refugiados. Más bien, es un yihadismo antioccidental, antiisraelí y antisemita, idealizado y reformulado, que apoya el asesinato de civiles, las violaciones masivas, la tortura y la toma de rehenes.
Pero lo que lo hace ahora tan insidioso es su nuevo electorado tripartito.
En primer lugar, la vieja causa romántica pro Palestina fue reiniciada en Occidente por millones de inmigrantes árabes y musulmanes que han llegado en masa a Europa y Estados Unidos en el último medio siglo.
Miles de millones de dólares en «subvenciones» petroleras invadieron las universidades occidentales para fundar departamentos de «Estudios de Oriente Medio». Estos no son tanto centros de estudios históricos o lingüísticos como megáfonos políticos centrados en el «sionismo» y «los judíos».
Además, puede haber más de medio millón de estudiantes adinerados de Oriente Medio en universidades occidentales. Dado que pagan la matrícula completa, se embeben de la ideología de los profesores de estudios de Oriente Medio dotados y su número está creciendo, lógicamente sienten que pueden hacer cualquier cosa con impunidad en las calles y campus occidentales.
En segundo lugar, el movimiento Diversidad/Equidad/Inclusión empodera a los nuevos yihadistas que han despertado. Al afirmar que son víctimas no blancas del colonialismo judío blanco, se hacen pasar por víctimas afines naturales de los negros, los latinos y cualquier occidental que ahora reclame un estatus oprimido.
El radicalismo negro, desde Al Sharpton hasta Louis Farrakhan y Black Lives Matter, ha tenido una larga y documentada historia de antisemitismo. No es de extrañar que su élite abrazara con entusiasmo el movimiento palestino antiisraelí como compañero de viaje.
La tercera pata del yihadismo despertado son, en su mayoría, los estudiantes izquierdistas blancos y adinerados de las universidades occidentales. Al sentir que sus facultades son antiisraelíes, sus administraciones son antiisraelíes (aunque de forma más encubierta) y los más activos políticamente entre el cuerpo estudiantil son antiisraelíes, los estudiantes europeos y estadounidenses encuentran autenticidad en la virtud, lo que indica su solidaridad con Hamás y Hezbolá. y los islamistas radicales en general.
Dado el reciente abandono de las pruebas estandarizadas para la admisión a las universidades, la dilución de los planes de estudio y la rampante inflación de calificaciones, miles de estudiantes en campus de élite sienten que han redefinido exitosamente sus universidades para adaptarlas a sus propias políticas, electores y demografía.
Inseguros sobre su preparación para la universidad y en su mayoría ignorantes de la política de Medio Oriente, los estudiantes útilmente idiotas encuentran resonancia gritando cánticos antisemitas y usando keffiyehs.
Educados en la escuela primaria con el binario marxista de blancos malos y opresivos versus no blancos buenos y oprimidos, pueden deshacerse de su culpa boutique por poco dinero uniéndose a las turbas.
El resultado es un nuevo y extraño antisemitismo y un apoyo abierto a los espantosos terroristas de Hamas por parte de quienes normalmente predican a la clase media sobre su propia moralidad exaltada.
Aún así, el yihadismo consciente nunca habría encontrado resonancia si los líderes occidentales (jefes de estado preocupados por el voto, tímidos presidentes de universidades y alcaldes y jefes de policía radicalizados de las grandes ciudades) no hubieran ignorado las flagrantes violaciones de las leyes contra la inmigración ilegal, el vandalismo, los asaltos, ocupación ilegal y disturbios.
Finalmente, el yihadismo consciente está alimentando un giro radical hacia la derecha en Occidente, en parte debido a las fronteras abiertas y la enorme afluencia a Occidente de regímenes antiliberales no occidentales.
En parte, la reacción se debe a la ingratitud mostrada a sus anfitriones por los complacientes estudiantes invitados del Medio Oriente y los titulares de tarjetas verdes.
En parte, el público está harto del sentimiento de derecho que muestran los manifestantes mimados y mojigatos.
Y en parte la repulsión surge contra los gobiernos y universidades de izquierda que no hacen cumplir los estatutos penales y de inmigración básicos por miedo a ofender esta nueva y extraña mezcla de wokismo y yihadismo.
Sin embargo, cuanto más violentos se vuelven los campus y las calles, más despistadas parecen las turbas sobre la creciente antipatía pública hacia lo que hacen y lo que representan.
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