Sobre llovido… ¡Kicillof!
Por Susana Merlo.-
Que los próximos meses van a ser difíciles no es ninguna novedad. Que para los muy memoriosos, la famosa frase de Don Álvaro Alsogaray, cuando la crisis de junio de 1959: “Hay que pasar el invierno…”, va a quedar corta respecto al esfuerzo que se plantea ahora, tampoco resulta sorprendente.
Sin embargo, para los productores del campo, el verdadero estupor vino de la mano de dichos y actitudes del Ministro de Economía, Axel Kicillof, quien nunca se había mostrado “proclive” al campo… ¡hasta ahora!
Suponer que esta puede ser una buena noticia sería una ingenuidad. Más vale, en la nueva versión “candidato”, del todavía hombre fuerte de la economía nacional, parece que ningún sector es menor a la hora de cosechar votos, aunque se trate del más antagónico a la forma de pensar del Gobierno (a pesar de que depende mucho de el en materia fiscal y de divisas).
El punto es que el joven economista, que ya demostró que de microeconomía no sabe prácticamente nada, y de cuestiones de campo mucho menos, se despachó hace un par de semanas atrás con un encendido discurso en el cual, no sólo rescataba el rol del campo, sino que iba más allá aún al afirmar que “es imposible pensar en industrialización sin el campo”.
Obvio que la sorpresa, ante esto, debía ser mayúscula. Nadie olvida los históricos planteos de este gobierno para con el campo, también tradicionalmente “ninguneado” por los sucesivos ministros de economía que fueron pasando, desde Roberto Lavagna, a Martín Lousteau; o desde Felisa Miceli hasta alguno de los Rodríguez, por citar a unos pocos.
Precios controlados, restricciones, aumento de retenciones, falta de créditos productivos, desfase del dólar para exportación, presión impositiva siempre creciente, imposibilidad de actualizar por inflación, etc., etc., etc., temas todos que durante más de una década fueron en contra de la producción y la generación genuina de divisas, y que lejos de atenuarse o corregirse, se siguen acentuando, especialmente desde 2008 en adelante.
Kicillof tampoco es la excepción, aunque ahora como “candidato” se la vea en figurillas para explicar algunas cosas como el mantenimiento de las restricciones a las operaciones libres con divisas. “No existe cepo porque importamos, giramos utilidades, pagamos vencimientos externos y le vendemos dólares a la gente que quiere”, sostiene sin sonrojarse y, como siempre, adjudicando las culpas a “los medios de comunicación” por utilizar la palabreja: “«Cepo» tiene un nombre que lo han impuesto popularmente, con cierta intencionalidad”, e insiste con lo inocultable, a pesar de sus dichos: “No estoy en contra de que la gente compre dólares, pero tiene que demostrar de dónde sacan esos dólares”, según consigna Urgente24.
¿Realmente pensará que alguien puede creerle, o tomar por ciertas sus palabras, dentro o fuera del país…?
Más allá de eso, su intencionalidad por avanzar sobre el tema agropecuario no es ningún secreto. De hecho, desde hace meses se registra una sorda pulseada en Agricultura entre los Secretarios Gabriel Delgado, y el de Coordinación Política, Javier Rodríguez, supuesto hombre de Kicillof, ambos por el sillón del siempre inefable Carlos Casamiquela, por estos días de viaje por Rusia.
La pérdida de espacios del ex INTA y actual titular de la cartera agropecuaria sigue siendo imparable y, aunque se trata de un “Ministerio”, en los hechos pesa menos que algunas secretarías de Estado, como por ejemplo, la de Comercio que, antes con Guillermo Moreno, y ahora con el joven Augusto Acosta, marcan el ritmo de las medidas del sector, sin que medien siquiera consultas de parte del equipo económico.
Así, ahora, profundizaron la adopción de temas remanentes de la poderosa ex ONCCA de Ricardo Echegaray, como la distribución de cupos y cuotas, asunto particularmente sensible desde el año pasado, ya que buena parte del ingreso de divisas depende de esta distribución, repartida aparentemente entre varios, lo que dificulta su seguimiento, y facilita el descontrol…
Ahora, con la nueva versión “agropecuaria” del Ministro, sorprendiendo especialmente a los productores con un llamativo: “Hay que regar las plantitas todos los días, y analizar qué necesita cada sector” (cuando desde que asumió, al menos al campo, nunca lo atendió), muchos entienden que la transformación se debe más al repentino interés que tendría Kicillof en convertirse en el próximo vicepresidente del Frente para la Victoria, especialmente si el candidato es Daniel Scioli a quien, la presidente Cristina (y él mismo) parecen suponer que “controlarán”… y también ir “anclando” desde ahora áreas claves, entre las cuales parece ubicarse Agricultura.
El ancla cuando se la echa, paraliza. El cepo debe retrotraernos a la Asamblea del año 13. También por entonces tuvo resistencias y colisión de intereses.
La frase » “es imposible pensar en industrialización sin el campo”.demuestra que Kicillof de economía, de campo y de industria NO SABE NADA.
Paises como Hong Kong, Taiwan y muchos otros tienen grandes industrias y muy poco campo. Por lo tanto se puede hacer un proceso de industrializacion sin el campo.
Japon es una potencia industrial (y no precisamente por su campo que es muy escaso y caro).
Pero, como estamos llenos de inutiles, tambien el 90% (por decir una cifra baja) de los «dirigentes» provinciales solo entienden la industriazacion como parte de la agroindustria. De la industria verdadera no tienen ni noticias.
Estimado Javierferrero, es cierto lo que dice, pero si nos hace el favor de explicarnos cómo se industrializa sin recurrir a subsidios u otros beneficios con ingresos generados por el campo, como ha sucedido en varias ocasiones en nuestro país, su certero comentario quedaría más redondo. Porque recuerde que no somos Japón, Hong Kong ni Taiwan. Somos Argentina, la ùnica, iniimitable, exclusiva y rarísima Argentina.
Que pase un feliz día del Trabajador y un buen fin de semana.
Saludos.
Wenceslao.-
Estimado Wenceslao
Me extraña su pregunta.
Para poner, por ejemplo, una fabrica de zapatillas no hace falta ningun subsidio ni otros beneficios generados por el campo. Hay argentinos dispuestos a hacerlo con dinero propio o con creditos (en pesos) que pueden otorgar los bancos como en cualquier pais normal.
Pero lo que necesitan es: estabilidad (que la economía no vaya a los tumbos con un rumbo hoy y otro rumbo mañana) previsibilidad (que las medidas se mantengan en el tiempo y que los gravamenes impositivos no se alteren segun las necesidades del día de los «gobernantes») un esquema tributario razonable (que no pretenda «distribuir» el dinero de los que ganan con su esfuerzo en favor de planeros que concurren a actos oficiales)
Pero tambien necesitan que las grandes empresas no tengan beneficios especiales (obtenidos mediante coimas) ya que ello genera una competencia desleal en perjuicio del empresario nacional.
Estoy seguro que conoce todo esto y que no son necesarios ejemplos.
¡¡Que tenga un Feliz Dia del Trabajador!!
Gracias Jevierferrero por su respuesta. Totalmente de acuerdo con su ahora «redondito» comentario. No puede negarse que mi duda tiene asidero en hechos concretos, que llegaron incluso al ridículo de enfrentar al campo y a la industria. Pero su propuesta es (o debería ser) la de una país sano y normal.
Esperando seguir contando con sus opiniones a las que sigo con frecuencia, reitero mis afectuosos saludos.
Wenceslao.-
En el comentario cita la «pulseada» entre el subsecretario Delgado y un «pupilo» de Kicillof, no creo que exista ya que, conozco personalmente a Delgado y es un profesional muy formado e inteligente…pero viene de INTA con sus pergaminos tecnicos y ninguna influencia o sea que cuando se jubile el viejito ya se sabe quien queda…claro que hasta Diciembre
La pelea con los holdouts – La Nacion.
Axel Kicillof: «Quédense todos tranquilos, esto está estudiado en profundidad»
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